La izquierda reformista del Foro Social Mundial, a los pies del plan imperialista de los “dos estados” y los acuerdos de Oslo

Distintas corrientes de los renegados del trotskismo comienzan a pronunciarse frente a los resultados de los combates de Gaza y los acuerdos de Egipto. Todas ellas proclaman que dicho acuerdo es un triunfo, y que al sionismo fue derrotado política y militarmente.
Callan sobre el pérfido rol de la Autoridad Palestina, que tiene un bloque político ya común con Hamas, antes del bombardeo a Gaza, durante y después ahora en los acuerdos de Egipto.
Estos acuerdos se basan en que no intervienen el conjunto de las masas palestinas en un choque contra el estado de ocupación, que se inicia una negociación sobre las fronteras del ’67 (que reconocen al estado sionista) y se levanta progresivamente el embargo a Gaza. ¿Sobre los 7000 presos políticos palestinos? Silencio. Eso pasará a una negociación muy dura durante años.
Ese es el plan de las fuerzas stalinistas, sostenido por la pseudo izquierda palestina (FDLP, FPLP, etc.). También por la “izquierda sionista”, es decir, el Partido Comunista, que es uno de los fundadores del estado sionista de ocupación de la nación palestina en el año 1948.
De una u otra forma, los renegados del trotskismo, colgados siempre a los faldones del stalinismo y de la burguesía. En este caso, mucho más lejos, están colgados a los faldones del sionismo, una verdadera fuerza de ocupación fascista de los pueblos y naciones de Medio Oriente.

Ubicados desde aquí, sostienen un plan de negociaciones que sólo preparan derrotas estratégicas para las masas. Nadie puede ocultar que las fuerzas políticas burguesas y stalinistas de Palestina se someten a los mandatos y resoluciones de la ONU, que fundó el estado de Israel con Churchill, Roosevelt y Stalin a la salida de la segunda guerra mundial.
Bajo esta dirección burguesa de la guerra nacional de las masas palestinas, todo triunfo táctico –como ya lo demuestra mil y una experiencias- sólo preparan derrotas estratégicas si las masas palestinas autoorganizadas no toman de forma directa el control y la dirección política y militar del enfrentamiento contra el estado de ocupación.

Es que, son los partidos socialimperialistas de la “nueva izquierda europea” que sostuvieron siempre la política de los “dos estados” y el reconocimiento de Israel. Esta posición la sostiene, por ejemplo, el NPA de Francia, que con sus eurodiputados viajaron a Palestina en los ‘90 a decirle a las masas palestinas que acepten los acuerdos de Oslo, como lo hacen hoy ya abiertamente.
Camuflados tras ONGs de la ONU y de los países imperialistas, los partidos socialimperialistas (como el NPA de Francia o el SWP de Inglaterra) junto al stalinismo proclaman –como colaterales de la OLP- que “hay que hacer una intifada pacífica”. Proclaman que “al sionismo se lo presiona con democracia para que la ONU vote a favor de la nación palestina”. Son cantos de sirena, mentiras y engaños.

Algunas corrientes que posan de izquierda sostienen de forma camuflada y reconocen al estado sionista de Israel. Es el caso de corrientes como el PO de Argentina o la RCIT, que tienen partidos que se dicen revolucionarios en el estado de ocupación sionista. Es decir, lo reconocen con sus partidos. Se presentarían a las elecciones en el parlamento fascista del estado de ocupación, e intervienen en sindicatos fascistas como la Histadrut, organizados para masacrar a obreros palestinos.
Esto es inadmisible para todo luchador de la causa palestina. Los únicos partidos socialistas revolucionarios que pueden reconocer auténticos trotskistas internacionalistas en la nación palestina son partidos obreros revolucionarios palestinos, inclusive si hay judíos dentro de ellos. Es que todo revolucionario judío que se precie de querer serlo debe pasarse con su arma a las milicias palestinas y ser parte activa de la organización de los sindicatos palestinos para, desde allí, luchar por la destrucción del estado sionista. Todo lo demás es una vil patraña.

Otras corrientes, como el PTS de Argentina, ahora se intentan camuflar mucho más. Pero al diablo se le ve la cola. El PTS siempre reconoció una “nación israelí” o “nación judía” que le debería dar “derecho a la autodeterminación al pueblo palestino”. Le reconocen al estado de ocupación que le dé la autodeterminación a la nación que ocupó. Una vergüenza y una política antipalestina, puesto que las masas palestinas quieren la independencia y recuperar su nación, y ello se consigue con la expulsión del invasor. No hay nada que preguntarle a la nación palestina sobre si quiere o no tener su propio estado.
Hoy, el PTS intenta meter camuflada la misma política, pero no lo logran, ya que siguen planteando que habría que respetar “los derechos nacionales de árabes y judíos”, reconociendo nuevamente una “nación judía” que tendría “derechos nacionales” en tierras palestinas.
En su declaración del 29 de agosto de 2014, el PTS afirma que “quien aparece como principal derrotado es Netanyahu, cuestionado por la extrema derecha”. Para ellos parecería haber una enorme crisis política en el estado de ocupación, porque, según afirman, “la popularidad de Netanyahu (…) se desplomó con el acuerdo.” y se habría fortalecido la extrema derecha. Esto es una insensatez.
Lo que es obvio es que las “diferencias” que hay entre Netanyahu, la “extrema derecha israelí”, el movimiento “paz y ahora” y el stalinismo sionista que clama “por la paz” (y que el PTS aplaude) es, en realidad, una discusión alrededor de cómo mejor ocupar la nación palestina.
Unos, como Netanyahu, con la amenaza militar de la invasión y el bombardeo, busca en la mesa de negociación de Egipto, sacar el aval explícito de Hamas de reconocimiento del estado de Israel vía un acuerdo con la OLP y la ONU. Esto, más allá, del “38% de popularidad de Netanyahu”, sería un triunfo estratégico del sionismo. Mientras tanto, la “extrema derecha”, junto con Netanyahu, mandó la ocupación de nuevas tierras con colonos fascistas armados hasta los dientes. Netanyahu es el jefe de la extrema derecha. Pero para el PTS, ese fascista genocida confeso no lo es.
Mientras, la “izquierda judía”, amiga del PTS, se moviliza “a favor de la paz” (es decir, la política de la dirección de Al Fatah) para que Hamas reconozca al estado sionista con las fronteras del ‘67. Ese es el rol pérfido del Partido Comunista palestino y sus colaterales como el FPLP y FDLP, y el PC sionista, a los que el PTS, como un ala más del stalinismo, sostiene por izquierda.
El PTS ya hace lo mismo sosteniendo abiertamente al stalinismo chileno, recibiendo premios en La Habana de la nueva burguesía castrista, y por ello es normal que tenga una política prostalinista de entrega de la lucha nacional del pueblo palestino.

