Una revolución traicionada y que intenta ser dejada en el olvido por las direcciones traidoras del Foro Social Mundial, cómplice del asesino Al Assad

EL IMPERIALISMO HA PUESTO EN PIE UN PLAN DE LIBANIZACIÓN PARA TERMINAR DE ESTRANGULAR LA REVOLUCION

¡Basta! ¡Paremos el genocidio de las masas sirias!

Con el Foro Social Mundial difamando y cercando a las masas sirias para separarlas de sus hermanos de Palestina, Libia, Túnez, Egipto, Yemen... Con la burguesía chiita sosteniendo a Al Assad...
Con el ESL y el Frente Al-Nusra desarmando a las masas...

ver también:

Última Corresponsalía del 13 de Agosto
Las pandillas burguesas, agentes del imperialismo, siguen descuartizando Libia

En Palestina, de la mano de Fatah, el sionismo avanza sobre las masas

Sobre la imposición de la “Ley de Dios” las burguesías radicales islámicas aterrorizan a las masas para mantener su control y cuidar sus negocios

Sobre la base de la desintegración de la nación, las pandillas rapaces de la burguesía, socias menores de las distintas potencias imperialistas, se disputan a dentelladas la tierra y las riquezas sirias

Las armas para el Ejército Sirio Libre son para ejercer su función de Policía contra las masas revolucionarias que enfrentan al asesino Al-Assad

Como parte del  plan de “libanización” de Siria, para terminar de aplastar la revolución en todo el Norte de Africa y Medio Oriente
La dirección de Al Fatah negocia un “acuerdo de paz” con el estado sionista fascista de Israel, ocupante de la Nación Palestina

Un plan de “libanización” para terminar de estrangular la revolución y derrotar la guerra civil contra el perro Bashar


2.000.000 de obreros y campesinos pobres en los campos de
concentración de los refugiados en el medio del desierto

Presentamos a continuación un extracto de la Tesis XVII contenida en la declaración que publicáramos en el OOI n° 23 del 15 de mayo de 2013, “Siria: una revolución cercada y traicionada: una revolución ensangrentada”. Resolución del Cuarto Congreso de la FLTI- Colectivo por la IV Internacional . Allí planteábamos que el proceso revolucionario de Siria, al tomar la burguesía la dirección de la guerra civil, comenzaba a adquirir la forma de guerra de campos burgueses entre el ESL, el Frente al Nusra y el ejército de Al Assad, disputándose los negocios. Esta situación- como veremos en la declaración que hoy presentamos- se ha profundizado mostrando un escenario de “libanización”, es decir, de partición del territorio entre las distintas facciones burguesas a cuenta del imperialismo.

 “…había que desarmar a las masas e impedir que estas expropiaran a los explotadores. Así protegieron a todos los “espías-burgueses” de Al Assad y sus propiedades, ya sea, contratándolos como generales del ESL y asociándose en sus negocios, o bien como hace Jabhat Al Nusra, canjeándoselos a los oficiales de Al Assad por centenares de miles de dólares cada uno y quedándose con sus empresas.
Por supuesto que en estos gobiernos de unidad nacional del ESL y de Jabhat Al Nusra, todo se acuerda, todo se vende y todo se negocia, junto a los oficiales de Al Assad.
El ESL y Jabhat Al Nusra impulsan una guerra de presión para negociar con Al Assad. No es para vencerlo, sino para asociarse, en un futuro gobierno, con sus oficiales y las fracciones burguesas que éste representa. Su objetivo, cuando controlan un territorio es destruir y disolver el doble poder expropiándoselo a las masas. Por eso mismo, son también las fuerzas garantes del pacto y las negociaciones que ya se están realizando entre Al Assad y el gobierno de la burguesía siria en el exilio en Qatar, Rusia y China, todos comandados por Estados Unidos.
Bajo un objetivo común, que no es otro que el de preservar la propiedad capitalista del conjunto de la clase explotadora, la burguesía interviene en la guerra disolviendo el doble poder de la clase obrera, desarmándola y estableciendo una guerra de ejércitos y de campos burgueses donde todos hacen negocios con la sangre, la derrota y los padecimientos inauditos de las masas.

