Organizador Obrero Internacional
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30-5-2012


Debemos terminar lo que empezamos

¡Hay que romper con la burguesía y echar de las organizaciones obreras y de los organismos de las masas en lucha a los burócratas colaboracionistas!
¡La revolución tiene que triunfar!

En el Túnez revolucionario, a pesar de los desvíos electorales, las feroces refriegas policiales y detenciones, el fuego de la revolución no se ha extinguido. La clase obrera y los explotados continúan sus combates con huelgas generales regionales, piquetes, marchas, paros, ocupaciones de fábricas, combates violentos contra la policía y quemas de comisarias. 
Así, actualmente, enfrentan al gobierno y al régimen del fraude de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí, esa institución de la “democracia” burguesa a la cual llamaron a someterse: el imperialismo, la burguesía nativa, la podrida burocracia de la UGTT (central sindical “Unión General de Trabajadores Tunecinos”) y las corrientes estalinistas, maoístas y de ex trotskistas.
Pero antes de avanzar, es necesaria una breve reseña de los pasos dados por La Revolución tunecina. 
A fines de diciembre del 2010, luego que la maldita policía y los agentes del RCD le secuestraran un carro con frutas al joven desocupado Bouazizi, quien minutos más tarde, en repudio a tanta opresión se inmolo en la calle. Este hecho fue la gota que rebalso el vaso y desató un explosivo asenso revolucionario de masas, que con huelgas generales locales, combates en las calles e insurrecciones espontáneas impusieron el derrocamiento de la autocracia de Ben Alí. 
Días más tarde, con todo Túnez sublevado, se derrotaba al gobierno “transicional” que se intentaba poner en pie con tres ministros salidos de las entrañas de la burocracia de la UGTT para salvar al régimen depuesto. 
En los meses posteriores, jornadas revolucionarias complementarias (verdaderas “jornadas de abril”) hicieron volar por los aires al gobierno de Gannouchi, ala vez que dejaban endeble al estado burgués. 
Sin embargo, el imperialismo y la burguesía lacaya, sostenidos por la burocracia traidora de la UGTT y las direcciones reformistas, tendieron una nueva trampa. Intentaron imponerle un desvió parlamentario a la lucha revolucionaria de las masas a través del fraude de la “Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí; así buscaron disolver los organismos de autodeterminación de las masas en lucha, a la vez que los capitalistas enviaban a las fuerzas de choque de los salafistas (que actúan como bandas proto fascista contra las organizaciones obreras) y a la policía a dar golpes contrarrevolucionarios sobre los sectores más radicalizados de la revolución. 
De este fraude surgía bajo formas “democrática parlamentaria”, un régimen semi bonapartista débil sostenido por la burocracia de la UGTT.
Pasaron varios meses desde las elecciones nacionales realizadas en octubre del 2011, aquella estafa al pueblo tunecino. Parecían atenuarse los choques entre las clases. La burguesía se relamía pensando que sus objetivos de conquistar un régimen más estable que le permitiera recomponer las instituciones del estado capitalista estaban muy cerca de concretarse. Creían que ya tenían expropiada la revolución y redoblaron su ataque con más represión, hambre y miseria contra las masas. Pero la arrogante y parasitaria clase dominante no contaba que bajo esa aparente calma en la superficie, se cocinaba a fuego lento en las profundidades futuros combates  revolucionarios por parte del proletariado y los explotados tunecinos. 
