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La “República de los Indignados” debe triunfar en el estado español
¡Por Comités de Fábrica que se coordinen con las plazas de los “Indignados” para unir las filas obreras e imponer la Huelga General Revolucionaria!
¡Hay que romper con las direcciones traidoras de la UGT y la CCOO que atan la suerte de los explotados al “Pacto de la Moncloa” y la monarquía asesina!

Las enormes revoluciones obreras y socialistas que se iniciaron en el Magreb y Medio Oriente han conmovido al mundo; su llama revolucionaria comienza a penetrar al interior de la Europa imperialista. En España presenciamos una ejemplar acción de masas. Las mismas se dan en un terreno de lucha superior porque las masas comienzan a sacar la conclusión de: que no se puede “rectificar” el ataque del capital financiero y que con los traidores de la burocracia sindical y los partidos socialimperialistas ya no se puede luchar ni conquistar nada. 
La clase obrera, que entra en maniobras de combate, a pesar y en contra de sus direcciones, está intentando llevar al interior de Europa los combates de Egipto, Túnez, Libia y todo el Norte de África y Medio Oriente. La chispa vuelve a incendiar Atenas. Comienza a levantarse España y amenaza con desatar una nueva oleada revolucionaria del proletariado europeo. 
Ahí están los verdaderos aliados de la clase obrera y los sectores arruinados del campo y la ciudad, que han comenzado heroicas revoluciones en el Norte de África y Medio Oriente. ¡En la República de los Indignados del Estado español, en la Huelga General en Grecia y en el combate de los explotados europeos están las fuerzas para que las milicias obreras y populares de Misarrata y Bengasi triunfen!
Es así que en los focos calientes de la lucha de clases en Europa, comienzan a romperse las relaciones pacificas entre las clases. Revolución y contrarrevolución empiezan a mirarse de frente. 
Sobre esta base, el imperialismo, de conjunto, debe impedir a cualquier costo que se subleve de manera sincronizada el combate de todo el proletariado europeo contra los gobiernos imperialistas. Para ello utilizan a las burocracias sindicales, quienes, país por país y sector por sector, dividen y cercan cada lucha que le signifique al proletariado un paso adelante. Son los que volvían impotente los combates y huelgas generales del proletariado griego, español, francés, etcétera, con su política de “rectificación del ajuste”.

Las direcciones contrarrevolucionarias se juegan a desincronizar ese proceso imponiendo la división en las filas obreras. Tan es así que la marcha de los “Indignados” la han programado para el 19 de junio, mientras que el SWP junto a la TUC británica llaman a movilizar a la clase obrera inglesa el 30 de junio y, por otra parte, la supuesta huelga general del resto de Europa se llevará a cabo el 21 de junio. 
Buscan de esta manera, desorganizar y destruir lo que las masas construyen con sacrificio, esfuerzo y heroicos combates. El NPA francés y el SWP inglés, junto a sus aliados de las aristocracias y burocracias obreras de los sindicatos, ya no pueden guardar bajo la alfombra el heroico combate de la juventud inglesa que incendió el local de los Tories y los combates que anuncia el proletariado inglés.

Sin embargo con sus acciones, las masas empiezan a enfrentar, a dislocar y a romper los diques y los mecanismos contención más fuertes que tiene el imperialismo mundial para salir de su crisis: los aparatos contrarrevolucionarios de las aristocracias y burocracias obreras.
La irrupción del proletariado español y la juventud explotada, fue un primer golpe a las direcciones traidoras, que ahora quieren devolverlo contra las masas imponiendo la división de las filas de los explotados y cercando a la “República de los Indignados”.

Los batallones más explotados de la clase obrera, con su vanguardia la juventud desocupada, entran al combate

En el Estado español han irrumpido las capas más explotadas de la clase obrera y la juventud desocupada. El 15 de mayo pasado, por miles ocuparon las plazas de Madrid, Barcelona, Sevilla, Las Palmas, Valencia, Córdoba, Salamanca, entre otras ciudades. Allí se establecieron campamentos, con asambleas permanentes, donde se discutieron todos los problemas de los explotados y el camino de lucha para resolverlos.
En la Puerta del Sol de Madrid, las masas pusieron en pie la “Republica de los indignados” retomando la experiencia de las masas que en Egipto, en la plaza Tahrir (El Cairo), pusieron en pie sus organismos de autodeterminación y democracia directa con los cuales derrocaron a Mubarak.

