Túnez - 11 de enero de 2018
La chispa que encendió el Magreb y Medio oriente, se pone de pie y dice presente
Las masas tunecinas vuelven al combate con acciones revolucionarias
contra los planes del FMI y el gobierno cipayo
Miles de tunecinos salieron a la calle a protestar contra la carestía de la vida, la inflación, la desocupación (que en la juventud alcanza el 40%), el hambre y contra el plan de austeridad que el gobierno dictó a fin de diciembre a cuenta del FMI (que reclama un aumento del IVA y recortes en el presupuesto por un crédito otorgado en 2016), que elevó por las nubes los precios de los alimentos.
Desde el lunes 8 comenzaron las protestas y los enfrentamientos con la policía que salió a reprimirlas, causando decenas de heridos y más de 200 arrestos.
Pero más reprimían las fuerzas de seguridad y más los explotados profundizaban su combate con cortes de ruta, quema de neumáticos, choques violentos con la policía y ataques contra las comisarías (como en la ciudad de Yelma).
El odio de las masas aumentó cuando apareció la noticia de que en Teburba (a 40 km de la capital) un manifestante de 55 años, tras ser golpeado y atropellado por un camión del cuerpo de seguridad, murió asesinado por los violentos uniformados. El Túnez que fue la chispa que encendió la pradera del Magreb y Medio Oriente, renacía una vez más. La juventud acaudillando a los explotados, como en aquellas jornadas de hace 7 años y en los combates revolucionarios que le sucedieron durante años, decía presente unas vez más.
Las protestas se expandieron por todo el país. Desde importantes barrios de la capital como Ettadhamen y Al-Ouardia, y desde las grandes ciudades del interior como Kasserine, Sidi Bouzid (localidad donde nació la revolución de 2010 cuando se inmoló el joven Mohammed Bouazizi), Gafsa, Gabes, Nabeul, etc., el pueblo pobre se sublevaba volviendo a la lucha revolucionaria por el pan, el trabajo, la dignidad y la independencia nacional, que los distintos gobiernos que pasaron, la burocracia de la UGTT y el Foro Social Mundial con sus voceros “radicales” hoy devenidos en una “Nueva Izquierda”, le expropiaron profundizando la miseria y las cadenas que ataron al Túnez de los explotados al yugo imperialista.
Mientras los desposeídos exigen la caída del plan económico y del régimen de los “benalistas” del Nida Túnez (viejos partidarios del ex RCD, el partido del derrocado Ben Alí) y los islamistas “moderados” del Enahda, los burócratas de la UGTT, esos verdaderos ministros sin cartera del gobierno sirviente del FMI, aconsejaban al gobierno que “aumente el salario mínimo y las ayudas familiares para que se apacigüen las aguas”. ¡Traidores! Así estos bomberos pagos por los capitalistas y verdaderos sostenedores del poder de la burguesía -que años atrás fueran la niña mimada del FSM y de toda la izquierda reformista que se rendía a sus pies- querían apagar el fuego de las masas generado por años de engaños, promesas incumplidas, martirio y opresión.
Por su parte el embustero Hama Hammami, dirigente del Frente Popular (integrado por el PCOT, la Liga de la Izquierda Obrera y sectores de la burguesía panarabistas que posan de “progresistas”) sale ahora a denunciar las medidas de ajuste, cuando apoyaron la asamblea constituyente fraudulenta, conformaron el Frente de Salvación Nacional, que llevó al poder al Nida Túnez y sostuvo durante años cuanto engaño democrático hubo que alejó a las masas del pan y la revolución.
Pero los combates de las masas ya están acá. La clase obrera, con su juventud como vanguardia, volvió a pesar en la vida política nacional, con acciones de masas que se han convertido en un nuevo estallido revolucionario que sacudió al país y está haciendo temblar al poder de la burguesía.
Pues la “democracia” que surgió en Túnez, como aborto de los enormes combates que los explotados de Túnez protagonizaron en las calles, no le dio nada a la clase obrera y a los sectores más empobrecidos. Sólo trajo más desocupación, alza de precios, carestía de la vida e inflación, mientras que el suelo que pisan está lleno de riquezas (como el petróleo).
En el 2011/2012 las direcciones burocráticas, reformistas, renegados del trotskismo, anti capitalistas de todo el mundo, etc., engañaron a las masas que se sublevaban en todo el Magreb y Medio Oriente. Le hicieron creer que su levantamiento era para poner en pie una “democracia” contra la dictadura que sufrían en esos países. Que la lucha era por “imponer una democracia burguesa y que votando, la clase obrera iba a conseguir mejoras en su condición de vida”. ¡Canallas, la clase obrera que vuelve al combate revolucionario, porque no tolera más vivir en las mismas condiciones que vivían bajo el gobierno del dictador de Ben Ali, se ha puesto de pie contra vuestras pérfidas recetas enfermeras del capitalismo!
La lucha que hoy emprenden las masas y el pueblo tunecino enfrenta este tipo de traiciones con las que desviaron y expropiaron algunas de las revoluciones del mundo árabe, mientras otras fueron masacradas como en Siria y Yemen. Ahora no hay que detener este combate, y mucho menos cuando las masas iraníes entran en maniobras de revolución contra la teocracia de los Ayatallohas, se combate en Palestina, la resistencia siria no se rinde y el pueblo de Yemen sigue de pie.
Ahora debemos unir a la clase obrera (ocupada y desocupada) y a todas las masas en lucha. El pan y el trabajo digno por el que luchamos derrocando a Ben Ali… 7 años después continúan sin estar en nuestra mesa y hogares. La revolución de obreros y campesinos que iniciamos en el 2010 merece vencer. Los banqueros, los capitalistas, las transnacionales son los que siguen robando las riquezas de Túnez y nuestro trabajo.
Debemos derrotar a la podrida burocracia de la UGTT y recuperar los sindicatos y las organizaciones de lucha de las masas, expulsando de ellas a los colaboracionistas, para ponerlas como puntos de apoyo para el surgimiento de los Consejos Obreros y Populares, y conquistar así la independencia de clase. Hay que dotar a la lucha revolucionaria de las masas de sus propios organismos de poder. ¡Los piquetes y barricadas no se disuelven! ¡Tienen que volver a surgir los “Consejos Obreros y Populares revolucionarios”! ¡Hay que poner en pie las milicias obreras y los comités de soldados rasos para aplastar a la policía y a la casta de oficiales del ejército! ¡Abajo el gobierno de Essebsi y Chahed, sirvientes de los piratas imperialistas! ¡Hay que conquistar el poder de los explotados que es el único que podrá traer pan, trabajo, vivienda digna… expropiando a los expropiadores del pueblo, recuperando la tierra e imponiendo la ruptura con el FMI y los saqueadores imperialistas!
Corresponsal para “La Verdad de los Oprimidos”