Nuevamente las masas entraron en escena. La lucha volvió a tronar en cada rincón de Túnez, convirtiéndose en una excelente ayuda para los explotados de Libia a quienes el CNT, la ONU y la OTAN intentan imponerle un desvió parlamentario para expropiar la revolución. También es un auxilio para las masas de Siria, que están siendo masacradas a cuenta del imperialismo por Al Assad.  De la misma forma que lo es para los trabajadores y el pueblo pobre de Egipto, a quienes la gobernante Junta Militar, a punta de pistola e aplicando el mismo terror que Mubarak con sangrientas matanzas, les ha impuesto la trampa electoral.
Cabe destacar que toda la política contrarrevolucionaria de la burguesía en Túnez se ve obstaculizada por los efectos provocados por el crack de la economía mundial. No hay un solo centavo de inversión. Las promesas de ingreso de capitales quedaron en la nada. La industria se encuentra totalmente paralizada. Solo el turismo es abastecido con dinero, ya que en esa rama, aprovechando la belleza de las costas tunecinas, la burguesía encuentra rápidamente ganancias a bajo costo.  
Mientras tanto: la inflación galopante, la tremenda carestía de la vida, la desocupación y los padecimientos inauditos, hacen extremadamente insoportable la vida de más de 10 millones de explotados.
Las masas, que protagonizaron su revolución y entregaron la sangre de miles de mártires durante los más de 24 años que duro la lucha contra la dictadura de Ben Alí, no han visto satisfechas ninguna de sus necesidades. La "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí no trajo ni pan, ni trabajo, ni independencia nacional. Solo más hambre, miseria y destrucción; todos factores que intensifican el instinto de supervivencia de la clase obrera tunecina, que supo como pelear, unir sus filas y responder con la revolución al periodo de bancarrota generalizada del sistema capitalista imperialista abierto a partir del año 2007.
Pero la burguesía no va a quedarse de brazos cruzados. Si fracasa su plan de imponerle el desvío parlamentario a la revolución, lanzara a su agente fascista para dar un baño de sangre. Entramos en un capitulo crucial del combate de masas en Túnez, donde los enfrentamientos entre revolución y contrarrevolución están cada vez más cerca. O la clase obrera y los explotados conquistan sus organismos de doble poder armado y con una insurrección victoriosa imponen su dictadura; o la burguesía dará la salida imponiendo a garrotazos y tiros un régimen mil veces más sangriento y antidemocrático que el de Ben Alí y el RCD.
Túnez no hace otra cosa que expresar a su interior las contradicciones generadas por la situación en toda la región, donde la revolución debe combatir la conspiración de los piratas imperialistas y su política combinada de imponer desvíos parlamentarios para adormecer a las masas (en países como Túnez, Egipto, y ahora Libia) y golpes contrarrevolucionarios (en países como Siria).
La revolución tunecina no es más que un eslabón de una cadena de revoluciones que desde el Norte de África y Medio Oriente han conmovido al mundo entero. Su destino, es decir “triunfo o derrota”, se resolverá en Egipto, Siria, Libia, Yemen, Palestina… y en las calles de las metrópolis principales de la Europa imperialista. 
Nada está dicho aún. Las direcciones reformistas han logrado por el momento contener a la revolución país por país e impedir que esta ingrese en Europa. Pese a ello, las masas no se rinden y con sus nuevos embates ponen al desnudo el pérfido accionar de aquellas corrientes y burocracias sindicales que quieren poner a los explotados de rodillas ante el gran capital y sus gobiernos.

