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                        La burguesía sunita del “El Estado Islámico de Irak y el  Sham”  de Irak, ingresa a Siria por el  norte y el este del país, para disputar a los tiros los territorios y 
                  negocios de las “zonas liberadas”   | 
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 La  invasión de  “El Estado Islámico”Un  nuevo golpe contrarrevolucionario
 contra  las mil veces martirizadas masas de la revolución siria
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 - La  intervención militar de “El Estado Islámico de Irak y el Sham” en las “Zonas  Liberadas” fortalece a todas las fracciones burguesas de cara a las masasver más
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                En las “zonas liberadas” del  norte de Siria, aquellas ciudades y territorios donde las tropas del asesino Al  Assad fueron expulsadas por las masas, una invasión del grupo “El Estado  Islámico de Irak y el Sham” está provocando un baño de sangre. 
                Este grupo dirigido por la  burguesía del triángulo sunita de Irak, ha lanzado una ofensiva en el norte y  el este de Siria para ocupar territorio, y así postularse para disputar una  tajada de los negocios en la cumbre de Ginebra II. Esta burguesía sunita, la  misma que manejaba la renta del petróleo con Sadam Hussein –despojada del oro  negro luego de la invasión yanqui-, busca ahora quedarse con el petróleo sirio  para saciar su sed de ganancias. Para ello esta dispuesta, incluso de ser  necesario, a partir Siria y conquistar un mercado común del norte y este de  Siria junto al triángulo sunita de Irak. 
                Todo comenzó cuando hace unos  días en las "zonas liberadas" en el norte y este de Siria, se inició  un enfrentamiento a gran escala entre los grupos armados de  (Daa'ash por su fonética en Árabe) y el  Ejército Siria Libre (ESL). 
                  Anteriormente ya habíase  cometidos roces entre la fracción islámica que compone el ESL (“Frente  Islámico”, Aharar al-Sham) y “El Estado Islámico…” en la ciudad de Haleb. Pero  ayer pudimos sentir en carne propia como se desataba un duro enfrentamiento en toda  el área de esa ciudad, y también en los alrededores que tampoco son controlados  por el régimen de Al Assad. Lo mismo sucedió en Idliby y en Raqa. Los  enfrentamientos duraron todo el día, hasta entrada la noche. Durante la  madrugada uno debía moverse con cuidado por la región. La bala certera que  acabase con la vida podría llegar de cualquier lado, de cualquier dirección. La  adrenalina aumentaba al extremo todos los sentidos de la supervivencia humana.
                “El Estado Islámico…” demostraba  que venía a quedarse con todo. No le importaba en nada que estaba masacrando a  masas que enfrentaban al perro Bashar (del cual ellos también se habían  declarados enemigos). Era desconcertante observar como gente a la que veías  pelear contra la dictadura, que ahora atacaba a quienes han compartido una  misma trinchera. Este no era un detalle menor. La burguesía sunita era  consciente de que su accionar contrarrevolucionario debilitaba la resistencia  contra el enemigo Al Assad. 
                “El Estado Islámico…” retiró  todas sus tropas del frente contra el ejército del régimen de Bashar, para  fortalecer su ofensiva en las “zonas liberadas”. El “Estado Islámico” invadió  varias de las posiciones del ESL, asediándolas con misiles, morteros y otros  explosivos. Hasta que en su ofensiva voraz encontraba el momento para  asaltarlas con tropa y tomarlas.  
                ¿Qué hacían los damnificados? Las  brigadas atacadas solo atinaban a defenderse. No querían ir a una guerra entre  distintos grupos en las “zonas liberadas” porque saben que esto era debilitar  la lucha contra Al Assad. 
                La dirección del ESL está  llamando a una defensa de sus posiciones en toda la línea, usando todo el  arsenal militar pesado que tienen en contra de “El Estado Islámico…”. La  dirección burguesa del ESL también quiere defender sus negocios y ser ella la  que administre los “territorios liberados”. Como toda burguesía, pelea por el  botín. 
                El ESL ha apelado a la población  preguntándole: "¿Con quién estás,  con ellos que invaden y hacen que nos matemos  entre nosotros, o con nosotros?". Y agregaban: "Si estas en contra de  que nos enfrentemos, entonces defendednos, porque ellos vienen por todos. ¿Y si  eres atacado, que vas a hacer?".
