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24-8-2012


Como se grita en las calles de Sidi Bouzid…
Abajo el gobierno” y “Disolución de la Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí

¡Fuera la burocracia colaboracionista de la UGTT! 
¡Huelga General Revolucionaria Ya!


¡Por un gobierno provisional revolucionario de las organizaciones obreras y de las masas en lucha, basado en los organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento de los explotados!

La revolución tunecina comenzó con la insurrección semi espontanea de masas que el 14 de enero del 2011 demolió al régimen de Ben Alí. Su segundo episodio fueron las jornadas revolucionarias suplementarias que barrieron al “gobierno de transición” de Gannouchi, que vino para ser continuidad del régimen del derrocado dictador. El tercer episodio de esta magnífica revolución fue la imposición del desvío parlamentario mediante las elecciones de octubre del 2011, de la cual surgiera el fraude de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí y el actual gobierno de Masourki y Jebali. 
Hoy, sin temor a equivocarnos, podemos afirmar que la revolución tunecina está ingresando en su cuarto episodio. Asistimos al momento en el que franjas de las masas chocan de frente con el régimen de la fraudulenta "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí (ese al que alimentaron con todo su veneno reformista la burocracia de la UGTT -Unión General de Trabajadores de Túnez- y las corrientes estalinistas, maoístas y de ex trotskistas del Foro Social Mundial).
Las masas no aceptan seguir siendo engañadas y buscan tomar la solución a sus problemas en sus manos, pues la situación lejos de mejorar con la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí , ha empeorado para el conjunto de los explotados. Las “libertades conseguidas no llenan el vientre” dicen centenares de miles de trabajadores. La desocupación no para de crecer. La inflación, provocada por la emisión de moneda ficticia sin respaldo en bienes reales creados por el trabajo humano, es cada vez más fuerte. La situación se ha vuelto insoportable para millones de tunecinos. Mientras todo el mundo ve como las distintas fracciones burguesas y los mismos políticos patronales, que llenaban sus arcas bajo el régimen despótico de Ben Alí, continúan acumulando ganancias sobre la ruina y la miseria del pueblo.
Por eso en este mes de agosto del 2012, las masas tunecinas volvieron a golpear la mesa y a posicionarse nuevamente como uno de los sectores de vanguardia que viene en ayuda de la revolución del Norte de África y Medio Oriente, comenzando por las masas de Siria que están siendo masacradas por el asesino Al Assad.
Así fue que al grito de “Abajo el gobierno” y “Disolución de la Asamblea Constituyente”, una nutrida y aguerrida manifestación ganaba las calles el 8 de agosto en la ciudad de Sidi Bouzid, la cuna del levantamiento revolucionario contra Ben Alí y el RCD. Duros combates se protagonizaron contra la policía asesina. En otras regiones se incendiaban sedes locales del partido Enhada (actualmente comandando el gobierno).
Estos hechos fueron antecedidos por otras demostraciones de fuerza de la clase obrera en distintas regiones. El miércoles 1/8 salían a la huelga los trabajadores del sector salud. El jueves 2/8 los trabajadores bancarios, de la electricidad y el gas. El viernes 3/8 los trabajadores telefónicos y los del correo postal. El lunes 6/8 lo hacían los trabajadores del transporte. Y el miércoles 7/8 lo hicieron los obreros de la alimentación, de las aceiteras y los productos químicos. 
El proletariado tunecino, con sus paros, piquetes, movilizaciones, enfrentamientos con las fuerzas represivas, etc., se hacía de las condiciones para conquistar la Huelga General Revolucionaria y darle un golpe de muerte al régimen del fraude de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí . Sin embargo la burocracia de la UGTT (al cual todos los analistas políticos de la burguesía tunecina y europea dan como el pilar estable que sostiene al régimen, junto al ejército y la policía) se negó a que la clase obrera potencia su lucha política mediante una acción centralizada de masas.
Pero eso no era todo lo que el proletariado tunecino tenía para mostrarles a sus hermanos de clase del mundo. Luego que el 13/8 en Túnez capital miles de personas se manifestaran por los “derechos democráticos de la mujer” (en una marcha pacífica impulsada por la UGTT y el “Frente 17 de diciembre” –una nueva amalgama, como el disuelto frente “14 de enero”, de partidos políticos de la burguesía y de la izquierda tunecina-), la base obrera irrumpía nuevamente en la combativa Sidi Bouzid. El 14/8 se imponía una huelga general regional bajo la consigna de “¡El pueblo quiere la caída del régimen!”. También se luchaba en las ciudades de Kasserine, Beja, Kef, Makthar, Kairouan y Sfax.