Cuando el régimen del fraude de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí pretendía asentarse, nuevos choques violentos entre las clases hacen temblar al país

En el mes de marzo, luego que una acción contrarrevolucionaria de las bandas salafistas –enviadas por el gobierno, bajo la mirada cómplice del conjunto de la patronal y sus partidos políticos- terminó con la destrucción de varios locales de la UGTT, un piquete de 4.000 trabajadores obligó a la burocracia a salir de sus cómodos sillones, marchó a la casa de gobierno y se enfrentó con la policía asesina. 
Días más tarde, una Huelga General en la Ciudad de Esened -ubicada en la cuenca minera de Gafsa- bajo la consigna de “puestos de trabajo para los desocupados” sacudía a la región más combativa del Túnez revolucionario. 
De a poco la clase obrera, que nunca había dejado de luchar, recuperaba su peso en la escena política nacional y retomaba el camino de la pelea por el pan, el trabajo y la independencia nacional (es decir las demandas motoras de la revolución que la fraudulenta "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí vino a impedir que se conquisten).
En abril, en Túnez Capital se realizó una movilización que transitaba pacíficamente por la avenida Bourguiba (perspectiva principal que conduce al centro político del país). Allí había cientos de manifestantes laicos que repudiaban el carácter islámico que intentaban darle a la “nueva Constitución”. En ese momento, previendo el ascenso de masas que estaba en ciernes, la burguesía montaba una escena para que las masas se “entretengan” con una disputa estéril entre “laicismo e islamismo”.
El gobierno, que había prohibido las manifestaciones en esa avenida, dio orden de reprimir. De un segundo a otro la policía atacó sin piedad a los manifestantes. Sangre, llantos, huesos rotos, heridas, desmayos, desvanecimientos y encarcelamientos dominaron la situación. Fue un castigo salvaje, incluso superior –según nos comentaban los protagonistas- a las realizadas por el “antiguo” régimen de Ben Alí. Este era el violento trato de los jefes de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí con el pueblo tunecino.
Esta provocación (una mini “jornada de julio”, siguiendo el calendario de las lecciones dejadas por la revolución rusa de 1917) de la burguesía, el gobierno y su policía, decantó en que miles y miles de obreros, trabajadores desocupados, estudiantes y explotados salieran a la calle y ocuparan el centro de la ciudad de manera espontánea. Allí expresaron todo su profundo odio, contenido por meses de engaños y ataques selectivos en medio de las frases dulzonas de esa “democracia” para ricos que mantiene en el infierno a la mayoría explotada de la nación.
La burguesía supo que se pasó de la relación de fuerza conquistada y que desató una tormenta. Entonces, para evitar que en medio de la crisis abierta, las masas que habían irrumpido de forma independiente, derroten al gobierno, enviaron a quince diputados de la llamada “oposición de centro izquierda” hacia la masiva concentración, con el fin de aquietar las aguas. Mientras tanto la burocracia de la UGTT llamaba a la calma y se negaba a convocar a la huelga general.
Sin embargo los políticos burgueses no pudieron hacer efectiva hasta el final su política, ya que estos combates de los explotados, parciales pero de enorme carácter de lucha política y de ruptura de la “paz” social entre las clases, marcaron un antes y un después en la relación de los oprimidos con el régimen del fraude, que garantizan el Enhada (partido de la burguesía islámica que comanda el gobierno, como parte de una troika conformada por los partidos Ettakatol y CPR) y la “oposición” –un verdadero frente popular sostenedor del gobierno organizado por los partidos patronales, la burocracia de la UGTT y las organizaciones obreras reformistas.
