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16-06-11

PALESTINA


Declaración ante las nuevas jornadas de combate de las masas palestinas contra el imperialismo y el estado sionista-fascista de Israel

 

¡LAS MASAS PALESTINAS VUELVEN A PONERSE DE PIE! 

Recuadro:

- Las masas palestinas inauguraron el siglo XXI con su grandiosa revolución
Diez años después, su combate sigue vivo

- La génesis del estado sionista-fascista de Israel y la falacia del reformismo sobre “la clase obrera Israelí”

Entre el 14 y el 16 de mayo pasado, miles de palestinos salieron a las calles a enfrentar la ocupación del estado sionista de Israel. En esos días se cumplieron 63 años desde que se perpetrara la masacre de 1948 conocida como Nakba (día de la catástrofe), en la que el pueblo palestino fuera expulsado de sus tierras y se fundara el estado sionista-fascista de Israel a manos del imperialismo. 
El combate palestino representa un nuevo golpe de los explotados contra el imperialismo y las burguesías nativas de la región, sacudida desde hace meses por una cadena de revoluciones. Las masas palestinas, impulsadas por la heroicidad del combate de sus hermanos de clase en Túnez, Libia, Egipto, Siria, Bahrein, Yemen, etc., han mostrado al proletariado mundial que su capacidad de combate sigue intacta. 
En esta ocasión, desde los campos de refugiados en el Líbano, Jordania y Siria, y también desde Gaza y Cisjordania, miles de palestinos tomaron en sus propias manos la tarea de volver a las tierras usurpadas por el imperialismo, mediante su gendarme Israel -con la criminal complicidad de la burocracia stalinista de la URSS-. 
Los combatientes palestinos cruzaron los siniestros alambrados de púa que dividen las fronteras y enfrentaron con piedras, palos y bombas molotov al ejército de Israel, quien respondió asesinando a 21 mártires palestinos.
Las palabras de uno de los combatientes palestinos reflejan el justo odio del pueblo contra Israel “Si nosotros lo hemos conseguido (cruzar la frontera hacia Israel, NdeR), también lo pueden hacer los Ejércitos árabes. Esto es la Tercera Intifada y pronto podremos volver a nuestros hogares en Lod, Haifa, Al Quds. Es nuestra tierra y la recuperaremos por la fuerza. ¡Yo quiero vivir y morir aquí! ¡Israel no tiene derecho a existir!”. Pero, también reflejan el rol sirviente de las llamadas “burguesías árabes” con Israel y el imperialismo, quienes son una pieza clave en la tarea de cercar a las masas palestinas, como lo han hecho Hamas en Gaza, Hezbollah en el Líbano, Al Fatah en Cisjordania, El Asad y el FPLP (Frente Popular para la Liberación de Palestina) en Siria, etc.

Este combate de las masas palestinas cruzó las fronteras y se extendió hasta Egipto, donde las masas revolucionarias vienen de derrocar al asesino Mubarak quien fue, durante años, sostén fundamental del imperialismo y del estado gendarme de Israel. La burguesía Egipcia y sus fuerzas armadas –sin Mubarak- hoy hacen de garante para la imposición del plan del carnicero Obama para establecer “dos estados” en Palestina. 
Por eso, miles de obreros y jóvenes combatientes (que, según señala la misma prensa burguesa, son los que combatieron en la Plaza Tahrir contra Mubarak) marcharon hacia el muro de Rafah a encontrarse con sus hermanos de clase palestinos. Este avance fue impedido por el ejército contrarrevolucionario egipcio. Ante esto, los combatientes marcharon a la embajada de Israel en Egipto, lanzando bombas molotov, piedras y enfrentándose a los soldados al grito de “¡Viva Palestina sin ocupación!”. Las fuerzas de seguridad y militares de Egipto –comandadas por los generales “democráticos” y financiadas directamente por el imperialismo yanqui- resguardaron la seguridad de la embajada reprimiendo salvajemente a los activistas, dejando heridos a más de 24 de ellos. ¡Un solo enemigo: una sola lucha! ¡Abajo los generales contrarrevolucionarios egipcios, todos agentes de Mubarak y del imperialismo! ¡Viva la unidad del combate de las masas palestinas y egipcias! ¡Abajo el muro de Rafah!

El combate de las masas palestinas atemoriza a todas las fracciones burguesas de la región, quienes intentan impedir a toda costa que la sublevación de las masas palestinas se sincronice, en un solo combate con las masas de Egipto, Yemen, Bahrein, Túnez y Libia contra el imperialismo y su gendarme sionista. Por esta razón las burguesías de Hamas y Al Fatah se han unificado firmando un pacto de “unidad nacional”. Esto es parte de la mesa de negociaciones impulsada por el imperialismo, el sionismo, y las burguesías nativas, con el objetivo de imponerle la rendición a las masas palestinas, con la concreción del plan de “dos estados”, que reconoce la existencia de Israel.