La obsesión de la burguesía se resume a que no surja un territorio en donde las masas auto organizadas, establezcan un doble poder y muestren el camino de cómo derrotar a las fuerzas de Al Assad en Damasco, con el método de la insurrección y la revolución proletaria. Esta guerra de exterminio llevó a más de 1,2 millones de niños y mujeres a la frontera a campos de refugiados, fueron arrasadas ciudades enteras, se diezmaron las poblaciones, con centenares de miles de muertos, millones buscando dónde vivir; todo para aplastar el doble poder. Esto es terror blanco contrarrevolucionario. El embrión de doble poder de las masas despertó el odio y el terror de los explotadores y el imperialismo, y el silencio cómplice, la denigración y la calumnia de todas las direcciones traidoras del proletariado mundial.” (Tesis XVII)

En la declaración sobre la cuestión siria de la FLTI del 15 de mayo, alertábamos que el cerco a la revolución siria impuesto por las direcciones traidoras iba a permitir la profundización de la contraofensiva de Bashar.

El imperialismo venía utilizando a todos sus agentes para conspirar, cercar y masacrar a las masas de Siria. En marzo se había reunido en Túnez el Foro Social Mundial, donde 5000 organizaciones le rendían homenaje a Chávez, a Khadafy y sosteniendo al perro Bashar le dejaron a éste y al imperialismo, nuevamente, las manos bien libres para que profundicen su plan de masacre, genocidio y desangre de la revolución siria. Inclusive, los que solían posar de amigos de las masas sirias como la LIT o el NPA, anunciaban en reuniones preliminares al Foro Social Mundial que “como existen muchas diferencias en la cuestión Siria” esta debe ser dejada de lado y entonces proponían hacer, mientras tanto, “una campaña por la libertad de los presos palestinos”. Si eso planteaban los “amigos de las masas sirias”… imaginémonos lo que dirán sus enemigos… Por si faltaban pruebas de la tragedia, los presos palestinos se siguen pudriendo en las cárceles del sionismo, mientras los colonos sionistas avanzan sobre las tierras palestinas al mismo tiempo que Bashar masacra a los explotados y recupera territorio en Siria.


Centenares de cadáveres son testimonio de la masacre perpetrada en Siria por el perro Bashar Al Assad
Por traición de su dirección, por mil y una calumnias contra las masas explotadas del Magreb y Medio Oriente, el proletariado internacional no ha logrado comprender aún que en Siria se está librando, como ayer en Grecia, en Marikana (África) o en la Foxconn de China, una de las grandes batallas del proletariado mundial contra sus explotadores.
Veamos los hechos: en marzo Obama viaja a Israel para poner a tono con sus planes de contraofensiva en Siria y Medio Oriente a éste agente contrarrevolucionario en la región, impidiendo toda intervención directa del sionismo en los procesos de revolución y contrarrevolución en Medio Oriente. Es que esto hubiera vuelto a incendiar toda la región. Obama le informó a su agente sionista el plan que tenía en marcha que consistía en enviar a Siria a la guardia republicana chiita de Irán y a Hezbolláh del Líbano, para sostener a Bashar (que estaba cercado en Damasco)

Semanas después, Kerry, Secretario de Estado de EEUU, viajó a Rusia y China, donde se organizó y quedó sellada esta conspiración a gran escala contra la revolución siria. Fue Rusia la que organizó esta intervención directa de la burguesía chiita y sus fuerzas contrarrevolucionarias para sostener al perro en Siria.
Damasco estaba cercado. La resistencia se mantenía aún firme en Homs, Alepo y el norte de Siria.