El movimiento de los “Indignados”, en su primera declaración manifestó: “Queremos recuperar nuestra capacidad para ser actores de un motor de cambio, combatiendo un país de precariedad, desempleo y privatización de nuestra educación. Somos además conscientes que la movilización y la lucha tienen sentido, pero sobre todo de que son necesarias. Italia, Francia, Grecia o Islandia nos enseñan que la movilización es indispensable. El mundo árabe nos demuestra que la victoria es posible”. ¡La clase obrera y sus sectores más combativos plasmaron un programa internacionalista para iniciar su combate! 
Al grito de “Nos habéis quitado demasiado, ahora lo queremos todo” los indignados demostraban estar en un ángulo de 180° a las burocracias y aristocracias obreras y a los partidos reformistas que con su impotente política de “rectificar el ajuste” ponían de rodillas a la clase obrera ante el gobierno de Zapatero y la monarquía asesina.
“Revolución de los indignados”… “¡Nuestros sueños no caben en vuestras urnas!”… “¡El capitalismo no se reforma, se destruye!”… exclamaban las masas. De esta manera, los jóvenes de Madrid levantaban un programa que, en su esencia afirma, tal cual el trotskismo: que no consigue reformas el que lucha por reformas; que en esta época imperialista, de decadencia del capitalismo, sólo se consigue lo más mínimo ¡si peleamos por todo!, porque si la clase obrera y los explotados no toman el poder, se perderán hasta las más mínimas conquistas.

Las masas radicalizadas dieron un paso adelante con la “República de los Indignados”, proceso que ahora intenta ser desviado y cercado por las direcciones colaboracionistas de la UGT y las CCOO. Sin embargo la lucha en España hoy pega un salto con la irrupción de los “Indignados” y los trabajadores griegos que, combinan su lucha y demandas, con la Huelga General, se enfrentan a la policía y rodean el Parlamento. ¡Este es el camino para que la “Republica de los indignados” triunfe, sobre las ruinas de la monarquía, el gobierno y el estado burgués español! ¡Por Comités de Fábricas en toda España para unir a los trabajadores ocupados, desocupados, despedidos y obreros inmigrantes! ¡Que estos Comités de Fábricas se coordinen ya mismo con las plazas de los “Indignados” para reagrupar las filas obreras e imponer la Huelga General revolucionaria!

“Italia, Francia, Grecia o Islandia nos enseñan que la movilización es indispensable. El mundo árabe nos demuestra que la victoria es posible”

Con la aparición de la “Republica de los Indignados” asistimos al comienzo de un poderoso movimiento de autoorganización de masas. Han comenzado las primeras jornadas revolucionarias de los explotados, en momentos en que “los de arriba” ya no pueden mantener su control como antes, y “los de abajo” ya no quieren vivir como hasta ahora. La burguesía tiende incipientemente a dividirse alrededor de cómo mejor afrontar la situación, lidiar con las masas, engañarlas o intentar aplastarlas. Las clases medias arruinadas comenzaron a girar a la izquierda y hay una clara tendencia a la alianza obrera y popular contra la burguesía y su régimen. 
Estamos ante una situación pre revolucionaria, que es todo lo revolucionaria que lo permite el carácter traidor de la dirección que el proletariado hoy tiene a su frente. Las direcciones reformistas conspiran contra las masas para que éstas detengan su ofensiva. Pero es indudable que la combativa clase obrera y juventud griega imponiendo la Huelga General, desarrollando los combates de barricadas y rodeando el Parlamento esta dando un golpe por izquierda para que la “Republica de los indignados” no retroceda, se fortalezca y prepare un nuevo y superior asalto revolucionario. 
Esta situación debe definirse: o la clase obrera y los explotados desarrollan una acción independiente de masas que disloque al estado y haga estallar por los aires al régimen burgués y sus partidos; o la burguesía, apoyada en las direcciones traidoras del proletariado, desviará y abortará la movilización de masas, e incluso la reprimirá salvajemente. Es que la burguesía, aunque haya quedado perpleja ante la irrupción de los “Indignados”, no se quedara inmóvil por mucho tiempo. Reaccionará con trampas y desvíos electorales, reformas cosméticas al régimen y también con ataques contrarrevolucionarios.