Ante la ofensiva revolucionaria de las masas en el Norte de África y Medio Oriente, se acelera la imposición de la trampa imperialista de los “dos estados”

En Palestina el imperialismo, el sionismo y las burguesías nativas, con la colaboración de la izquierda reformista, quieren imponer el plan reaccionario de “dos estados”. Es decir, que las masas palestinas reconozcan la existencia de Israel que ocupa su territorio y masacra a los explotados palestinos.
Estamos frente a una negociación y una trampa organizada por Obama y sus sirvientes, las burguesías nativas, contra las masas palestinas y las revoluciones obreras y socialistas que han comenzado en todo el Norte de África y Medio Oriente. 
El proceso de ofensiva revolucionaria de las masas de la región ha desenmascarado a las burguesías musulmanas –chiítas o sunitas- como los grandes sostenedores de los regímenes de la autocracia y el imperialismo en la región. Es que ha quedado al descubierto que estas burguesías son las que le cubrieron la espalda al ejército yanqui en su retirada de Irak y las que, como los Hermanos Musulmanes, sostenían al régimen de Mubarak en Egipto.
Las revoluciones también han desenmascarado al gobierno sirio que intentó, el pasado 5 de junio, manipular a grupos de la juventud palestina que viven en los campos de refugiados para marchar, desarmados, a cruzar la frontera con Israel. Esta acción les costó la vida a más de 14 jóvenes palestinos. La burguesía siria quiere posar como “amiga” de las masas palestinas y enemiga del sionismo y del imperialismo. Pero los familiares y amigos de los jóvenes asesinados, con un claro instinto de clase, marcharon a la sede del FPLP (un ala de la burguesía palestina financiada y armada por el-Assad y el chacal Khadafy), a prenderle fuego por utilizar a sus hijos como carne de cañón.
Estamos ante un verdadero “striptease” de todas las fracciones burguesas de la región, que posaban como “amigas de las masas palestinas”, pero eran sus peores enemigos, quienes cercaban su lucha y sus combates.
No hace más de un mes y medio que en Gaza y Cisjordania comenzaban movilizaciones espontáneas en apoyo a los trabajadores de Egipto y Siria. Éstas fueron brutalmente reprimidas por la policía de Al Fatah y por los carceleros de Hamas, antes de que se pudieran desarrollar.
De extenderse este combate a Palestina, podría significar el desmantelamiento del estado contrarrevolucionario más grande que tiene el imperialismo en la región: su gendarme, Israel. Ante esta terrible amenaza el imperialismo pone en pie una mesa de negociaciones. Allí se reúnen, a diario, Obama, Netanyahu, la burguesía chiíta de Hamas, los Hermanos Musulmanes, Hezbollah, Al Fatah (sostenido por el Partido Comunista contrarrevolucionario del estado sionista), y ahora también los generales contrarrevolucionarios de Egipto.

Todas las burguesías nativas, el imperialismo, el sionismo, las direcciones contrarrevolucionarias del stalinismo, los partidos socialimperialistas de Europa, todos, y ahora también Hamas, han decidido reconocer al estado de Israel. Sobre esto se basa el acuerdo de Hamas y Al Fatah firmado en el Cairo, que establece un gobierno palestino de “unidad nacional” en Gaza y Cisjordania. 
El “democrático” Obama junto a Al Fatah y Hamas, propuso un acuerdo basado en las fronteras posteriores al ’48. Es decir, volver a las fronteras previas al ’67, donde Israel ganó, en la guerra de los 6 días contra Egipto, los Altos del Golán, el control de la Península del Sinaí y la ribera occidental del Río Jordán.
La Península del Sinaí fue devuelta a Egipto en 1979 tras el pacto entre éste e Israel. Gaza fue recuperada durante el gobierno de Sharon, como subproducto de una acción revolucionaria de las masas, como lo fue la expulsión del ejército sionista del sur del Líbano en el 2006. Esto demuestra que los territorios recuperados al ocupante sionista fueron una conquista exclusiva de la lucha de las masas contra el estado sionista, y no de las burguesías nativas. Esto lo sabe la burguesía y lo saben las masas. ¡Abajo la ruta del cínico “plan de paz” de división y partición de la nación palestina, y el despojo que le provocó el estado de ocupación sionista! ¡Por la destrucción del estado sionista contrarrevolucionario de Israel! ¡La lucha de Palestina es parte de las revoluciones obreras y socialistas que han comenzado en Medio Oriente y el Norte de África!

