La Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma (C-Cura) convoca a un Encuentro Sindical y Popular para el 21 de marzo en Caracas

 

¿Una propuesta para luchar por la independencia de la clase
sin llamar a romper con la burguesía bolivariana y su Ministerio de Trabajo?

Hay que cambiar el rumbo de las corrientes de la izquierda para poner en pie de lucha a la clase obrera venezolana y responder al ataque del gobierno y el FMI

La C-Cura, tendencia de la UNT venezolana, ha llamado a un Encuentro de organizaciones obreras y populares con el difuso objetivo de presentar “una propuesta antes la crisis, distinta a la planteada por el gobierno, la MUD y los empresarios”. En el inicio del documento de convocatoria afirman: Si bien Chávez generó grandes esperanzas, las cuales de alguna manera se vieron completadas en las misiones, que en sus primeros años beneficiaron a millones de trabajadores y pobladores de las comunidades, hoy vemos como estas se encuentran en crisis, sin presupuesto y sus trabajadores sin derecho a sindicalizarse ni a contratación colectiva. La realidad es que luego de 15 años de gobiernos de colaboración de clases, primero con Chávez y ahora con Maduro, los grandes beneficiados han sido los empresarios, banqueros, importadores y transnacionales, mientras los trabajadores y el pueblo pobre atravesamos por una grave situación social y económica, caracterizada por desabastecimientos, bajos salarios e inflación”. En estas pocas líneas la C-Cura y los convocantes al Encuentro revelan que siguen acompañando a la burguesía bolivariana aún en su ocaso, pues Chávez y las “misiones” no fueron una “gran esperanza” ni han “beneficiado a los trabajadores”. Afirmar esto es embellecer a la burguesía bolivariana, y presentarla como un aliado y amigo de los trabajadores que otorga concesiones. Es inculcarle al movimiento obrero que puede haber “patrones buenos”. Es intentar hacerle pasar a la clase obrera las limosnas como conquistas. De eso se trata el fraude de la “Revolución Bolivariana”.
Es que en última instancia, las Misiones fueron concesiones menores que la burguesía otorgó para “no perder todo”, su propiedad y sus ganancias, que se encontraban amenazadas por el Caracazo.

Para los trotskistas: Las Misiones son las instituciones de dádivas y limosnas  que se vio obligado a dar el Estado burgués para impedir el camino a la revolución proletaria, a costa de estatizar y corromper todas las organizaciones de masas para que éstas no sean independientes del Estado burgués y todas sus instituciones… se está diciendo que concesiones parciales y limosnas del chavismo son producto de una burguesía bondadosa, que viene de masacrar a mas de 2000 trabajadores en el levantamiento revolucionario y antiimperialista del Caracazo.
Las “Misiones” son una fuente de control del Estado burgués del movimiento de masas… cuyo gasto no significa más que el 5% en subsidios de la renta petrolera de Venezuela. Decir que eso le sirvió a las masas hambreadas y desposeídas de Venezuela, es, como mínimo embellecer las superganancias y el robo millonario de las burguesías bolivarianas y el saqueo del FMI.
No fue el chavismo con sus “Misiones” el que le dio graciosamente concesiones a las masas para elevar el nivel de vida… son un subproducto de la lucha revolucionaria de éstas donde la burguesía se vio obligada a dar algo para no perderlo todo…” (Carta de la LCT al Topo Obrero de Venezuela del 2 de abril de 2013, publicada en el OOI).

El camino que presenta la C-Cura y la izquierda bolivariana no va hasta el final en su ruptura con el chavismo y la burguesía. Deben cambiar el rumbo hacia una auténtica política de independencia de clase y combatir a la burguesía lacaya del imperialismo que hambrea a los trabajadores y el pueblo. No puede haber independencia de la clase obrera si no se llama a que la UNT rompa con la burguesía y el PSUV, un verdadero partido de colaboración de clases. Nadie puede olvidar que la burocracia colaboracionista de la UNT llamó a conseguirle “10 millones de votos para Chávez” y ahora son las masas las que pagan las consecuencias. Hay que cambiar el rumbo.
No se combate a los “bolivarianos” sin llamar a preparar y conquistar la Huelga General. Mucho menos se lucha por la independencia de la clase obrera si no se lucha por romper con el Ministerio de Trabajo y sus laudos para salvar a los patrones.

En su llamado, los convocantes se han olvidado de los desocupados, o sea, de más del 20% de la clase obrera,   y no preparan la lucha por poner en pie comités de fábrica y de desocupados, por la escala móvil de salarios y de horas de trabajo.

Es que los mismos que ayer llamaron a juntar “10 millones de votos para Chávez”, como la corriente de Chirino,  hoy siguen acompañando al chavismo y la burguesía bolivariana en su ocaso.
Insistimos, la izquierda venezolana debe cambiar el rumbo si quiere preparar una alternativa en las calles para que pese la clase obrera. Esto es imperioso porque es el momento en que los boliburgueses más atacan a las masas a cuenta de los parásitos de Wall Street y el FMI.  
La alternativa es clara: Venezuela será socialista o será colonia. El chavismo hace rato recorre ese camino. Es la postración del “socialismo” ante el mercado capitalista y el FMI… Hay que cambiar el rumbo. Sólo así la clase obrera en las calles con su programa podrá ganarse a los demás sectores explotados y a las clases medias arruinadas. Todo sometimiento a Maduro cierra este camino a la alianza obrera y popular.