Argentina - 3 de mayo de 2021
Reportaje a activistas destacados de la dura lucha de los obreros de la Terminal 5 del puerto de Buenos Aires
“La precarización laboral en el puerto es un plan del gobierno y las empresas en acuerdo con los sindicatos”
¿Cómo se inició el conflicto?
Nosotros veníamos trabajando en plena pandemia. El gobierno había dicho que los trabajadores del puerto éramos esenciales por ser un sector estratégico para que funcione la economía del país. A mediados del año pasado, Meoni, el Ministro de Transporte, hizo un acto en la Terminal 5 con los dirigentes de los sindicatos que integran la FeMPINRA y las empresas y se firmó la extensión de la concesión de todas las terminales hasta 2022. Con esto tuvimos una cierta tranquilidad de que íbamos a tener trabajo.
Pero al mes y medio Meoni dijo que la concesión de BACTSSA en Terminal 5 se acababa un año antes que el resto, en mayo de 2021. Los sindicatos dijeron que pasábamos a trabajar en las otras terminales en las mismas condiciones que teníamos en BACTSSA. A nosotros no nos importaba que quede una empresa u otra, siempre que se nos respetaran el sueldo, las categorías y las conquistas que logramos en muchos años de lucha. Pero imagínate que esto llenó de incertidumbre a todos los compañeros.
Pero después los dirigentes de los sindicatos firmaron el acta-acuerdo del convenio 441/06, que legaliza la tercerización, y que entremos en las otras terminales como trabajadores jornalizados, sin nuestras conquistas, totalmente precarizados.
Por eso, a pesar de los gremios, empezamos a hacer medidas, a marchar nosotros solos. A hacer asambleas generales Queríamos que las condiciones de trabajo se mantengan, salir de la incertidumbre, mantener los puestos de trabajo. Marchamos 3 veces a la Casa Rosada a exigirle al Presidente que no nos tercericen, que garantice las fuentes de trabajo, que la mayoría de los trabajadores del puerto lo habían votado y sobre todo de la Terminal 5, porque confiaban en él. Hasta se hizo un piquete en la Quinta de Olivos y marchamos a la Administración General de Puertos (AGP). Pero nunca tuvimos respuestas. Empezamos a bloquear las terminales cuando se hacían las asambleas. Los bloqueos duraban un día y en uno de esos bloqueos vino Pablo Moyano.
Ahí hubo un quiebre en la confianza en los dirigentes de los gremios y en el gobierno, ¿no?
Sí. ¡Vos imagínate que éramos esenciales, nos hacían creer que éramos importantes y de repente podíamos quedar en la calle! Murieron dos trabajadores en la terminal, uno de ellos delegados del SUPA, Villalba, a quien el sindicato dejó tirado por ser oposición. En AGP, los sindicatos empezaron a chamuyar. Nos decían, “muchachos, estamos negociando”. Nos querían dividir por gremio; pensá que en cada terminal hay 5 ó 6 sindicatos. Ellos nos llevaban a discusiones por gremio, donde se pierde la fuerza. Nosotros empezamos a desconfiar. No hacían nada, ninguna medida.
Decían que no iban a firmar el 441, pero firmaron igual. Ahí saltó la bronca contra los gremios y los echamos. Nos tuvimos que organizar nosotros mismos como Terminal, con un cuerpo de delegados y con asambleas generales donde estaban representados todos los sectores con sus delegados, incluidos los trabajadores que estaban fuera de convenio, los administrativos, recursos humanos, jefes. Ellos tenían sus representantes también. Tuvimos que organizarnos así para poder hacer medidas contra el acta 441 y la precarización. Fue la asamblea y el cuerpo de delegados lo que nos permitió pelear. Hoy los sindicatos no funcionan así. Por eso te cagan. Vos no decidís nada y todo lo hacen a tus espaldas
Vimos que esto que nos pasaba a nosotros le iba a pasar al resto de los portuarios cuando se terminen las concesiones, que era un plan del gobierno y las empresas en acuerdo con los sindicatos. Aprovecharon la pandemia para pasar la precarización y ahora la preparan en todas las terminales. Este fue un ensayo que se va a aplicar en todos lados. Por eso llamamos a todos los trabajadores del puerto a que nos apoyen. Opinábamos que era una misma pelea de todos los portuarios contra la precarización laboral. Los comunicados que sacaba el cuerpo de delegados no eran solo para los trabajadores de la Terminal 5, sino para todos los trabajadores del Puerto de Buenos Aires, inclusive a los de Exolgan del puerto de Dock Sud. Se llamaba a hacer asambleas de todos los trabajadores del puerto, pero el sindicato se ponía en contra, era carnero.
