La “Revolución Bolivariana”: una caricatura de revolución

¡POR UNA VENEZUELA OBRERA Y SOCIALISTA, SIN GENERALES,
PATRONES NI BANQUEROS IMPERIALISTAS!

Por un programa obrero de emergencia frente a la catástrofe que ya está aquí:
¡Fuera el FMI! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de la banca imperialista y las transnacionales!

La clase obrera necesita ponerse de pie para conquistar el salario y todas sus acuciantes demandas con un programa verdaderamente antiimperialista que ataque la propiedad de los capitalistas, para acaudillar a todas las masas explotadas de la nación y terminar con el saqueo, la especulación y los negocios de las transnacionales y sus socios menores de la burguesía venezolana.

La trágica experiencia del chavismo para las masas latinoamericanas y venezolanas debe ser comprendida por todos los obreros avanzados del mundo. Las revoluciones latinoamericanas que desde Argentina y Ecuador, a Bolivia y Venezuela irradiaron su energía revolucionaria, fueron contenidas y desviadas con la demagogia de esa farsa de la “revolución bolivariana”. Morales vende sus bonos por mil millones de dólares con la Banca Morgan hipotecando los hidrocarburos de Bolivia. La Kirchner se ha sacado la careta y se declaró defensora de las privatizaciones del petróleo argentino que en los ‘90, de la mano del menemismo “neoliberal” fue entregado a las petroleras extranjeras que saquearon hasta la última gota de los hidrocarburos del país. La boliburguesía venezolana, como jefes del FSM, fue un verdadero punto de apoyo para terminar de entregar Cuba al imperialismo luego de estrangular todos los procesos revolucionarios en el continente. La mentira de la “revolución bolivariana” ha llegado a su fin.

La catástrofe ya está aquí. Es necesario que los explotados pongan en pie un programa obrero de emergencia para salir de esta crisis.

  1. La más mínima de las demandas de los explotados, solo puede ser conquistada atacando la propiedad de los capitalistas, con el proletariado entrando en lucha política de masas como caudillo de la nación explotada. La clase obrera no tiene por qué pagar un solo centavo de esta crisis. ¡La burguesía bolivariana “debe devolver” los 300 mil millones de dólares de la renta petrolera que fugó del país y los tiene guardados en Miami! De lo contrario habrá que incautarle todos sus bienes ¡Deben responder por el robo y saqueo a la nación! Como lo deben hacer los Capriles, los López, los Machado y todos los hijos de la vieja oligarquía venezolana a los que el chavismo no les tocó un centavo de sus propiedades y bienes robados al pueblo. Todos ellos contrajeron la fraudulenta deuda externa. ¡Los trabajadores no tienen nada que pagar!
  2. Estas demandas elementales de ruptura con la burguesía y el imperialismo es el punto de partida de todo programa obrero para darle salida a esta catástrofe consumada por las clases poseedoras. Para que haya alimentos, salud, educación y servicios públicos gratuitos y de calidad, vivienda y trabajo dignos para todos los explotados, la renta petrolera no puede quedar más en manos de los banqueros, la boliburguesía y los generales.
  3. La ruptura con el imperialismo, recuperar lo que se robaron las pandillas burguesas que saquearon Venezuela, es la base para conquistar, bajo control de la clase obrera, un plan de obras públicas que comience por una fuerte inversión en la rama petrolera como en PDVSA que hoy funciona a costa del enorme sacrificio y con la vida de los obreros en riesgo cada día. U n plan de obras públicas que garantice trabajo digno para todos los desocupados, para terminar con millones de hambrientos viviendo de limosnas del estado burgués. Hoy ya ha quedado claro que es limosna lo que le dan al pueblo. El reformismo ya no puede revestir más de reforma a la limosna que le dan los capitalistas a los hambrientos.
  4. Monopolio del comercio exterior bajo control obrero para terminar con la fuga y especulación de dólares, y garantizar las inversiones para la industria petrolera, y la importación y producción de alimentos y los bienes que necesitamos. Es el estado el que debe importar los alimentos y vendérselos al costo a la población subvencionando los productos básicos de la canasta familiar. Con las medidas que aquí enunciamos rápidamente se podría, con fuertes inversiones, establecer una industria alimenticia en Venezuela.
  5. Nacionalización sin pago de la banca y creación de una banca estatal única bajo control obrero, para unificar la contabilidad de todo el país y llevar un control efectivo de lo que se produce y cómo se distribuye, para poder atender todas las necesidades del pueblo pobre. Con esta banca unificada, la clase obrera podrá ayudar con créditos baratos y condonación de deuda a los campesinos pobres y pequeños comerciantes que no exploten trabajadores.
  6. Eliminación de la cadena de comercialización y de todos los intermediarios, en primer lugar, confiscando todos los bienes y depósitos de alimentos y mercancías de las grandes cadenas comerciales, y garantizando su distribución mediante comités de control de precios y de abastecimiento organizados por la clase obrera y los explotados.
  7. Eliminación del IVA e impuestos progresivos a las grandes fortunas.
  8. Para demostrar las superganancias de la burguesía y terminar con la especulación hay que abrir los libros de contabilidad de todas las empresas y ponerlas bajo control obrero.
  9. Aumento generalizado de salarios al nivel de la canasta familiar e indexados según inflación, y reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles para producir, para acabar con la desocupación. Seguro de desempleo equivalente a un salario mínimo acorde a la canasta familiar. Reducción de la jornada laboral y un turno más en todas las fábricas.
  10. ¡Fuera los banqueros imperialistas y el FMI! ¡Desconocimiento de la deuda externa! ¡Control obrero de toda la industria nacionalizada del petróleo y expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las empresas petroleras imperialistas que operan en el país! ¡Desconocimiento de todos los contratos de saqueo entre las transnacionales y el régimen bolivariano! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todas las transnacionales!  
  11. El ALBA no le da de comer al obrero ni le da la tierra al campesino. Por eso es una gran mentira. La verdad es que es un mercado común pero al servicio de los capitalistas y el FMI. Al ALBA de los bolivarianos hay que oponerle un plan único de la clase obrera y los campesinos pobres de Venezuela, Colombia, Cuba y Centroamérica, que garantice que los alimentos y las riquezas de nuestras naciones queden en manos del pueblo para satisfacer sus necesidades más apremiantes, y no de las transnacionales rapaces y sus socios de las burguesías nativas. Ni ALBA ni CELAC, ni Mercosur ni TLC… ¡Fuera la OEA y El TIAR! ¡Por nuevas revoluciones obreras y campesinas! ¡Fuera los nuevos patrones castristas aliados a Obama y al imperialismo que entregan las conquistas de la revolución cubana al capitalismo! ¡Cuba, como toda América Latina, será socialista o será colonia de Wall Street!