                Sin embargo, poca respuesta de  apoyo han conseguido. Es que LA MAYORIA DE LA POBLACIÓN DE LAS “ZONAS  LIBERADAS” ESTA EN CONTRA DE ENFRENTAMIENTOS ENTRE LAS DISTINTAS FUERZAS QUE  DICEN COMBATIR AL REGIMEN. La misma base del ESL tiene ésta opinión. Lo que siente  la mayoría de los obreros y campesinos pobres se puede resumir así: "Si nos atacan, nos defendemos. Pero no  vamos a socorrer a grupos atacados por “El Estado Islámico…” ni vamos a tomar  parte en ningún enfrentamiento. Solo salvaremos nuestras vidas si somos  atacados. Pero Tampoco vamos a abandonar nuestras posiciones sólo porque “El Estado Islámico…” lo quiere". 
                Este es el sentir de todos los  que viven en las “zonas liberadas”, de la base misma del ESL y de todas las  brigadas satélites de éste; y también de aquellas brigadas que oscilan entre el  ESL y “El Estado Islámico…”.  
                  La dirección oficial de Jabhat  al-Nusra mantiene una posición “neutral”.
                “El Estado Islámico…” es  identificado como el agresor y el que está generando los enfrentamientos entre  las fuerzas mismas que dicen enfrentar a Bashar. Las direcciones de otros  grupos no pueden llamar a apoyar a uno de los bandos, porque serían repudiados  por su base y caerían inmediatamente. 
                Esta acción contrarrevolucionaria  comandada por la burguesía sunita, ha transformado a estos enfrentamientos en  una guerra dentro de otra guerra. Guerras que siempre pagan las masas que son  las que ponen los muertos en los enfrentamientos militares. 
                  La poca electricidad que había se  ha interrumpido, las comunicaciones también, los caminos se han cortado, los  puestos de control se han multiplicado, francotiradores montan guardias por  todos lados, las zonas aseguradas por estas brigadas se han convertido en  fortalezas (como la ciudad de Dana para “El Estado Islámico…”).
                Las fracciones burguesas, tanto  la sunita, como la que está detrás del ESL, están aprovechando esta contienda  para dirimir quien llega mejor posicionado para la cumbre de Ginebra II, donde  se discutirán los negocios que dejará la Siria ensangrentada una vez que la  revolución termine de ser aplastada. ¿Y Al Assad? Lo de siempre, mientras la  resistencia es llevada a una carnicería al interior de sus filas, el perro  Bashar continúa bombardeando, atacando las “zonas liberadas” y a todas las  masas de la nación.
                “El Estado Islámico…” de la  burguesía sunita de Irak con su ofensiva está haciendo “el trabajo sucio” de  aplastar a las masas en las “zonas liberadas”. Ahora anuncian que entregaran  sus armas al “neutral” Jabhat al-Nusra, es decir a otra facción de la misma  burguesía sunita. De esta forma, masacran por un lado, mientras por el otro  quedan con cierta legitimidad ante las masas (en el caso de al-Nusra). Cuestión  que utilizaran para golpear en las negociaciones de Ginebra II. 
                Nada de esto fue hecho al azar.  Ni es una pretensión de una fracción burguesa delirante. Cada uno de los  sirvientes de Wall Street, algunos más adeptos, otros más díscolos, cumplen una  gran tarea que los unifica a la hora de enfrentar a las masas revolucionarias:  defender su propiedad privada, sus bancos, sus tierras, y la expropiación del  trabajo ajeno, que los hace vivir como reyes y a los trabajadores como  verdaderos esclavos.
                  Estamos en presencia de ataques  contrarrevolucionarios que tienen como objetivo frenar y ahogar en sangre la revolución  del Magreb Árabe y Medio Oriente contra los regímenes capitalistas, opresores y  asesinos de sus propios pueblos. 
                En estas guerras de clase, nuevos  y decisivos enfrentamientos y acontecimientos se aproximan. Recientemente, las  masas de Fallujah en Irak han entrado en maniobras de revolución. Esto sin  lugar a dudas le pondrá un límite al accionar de la burguesía sunita, que  encontró en su retaguardia el aliento de la revolución jadeando sobre su  espalda. La última palabra no se ha dicho, y por lo tanto no se ha escrito…
                Pamela Parson y Juan Gonzalez
corresponsales en el Magreb y Medio Oriente