El 16/8, en la misma Sidi Bouzid, miles de obreros de la construcción y jóvenes desocupados “invadían” la sede de la gobernación local. “Los obreros y los pobres no tenemos ingresos y hemos pasado el  Ramadán sin goce de sueldo y sin comida para nuestras familias”. La ira se hacía eco en cientos de voces que amenazaban con "ir a Túnez (capital) para pasar el Eid (desayuno de la tradición islámica que pone fin al ayuno del Ramadán)”… un claro manifiesto de que llevaran su combate al corazón del centro político donde refugia su comando la burguesía. Días después, en una nueva movilización en Sfax, los trabajadores arremetieron contra una comisaría, haciendo huir a la policía y dotándose de su armamento.
No hicimos la revolución para seguir muriéndonos de hambre”, “el régimen debe caer”. Este es el sentimiento generalizado de las masas, que han hecho su experiencia a pasos acelerados con el régimen del fraude de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí y hoy enfrentan a esta trampa con la cual sus verdugos buscaban expropiar la revolución obrera y socialista que había comenzado. Así fue madurando y tonificando sus músculos la clase obrera en Túnez. Lo que en situaciones “normales” se tarda años en aprender, bajo el fragor revolucionario lleva días, sino horas o minutos, en comprenderse.
Es indudable que para avanzar por el camino de la revolución, las masas tunecinas deben derrotar al gobierno de Mazourki y Jebali y al régimen del fraude de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí . Ellas se han puesto ese objetivo. Así lo claman sus consignas de combate. Pero para hacer realidad este sueño, hay que barrer con la burocracia de la UGTT, esos verdaderos ministros sin cartera al servicio de la patronal, e imponer la Huelga General Revolucionaria. ¡Hay que imponer la ruptura de las organizaciones obreras con toda sumisión a la burguesía y sus instituciones! ¡Fuera la burocracia colaboracionista de la UGTT¡Huelga General Revolucionaria YA!
Hay que volver a poner en pie los organismos de doble poder armados de las masas, extenderlos y centralizarlos para recuperar la revolución que le expropiaron a los explotados y llevarla al triunfo con una insurrección triunfante que imponga el poder de la clase obrera y las masas oprimidas sobre las ruinas del régimen de los explotadores. Para ello:
¡Desde todo Túnez hay que enviar delegados a Sidi Bouzid para poner en pie un gran Congreso Obrero Nacional de delegados de los Comités de fábrica, los Comités de desocupados, los Comités de soldados rasos y los sindicatos arrancados de las manos de la burocracia! 
¡Pongamos en pie las milicias obreras y populares, como nuestros hermanos de Libia y Siria, para aplastar a la casta de oficiales de la policía y del ejército!
¡Abajo el gobierno de Marzouki y Jebali! ¡Disolución de la "Asamblea Nacional” fraudulenta de los piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí ! ¡Por un gobierno provisional revolucionario de las organizaciones obreras y de las masas en lucha, basado en los organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento de los explotados! Este será el único gobierno que podrá resolver las tareas de garantizar el pan, el trabajo y la independencia nacional, rompiendo todos los lazos que atan al Túnez semicolonial a la cadena de dominio de los parásitos imperialistas. Que los obreros y explotados conquisten el poder e impongan su República Obrera y Socialista, un millón de veces más democrática que la más democrática de las repúblicas burguesas, será la mejor ayuda para las masas de todo el Norte de África y Medio Oriente.
¡Desde Túnez hay que reconocer a las milicias de Siria como ejército beligerante y garantizarle, junto al envío de brigadas obreras internacionales, el abastecimiento de armamento, dinero, medicamentos y alimentos! ¡Si Al Assad derrota a la revolución en Siria, la burguesía tunecina retomará confianza en sus fuerzas para preparar una masacre contra los trabajadores de su país!
¡Una sola clase, una sola revolución en toda la región! ¡Por la destrucción del estado sionista-fascistas de Israel! ¡Por una Federación de Repúblicas Obreras y Socialistas en todo el Norte de África y Medio Oriente!

Julián Juárez

 



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