El plan del imperialismo no puede imponerse utilizando solamente a sus agentes “democráticos” en la región. Obama, en la mesa de negociación mueve a su peón fascista, el jefe del sionismo, Netanyahu. Éste aclara que con las fronteras previas al ‘67 no habrá paz ni seguridad para Israel. En respuesta a esto, Hamas y Al Fatah prometen que habrá “paz y seguridad”, con la puesta en pie de un gobierno de unidad nacional y un ejército regular para impedir cualquier intento de auto organización y armamento de las masas palestinas.
Así dialoga el imperialismo “democrático” yanqui con su agente fascista: “Las fronteras de Israel y Palestina deben basarse en las líneas de 1967 con intercambios de mutuo acuerdo para establecer fronteras seguras”, dice Obama. A lo que Netanyahu responde: “Aunque Israel está preparado para hacer generosos compromisos, no puede volver a la frontera de 1967 porque son indefendibles.”
Más allá de estas aparentes diferencias, Obama deja claro que es una negociación entre amigos: “La relación extraordinariamente cercana entre EE.UU. e Israel es sólida y continuará (…) Obviamente hay algunas diferencias entre nosotros sobre las formulaciones precisas, pero eso es lo que pasa entre amigos.”
Esto significa que entre la posición de Obama y de Netanyahu, en la mesa de negociaciones se pactará una salida intermedia, continuidad de los “Acuerdos de Oslo”, es decir, de dos estados dentro de las fronteras del ’67, que podría incluir el “desalojo” de los colonos sionistas de Gaza y Cisjordania para hacerlo pasar ante los ojos de las masas como una concesión al pueblo palestino.
¡Abajo el plan de “dos estados”! ¡No se combatió para esto en el sur del Líbano en el 2006! ¡No se combatió para esto contra los sirvientes de las burguesías palestinas en el 2001 y en el 2006 en Gaza! ¡Para esto no se dio la vida en Shabra y Shatila! ¡Allí se combatió y se murió por la destrucción del estado de Israel, gendarme del imperialismo en la región! ¡Las masas palestinas no reconocen al estado sionista fascista de Israel!

Las masas palestinas, con su combate, amenazan al principal dispositivo de control contrarrevolucionario del imperialismo en Medio Oriente: el estado sionista de Israel.

La burguesía sabe que necesita imponer este nuevo pacto con urgencia, para impedir que se ponga de pie la vanguardia de la revolución del Norte de África y Medio Oriente: las masas palestinas. Un analista burgués de un diario israelí, Aluf Ben, dice: “La pesadilla que Israel teme desde su creación se cumplió, es decir, que los palestinos simplemente salgan de sus campos de refugiados hacia la frontera israelí e intenten obtener a pie el derecho de regreso”. Luego un diario burgués concluye:“La gran pregunta es si las revueltas regionales, la movilización juvenil árabe, la determinación de los refugiados palestinos, la lucha de supervivencia política de dirigentes como Asad o el iraní Mahmud Ahmadinayad y el frustrante estancamiento de las negociaciones israelopalestinas acaben formando un cóctel explosivo que derive en una escalada bélica a gran escala.”. 
Por eso la burguesía imperialista, de la mano de Obama, impulsa un plan preventivo para impedir que las masas palestinas enfrenten con su combate al más poderoso dispositivo contrarrevolucionario del imperialismo en Medio Oriente, Israel, en momentos en que su dominio está en cuestión. Parte de este mismo plan es la apertura controlada de la frontera de Egipto con Gaza a manos de los generales contrarrevolucionarios egipcios, quienes así buscan prevenir que las masas de ambos lados de la frontera, con sus propias fuerzas, destruyan el muro de Rafah y unifiquen su combate contra el imperialismo, su gendarme Israel y las burguesías nativas. Al mismo tiempo, esta “apertura democrática”, va acompañada de la más feroz política bonapartista de masacre de las masas en Siria, en Yemen, en Bahrein, la condena a vivir en campos de concentración a millones de explotados palestinos, etc.
Cuando ya han sido debilitados en extremo los dispositivos de Egipto y Siria a manos del combate revolucionario de las masas de todo el Norte de África y Medio Oriente, el imperialismo no puede permitir que caiga Israel. Menos aún, cuando está en un pacto con los talibanes (quienes le cubren la espalda) en un plan de retirada de Irak y Afganistán. De suceder esto, el imperialismo no tendría más mecanismos para contener la lucha revolucionaria de las masas y asegurar la continuidad de su saqueo en la región. 
El imperialismo usa entonces dos sogas para impedir que las masas palestinas entren de lleno al torrente revolucionario. Por un lado, con demagogia “democrática” y “humanitaria” impulsan el plan de dos estados y, por el otro, condena a la hambruna, la miseria y la muerte a los explotados palestinos en Gaza y los campos de concentración en Siria, Líbano y Cisjordania, para imponerles la rendición en su incansable y heroico combate contra la ocupación sionista.

