Túnez - 11 de noviembre de 2013
                  
                    
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                        ¡ABAJO EL GOBIERNO DEL ENHADA,  CONTINUADOR DEBEN ALÍ Y AGENTE DEL IMPERIALISMO Y WALL STREET!
 La “mesa de diálogo” de la “Unión por Túnez”: una trampa “democrática”,  como en Egipto, para preparar las condiciones de un golpe militar  contrarrevolucionario Con el “diálogo nacional”, el  imperialismo, las fracciones burguesas sostenidas en la burocracia de la UGTT, buscan una salida ordenada  del gobierno del partido islamista Enhada para que no sean las masas quienes lo  tumben con sus acciones y reabran la revolución obrera y socialista  ¡BASTA! ¡Que la UGTT y todas las  organizaciones obreras rompan con la burguesía!
 ¡Abajo  la burocracia colaboracionista! ¡Congreso Obrero Nacional de Base de la UGTT y  las organizaciones de las masas en lucha! ¡Hay que conquistar la Huelga General  Revolucionaria!
 ¡Ni gobierno islamista del Enhada, ni gobierno de la burguesía  laica de “Unión por Túnez”: todos continuadores de Ben Alí y su régimen asesino y pro  imperialista!
 ¡Abajo la “Asamblea” fraudulenta! ¡Por un gobierno provisional  revolucionario de la UGTT, las organizaciones obreras y las masas en lucha  autoorganizadas y armadas!   Ante el asesinato del dirigente Mohamed Brahmi, perpetrado el 25/07/13  por bandas de salafistas, o, como también se dice, por la Liga Protectora de la  Revolución (LPR) -el brazo armado del gobierno islamista del Enhada-, una  huelga general revolucionaria volvió a poner a las masas revolucionarias  tunecinas en el centro de la escena política. Esto provocó pavor en el conjunto  de la burguesía, siendo que el gobierno y su “Asamblea” fraudulenta podían caer  ante la enorme movilización de trabajadores y explotados que, de norte a sur y  de este a oeste, recorrían el país.  El gobierno islámico en Túnez, ha venido soportando una presión  incesante por parte del pueblo. Esto impide su “normal” funcionamiento como  administrador de la propiedad privada y los intereses del conjunto de la  burguesía. Las masas con su asedio permanente lo debilitan y acorralan sistemáticamente.  Cada acción contrarrevolucionaria del gobierno, era respondida por contundentes  intervenciones de masas que tendían a romper el “orden” existente, a dotarse de  organismos de autodeterminación y democracia directa, y a reabrir su revolución. En Egipto, el imperialismo y la burguesía resolvieron este problema, con  un golpe palaciego a manos de la casta de oficiales del ejército mubarakista,  que derrocó del poder a Morsi y los Hermanos Musulmanes. El imperialismo usó a  su agente “democrático” para salvarse del fuego de la revolución y adormecer a  las masas, y luego envió a su agente militar para que masacre y persiga al  pueblo –incluido a los representantes de los Hermanos Musulmanes y sus  seguidores-. Ante el desgaste del gobierno expropiador de la revolución, el  imperialismo y la burguesía preparan un plan a la “egipcia”, para bañar en  sangre a la revolución tunecina |  | 
                  
                  En Túnez están preparando una tragedia contra la clase obrera y los  explotados. La burocracia de la UGTT (Unión General Tunecina del Trabajo) -a la  que muchos analistas políticos de la burguesía hace rato vienen reconociendo  como al “estado dentro del estado”- convocó a todas las fuerzas políticas (oficialistas  y opositoras) a confluir en una reunión de “Dialogo Nacional” para acordar una  salida ordenada del gobierno del Enhada que le garantice el poder a la  burguesía. 
Así fue que la burguesía, junto a la burocracia de la UGTT y las  corrientes reformistas (estalinistas, maoístas y ex trotskistas), realizaron su  reunión para negociar a espalda del pueblo. Pero el resultado del “Diálogo  Nacional” ha sido cero. Los reunidos no se pusieron acuerdo en quién sería la  figura presidencial, ni tampoco en cuál sería el nuevo gabinete de  “tecnócratas”. 
                  