Ya con el Cuerpo de Delegados y sus asambleas, ¿qué pasos siguieron?
Las medidas se hicieron cada vez más fuertes. Ya aparecían las actas de AGP y las empresas donde se acordaba que pasábamos tercerizados. El gobierno se puso más duro. En las reuniones con Reyes de AGP, que es una basura, nos verduguaban, nos apretaban, nos mostraban capturas de pantalla de conversaciones de celulares diciendo que nos hacían inteligencia. Los sindicatos nos traicionaron.
Nosotros endurecimos las medidas. En marzo paramos tres días la Terminal 5 y bloqueamos la entrada de la Terminal 4. No se cargaba ni se descargaba ningún barco. Se armó un quilombo muy grande. El Ministerio de Trabajo no nos quería recibir, que era lo que nosotros pedíamos, que se discuta en Trabajo, no con la gente de Massa de Transporte, porque era un tema laboral. Exigíamos que se negocie con nuestro cuerpo de delegados votado en asamblea y rechazábamos el acta del 441, que los gremios firmaron sin consultar con nadie.
La jueza, mientras nos abría causas penales y nos amenazaba con el desalojo, nos prometió una reunión con el Ministerio de Trabajo. Confiando en ellos, levantamos el paro y fuimos a una reunión con AGP y los ministerios de Transporte y Trabajo. Ahí se acordó hacer una reunión de trabajo que nunca se hizo ni funcionó. Ahí sacamos la conclusión de que era todo un chamuyo. Estábamos peleando contra las empresas, los sindicatos y el gobierno.
¿Por qué decís que era un chamuyo?
Porque el gobierno y los sindicatos actuaban juntos contra nosotros. El gobierno prometía y los sindicatos nos dejaban solos. Nos dimos cuenta que los sindicatos de la FeMPINRA actuaban con Beni (interventor de AGP, NdR.), un hombre del sindicato de personal jerárquico del ferrocarril del puerto lleno de causas penales por chorro, con Meoni y toda la banda de Massa.
Lo que hay atrás de todo esto es un plan para entregar los puertos con obreros precarizados a las empresas extranjeras y terminar de destruir lo que queda de la industria naval estatal. Es un plan no solo contra los trabajadores del puerto sino también para la Hidrovía y para el Astillero Río Santiago, que lo quieren descuartizar.
Nos quieren liquidar los convenios y las conquistas no solo a nosotros sino a todos los portuarios. Cuando se termina la concesión de una empresa, vas a otra y ya entras precarizado. Por eso le dijimos a los compañeros de las demás terminales: “este es un ataque del gobierno en todos lados, en 8 meses esto les va a pasar a ustedes”, “juntémonos y peleemos todos”.
¿Y por qué no se dio el paro de todo el puerto?
Porque los gremios nos dejaron solos, nos entregaron. En abril, desde el Cuerpo de Delegados y la asamblea, llamamos a un bloqueo a las terminales 4 y T.R.P. Llamamos a los trabajadores de las demás terminales a parar el puerto juntos, pero los sindicatos lo impidieron. Los compañeros de las otras terminales se querían solidarizar con nosotros, pero los gremios los amenazaban y los perseguían.
Los compañeros de Exolgan en Dock Sud empezaban a luchar por el bono. En Zárate, los portuarios empezaban a ponerse en asamblea permanente. Pero los gremios, como el sindicato de guincheros con Coria a la cabeza, levantaban las huelgas y hacían acatar las conciliaciones obligatorias para dejarnos cada vez más solos.
Igualmente, nosotros nos sentíamos fuertes y apoyados. El bloqueo se puso más duro. Estábamos parando el comercio exterior por el puerto de Buenos Aires. Lo que queríamos era un espacio para negociar. Lejos de eso, recibíamos amenazas de las cámaras exportadoras e importadoras y las automotrices que tenían paralizada la producción.