 

El ESL y el Frente al-Nusra no terminaban de controlar a las masas en las zonas liberadas

Un pacto contrarrevolucionario acordado por el imperialismo y sus agentes significó entonces, el ingreso al campo de batalla, a favor del asesino Bashar, de la guardia republicana iraní y Hezbollah bajo el manto protector de Obama y la OTAN y el aplauso de toda esa cueva de lacayos del imperialismo que es el Foro Social Mundial, que se reunía en marzo en Túnez.
El estado sionista tiró un par de bombas en las rutas de tránsito de Hezbollah entre el Líbano a Damasco para alertarle que las fronteras del Golán no se tocan y que no se retiran las armas de Siria sino que se va allí a morir por Bashar y nada más.

Ya en mayo, desde adentro mismo de los combates de las masas sirias, los trotskistas denunciábamos el siniestro rol del ESL y del Frente al-Nusra, de desarmar a las masas y de imponer en las zonas liberadas un control estricto para impedir toda autoorganización de los explotados que ataque la propiedad de los capitalistas. Esta es una condición indispensable para paliar las hambrunas y para coordinar la guerra civil contra el perro Bashar.El Frente al-Nusra ponía en pie “estados islámicos” en el territorio o en las ciudades bajo su control para imponer la ley islámica. Ha llegado a ejecutar a los que rompían su juramento de seguirlos hasta la muerte en obediencia ciega a su comando. Por su parte, el ESL venía desarrollando una brutal y descarada ofensiva para subordinar y disciplinar a las milicias a su ejército regular y desarmar a sus sectores más combativos.


Miles sirios huyen hacia los campos de
refugiados en los países vecinos

Bajo las órdenes de la burguesía opositora de Siria que conforma la CNS (Coalición Nacional Siria) en Qatar, bajo las órdenes de la burguesía sunita comandada desde Arabia Saudita y monitoreados por Turquía, ambos agentes del imperialismo, el ESL y el Frente al-Nusra, se disputan los negocios en las zonas liberadas y desarrollan una carrera de velocidad para ver quién disciplina, controla y desarma a las heroicas masas de Siria. Entre ellos llegan a disputarse incluso a los tiros el control de los territorios, sobre los que cobran impuestos a sus habitantes, al tránsito de mercancías, etc.
Está claro que el cerco a la revolución Siria y su aislamiento de la clase obrera internacional permitió una nueva y brutal contraofensiva política y militar del imperialismo y todos sus agentes en Siria. Algunos de ellos avanzando en el control férreo de las masas y otros fortaleciendo al perro Bashar y a sus fuerzas contrarrevolucionarias para que retomen control de un territorio sólido, que habían perdido a manos de los explotados. Esto pactó Obama con Rusia, los mandarines chinos y la burguesía chiíta de Irán y el Líbano.

Estamos ante una revolución Siria cercada, traicionada y ensangrentada contra la que se siguen pergeñando enormes conspiraciones para terminar de aplastarla y con ello escarmentar a todas las masas revolucionarias del Magreb y Medio Oriente que osaron levantarse por el pan y contra los gobiernos y regímenes títeres del imperialismo en la región.
Se trata de que esta revolución sea olvidada… para que termine de ser aniquilada por el imperialismo y todas sus fuerzas contrarrevolucionarias en el Magreb y Medio Oriente.

La “Conferencia de Ginebra”:
una cortina de humo, de Obama, Putin y los mandarines chinos, para fortalecer al perro Bashar y relanzar una nueva contraofensiva sangrienta contra las masas

El imperialismo anunciaba para mediados de junio una conferencia en Ginebra con Rusia, China, la burguesía suní, Turquía, el gobierno del CNS en Qatar y el ESL, es decir, con todos sus agentes en el terreno de batalla. Supuestamente, allí se prepararía una salida “ordenada” de Bashar y se conformaría un “gobierno democrático de unidad nacional”.
Esta política se hubiera implementado en el caso de que el genocida Bashar no hubiera logrado frenar la ofensiva de los rebeldes y las masas, que llegaban a las puertas de Damasco o bien, en el caso de que no pueda asentar su contraofensiva recuperando territorio perdido.