Las burocracias sindicales, representantes de los intereses de la aristocracia obrera española, son las principales garantes de que el combate de los explotados, por ahora, no se desarrolle hasta el final. Ellas se negaron a llamar a la huelga general cuando a la Plaza de los “Indignados” concurrían por miles los trabajadores. 
Con la misma política que en la huelga general de septiembre del año pasado, quieren impedir que la lucha de los explotados del Estado español supere los estrechos marcos de la legalidad burguesa. Son ellos quienes hacen lo imposible para separar a la “República de los Indignados” del movimiento obrero ocupado, al cual ellos dirigen con un control dictatorial en los sindicatos. Así es como sostienen al infame régimen del pacto de la Moncloa y a la sanguinaria Corona española, en momentos en que la disposición al combate del conjunto de los explotados es más que resuelta. 
Son los dirigentes de la UGT y las CCOO quienes deben explicar y demostrar que esto no es así. ¡Ellos no han llamado a poner en pie, en las plazas de los “Indignados”, las comisiones de la UGT y las CCOO para soldar la lucha de los trabajadores ocupados con la juventud desocupada! Dejando en el olvido al trabajador y al joven desocupado, desgarran las filas obreras y las vuelven impotentes para enfrentar el brutal ataque del gobierno de Zapatero y la corona española.¡Hay que romper con las direcciones traidoras de la UGT y la CCOO que atan la suerte de los explotados al “Pacto de la Moncloa” y la monarquía asesina! ¡Como en los ‘30: hay que volver a poner en pie las Juntas Obreras, para imponer la autoorganización de las masas en lucha y la democracia directa!

Ninguna dirección llamó a la clase obrera griega y española a levantarse para combatir como en Egipto, Libia, Túnez o Siria. Las corrientes reformistas, como el NPA francés o el SWP inglés, y todas las burocracias sindicales agentes del capital financiero de las potencias imperialistas de Maastricht, les repetían a los explotados españoles que “no hay condiciones”… ¡Miserables! 
Hablan desfachatadamente de los “límites de los Indignados”, de su “apartidismo”, de su “pacifismo”, cuando el limite en la “subjetividad” de las masas están dados, en un 100%, por la cadena de traiciones y puñaladas por la espalda que las direcciones reformistas le propinaron a los explotados. 
Pero hay algo que ya nadie puede esconder: ¡las masas ya están hablando el lenguaje de la revolución! Se pusieron de pie a pesar y en contra de la política de todos los aparatos reformistas. Su “espontaneidad” está regida por la conciencia que les han dado los durísimos combates de la clase obrera de Grecia y las enormes revoluciones en el Norte de África y Medio Oriente. ¡Los explotados del estado español demuestran una enorme perspicacia y nivel de conciencia internacionalista para enfrentar a los explotadores!

¡Por la más amplia autoorganización de la clase obrera y las masas! ¡Hay que romper con las burocracias de la UGT y las CCOO! ¡Hay que conquistar los organismos de poder de los explotados en lucha para que triunfe la “República de los Indignados”!

Si el combate de los “Indignados” no ha avanzado más por el momento, es porque la burocracia sindical no llamo a la huelga general revolucionaria contra el régimen español; y también porque todas las corrientes reformistas se niegan a romper con las direcciones colaboracionistas de los sindicatos y a recuperar la UGT y las CCOO para la lucha política de masas. 
Es que el combate actual del proletariado español demuestra, contra todo ese fetichismo sindicalista que destila el reformismo, que se ha acabado el momento de la lucha de la clase obrera por sectores, por profesiones y por rama de industria. Ha comenzado el momento de la lucha política de masas. En “¿Adónde va Francia?”, el trabajo de Trotsky de Junio de 1936, contamos con un excelente curso de acción para situaciones como estas, donde la clase obrera entra en lucha política de masas: “El gremio incluye a los obreros de una determinada profesión, separándolos de las otras profesiones. El tradeunionismo y el sindicalismo reaccionario dirigen todos sus esfuerzos a mantener al movimiento obrero dentro de los marcos gremiales. Es allí que se asienta la dictadura de hecho de la burocracia sindical sobre la clase obrera, (¡la peor de las dictaduras!), con la dependencia servil de la pandilla de Jouhaux-Racamond (las burocracias sindicales de la UGT y las CCOO, decimos nosotros hoy, NdeR). La esencia del momento actual reside precisamente en que se rompen los marcos profesionales, gremiales y locales, elevando por sobre ellos las reivindicaciones, las esperanzas y la voluntad de todo el proletariado. El movimiento toma el carácter de una epidemia”. ¡Esa es la “epidemia” revolucionaria que viene de los combates del Norte de África, de la Plaza de El Cairo, de los combates de Misarrata y Bengasi!