                  Sin embargo las distintas pandillas burguesas han logrado un gran acuerdo. Pues,  mientras buscaron engañar a las masas con la posibilidad de un gobierno “laico  y democrático”, blindaron al régimen con la excusa de “enfrentar a los grupos  terroristas”. Ya en la frontera con Argelia hubo riñas con armas, donde  murieron soldados, policías y “terroristas”. Esto demuestra que estamos ante el  preludio de un inminente baño de sangre contra las masas, que perpetraran las  Fuerzas Represivas, tanto del ejército, como de la policía, al servicio de las  pandillas capitalistas e imperialistas “laicas”; como así también lo harán las  bandas salafistas y la “Liga de Protección de la Revolución” (LPR), que actúan  como guardia militar de la burguesía islámica, y que ya cuentan en su haber con  los asesinatos de varios dirigentes de los trabajadores y los explotados  tunecinos.
                   
                  Los gobiernos de “la primavera árabe” se han convertido en un infierno 
                      para los trabajadores y explotados
                  Por eso el actual gobierno de Marzouki ha prorrogado por ocho meses el  “estado de sitio” (que fue dictado por Ben Alí ante el clamor revolucionario de  diciembre de 2010), por lo cual están prohibidas todas las huelgas,  movilizaciones callejeras y ocupaciones de fábricas; pues de hacerlo, los  trabajadores y los jóvenes desocupados -que ya son cientos millones  desparramados por todo el país-, serían considerados “terroristas” y blanco de  acciones militares. 
                    Amparados en la Ley Marcial, la policía no se cansa de hacer redadas en  los barrios proletarios y populares. La mano de hierro comienza a levantar  cabeza. La policía busca vengar la derrota y paliza que propinó la heroica juventud  revolucionaria que movió a la nación desde sus cimientos y fue la chispa que  incendió al Magreb y Medio Oriente. Recientemente, en Túnez capital, un joven  murió al ser golpeado y torturado durante horas por los oficiales de la  policía. Hechos similares, más violaciones a mujeres, comienzan a ser una  postal corriente. 
                  Corrientes reformistas como la LIT, la UIT, el NPA, etc., se la han  pasado diciéndole a los explotados que los gobiernos de “transición” eran el  subproducto de la lucha revolucionaria de los pueblos; por el contrario, los  marxistas revolucionarios, siempre planteamos que estos gobiernos eran el  aborto y la expropiación del proceso revolucionario. La vida ya ha dado un  veredicto: los gobiernos de las “primaveras árabes” se han convertido en un  infierno para las masas, cuya situación de vida ya supera largamente lo insoportable.  Con estos gobiernos, no vino más “democracia”, sino más trampas y engaños  contra los trabajadores y explotados para someter a Túnez con triple cadenas al  dominio imperialistas.
                   
                  La burocracia colaboracionista de la UGTT, con su mesa de “diálogo nacional”… sostiene al gobierno del Enhada,  para que no sea derrocado por un nuevo embate revolucionario de las masas 
                  Sus voceros del ex PCOT (PT) y la Liga de Izquierda Obrera (NPA), son  parte de esta trampa
                  La burocracia de la UGTT se ha convertido en el verdadero sostén de la  burguesía. Los dirigentes traidores de la revolución, se la han pasado  conspirando contra el pueblo. Ellos actuaron y actúan como verdaderos ministros  sin carteras al servicio de las transnacionales y los piratas imperialistas.  Dispersan las fuerzas de la poderosa clase obrera en movilizaciones aisladas y  región por región. De esta forma le impiden a los explotados el poder realizar  acciones coordinadas y generalizadas, a la altura de las que derrocaron la  autocracia de Ben Alí. 
                  Pero nada de esto lo hubieran podido hacer sin las corrientes de  izquierda reformista, como el ex PCOT (actual Partido de Trabajadores) y sus  socios de la Liga de Izquierda Obrera de Túnez (NPA francés), que actualmente  son parte de la dirección de la UGTT. Estas corrientes, además de convivir con  la vieja burocracia sindical, vienen actuando como enemigas de que el proletariado conquiste su  independencia de clase, se gane a las clases medias peleando en las calles y elevándose  como caudillo de la nación oprimida, demuela al estado, barra con el gobierno y  expropie a la burguesía y a los piratas imperialistas. Han puesto de  rodillas toda perspectiva de autoorganización  y armamento de las masas, para impedir que se vuelvan a poner en pie los organismos de doble poder  de la revolución tunecina. 
                  Desde marzo a julio de este 2013, las masas hartas de tantas penurias,  con sus acciones revolucionarias tiraron a gobiernos locales puestos a dedos  por el Enhada, y ponían a su frente “Consejos obreros y populares”.
                    Pero lejos de impulsar, desarrollar y generalizar esta experiencia, que  ponía a la revolución tunecina nuevamente a la vanguardia de la lucha  antiimperialista en el Magreb y Medio Oriente; el ex PCOT y la Liga (NPA) con  su “Frente Popular” (una coalición de partidos de izquierda junto a partidos  burgueses progresistas pan-arabistas que ya lleva dos años de vida), formaron  un nuevo bloque con otras fuerzas llamado “Frente  de Salvación Nacional”, donde se unieron   al Nidaa Túnez –el partido legal de los ex RCD de Ben Alí-, para impedir  que la clase obrera y los explotados pronuncien su camino revolucionaria. 
                    Así, imitando al “movimiento Tamarod” de Baradei, los sindicatos y un  sector de la burguesía surgido en Egipto, estos raros “revolucionarios” y  “anticapitalistas”, siendo parte de la dirección de la UGTT, se presentaron  junto a la burguesía opositora al gobierno del Enhada como un “bloque laico y  democrático” en la reunión del “Diálogo Nacional”. 
                  De esta forma le tiraron agua al fuego de la revolución para sacar de  escena a las masas. La izquierda reformista mundial, guardia un atronador  silencio sobre esta traición. Es que todos tienen algo que esconder. Pues  fueron socios, como la UIT-CI y la LIT-CI, en declaraciones firmadas junto al  ex PCOT, cuando se proclamaban como la izquierda del Foro Social Mundial  realizado en Túnez. 
                    Todos los ex trotskistas hablaban de la poderosa central sindical, de  que la izquierda “dura” y “radical” había llegado a ocupar puestos dirigentes  en la misma. Pero una vez alcanzado este objetivo, no hablaron más del tema. Se  la pasaron hablando de que la clase obrera del Magreb y Medio Oriente debía  organizar sindicatos para luchar contra los capitalistas, pero cuando la  izquierda es parte de ellos como en la UGTT tunecina, ponen a los sindicatos  bajo el tutelaje del estado burgués y al servicio de sostener el poder de los  patrones capitalistas. La clase obrera mundial necesita saber lo que está  pasando en Túnez, para no ser engañadas en sus próximos combates por aquellas  corrientes que se la pasan hablando de “recuperar los sindicatos” y de poner a  su frente “nuevas direcciones combativas”… que luego terminan de rodillas y a  los faldones de la burguesía.
                   