Milicianos libios celebran la toma
del oeste de Trípoli
El ingreso sanguinario de la guardia republicana iraní y de Hezbollah, armados hasta los dientes como tropas de infantería gurkas de la oficialidad y la aviación de Bashar, le permitió a éste lanzar una contraofensiva y retomar Qsair en una feroz batalla primero tomando control del frente que estaba establecido en las afueras de Damasco. En esto consistió el pacto de EEUU, Putin y el sionismo que utilizó esta vez a la burguesía chiita para impedir que Bashar terminara totalmente cercado en las puertas de Damasco, cuando éste había sido el garante con sus sables y sus armas, de aplastar la heroica revolución siria.
Para impedir la caída de Bashar como la de Khadafy en Libia, se pergeñó esta nueva conspiración contra la revolución siria. Ha quedado demostrado que el perro sigue siendo, por ahora, un agente clave del imperialismo en Siria para contener la revolución.

Este avance de las fuerzas contrarrevolucionarias bajo la supervisión de Obama, no hubiera sido posible, como ya dijimos, sin el cerco y el aislamiento que le impusieron todas las direcciones traidoras del proletariado mundial a la revolución siria; en particular la reunión del FSM de Túnez de mediados de marzo que de hecho le “liberó la zona” al imperialismo y a las fuerzas contrarrevolucionarias para que actuaran a su antojo. Prueba de ello es que de 100.000 refugiados que había en 2012, hoy ya son 1.800.000 los que se agolpan en carpas como perros, en el desierto de Jordania, en el Líbano o Turquía. Son centenares de miles de explotados  masacrados y perseguidos…
El rol contrarrevolucionario de Bashar es decisivo por ahora en Siria. Actúa con su accionar como una pistola en la sien de las masas para que, en las zonas liberadas, éstas acepten someterse al “mal menor” de los generales cobardes del ESL y del Frente al-Nusra que, imponiendo su “estado islámico”, reprimen y ejecutan a todo aquel que no se desarma ni acata su control. En las ciudades liberadas y bajo control rebelde estos chantajean, “o se desarman y se disciplinan a nuestros comandos o viene Bashar y los masacra”.
De forma cínica, EEUU con Rusia, China y el gobierno del CNS de Qatar llamaban a una “conferencia de paz en Ginebra” pero ésta no podía realizarse si antes no eran desarmadas las masas y si Bashar no retomaba una gran parte del territorio y le provocaba nuevas derrotas contrarrevolucionarias a los explotados… Se buscaba equilibrar las fuerzas de las fracciones burguesas que trataban de controlar territorio y a las masas. El peligro latente seguía siendo aún una salida anticipada del perro sin las masas aplastadas, que estas lo vieran como un triunfo propio y avanzaran a tomarse Damasco, rompiendo los diques de contención del ESL y el Frente al-Nusra.

La burguesía tiene y ha tenido por delante en la revolución siria un escenario de pesadillas. En primer lugar, la derrota de Bashar a manos de las masas, significaría poner al estado de Israel en grave crisis, en momentos en que este es amenazado por la revolución en Egipto y la sublevación de las masas del Líbano. La caída del asesino Bashar significaría un enorme empuje hacia delante de las masas palestinas y esto sería un shock eléctrico que causaría un gran impacto, nuevamente, en toda la revolución de Medio Oriente y para el proletariado mundial. En segundo lugar, el pánico del imperialismo es que las masas se armen, terminen de destruir al ejército burgués del genocida Bashar, dejen desmantelado y en crisis al estado burgués, impongan un doble poder y sean los explotados los que se queden en sus manos con el triunfo de la caída del genocida, tal como ocurrió en Libia con Khadafy.