¿Acaso las pandillas burguesas, que durante 24 años se beneficiaron con Ben Alí a costa del hambre, la desocupación y persecución del pueblo tunecino, pretendían hacer lo que le dé la gana con el fraude electoral más escandaloso de la historia de la humanidad, donde un día antes de las elecciones no estaba inscripto ni el 16% del padrón electoral y al otro día dicen junto a los veedores venidos desde las potencias dominantes que votó un 99%? ¿Acaso opinaban que las masas podían comerse el verso de la “democracia transparente” cuando las urnas aún son escoltadas y vigiladas por el ejército? ¿Acaso se creían fuerte con un gobierno y una "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí sin legitimad ante las amplias masas? 
Pero por favor… sobreestimaron sus fuerzas y subestimaron las de la clase obrera y los explotados.
La tempestad había comenzado. En Sidi Bou Zid, donde comenzó la revolución contra Ben Alí, las masas protagonizaron una furiosa sublevación contra el ahora gobierno de Marzouki y Jebali: miles de estudiantes incendiaron comisarías  y vehículos. “Las autoridades locales han decretado el cierre de todos los centros educativos de la región debido al nivel de la violencia de los jóvenes", afirmaba la prensa burguesa, dando cuenta del pavor que carcomía a la clase dominante.

Al calor de los combates de masas
El 1° de Mayo la clase obrera pone en movimiento a las fuerzas 
que pueden llevar hasta el final las tareas planteadas por la revolución tunecina

Al calor de la respuesta de masas a los continuos ataques y provocaciones del gobierno, el 1° de Mayo se realizó una histórica movilización con más de cuarenta mil obreros (una enormidad para un país de tan solo 10 millones de habitantes). En cada mitin, en cada esquina, en cada columna proletaria que se acercaba con sus banderas y estandarte, se respiraba el clamor revolucionario de los obreros tunecinos. El cuadro erizaba la piel de todos los que estábamos presentes. “Pan, libertad y dignidad nacional”; “ni miedo, ni terror, el pueblo al poder”; “por una nueva revolución”, eran algunas de las exclamaciones contra el gobierno.
Una vez más se daban las condiciones para anunciar la huelga general y poner en cuestión quién es el que realmente gobierna al país. Demostrando que la clase obrera es la única que hace funcionar a Túnez. 
Pero la burocracia sindical a través del secretario general de la UGTT, Hasin Abasi, se opuso a lo que el proletariado y la juventud combativa agitaban desde las calles. Fue así que en su discurso realizado desde la sede central del sindicato llamó a tener plena confianza en la fraudulenta “Constituyente”. 
Rodeado de burócratas de la CGT y CFDT de Francia y de la AFL-CIO de Estados Unidos (que ni mencionaron, como buenos sirvientes de Obama, ni una sola oración sobre la huelga general llamada por los obreros y jóvenes desde Oakland – EE.UU.), los dirigentes de la UGTT proclamaron a viva voz la reivindicación de “la reforma política y la transición democrática concretadas por las elecciones a la Asamblea nacional constituyente” (extracto del discurso de Abasi).
Es más que notoria la contradicción abierta entre la base obrera que desfilaba en su día internacional de lucha bajo consignas revolucionarias y la burocracia de la UGTT que se mostraba como sostenedora del gobierno a través de su dialogo colaboracionista. 
Para los explotados su grito de “Dignidad nacional” significa la demanda democrática de romper con el imperialismo, con quien el gobierno y todos sus sostenedores se aprestan a firmar variados acuerdos económicos y militares que ataran con triple cadena a la nación tunecina con las potencias dominantes. Mientras que “El pueblo al poder” plantea la alianza de clase que debe gobernar (el proletariado acaudillando a las masas oprimidas) contra el gobierno surgido de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí a la cual sostiene la burocracia de la UGTT.
 