                  El NPA siempre a los pies de la burguesía imperialista francesa
                  El ex PCOT y la Liga (NPA) en lo que va de la revolución tunecina han  mantenido siempre una política de conciliación de clases (frentepopulista). Ellos fueron los participes centrales en 2011 en  la imposición de todas las trampas “democráticas” montadas por el imperialismo  y la burguesía para domesticar la indomable voluntad revolucionaria del  movimiento obrero y el pueblo tunecino. Fueron los que encabezaron la campaña  electoral para meter a la numerosa ala izquierda de la clase obrera en el  fraude de la “Asamblea Nacional” con la cual impusieron el desvío parlamentario  a la revolución y fortalecieron el surgimiento del gobierno del Enhada: el  expropiador de la lucha del pueblo por su liberación. 
                  Ahora, el NPA, con su andar parisino y aristocrático, debía dar una  nueva nota. Y así lo hizo. Durante la negociación del “Diálogo Nacional”, la  Liga (NPA) puso el grito en el cielo porque sus amigos de turno iban a “negociar con un gobierno asesino” como  lo es el del Enhada. Pero esta gente, tan fina en sus modales “laicos” y “democráticos”,  se ha “olvidado” que ellos formaban un frente con la fracción burguesa del  depuesto Ben Alí hoy reagrupada bajo el nombre de Nidaa Túnez. Cuyos  integrantes durante más de dos décadas se la pasaron asesinando al pueblo  tunecino y entregando la nación al imperialismo.
                    