Justamente lo que vimos irrumpir en las Plazas son los sectores más explotados de la clase obrera, es decir, su mayoría, esos “pobres diablos” que nunca son tenidos en cuenta por las aristocracias y burocracias obreras de los sindicatos. Trotsky en los 30´ planteaba que “Le Peuple (periódico francés, NdR) reconoció abiertamente que, para él, muchas categorías particularmente mal pagadas de la población parisiense habían aparecido como un hecho completamente ‘inesperado’. Sin embargo, es precisamente en las profundidades de estas capas más explotadas donde se ocultan fuentes inagotables de entusiasmo, de abnegación, de coraje”. (“¿A dónde va Francia?”, León Trotsky).
En España el 45% de la juventud está desocupada. Son más de 5 millones los trabajadores desempleados y millones los que no tienen donde vivir. Cientos de miles de trabajadores ancianos que ya no cobran su jubilación. Mientras, un tercio de la clase obrera, que está “ocupada”, trabaja sin cobrar desde hace meses, con lo que quedan sometidos al seguro de desempleo, que no supera los 300 euros.

Esta situación de superexplotación y desocupación, a la que esta sometida la amplia mayoría de la clase obrera, hundió el salario de los trabajadores ocupados y profundizó la miseria. Por ello es decisivo conquistar un programa para que entren a ese torrente revolucionario todos los batallones centrales del proletariado español, europeo y mundial. Esto se hará con el proletariado industrial rompiendo con la burocracia sindical de las CCOO y la UGT, quienes impiden un combate único y centralizado de la clase obrera y las clases medias arruinadas contra el terrible ataque lanzado por el gran capital. Debemos impedir, a toda costa, que siga la enorme división que impusieron en las filas obreras, los traidores de la burocracia de la UGT y las CCOO. 
Hay que preparar e impulsar ya comités de todas las fábricas del país que envíen delegados obreros y marchen a todas las plazas para unirse con sus hermanos de clase, la juventud sin futuro y los desocupados, e imponer una huelga general revolucionaria, derrotando a la dirección de la UGT y las CCOO que intenta impedirlo. Este es el primer paso para imponer el verdadero poder de los explotados en todas las ciudades del Estado español. ¡Por delegados de todas las fábricas de España, que marchen a cada plaza en cada ciudad, a levantar sus demandas y, en primer lugar, las demandas de los millones de desocupados y hambrientos de la clase obrera del estado español! ¡Hay que recuperar los sindicatos y ponerlos al servicio de las acciones revolucionarias de masas!

Las direcciones traidoras impedirán que este proceso se dé. Afirmarán que “eran revoluciones democráticas” como dicen del Norte de África y Medio Oriente. Afirmarán que la clase obrera “no tuvo centralidad”, que hubo “excesivo peso de las clases medias”. Pero seguirán negándose a luchar por la huelga general impidiendo que los obreros de los sectores claves de la producción irrumpan decisivamente. Los burócratas traidores de las CCOO, convocados por el stalinismo y los socialimperialistas, vienen de reunirse en Atenas en el “Congreso de Sindicatos de Europa” (que representan a unos 65 millones de afiliados) donde votaron una huelga general para… el 21 de junio, ¡40 días después que la juventud desocupada proclamara la “Republica de los Indignados!