Desde acá, se puede afirmar sin temor a equivocarse que sí desde la UGTT se le quitara su apoyo a la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí y su gobierno, éste último caería de forma inmediata y plantearía que se ponga en pie el poder de los explotados asentado en los organismos de lucha, democracia directa, auto organización y armamento de las masas revolucionarias. Esta definición demuestra que la burocracia puso a la UGTT como el verdadero pilar donde se afianza el régimen patronal.

La burocracia de la UGTT: la firme garante del régimen patronal tunecino

l aire se corta con el filo de la hoja de una navaja. Los explotados no han resuelto ninguno de los problemas estructurales que motorizaron su combate revolucionario a finales del 2010.
Mientras tanto la burocracia ha de mostrarse como la verdadera institución que legitima el poder de la burguesía. Así lo hacen publico en las resoluciones de su “buró político” del 15 de mayo: “El buró ejecutivo de la UGTT afirma que pese a la legitimidad de las reivindicaciones populares, es vital preservar el derecho al trabajo y proteger las empresas contra todo acto de vandalismo.
Frente a la proliferación de sentadas alrededor de las empresas de las zonas industriales, la UGTT llama a privilegiar el diálogo”. A confesión de parte relevo de pruebas. La burocracia de la UGTT se alza como una conciente guardiana de la propiedad privada y los intereses de los capitalistas.
En otro párrafo dicen que “rechazan que estas protestas impidan el desarrollo normal del servicio público y de la actividad económica en especial en los sectores estratégicos”. Mientras le asignan “al gobierno provisorio la responsabilidad de garantizar el derecho al trabajo y la protección de las empresas nacionales y de encontrar una solución rápida a los problemas regiones y a las  legítimas reivindicaciones populares”. 
Si alguno tenía dudas, con este testimonio “relevante” sobran las palabras. La burocracia de la UGTT le pide al gobierno que dé trabajo, cuando es el gobierno que manda a sus bandas proto fascistas y a la policía a reprimir a la clase obrera para imponer los planes del imperialismo de aumentar la hambruna, la desocupación, la inflación y la miseria. ¡La burocracia de la UGTT es enemiga de la revolución obrera y socialista! ¡Ellos deben ser expulsados de nuestras organizaciones! ¡Solo así podremos recuperar a la UGTT para la lucha de la clase obrera tunecina y de toda la región!
La burocracia de la UGTT en Siria es sirviente del Al Assad y la ONU y enemiga acérrima del internacionalismo militante de sectores de la vanguardia obrera y juvenil tunecina
Pero las mil y un traiciones a la causa del proletariado, no terminan acá. El prontuario de esta burocracia es más que frondoso. En su “buró político extendido” del 17 de mayo acusan, con total cinismo, de “mercenarios” a los obreros y jóvenes revolucionarios que parten desde Túnez hacia Siria, para combatir junto a sus hermanos de clase contra Al Assad. Y a esto lo dicen cuando ya son decenas los tunecinos –como también los libios- encarcelados y asesinados por unirse a la resistencia contra el régimen burgués sirio.
Estos combatientes internacionalista, que por culpa de las direcciones reformistas enemigas de que sean las estructuras obreras las que constituyan las brigadas internacionalistas para ir a combatir en Siria, se ven obligados a organizarse a través de una red de 400 mezquitas musulmanas. Ello son quienes le dan continuidad a la solidaridad que ayer miles de tunecinos tenían para con el heroico pueblo de Libia; cuando en la ciudad de Dahiba (en la frontera) atendían en sus hospitales a los milicianos heridos que combatían a Khadafy, daban alimento, alojamiento y hasta sus armas, para que sus hermanos de clase libios derroten al dictador y en común avanzar en una sola y única revolución en toda la región. ¡Qué gran conciencia internacionalista la de la vanguardia en Túnez! ¡Se acabó la época de las revoluciones nacionales! ¡En el Norte de África y Medio oriente es una sola revolución obrera y socialista que debe triunfar! ¡Hay que pelear como en Libia y unir a todos los explotados de la región! ¡Por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel! ¡Por una sola y única revolución a ambos lados del Mediterráneo! ¡Por una Federación de Repúblicas Obreras y Socialistas del Norte de África y Medio Oriente!
Este ejemplo de unidad de las filas obreras y de esa intuitiva comprensión de que estamos frente a una sola y única revolución en toda la región del Norte de África y Medio oriente y que solo triunfara en toda la región llevando su fuego al otro lado del Mediterráneo; demuestra ser un millón de veces más perspicaz y audaz que todos los estados mayores de las direcciones reformistas que con su política, sirviente de los desvíos parlamentarios o de los asesinos como Khadafy y Al Assad, buscan cercar y dividir país por país a las revoluciones para que estas sean derrotadas y no triunfen imponiendo el poder de los explotados sobre el aniquilamiento del estado burgués y sus instituciones. 
Es que la vanguardia combativa sabe que si es derrotada la revolución en Siria, la contrarrevolución se esparcirá también en Túnez; como ya lo anticipan los ataques de las bandas proto fascistas y la policía asesina.
La burocracia de la UGTT y todos los que callan su rol o le rinden tributo a su falsa “combatividad”, como hacen el grueso de las corrientes de ex trotskistas, permiten que sean los religiosos islámicos los que organicen a los combatientes que parten hacia Siria. Así impiden, al igual que los sindicatos europeos y los partidos social-imperialistas (¡los primeros responsables!), que esa enorme fuerza y energía desplegada por la clase obrera tunecina sea reagrupada y dirigida por las organizaciones de los trabajadores para que en apoyo y solidaridad concreta para con las masas de Siria, se pongan en pie las brigadas obreras internacionales, el envío de medicamentos, pertrechos y dinero, y el boicot a la maquinaria bélica que asiste a Al Assad.
La UGTT es la vocera al interior del movimiento obrero de la tremendamente preocupación que reina en la burguesía tunecina y de toda la región cuando ésta ve la solidaridad militante e internacionalista del proletariado de toda la región; más aún cuando desde el Líbano sectores de las masas ingresan a combatir en Siria en apoyo a las masas de ese país, al igual que lo hacen miles de refugiados en la frontera con Turquía. 
Así hablaba el Ministro de Interior de Túnez, Ali Larayedh luego de una reunión con el jefe de “gobierno libio” Abdel Rahim Al-Kib.: "lamentamos que haya jóvenes que se comprometen en malas aventuras. Algunos han sido asesinados, otros encarcelados, otros continúan combatiendo en Siria. Seguimos de cerca estas cosas". Al mismo tiempo que el embajador sirio en la ONU, Bachar Jaafari, evocaba el 10 de mayo la presencia de “terroristas extranjeros" en Siria. ¡Fuera de las organizaciones obreras y de la UGTT los sostenedores de la burguesía de toda la región!