                    Digamos la verdad, el NPA se oponía a la fórmula de gobierno de “Unidad  Nacional”, porque su política frentepolulista no acepta a la burguesía islámica  que tiene negocios con el imperialismo. No. Jamás podría permitir esto el NPA,  porque su dirección siempre es fiel a defender los intereses de Francia y su  burguesía imperialista. 
                    Por eso jamás –y esto necesitan saberlo muy bien los obreros y jóvenes  que luchan en las calles, fábricas y minas de Túnez-, la dirección del NPA  llamó a la clase obrera francesa a sublevarse en apoyo de sus hermanos de clase  en Túnez. Por eso jamás llamaron a expropiar a todas las fábricas, petroleras,  bancos, tierras y propiedades en dominio de capitales franceses. Ni en Túnez,  ni en Francia. Cuestión que constituye una verdadera traición y puñalada por la  espalda a los trabajadores y explotados tunecinos, cuya revolución triunfará y  se definirá en las calles de París y de las metrópolis de la Europa  imperialista. 
                  Estas traiciones no serán impunes. Ya centenares de jóvenes y obreros de  vanguardia comienzan a romper con esta corriente en Túnez, buscando un camino y  un programa para la revolución. La clase obrera tunecina aun no tiene a su  frente la dirección que se merece y necesita para triunfar. Pero ya hay, en el  terreno de combate, una fracción de la vanguardia combativa se está poniendo en  pie al grito de que deben gobernar los trabajadores y las masas con sus propios  consejos de lucha contra la burguesía y los parásitos capitalistas. Allí se  están poniendo en pie, contra tanta tierra en los ojos tiradas por los  reformistas, las fuerzas que van a llevar a la revolución proletaria a la  victoria. ¡Fuera las corrientes  socialimperialistas de nuestras organizaciones de lucha! ¡Los obreros tunecinos  necesitamos de una dirección revolucionaria a nuestro frente, que no es otra  que la IV Internacional refundada!
                   
                  ¡Abajo el “Dialogo Nacional”!
                      ¡Ni  gobierno islamista del Enhada, ni gobierno de la burguesía laica, 
                      todos  continuadores de Ben Alí y su régimen asesino y pro imperialista! 
                  El trotskismo en los años ´30 del siglo XX, afirmaba que en “La guerra civil en el campo republicano,  correrá el riesgo de conducir al bonapartismo, que por su naturaleza se  diferencia bastante poco de la dictadura del general Franco. He aquí por qué la  política del Frente Popular es un camino indirecto que conduce al propio  fascismo”. (León Trotsky, “La guerra  civil española”). Es por eso que nada bueno vendrá para el pueblo de toda  esta negociación en el “Dialogo Nacional”. Quieren engañarnos para que  rebajemos nuestra lucha y nos quedemos en nuestras casas esperando que los  sabios políticos resuelvan nuestros problemas, cuando son los mismos patrones  negreros y explotadores que vienen haciendo negocios desde la dictadura de Ben  Alí hasta nuestros días a costa del hambre, el martirio y el sufrimiento del  pueblo. Quien chape la manija, sea del bando que sea, lo hará para aplastar a  la clase obrera y a su revolución.
                   
                  ¡Que la UGTT y todas  las organizaciones obreras rompan con la burguesía!
                  ¡Abajo la  burocracia colaboracionista! ¡Congreso Obrero Nacional de Base de la UGTT y las  organizaciones de las masas en lucha! ¡Hay que conquistar la Huelga General  Revolucionaria!
                  ¡Fuera el Enhada y basta de  “diálogo nacional” postrando a la clase obrera ante la burguesía!
                  ¡Por un gobierno provisional revolucionario de la UGTT, 
                      las organizaciones obreras y las masas en lucha autoorganizadas  y armadas!
                   