¿Por qué la burocracia de la UGT y las CCOO no llamaron inmediatamente a la huelga general en toda España? Porque buscan que se desgasten las fuerzas y energías de los explotados que se reúnen en las plazas y recién ahí, una vez que no quede ni un solo joven desocupado, ni un solo jubilado, ni un solo comerciante arruinado en la Plaza del Sol, convocarán al “paro nacional”. Así mantienen divididas las filas obreras e impiden que se centralice toda la clase obrera de España y Europa en un solo combate contra sus gobiernos y regímenes.
La burocracia sindical de la UGT y las CCOO, los sirvientes de “su majestad” los Borbones, han perdido legitimidad ante los ojos de los explotados, que los ven como sirvientes del régimen contra el cual se combate. ¡BASTA! ¡Fuera la burocracia sindical, sirviente de la monarquía y del capital financiero español, comandada por el traidor Toxo! ¡Fuera los colaboracionistas de las organizaciones obreras! ¡Ellos son nuestros guardiacárceles y no la dirección de nuestra lucha! 
Hay que unir a todos los sectores en lucha de la clase obrera y demás sectores populares arruinados bajo la dirección del proletariado. Pero éste necesita de sus batallones que están aún controlados por los traidores de la burocracia sindical. ¡Hay que destruir el infame “Pacto de la Moncloa” de la monarquía, los partidos burgueses, los partidos socialimperialistas europeos y los burócratas sindicales! ¡Por un pacto de la clase obrera y los sectores explotados para que la crisis la paguen los capitalistas, los banqueros, los socios de Wall Street y todos los parásitos imperialistas!

“La República de los Indignados” debe centralizar la lucha por el trabajo, el salario, la jubilación, la salud y la vivienda para los explotados.

Si los batallones centrales del proletariado, que pueden paralizar la producción y ponerle el pie en el pecho a la monarquía, aún no entraron al combate no es por culpa de los obreros, sino de sus direcciones traidoras. Hay que poner en pie comités de fábrica que marchen a todas las plazas con sus demandas, la primera debe ser: ¡Abajo el programa de “rectificación del ataque” de los traidores de la UGT y las CCOO que reciben instrucciones de las cámaras empresariales y la monarquía asesina para estrangular el combate del proletariado!
Los que han parado las máquinas, los que han paralizado las obras públicas, los que impiden que se produzca y que los obreros tengan trabajo, salarios y jubilaciones dignas, y que impiden que la juventud tenga un futuro, son los parásitos capitalistas. Ellos, sus pérfidos intereses y ganancias arrancadas con la explotación de la clase obrera, con un parasitismo crónico y con el saqueo de los pueblos oprimidos del mundo, son quienes llevaron a la clase obrera y al pueblo pobre a la situación actual.
Las demandas de los explotados ya han sido puestas como moción en todas las plazas. Son un punto de partida. La clase obrera como caudillo de los explotados y oprimidos, con sus propios métodos de lucha y atacando la propiedad privada, es la que puede imponer: ¡Todas las manos libres a trabajar! ¡Distribución de las horas de trabajo entre todos los trabajadores, incluidos los inmigrantes, con un salario digno al nivel de la canasta familiar! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las clínicas privadas! ¡Expropiación inmediata de todas las viviendas desocupadas y de la propiedad de los grandes terratenientes urbanos para darle techo a todos los explotados!

Para defender a la “República de los Indignados” hay que organizar Comités de autodefensa obreros y populares

El camino al triunfo no será fácil. Ya han comenzado las primeras represiones como en Cataluña, en Valencia y en Madrid. Más temprano que tarde, la burguesía organizará sus progroms, y reorganizará las bandas fascistas, como ayer organizó al franquismo y a la contrarrevolución.
Cada vez la burguesía necesitará más el garrote del fascismo para aplastar a los explotados y sus procesos revolucionarios e imponerles que paguen la crisis del capital financiero internacional.
La clase obrera tiene la tarea histórica de saldar cuentas con el franquismo y con todos sus sostenedores. Todas las organizaciones obreras y de los explotados en lucha deben poner en pie comités de autodefensa y llamar, desde todas las Plazas y comités de fábricas y de desocupados, a la base del ejército y los soldados rasos para que vengan a defender y a poner sus armas al servicio de la “República de los Indignados”.

“Nos habéis quitado demasiado, ahora lo queremos todo” ¡Hay que expropiar a los expropiadores!