El Foro Social Mundial, el stalinismo y los renegados del trotskismo… a los pies del plan imperialista de Obama de los “dos estados”

El plan de “dos estados” no es más que la continuación de los contrarrevolucionarios “Acuerdos de Oslo” firmados en 1993 por Arafat, Clinton y Simón Peres. Este acuerdo estalló en el 2000, por la heroica lucha revolucionaria de las masas palestinas que se negaron a reconocer la existencia de Israel.
Hoy, para volver sobre ese acuerdo, el imperialismo y la burguesía necesitan que todos lo acepten y lo legitimen. Por ello salen los partidos socialimperialistas de los renegados del trotskismo en Europa a legitimar el plan de dos estados, haciendo pasar el pacto de Hamas y Al Fatah como una victoria para la clase obrera y los explotados palestinos. ¡Son enemigos declarados de la lucha histórica del pueblo palestino por la destrucción del Estado sionista de Israel!
Por eso, en el 2010, organizaron las famosas flotillas humanitarias, verdaderos “caballos de Troya”, que llevaban alimentos a Gaza. Ahora, el NPA, las ONGs y distintos partidos políticos organizan una segunda flotilla con 1500 pasajeros que saldrán de Europa a llevar ayuda humanitaria a Gaza.
¡Como si se pudiera romper el bloqueo sin destruir al ejército sionista que masacra en Gaza y controla todos los accesos y puertos! ¡Como si se tratara de derrotar un embargo y no de aplastar a un invasor! ¡Que el NPA, el SWP, y todos los partidos que hablan en nombre de la clase obrera y dicen defender la causa palestina, pongan esas fuerzas para que lleguen armas, combatientes y pertrechos a Gaza, Cisjordania, y a todos los frentes de batalla. ¡Esa es la “solidaridad” que necesitan las masas palestinas! 
Celebran el pacto contrarrevolucionario de Hamas y Al Fatah, como el SWP de Inglaterra que lo ve como un gran paso en la lucha por la independencia nacional de las masas palestinas, y dicen que ahora podrán ser parte de sindicatos independientes. 
Y, como eso no es suficiente, se movió también al peón stalinista, es decir, a los Partidos Comunistas (incluyendo el de Israel y Palestina), todos pro-sionistas. Ellos plantean que la solución a la cuestión palestina son las fronteras posteriores al ’48, sin colonos en Gaza y Cisjordania, y con “Paz” acordada, para que Jerusalén sea capital del estado sionista y, al mismo tiempo, el lugar donde se instale la Autoridad Nacional Palestina… desde donde se controlen los campos de concentración de Gaza y Cisjordania. 
En resumen, toda la izquierda mundial, que dice luchar por la causa de las masas palestinas, con su programa las pone a los pies de Obama, la ONU, las burguesías nativas y el plan de “dos estados”, es decir, el reconocimiento a la existencia del enclave sionista del imperialismo en Medio Oriente, Israel.

¡La lucha de las masas palestinas merece triunfar! ¡Abajo los pactos contrarrevolucionarios que reconocen al estado asesino de Israel! ¡Por el triunfo de la revolución obrera y socialista en todo el Norte de África y Medio Oriente!

