COLOMBIA - 06 de junio 2016
AVANZA EL PARO CAMPESINO EN COLOMBIA

“En La Habana se negocia la agenda de las Farc, no la nuestra”: campesinos del Catatumbo
El actual Paro Campesino, deja en claro que definitivamente en La Habana se adelanta de manera exclusivael proceso de rendición de las FARC, quienes apropiándose de la lucha realizada por la insurgencia colombiana por la reforma agraria y por la tierra desde la década de los cincuenta, quieren hoy mostrar que hablan a nombre de todas las organizaciones y más grave aún quieren aparecer como los que han solucionado mediante este proceso, todas las dificultades y necesidades al campesino colombiano.
La actual protesta campesina en Colombia, demuestra además que en los diálogos de La Habana, solo se ha considerado lo que le interesa al estado burgués colombiano, sus necesidades de expansión capitalista en los sectores agropecuarios, en donde la explotación minero-energética su prioridad en la angustia de esta burguesía por rasguñar ganancias a la burguesía imperialista mundial.
Ejemplo claro de la claudicación política en estas negociaciones, es el conseguir que el estado burgués se comprometa a impulsar el desarrollo de la Ley 160 de 1994, o ley de Zonas de Interés de Desarrollo Rural Económico y Social (Zidres), aprobadas por el mismo Estado y que no se han aplicado.
Esta Ley ya ha tenido la aprobación de Fedepalma y de la Sociedad de Agricultores de Colombia, instituciones que representan a los industriales del campo y campesinos ricos, promovida como la más valiosa herramienta para el desarrollo agropecuario, la productividad y la seguridad jurídica hoy en Colombia, según opinan los dueños del país. Las Zidres, se constituirían en áreas apartadas de centros urbanos, en donde la tierra requiera grandes inversiones para empezar a producir, entre otras características. Esta figura permite al ejecutor del proyecto productivo, pedir en concesión o arrendamiento los baldíos de la Nación y conseguir la cantidad de tierras, comprando o arrendando, en la medida en que su plan lo necesite.
Sobre este parte del acuerdo vale la pena mencionar que la asociatividad que se propone en las Zidres, convierte a los campesinos pobres en simples jornaleros u obreros agrícolas, mediante la cual el campesino verá si quiere seguir trabajando solo, o ser socio de un proyecto productivo alquilando su predio, y adicionalmente vender su mano de obra a estos proyectos.
Este proceso de negociación significa además que el partido ejército de las FARC ya adelanta su propia transformación, siguiendo el ejemplo del estalinismo internacional, en donde los partidos comunistas, de países antes colonias o semicolonias, como el caso de China, Rusia, Vietnam o Cuba, han devenido a transformarse en nuevas burguesías, asumiendo los privilegios adquiridos tras años de engaño a las masas de explotados y campesinos pobres de esos países, dejando los países convertidos finalmente en maquilas de las empresas multinacionales imperialistas, explotando a su propia clase obrera y a sus campesinos pobres.
Por eso en La Habana, no se habla nada de luchar en contra de los TLC, que son los enemigos número uno de los campesinos colombianos. No se habla de exigir soluciones a los problemas de infraestructura vial, servicios públicos, educación y salud que aquejan al campo colombiano, tampoco se habla de reforma agraria. Por eso en el actual movimiento campesino, sus líderes le piden al gobierno que no solo negocie con esta guerrilla, sino que tenga en cuenta las propuestas que han salido desde los movimientos sociales. Muy pocos entre ellos creen que lo hasta ahora firmado en La Habana solucione los problemas del campesino pobre o las comunidades indígenas o negritudes del país.
En La Habana no se habla de que si hay pequeños agricultores arruinados, y que estos saldrán de su ruina si se expropia a los banqueros. Expropiando a los grandes terratenientes se acabaría la crisis agraria del pequeño productor. Que adelantando la expropiación de las tierras a los terratenientes y nacionalización de la tierra que están en manos de las multinacionales habrá tierra suficiente para el que la trabaja. Pero sabemos que realmente eso lo va a hacer, es la clase obrera expropiando al banquero, chocando de frente con las transnacionales que despiden obreros, los dejan en la calle como al campesino le sacan la tierra.
Llamemos entonces a enfrentar a los TLC, denunciemos todos estos acuerdos comerciales que están dejando en la ruina a los campesinos colombianos, el ALBA demostró ser un fracaso de los patronos en manos de la burguesía nacional que con el MERCOSUR demostraron ser una estafa, un fraude al pueblo, en Colombia, en Venezuela y el Caribe, nos reventamos de hambre. El ALBA y el MERCOSUR demostraron ser un fraude porque en manos de las transnacionales y de las burguesías nativas se lo entregaron al imperialismo, dejando a Argentina, Brasil, Venezuela en la ruina.
Hasta ahí llegaron las burguesías nativas, lo único que han conseguido es más hambre y miseria. Chávez decía hace años atrás: “¡el ALCA al carajo!”, “¡el TLC al carajo!”, pero ahora están todos de rodillas ante el TLC como lo demuestran la última Cumbre de las Américas y en el CELAC. Y en La Habana no se plantea que el enemigo es el TLC, que el enemigo es el sistema capitalista podrido que nos mata de hambre.
Las Farc y Marcha patriótica no participan de la actual protesta campesina demostrando además que hay otras organizaciones que quieren negociar y hacer parte del proceso y no comprenden por qué han sido excluidos del mismo, como los grupos insurgentes del ELN y del EPL, Congreso de los Pueblos, Minga Indígena, a quienes tampoco no se invitan a La Habana, ni a los campesinos de las zonas de protesta en la actualidad, grupos y comunidades indígenas y de negritudes, del Cauca, Choco y Valle, quienes junto a los grupos de campesinos como la Dignidad Papera en Boyacá, o grupos en el Catatumbo, Casanare, Meta, Putumayo, Huila, Risaralda y otros departamentos en el norte del país, exigen el cumplimiento de lo acordado en el 2013 con el mismo gobierno de Santos. Se ha anunciado que los camioneros se sumaran a la protesta nacional, también para exigir sus peticiones y el cumplimiento de lo pactado hace 3 años.
Por eso se hace necesario que coordinemos todas las luchas, recordemos que los burócratas negocian por arriba y por debajo nos derrotan con acuerdos que se mueven bajo la mesa de negociación. Vamos a realizar asambleas de base y nombrar delegados de base del movimiento obrero y de las juntas comunales campesinas. Las actuales negociaciones no nos representan. ¿Quién los voto para que vayan a negociar a nombre de todos los explotados?
Ni un muerto más, ya van tres de nuestros compañeros. Detengamos esta matanza, que día a día realizan contra todo aquel que resista la opresión, el gobierno y sus medidas represivas. Impulsemos comités de autodefensa de los obreros y campesinos pobres para defendernos de la policía, ejército y las bandas fascistas de los paramilitares que reprimen las luchas populares.
Este debe ser el método para implementar la táctica inmediata en la coyuntura política de Colombia, para que en estas acciones de la lucha de clases, las masas avancen en el desarrollo de su conciencia de clase, se eduquen y avancen en el proceso de construcción partidista y fortalecimiento organizativo político y gremial para forjar las herramientas necesarias en el objetivo superior de la conquista de la utopía revolucionaria y socialista para superar definitivamente el capitalismo.
Corresponsal Cheo Navarro