Los capitalistas y sus banqueros no están en crisis, amasan fabulosas ganancias a costa de la clase obrera y los explotados. Las empresas imperialistas, con el saqueo de los pueblos semicoloniales y con la superexplotación de sus esclavos, realizan enormes superganancias. ¡Sobra plata para satisfacer todas las demandas de los explotados!
Para que “se cumplan nuestros sueños”, que no entran en las urnas de las democracias para ricos de los regímenes imperialistas, hay que expropiar al capital financiero, sus bancos, monopolios y trusts. Y para eso habrá que derrotar a la monarquía española y retomar el camino de los heroicos combates de la clase obrera española en los ’30, para llevarlos esta vez a la victoria.
La “República de los Indignados” se construirá con la clase obrera controlando las ramas de producción centrales, con todos los obreros teniendo un trabajo digno, con la expropiación de los bancos para darle créditos baratos a las clases medias que la crisis ha arruinado.
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de la Telefónica, Repsol, Bilbao Vizcaya, Santander y toda la banca! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de toda la monarquía y sus bienes! 
La juventud obrera y estudiantil ya no tiene futuro bajo este sistema. El sistema merece morir. La juventud debe ser la vanguardia de una verdadera legión de la revolución socialista en España y en toda Europa. Este es el camino para unirse definitivamente en una misma lucha con los jóvenes sin futuro que se inmolaban en Túnez y Egipto, con los jóvenes que hoy son la avanzada de las heroicas milicias y consejos de soldados que combaten en Libia a las fuerzas contrarrevolucionarias de la autocracia y de la OTAN, y con la heroica juventud palestina que enfrenta al ejército contrarrevolucionario de Israel.

“Inmigrantes, vosotros sois el mar de Madrid” ¡Una sola clase, una sola lucha!

La consigna de “Inmigrantes, vosotros sois el mar de Madrid”, es opuesta a la política de todos los partidos socialimperialistas de Europa que, como fieles representantes de la aristocracia y burocracia obrera, ha mostrado un absoluto desprecio por la lucha de los obreros tunecinos, argelinos, libios, sirios, etc., en Europa y en el Norte de África y Medio Oriente.
Cuando el combate contra las autocracias de Ben Ali, Mubarak, de los asesinos del estado sionista de Israel, de la dinastía de los Assad en Siria, es la misma lucha que deben llevar adelante los obreros españoles contra la autocracia y la monarquía asesina, que –junto a los carniceros imperialistas franceses, alemanes y yanquis entre otros- encabezan el saqueo y el martirio de los pueblos oprimidos del mundo.
¡Todos ellos son nuestros enemigos! ¡Nuestros aliados en España, para poner nuevamente nuestras fuerzas en movimiento en Francia, Alemania, Italia, etc., son los obreros inmigrantes, parte de la clase obrera europea, uno de los pulmones por los que ésta respira! ¡Abajo todas las leyes antiinmigrantes de los gobiernos europeos! ¡Plenos derechos para los obreros inmigrantes de América Latina, África y el este europeo, tratados como parias por nuestros enemigos de clase! ¡A Igual trabajo, igual salario! ¡Todos bajo convenio!
Hoy los obreros inmigrantes en España y todo Europa, nuestros hermanos de clase, hambreados y con sus naciones saqueadas en África, Medio Oriente, América Latina y Asia, nos muestran un espejo de cómo están los obreros de los países imperialistas: igual o peor que los obreros del mundo semicolonial.
Entonces, el grito de guerra debe ser: “una sola clase, una sola lucha”. ¡Abajo las autocracias y gobiernos contrarrevolucionarios del Norte de África y Medio Oriente! ¡Que muera la V República de los carniceros imperialistas franceses! ¡Abajo la Merkel, Berlusconi, Zapatero, Papanderau, Cameron y todos los parásitos capitalistas que deben pagar la crisis que ellos mismos han generado! ¡Abajo la Monarquía Inglesa!

¡Somos todos ciudadanos de la “República de los Indignados”! Para que ella viva, la Monarquía imperialista debe morir

Por primera vez, desde las traiciones del PC y el PSOE, que sostuvieron, con el “Pacto de la Moncloa”, la estabilización de la monarquía a la muerte de Franco, resuena un grito valiente: “República de los Indignados”.
Como en la guerra civil de la década del ’30, nuevamente se escucha “Republica”. Es que como denuncian los explotados: “¡Le llaman democracia y no lo es!”, en España hay una parodia de República que oculta que el único y verdadero poder es el que ejerce quien comanda el capital financiero imperialista español: la Monarquía de los Borbones. ¡Abajo la Monarquía! ¡Libertad a todos los presos políticos! ¡Derecho a la autodeterminación del pueblo Vasco, Catalán, Gallego etc., e inclusive derecho a la independencia de todos los pueblos oprimidos en el Estado Español por el capital financiero!