Este programa solo lo puede garantizar íntegra y efectivamente un gobierno provisional revolucionario de la clase obrera y el pueblo que tomaría inmediatamente estas medidas de emergencia para salvar a las masas explotadas de la catástrofe. Un gobierno provisional revolucionario que deje atrás esa impostura de Constitución Bolivariana que garantiza y defiende con formas edulcoradas la propiedad de los capitalistas y el imperialismo sobre las riquezas de Venezuela.
Sólo así los explotados de Venezuela podrán empezar a pelear por imponer una salida obrera a la crisis, con la cual derrotar verdaderamente al imperialismo. Sólo así Venezuela será una gran aliada de todas las luchas antiimperialistas de América Latina y el mundo.
Las banderas antiimperialistas no pueden quedar más en manos de los charlatanes del chavismo y quienes los sostienen. Éstos con los hermanos Castro han legitimado este engaño de la “Revolución Bolivariana”. Es que su sueño siempre fue en devenir ellos en una nueva boliburguesía, restaurando el capitalismo en Cuba, como lo han hecho a pasos agigantados a medida que fueron sacando de escena a la clase obrera del continente americano y sus ofensivas revolucionarias y colaboraron con el imperialismo yanqui llamando a la clase obrera de EE.UU. a apoyar a Obama, su verdugo. Hoy los hermanos Castro y sus socios del ALBA como los Chávez y sus amigos del Mercosur como la Kirchner y los Morales son la avanzada en la entrega y el ataque a las masas en el continente americano. La miseria que esto les significa a los explotados venezolanos, cubanos y de toda América Latina empuja más y más a las burguesías nativas al tutelaje imperialista.
Ahora está claro por qué el estalinismo gritaba a los cuatro vientos que “no podía haber una nueva Cuba en América Latina”… ya ni siquiera la hay en Cuba. ¿La causa? Mil y una traiciones a las revoluciones que sacudieron a nuestro continente en los últimos 10 años.
Ya está claro que las banderas de la lucha por romper con el imperialismo deben pasar a las manos seguras del proletariado. ¡POR UNA VENEZUELA OBRERA Y SOCIALISTA SIN GENERALES, PATRONES NI BANQUEROS IMPERIALISTAS! ¡POR LOS ESTADOS UNIDOS SOCIALISTAS DE CENTRO Y SUDAMÉRICA!