                  Las organizaciones de lucha de las masas y de los trabajadores, deben  desconocer todo acuerdo y pacto hecho entre las distintas pandillas  capitalistas y las direcciones colaboracionistas y conciliadoras. Para ello,  como primera medida, hay que imponer la ruptura de la UGTT con la burguesía. 
                  Ya mismo hay que convocar a un  Congreso Obrero Nacional de base, para echar a la burocracia colaboracionista. Este es el camino para que vuelvan a surgir  los organismos de autodeterminación, armamento y democracia directa de los  trabajadores y explotados en lucha. Hay  que volver a conquistar la unidad de los explotados que conseguimos luchando y  en las calles, para imponer la Huelga General Revolucionaria. 
                  El pan y el trabajo digno por el que luchamos derrocando a Ben Ali aún no  lo hemos conseguido. La revolución de obreros y campesinos no ha triunfado, merece  vencer. Son ellos, los banqueros, los capitalistas, las transnacionales los que  siguen robando las riquezas de Túnez y el trabajo y el salario digno a los trabajadores. 
                      Para poder comer: hay que expropiar a los expropiadores del pueblo. Hay  que terminar ya con la desocupación y la carestía de la vida agobiantes. Un  sistema que no le puede dar siquiera de comer a sus esclavos, merece morir.
                      Todas las manos libres a producir con un salario digno. Expropiación sin  pago de las transnacionales y los banqueros bajo control de la UGTT y los  consejos obreros locales. 
                      Hay que poner en pie los comités de desocupados, comités de  abastecimiento y unir a todas las masas en lucha. 
                  Los únicos que tienen toda la  autoridad y legitimidad para gobernar somos los de abajo: los obreros, los  campesinos, los jóvenes desocupados y nuestro pueblo que durante más de dos años luchó por la  revolución. Pues somos los únicos que podemos expropiar a la burguesía, darle  la tierra al campesino, romper con el  imperialismo y conquistar la independencia nacional. Así conseguiremos nuestro  pan, nuestro trabajo y nuestra dignidad, demandas motoras de nuestra  revolución que ninguno de estos gobernantes (los que se van como el Enhada y  los que vienen ¡que ya estuvieron! con sus gobiernos de transición como el  delincuente y asesino de Essebsi), expropiadores de nuestra revolución, se  encargaron de satisfacer. Esto es lo que la burocracia de la UGTT y sus voceros  del PCOT y de la Liga quieren que olvidemos. 
                  ¡Hay que imponer la ruptura de las organizaciones obreras y de las masas  con la burguesía, para reabrir la revolución y luchar por que los trabajadores  y explotados tomen el poder! ¡Por  comités de fábrica, de desocupados y comités de soldados rasos para unir a  todos los explotados contra el gobierno y los asesinos del pueblo! ¡Hay que  poner en pie las Milicias obreras y populares para aplastar a las bandas  salafistas, de la LPR y a la casta de oficiales de la policía y del ejército!
                  ¡Abajo la Asamblea fraudulenta, de los  piratas imperialistas y los continuadores del régimen de Ben Alí! ¡Abajo el  gobierno del Enhada! ¡Abajo el “diálogo nacional”!
                    Para conseguir el pan, el trabajo y la libertad nacional: la clase  obrera debe expropiar a los expropiadores y tomar el poder en sus manos: ¡Por un gobierno provisional revolucionario  de la UGTT, las organizaciones obreras y de las masas en lucha, basado en los  organismos de autodeterminación, democracia directa y armamento de los  explotados!
                   
                  Desde Siria, Libia y Egipto… desde Túnez a Palestina…
                      ¡Una sola y única revolución en todo el Norte de África y Medio Oriente!
                  La heroicidad de la clase obrera y el pueblo de Túnez se merecen la  victoria. Pero esta podrá alcanzarse ya no en las fronteras nacionales, sino  como única revolución en toda la región. El imperialismo ha venido lanzando su  ofensiva contrarrevolucionaria. En Siria busca asentar su genocidio contra las  masas revolucionarias. En Egipto mantiene su golpe militar con las balas del  ejército dirigido por El Pentágono. En Libia quieren desarmar a las milicias,  para que los obreros queden debilitados e indefensos para la matanza que  prepara el imperialismo y la burguesía contra quienes osaron demolerle al  estado burgués y atentar contra los intereses y la propiedad probada de los  capitalistas. En Palestina, con la farsa de dos estados de la ONU el sionismo  mantiene a la vanguardia en sus mazmorras y todos los días con sus tanques y  ejército mata a decenas de jóvenes y niños.
                  La clase obrera tunecina necesita de las fuerzas de sus hermanos de toda  la región. Se trata de frenar el genocidio de Al Assad en Siria; de aplastar a la  casta de oficiales asesina de Egipto; de tirar abajo al CNL en Libia; y de  destruir al estado sionista-fascista de Israel y todos los agentes de Obama y  el imperialismo que masacran a nuestros pueblos y se roban nuestras riquezas. 
                  Pero en esta tarea debemos estar acompañados. La clase obrera europea  debe ponerse de pie, volviendo a ganar las calles. Comenzando por la de Francia  que debe llamar a la derrota militar de las tropas francesas que ocupan Mali.  La clase obrera europea necesita entrar en combate contra los mismos enemigos  que hoy pelean y resisten los obreros del Magreb y Medio Oriente; de lo  contrario, como ya lo anuncia Grecia, el fascismo y la reacción seguirán levantando  cabeza y llevaran la situación a una verdadera tragedia para la clase obrera.  Sin revolución no hay solución. Son ellos o nosotros. Para que la clase obrera  el imperialismo debe morir.
                  ¡EN EL MAGREB Y MEDIO ORIENTE  UNA SOLA REVOLUCIÓN! ¡MUERA EL PERRO AL ASSAD! ¡FUERA LOS PERROS KHADAFISTAS  DEL CNL! ¡DESTRUCCIÓN DEL ESTADO SIONISTA FASCISTA DE ISRAEL! ¡QUE LAS TROPAS  IMPERIALISTAS SE HUNDAN EN EL DESIERTO!
                  ¡POR LOS ESTADOS UNIDOS  SOCIALISTAS DEL MAGREB Y MEDIO ORIENTE!
                  Colectivo por la IV Internacional