La izquierda reformista mundial a los pies de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí y de la burocracia de la UGTT

La clase obrera mundial necesita saber que el PCOT (partido comunista obrero tunecino) y la LGO (Liga de la Izquierda Obrera, dirigida desde Francia por el NPA), entre otros partidos y agrupamientos que formaron parte del “Frente 14 de Enero” o del “Consejo para la protección de la revolución” (instituciones de colaboración de clases, es decir de “frente popular”, para sostener al “régimen de Ben Alí, sin Ben Alí”, formadas por los partidos obreros reformistas y los partidos burgueses “nacionalistas”, incluido el Enhada, el partido del actual gobierno), se han subordinado a la burocracia de la UGTT y sostuvieron la trampa electoral con la cual se impuso la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí.
Estas corrientes no han realizado ninguna convocatoria a coordinar los distintos organismos de autoorganización, democracia directa que las masas en lucha ponen en pie a lo largo y ancho de todo Túnez. No han proclamado la lucha por imponer la Huelga General para unir los distintos combates de los explotados y golpear como un solo puño al gobierno pro imperialista del Enhada. Ni mucho menos han llamado a echar a la burocracia de las organizaciones obreras y a romper con la burguesía y su “Constituyente”. ¡El PCOT, que tiene bancas parlamentarias, es enemigo de usar esa tribuna para plantearle a los explotados que la clave está en la lucha política de masas contra el régimen y el gobierno!
Ahora bien. ¿Qué hace la izquierda que desde otros países viaja a Túnez? Va de paseo, de turismo “revolucionario”. Porque de estas cosas no dicen una sola palabra. No solo no hablan de que sobran fuerzas para que las masas de la región organicen la colaboración concreta con la resistencia en Siria, sino que también ocultan el carácter contrarrevolucionario de la dirección de la UGTT. 
Esa izquierda “internacionalista” que se pavonea por las calles de Túnez, o que se acerca a sus fábricas o establecimientos, está ahí para que el proletariado mundial no reconozca la real dimensión de los combates de las masas tunecinas, su voluntad de vencer, su inagotable pasión revolucionaria que contagia a toda la región (“porque fuimos la chispa”, carajo) y su verdadera solidaridad internacionalista.
Se los ve caminando y sacándose fotos por la avenida Bourguiba los 1° de Mayo. Se los ve “acercando su solidaridad” en algunas fábricas ocupadas, tal cual “jesuitas” del siglo XXI, y haciendo campañas “ante el gobierno tunecino”. Se los ve sentado en reuniones tomando café con representantes y dirigentes de organizaciones locales. Se los ve… actuando como verdaderos filántropos. 
Pero eso no necesita la clase obrera. De filántropos están llenas las ONG. Los explotados necesitan un programa que plantee las condiciones de la victoria. Porque de qué sirve una “campaña internacional ante el gobierno de Túnez”, como plantean militantes del estado español, cuando a ese gobierno para conquistar todas nuestras demandas hay que ponerlo de rodillas y derrotarlo con la misma vehemencia que lo hicimos cuando derrocamos a Ben Alí.
Es más, en España, más precisamente en las minas de Asturias y de Oviedo, el proletariado está protagonizando un duro combate contra el ajuste de Rajoy que provocaría el cierre de toda esa industria. Sin embargo, los militantes españoles que viajan asiduamente a Túnez son enemigos de realizar un llamado internacionalista para el movimiento obrero protagonice una pelea en común a uno y otro lado del Mediterráneo, siendo que en el país norafricano se encuentra en plan de lucha revolucionaria todo el sector de la minería, y siendo que en Europa, es decir en los países imperialistas, se define el futuro de la revolución proletaria en toda la región. ¿Llamar a unirse al proletariado griego con el español, junto a las masas del Norte de África y Medio Oriente? Eso está prohibido en los vocablos del filántropo. Estos “dirigentes” nada tienen que ver con la tradición vivida por el proletariado español que en la década del ´30 (siglo XX) durante la “guerra civil española” ha sabido recibir y nutrirse de miles de brigadistas obreros internacionalistas que llegaban a la península ibérica a combatir al franquismo. Los padres y abuelos de estos “dirigentes” deben revolcarse en sus tumbas ante tamaña deshonra.  
Por otro lado, la UIT-CI (“Unidad Internacional de los Trabajadores”), una corriente que hace años rompió con el trotskismo, días atrás estuvo en Regueb en Túnez reunida con la UGTT (sección local) y otras organizaciones desde donde llamaron a realizar acciones en apoyo al pueblo de Siria. Pero esta corriente se cuido muy bien de callar que la burocracia de la UGTT es enemiga de que las masas derroten al carnicero Al Assad, y que esa misma burocracia es la que realmente sostiene al poder burgués en Túnez. Como también se cuido muy bien de no denunciar el rol siniestro de la burocracia de la UGTT en la revolución tunecina.
Hablemos claro. Este silencio es una vergüenza. ¿Qué campaña por Siria van a realizar sin denunciar a los carneros de la burocracia de la UGTT? No se puede jugar a las escondidas con las heroicas masas del Norte de África y Medio Oriente que vienen derramando su sangre con decenas de miles de mártires.
¡Basta ya de toda esta farsa! La clase obrera europea debe impedir que sus direcciones socialimperialistas sigan yendo al Norte de África y Medio Oriente a tirarle agua al fuego de la revolución. Lo mismo debe hacer la clase obrera del mundo semicolonial, cuyos dirigentes van a predicar la política de "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí ó de apoyo a Al Assad. ¡Hay que poner en pie comités obreros y de todas las organizaciones de lucha de la clase obrera europea y norteamericana para garantizar que lleguen armas, alimentos para los trabajadores de Siria y las martirizadas masas palestinas! ¡Hay que paralizar el envío de armas y suministros a los ejércitos de ocupación asesinos de las burguesías nativas, a cuenta de las potencias imperialistas!
¡Abajo el Maastricht imperialista! ¡Abajo el carnicero y asesino Putin y demás lacayos de la Merkel y Sarkozy que están en los gobiernos del este europeo! ¡Abajo el régimen de los republicratas norteamericanos y sus centuriones contrarrevolucionarios que controlan el planeta bajo las órdenes de las transnacionales yanquis!
¡Para pelear en Europa y Estados Unidos como en el Norte de África y Medio Oriente: hay que luchar por la revolución socialista! ¡Para que la clase obrera de las potencias dominantes y del mundo colonial y semicolonial viva, el imperialismo debe morir!