La clase obrera debe tomar el poder. Sin ello, sin el triunfo de la revolución obrera y socialista, no habrá solución ni a la demanda más mínima de la “República de los Indignados”. El grito de guerra debe ser por la Federación de Repúblicas Socialistas Ibéricas. El objetivo no puede ser otro que unir el combate de los estudiantes y la clase obrera griega con sus hermanos del este europeo bajo las botas del carnicero Putin y los gobiernos restauracionistas cipayos, agentes del FMI.¡La República de los Indignados triunfará, integra y efectivamente, como parte de una Federación de Repúblicas de los Indignados y los Explotados de Europa! ¡Por el triunfo de los Estados Unidos Socialistas de Europa!

Para ello hay que luchar por ¡Fuera el ejército español de África! ¡Derrota militar de todas las tropas españolas en Medio Oriente! ¡Abajo Maastricht y la Unión Europea de las potencias imperialistas! ¡Hay que preparar y organizar la Huelga General Revolucionaria en toda Europa!

Para que triunfe la “República de los Indignados”, la lucha de la clase obrera en Grecia y las revoluciones del Norte de África y Medio Oriente: ¡Convoquemos ya mismo a un Congreso Continental obrero y de los explotados en lucha de toda Europa!

Las direcciones traidoras, cuando nuevamente se impone la Huelga General en Grecia, cuando sufrimos un nuevo ataque a la clase obrera en Italia, en Grecia, en Portugal, en Inglaterra, en el Este Europeo, plantean: “paro general para rectificar el ataque… para el 21 de junio”. ¡Son unos sinvergüenzas! 
Lo mismo hicieron en marzo de 2010 mediante ”la Contracumbre de los Pueblos” en Madrid. Ponían a la clase obrera de rodillas para mendigar limosnas cuando el capital venía a por todo, y proponían una huelga general en septiembre para tener tiempo de estrangular los procesos en curso y permitir a los parásitos imperialistas pasar todo su ataque contra las masas.
Antes ardía Grecia, y todos los burócratas traidores se iban a Madrid para cercarla. Y ahora, cuando se puso de pie la clase obrera en la Plaza del Sol… se juntaron todos en Atenas y nombran como presidente de su Congreso al Secretario General de las CCOO española, Toxo, que no movió un dedo en apoyo a los explotados que salen al combate. 
¡Abajo el Congreso de las burocracias sindicales europeas y sus resoluciones! Las bases de todos los sindicatos deben repudiar sus resoluciones y levantar el programa de la “República de los Indignados” de Madrid. Que todas las organizaciones obreras, de desocupados, de estudiantes y explotados de Europa envíen delegados allí para organizar un gran combate y poner de rodillas al capital, ponerle el pie en el pecho a la burguesía y preparar las luchas decisivas del proletariado europeo. ¡Hay que centralizar y coordinar, ya, en un combate unificado a toda la clase obrera europea de Siberia a Portugal! ¡La Huelga General en Grecia debe ser el comienzo de una contraofensiva revolucionaria que le ponga el pie en el pecho a la Europa imperialista!

¡Ese Congreso continental europeo de la clase obrera y los explotados tendrá como primera tarea enviar alimentos, pertrechos y brigadas de combatientes a Bengasi y a la Misarrata cercada! ¡Impidamos que desde nuestros puertos y aeropuertos salga un solo buque o avión con armas para la OTAN o para las sanguinarias burguesías nativas del Norte de África y Medio Oriente que masacran a sus pueblos!
¡Huelga General europea para terminar con las autocracias y los gobiernos de las potencias imperialistas, asesinos y masacradores de las masas explotadas del mundo entero!

El combate que comienza a dar el proletariado español y europeo merece triunfar. Son las direcciones reformistas las que lo someten a la burguesía a cada momento. La clase obrera de Europa, en medio de estos históricos acontecimientos, necesita un estado mayor revolucionario que esté a la altura de su magnífico combate y que le marque un camino a la victoria. Los trotskistas de la FLTI luchamos por devolverle a la clase obrera la dirección que se merece, es decir, la IV Internacional revolucionaria, refundada bajo las lecciones y el programa de 1938, que se constituyó al calor de las lecciones de las heroicas revoluciones francesa y española y que le marcaban el proletariado Europeo un camino para triunfar. ¡Por un Comité por la Refundación de la IV Internacional!

15 de junio de 2011
Secretariado de Coordinación Internacional de la FLTI