Los obreros palestinos saben muy bien –y de eso se trata su lucha nacional- que no hay pan, ni trabajo, ni dignidad, ni libertad, si no es destruyendo al estado de Israel. Por eso, a cada paso, se rompen las costuras de estos pactos contrarrevolucionarios que intentan sostener a Israel. 
La larga lucha del pueblo palestino por su liberación nacional contra el estado sionista-fascista de Israel que, como gendarme del imperialismo, ocupó y usurpó Palestina desde 1948, es la expresión laberíntica de la lucha de una de las clases obreras más explotadas por terminar con las condiciones inauditas de superexplotación a las que ha sido sometida por el imperialismo, el sionismo, y todas las burguesías árabes cipayas. Las fuerzas motoras de la lucha nacional del pueblo palestino, que la han mantenido viva durante más de 60 años, son la clase obrera y los campesinos pobres palestinos.
El heroico combate palestino fortalece la lucha revolucionaria de las masas en toda la región y eso es lo que hace entrar en pánico a la burguesía imperialista mundial, que sabe que el control de las burguesías islámicas sobre las masas se debilita enormemente cuando estas salen a las calles a enfrentar directamente la ocupación. Son los refugiados decididos a volver a la Palestina ocupada y destruir Israel, son las masas de Gaza y Cisjordania enfrentando a sus carceleros y son las masas insurrectas de todo el Norte de África y Medio Oriente los verdaderos enemigos del imperialismo y sus sirvientes nativos. 
Las masas explotadas del mundo nuevamente tienen en los explotados palestinos el ejemplo a seguir. La cadena revolucionaria del Norte de África y Medio Oriente encuentra hoy nuevamente a su histórica vanguardia: las martirizadas masas palestinas, intentando ponerse de pie contra la ocupación sionista de la Palestina histórica. Es que no hay posibilidad de triunfo de las masas explotadas en la región, sin la destrucción de Israel y la liberación de la Palestina ocupada. Eso es lo que ya han comprendido muy bien las masas en Egipto que avanzaron a quemar la embajada israelí. De desarrollarse y generalizarse el combate palestino, las fuerzas de la revolución obrera y socialista, que ha comenzado en el Norte de África, serán mil veces superiores.
Allí, en ese combate, están las fuerzas para demoler el muro de Rafah y los muros de la esclavitud, y para derrotar al estado sionista-fascista de Israel, sostenido por todas las burguesías títeres cipayas musulmanas y árabes, que junto al sionismo masacraron a la clase obrera palestina.
¡Hay que romper con el gobierno burgués proimperialista de Hezbollah y Siniora en el Líbano! ¡Hay que expulsar a las tropas de la ONU de la frontera, como así también expulsar de la nación palestina a todas las burguesías y sus partidos que defiendan la existencia del estado de ocupación sionista!
¡Por la derrota militar de los carniceros yanquis y demás potencias imperialistas en Irak, Afganistán y Pakistán! ¡Abajo el gobierno de protectorado yanqui en Irak, sostenido por las burguesías sirvientes de los ayathollas iraníes y las burguesías “musulmanas”! ¡Por el triunfo de la revolución obrera y socialista en el Norte de África y Medio Oriente! 
¡Desde las masas palestinas sublevadas en Jordania contra el asesino rey Hussein, desde las masas palestinas armadas del sur del Líbano, desde los campos de refugiados palestinos en Siria administrados por el sanguinario el-Assad, desde Gaza y Cisjordania… hay que llamar ya a una Asamblea Nacional Palestina de obreros y campesinos armados! ¡Por una Palestina única, libre, laica y democrática, con capital en Jerusalén! ¡Esto sólo podrá ser garantizado por la clase obrera tomando el poder y aplastando al estado fascista de Israel! ¡Por la destrucción del estado sionista fascista de Israel! ¡Abajo la trampa del pacto de Al Fatah y Hamas que, con el apoyo de Obama y todos los carniceros imperialistas, busca imponerle la rendición y los “dos estados” al martirizado pueblo palestino!

En el corazón mismo de la Europa imperialista, después de expulsar como perros a los obreros inmigrantes, la clase obrera y los explotados se sublevan como en España al grito de “Inmigrantes, vosotros sois el mar de Madrid”. ¡La clase obrera mundial debe salir a las calles en apoyo del pueblo palestino! ¡La causa palestina es la causa de todo el proletariado mundial contra el imperialismo asesino! ¡Hay que marchar a las embajadas de Israel y Estados Unidos a apoyar a las masas palestinas! ¡La clase obrera europea debe intervenir ya con la huelga general revolucionaria para unificar, en un solo combate, su lucha con las masas del otro lado del Mediterráneo! 
En Europa, en Asia, en Estados Unidos, en toda América, ¡A ganar las calles con movilizaciones, huelgas, boicot y otras acciones de clase para desconocer el plan de dos estados que quiere imponer Obama, junto a el estado sionista fascista de Israel y sus sirvientes las burguesías nativas de la región! ¡La clase obrera debe parar todos los embarques de armas, pertrechos y municiones para las tropas sionistas de Israel y garantizar que lleguen los embarques de armas, medicinas y alimentos para el martirizado pueblo palestino!
Desde Atenas a Madrid, desde Moscú hasta Londres, de Pekín a Islamabad, de Johannesburgo a Damasco, desde Nueva York a Santiago y de Alaska a Tierra del Fuego, trabajadores y explotados del mundo: ¡DE PIE JUNTO A LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO PALESTINO!

Pedro Gonzales y Pamela