Se generalizan las huelgas y las ocupaciones en fábricas y establecimientos

Mientras tanto, después del 1° de Mayo, los combates entre las masas y el gobierno continúan. Hubo enfrentamientos entre policías y manifestantes que reclamaban un empleo en Medenin, una ciudad en el sur de Túnez (a 460 km al sur de la capital), próximo a la frontera libia.  Incidentes similares se produjeron en las últimas semanas en diferentes ciudades, cuyos habitantes reclaman “los empleos y de los proyectos prometidos por el gobierno que dirigen los islamistas”.
En estos combates los manifestantes planteaban: “El problema es el sistema. El mismo sistema de Ben Ali es el que corre por las venas de este gobierno. Queremos sangre nueva. Queremos un nuevo sistema”. Este es el nervio que empuja al proletariado tunecino, al cual esa "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí fraudulenta no le ha dado nada. Ni pan, ni libertad, ni dignidad nacional. NADA. Tan es así, que son los estudiantes técnicos e ingenieros desocupados, quienes en su momento eran las capas que tenían una mínima expectativa en que la “Constituyente” podría llegar a resolver algo, los que hoy son uno de los destacamentos de vanguardia de los que enfrentan al gobierno.
El proletariado, bajo la amenaza de su propia desintegración, no puede permitir la transformación de un sector creciente de obreros en desempleados crónicos, en indigentes viviendo de los desechos de una sociedad que se desmorona. El derecho al empleo es el único derecho serio dejado a los obreros en una sociedad basada en la explotación. Hoy este derecho les está siendo recortado a cada paso. Es el momento de levantar contra el desempleo, tanto “estructural” como “coyuntural”, junto con la consigna de trabajos públicos, la de escala móvil de horas de trabajo. Los sindicatos y otras organizaciones de masas deben vincular a los que trabajan y a los desempleados con lazos solidarios de responsabilidad reciproca. Sobre esta base, todo el trabajo disponible se dividiría entre todos los obreros de acuerdo con la forma en que se determine la duración de la semana laboral. El salario medio del obrero sigue siendo el mismo que con la vieja semana laboral. Los salarios, con un mínimo estrictamente garantizado, seguirá el movimiento de los precios. No se puede aceptar ningún otro programa para el catastrófico periodo actual” (…) “La cuestión está en preservar al proletariado del deterioro, la desmoralización y la ruina. Se trata de una cuestión de vida o muerte para la única clase creadora y progresiva, y, por ello, garantizadora del futuro de la humanidad” (“Programa de Transición” - 1938). Estas palabras hoy mantienen su total vigencia y son una guía para que la clase obrera reagrupe sus fuerzas, vuelva a fortalecer sus comités obreros y populares revolucionarios para largar el contraataque que lleve a los explotados a tomar el poder en sus manos.
Porque más allá del desvío parlamentario que le impusieron a la revolución, y como lo anuncia la prensa y los analistas burgueses, en toda la zona industrial del Túnez profundo, es decir el interior, el corazón caliente de la revolución, se alzan en una lucha unificada los obreros ocupados y desocupados, sosteniendo una férrea alianza al interior del movimiento obrero que es un claro ejemplo de unidad que debe ser tomado en sus manos por el proletariado mundial.
Veamos. El 25 de mayo la prensa tunecina daba cuenta de lo siguiente: “las regiones tunecinas de Kef (noroeste) y Sfax (sureste) fueron hoy testigos de varias protestas sociales y sindicales que se han repetido a lo largo de la semana en distintos puntos del país, indicaron fuentes sindicales”.
En la ciudad de Sakiet Sidi Yusef, en Kef, a 215 kilómetros al oeste de Túnez capital, una huelga general paralizó y cerró el puesto fronterizo con Argelia ubicado en esta localidad, lo que afectó a la actividad económica de la región”. Allí hubo choques violentos con la policía, cuando una multitudinaria manifestación llegaba a la casa de gobierno de esa provincia. “Los altercados con las fuerzas de seguridad causaron 17 heridos”.
Asimismo, en la región industrial de Sfax, a 270 kilómetros al sur de la capital, una huelga general paralizó hoy diversos sectores productivos”.
Estos combates obligaron que la burocracia sindical tuviera que proclamar en Kef y Túnez, y en Gafsa, a 340 kilómetros al sur de la capital, a huelgas generales para los próximos 4 y 5 de junio.
La burocracia ve rodar su cabeza, así mismo lo declararon sus jefes: "existe un malestar en las bases obreras ante el temor de que el Gobierno no apruebe aumentos salariales en un momento en que el país sufre un alza vertiginosa e histórica de precios".
Mientras en la capital se puso fin a una concentración frente a la sede del primer ministro, en la plaza de la Kasba, organizada por la Unión de Diplomados Parados (técnicos y profesionales desocupados). Pero dejaron bien en claro que se retiran para organizar en los próximos quince días una movilización masiva contra el gobierno y los planes de la fraudulenta “Constituyente”.
El malestar social también afecta a los profesores de enseñanza primaria, que han convocado una huelga a nivel nacional para el próximo 30 de mayo, con el objetivo de exigir mejoras laborales”. Al mismo tiempo que la semana pasada “se registraron protestas en las regiones de Ain Draham, a 190 kilómetros al oeste de la capital y Gabes, a 400 kilómetros al sur de Túnez”.