Entonces pensábamos, “si están perdiendo tantos millones de dólares, ¿cómo carajo no ganamos?”. No ganamos porque los gremios nos traicionaron. Estuvimos 12 días de bloqueo paralizando un importante sector del comercio exterior contra el sindicato, contra el gobierno y contra todas las cámaras empresarias, pero éramos 600 portuarios peleando solos contra todos.
El gobierno de Larreta y el de Alberto juntos nos mandaron 1200 milicos a desalojarnos, con el silencio cómplice de la FeMPINRA y el SUPA, y no nos rendimos. Ellos entregan toda la Hidrovía a las empresas extranjeras, cierran terminales reprivatizan todo, destruyen nuestras conquistas. El gobierno “popular” es sirviente de las empresas y los dirigentes sindicales son sus empleados. Vos fíjate el acta que firmó FeMPINRA, se la dictaron las empresas. Por eso la gente no los quiere. Te repito, a los que nos apoyaban, las empresas y los sindicatos los amenazaban. Adentro de las empresas parece la dictadura militar y los sindicalistas son los buchones.
Pero, a pesar de todo, ustedes dieron una lucha enorme contra los despidos y la precarización…
Sí, tuvimos que dar una lucha que ni siquiera nosotros imaginamos que haríamos para conseguir un reclamo mínimo como es que no nos precaricen. Tuvimos que hacer de todo, enfrentar al gobierno, bloquear el puerto, parar el comercio exterior. Nos mandaron un ejército de 1200 milicos con tanquetas y carros hidrantes para desalojarnos. Parecía la invasión a un país extranjero. Nos militarizaron el puerto, la prefectura filmaba las asambleas, nos empezaron a caer causas penales.
Los médicos y enfermeros de la salud de Neuquén, nos mandaron un video en solidaridad, donde ellos estaban haciendo lo mismo, bloqueando las petroleras. Para conseguir aumento salarial y no ser precarizados siendo esenciales, tuvieron que bloquear los accesos a las petroleras. Si no, nadie te da pelota y te morís, en esta pandemia te morís. A nosotros nos dijeron que éramos esenciales y se nos murieron dos compañeros. Todos los lugares de trabajo están llenos de infectados. Nosotros peleamos por el laburo, por el puerto, el gobierno cierra las terminales y despide gente, precariza trabajadores, para mantener el trabajo tuvimos que bloquear el comercio exterior y enfrentarnos a la infantería y los sindicatos
¿Qué faltó para derrotar el acta 441?
¿Qué faltó? Una lucha nacional, el paro nacional portuario, bloquear todo el comercio exterior del país. Había que parar todos los puertos, todos los buques, que la FeMPINRA y el SUPA -que son los sindicatos nacionales que agrupan a los portuarios, embarcados e industria naval- paren el país. Pero los dirigentes no lo hicieron. Nos traicionaron. Hablaban de soberanía contra las transnacionales que saquean el país por el Paraná, en la llamada Hidrovía, cuando a nosotros nos entregan tercerizados a la Maersk. Ahora los compañeros de Dragado y la Hidrovía están en las mismas condiciones que nosotros.
Con un paro nacional ganábamos, pero nos entregaron.
¿En qué situación quedaron hoy y cómo sigue la lucha?
Nuestra pelea aún no terminó. BACTSSA cierra el 15 de mayo y ahí empezaría el traspaso. Pero no sabemos cómo va a ser. Los compañeros que están fuera de convenio, ¿cómo consiguen laburo? A los tercerizados ¿quién nos garantiza que vayamos a entrar y cuánto tiempo vamos a laburar adentro tercerizados sin que nos echen? Las grandes conquistas de los trabajadores portuarios, que se ganaron en años de lucha, las liquidaron de un plumazo, aprovechando la pandemia para precarizar a los trabajadores. Éste es el gobierno “nacional y popular” que precariza trabajadores.
Nosotros no queremos que ningún compañero quede en la calle. Con respecto a los compañeros fuera de convenio, hay muchas versiones y promesas pero no les creemos. Aunque nos tercericen ninguna familia tiene que quedar sin laburo. Ningún hijo de un trabajador puede quedar sin comida. Nosotros no nos rendimos.
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