Cuando comenzaban las revoluciones en el Magreb y Medio Oriente en el 2011 corrientes como la LIT planteaban que existían “primaveras de los pueblos”, de masas que supuestamente buscaban “democracia”, mientras eran alentadas por un ala de la burguesía “democrática”. Por ello llegó a plantear que para que triunfe la revolución siria el imperialismo norteamericano tenía que otorgarle armamento a las masas sirias (en realidad al Ejército Sirio Libre) contra Bashar.
Apoyó abiertamente al ESL, que hoy fue retirado por Turquía de todo el norte de Siria y, más allá de algunos choques, le dejó el territorio liberado al ISIS, o bien, sus generales burgueses se integraron al mismo.
Las “revoluciones democráticas” que la LIT no se cansaba de proclamar, contaban, según ellos, “con el apoyo militar del imperialismo y la burguesía democrática”. A ellos les suplicaban por armamento. Una vergüenza.
Como ya vimos en Siria, el imperialismo mandó a la guardia republicana iraní y Hezbollah a masacrar a las masas insurrectas, y al sionismo a aplastar a las masas en Gaza.
Para la LIT la cuestión Palestina está separada y no es parte de una misma lucha y una misma revolución para derrotar al perro Bashar, a Hezbollah y la dictadura militar de Al-Sisi, entre otros.

La burguesía del Magreb y Medio Oriente quiere ocultar –y la izquierda reformista le tira tierra en los ojos a la clase obrera mundial- que hay más de seis millones de palestinos refugiados en Jordania, Líbano y Siria expulsados de sus tierras, como hay 10 millones de parias sirios huyendo de la masacre de Al-Assad, viviendo en carpas en el desierto.
Allí están las fuerzas de millones de explotados que quieren recuperar sus casas, sus viviendas, su nación, contra las tropas de ocupación del sionismo en Palestina y contra las tropas de ocupación contrarrevolucionarias a cuenta del imperialismo del perro Bashar en Siria.

Toda la izquierda mundial adoraba el combate de las masas de Egipto, pero de palabra. Porque ahora, luego de asentada la dictadura militar contrarrevolucionaria, todos silencian el pérfido rol de los pactos que se están cocinando bajo el arbitrio de esa dictadura contra las masas palestinas.

Todo el reformismo mundial quiere callar que las “primaveras de los pueblos” y las pseudodemocracias no fueron más que un desvío y una expropiación de las revoluciones por el pan y contra el imperialismo y sus regímenes que comenzaron en el 2011. Un rodeo para llegar a nuevas dictaduras militares, nuevos golpes contrarrevolucionarios, como vemos hoy en toda la región.

Lo más lamentable es el programa de los que se dicen “defensores de la nación palestina”. El “Boicot, Desinversión y Sanciones” al estado sionista es un chiste de pésimo o mal gusto. Es querer poner a la clase obrera mundial de rodillas.
Obama y el imperialismo norteamericano sostienen con seis mil millones de dólares al año al estado de Israel y su ejército asesino. Sin paralizar la máquina de guerra yanqui, sin derrotar a Wall Street, que tiene al sionismo entre sus socios, ese Boicot y esas Sanciones no son más que una burla y un engaño.
Viniendo de la LIT, esto no es de extrañar. Ayer le pedía armas a norteamerica contra Al Assad y hoy le pide a Wall Street y al imperialismo que sancione y boicotee la producción de Israel. Un chiste de mal gusto.

El PTS, el PO, el NPA, el SWP, la LIT y demás renegados del trotskismo, sólo sostienen la políticade los partidos stalinistas oficiales tanto palestinos como los del estado de ocupación. Son todos parte del Foro Social Mundial, esa verdadera izquierda de Obama encargada de estrangular todos los procesos revolucionarios en el planeta.
Todas las direcciones de la clase obrera mundial han jugado la suerte de las masas de Gaza y palestinas a la burguesía palestina y sus negociaciones en Egipto con Obama, la ONU y el sionismo, en donde se busca imponer a espaldas de las masas el plan del imperialismo de los “dos estados”.