Para derrotar los planes del imperialismo, el gobierno y "Asamblea Nacional” fraudulenta
de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí …

¡Hay que echar a la burocracia de la UGTT y de todas las organizaciones de lucha!
¡Hay que imponer la Huelga General Revolucionaria!
¡Hay que centralizar a todos los organismos de autodeterminación y democracia directa de las masas en lucha, como son los comités de fábrica y de los trabajadores de desocupados!
¡Hay que poner en pie los comités de autodefensa y a las milicias obreras y populares para aplastar a la casta de oficiales del ejército y la policía y a las bandas proto fascistas que atacan a las organizaciones obreras y reprimen al pueblo pobre!
Ya hemos dado cuenta de cómo se vive, se muere, se pelea, se combate y se vuelve a la sublevación en el Túnez revolucionario. Pero los combates de las masas necesitan ser centralizados. No se puede permitir que toda esta enorme fuerza se diluya en acciones descoordinados.Hay que centralizar a todos los organismos de lucha que las masas pusieron en pie en un gran congreso obrero nacional de delegados de los Comités de fábrica, los Comités de desocupados, los Comités de soldados rasos y los sindicatos arrancados de las manos de la burocracia. Hay que imponer la Huelga General Revolucionaria. La burocracia de la UGTT y las direcciones colaboracionistas debe caer. Las organizaciones obreras y de lucha de los explotados deben romper con toda sumisión a la burguesía y sus instituciones.
Hay que poner en pie los comités de soldados rasos. Hay que poner en pie los piquetes obreros y los comités de autodefensa para defendernos de las bandas fascistas salafistas y de la policía asesinaDe esta forma abriremos paso a que surjan las milicias obreras y populares, como en Libia, para partir horizontalmente al ejército y aplastar a la casta de oficiales del ejército y de la policía.
Las fuerzas y las condiciones para realizar estas tareas sobran. Pero no se puede perder ni un segundo más de tiempo. Está en juego, nada más ni nada menos, el camino para que florezca el doble poder maduro de los explotados, y también para que luchando por ello surja una dirección revolucionaria cuyo primer objetivo sea el de preparar una insurrección triunfante contra la burguesía. Así, sobre la demolición del estado de los patrones, podrá erigirse el poder de los explotados.

¡Abajo la estafa y "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas 
y los continuadores del régimen de Ben Alí !

¡Fuera el gobierno de Marsouki y Jebali!
Contrariamente a estas tareas, la izquierda reformista, el Foro Social Mundial, los partidos socialimperialistas de Europa y los ex trotskistas de todo el mundo fueron a Túnez a plantear que la salida era una asamblea constituyente. Ahí la tienen. Al igual que Ben Ali, ésta no da ni el pan, ni la independencia nacional, ni la tierra.
¿Qué dice este rejunte de reformistas, amigos y aliados del gran capital? ¿Qué hay que disolverla, y poner en pie organismos de la clase obrera y las masas en lucha para tomarse el poder? Jamás. Ellos llamaron a la “Asamblea Constituyente” para expropiar la revolución y disolver los organismos de autodeterminación y democracia directa que las masas pusieron en pie para la lucha revolucionaria.
La burocracia de la UGTT, sostenida por el stalinismo y los renegados del trotskismo, defiende a esa asamblea constituyente amañada y fraudulenta, contra los trabajadores y el pueblo. ¡Hay que romper con la burguesía, su asamblea constituyente y su gobierno asesino y hambreador, lacayo del imperialismo, continuador de la autocracia de Ben Ali! ¡Ese es el único camino para continuar la lucha por la revolución socialista y por el pan en Túnez y todo el Norte de África y Medio Oriente!
Para conquistar alimento, el trabajo y la independencia nacional: ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero todas las fábricas, bancos y propiedades del imperialismo y la burguesía cipaya!
¡Hay que preparar una insurrección triunfante para imponer un gobierno revolucionario de la clase obrera y de las masas en lucha, basado en los organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento de los explotados!

 

 



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