La burguesía y el imperialismo tienen muy claro que Libia es el país de la región donde menos se ha podido controlar el proceso revolucionario del Magreb y Medio Oriente y que allí las masas quedaron armadas. De hecho, aún Estados Unidos vela a su embajador. Mil y un intentos hizo el nuevo gobierno del CNG, como antes el CNT, para desarmar a las masas en Libia. Cuestión que no ha podido lograr aún y por lo tanto la burguesía no ha podido reconstituir un estado fuerte que restablezca un dominio normal de la burguesía y el imperialismo.
La toma del parlamento por parte de las milicias en Libia exigiendo la destitución de todos los ex funcionarios khadafistas en el nuevo gobierno, y la derrota de las marchas reaccionarias que quieren desarmar a las milicias en Bengasi, son expresión de que la revolución libia aún sigue viva. Las embajadas francesas y norteamericanas han sido demolidas y en el parlamento de EEUU aún se discute cómo no se pudo impedir el velorio de su embajador.
La vuelta a grandes levantamientos revolucionarios de las masas en Egipto, asimismo, empuja más y más al imperialismo, por un lado, a profundizar nuevas trampas y expropiaciones de la revolución con engaños parlamentarios, con cantos de sirena de colaboración de clases y feroces represiones con métodos fascistas al ala izquierda del proletariado como en Túnez y en el mismo Egipto y, por otro, a profundizar su ofensiva en Siria para dar un golpe contrarrevolucionario de enorme magnitud, para contener y escarmentar el proceso revolucionario, que aún no está cerrado en el Magreb y Medio Oriente.

Parte de esta ofensiva contrarrevolucionaria, que hoy se concentra en Siria, fue la invasión francesa a Mali y la actual ocupación de ese estado por la ONU. Bajo control francés y alta tecnología, comunicaciones y drones puestos por EEUU, se garantizó en el África subsahariana un dique de contención de la revolución del Magreb hacia el centro y sur de África. Las tropas imperialistas y de la ONU instaladas en Mali están y estarán prestas a intervenir inmediatamente en Libia o Túnez, no bien las condiciones lo permitan.
Mali ha sido convertido de hecho en una enorme base militar anglofrancesa, como la que existe ya en el Chad, desde donde se monitorea todo el comercio y la extracción del uranio de la región para alimentar todo el aparato nuclear de las potencias imperialistas.

En Mali, con la operación “Serval”, se hizo un enorme despliegue de tropas imperialistas: 2000 soldados franceses siguen allí instalados, la ONU ya ha mandado 6.200 y está próximo a enviar 11.200 cascos azules. Ni hablar del ejército gurka de Malí sometido a ellos. Malí ha quedado reducido así a una colonia tutelada del imperialismo francés, que pone a la infantería y a las tropas de despliegue rápido bajo un comando común con el alto mando de la marina norteamericana ubicada en el Mediterráneo.
Si impedir una nueva Libia en Siria fue y sigue siendo la preocupación central del imperialismo, por lo que sigue sosteniendo al perro Bashar para que haga el trabajo sucio de masacrar a la revolución; la preocupación no es menor cuando se trata de controlar a las masas en las zonas donde ya han sido derrotados Bashar y su ejército. Una salida prematura del perro asesino en acuerdo con el gobierno del CNS de Qatar y el ESL bajo el auspicio de EEUU, Rusia, Israel, Turquía, etc. podría abrir también las puertas a su infierno. Es que las masas podrían ver, como ya dijimos, la salida de Bashar como un triunfo propio y, seguramente, romper el cerco del ESL, las burguesías islámicas y todos los diques de contención que se interponen entre ellas para demoler al régimen opresor.
De allí que la “conferencia de Ginebra” no podía realizarse sin un fortalecimiento decisivo de Bashar, apoyado en tropas gurkas de la burguesía chiita, que propinara durísimos golpes a las masas como el que vimos en Qsair. Y por supuesto, acompañando esto con un control cada vez más efectivo del ESL y el Frente al-Nusra, contra las masas, en los territorios liberados. Pero eso significa la partición de Siria, su disgregación en distintas zonas, controladas por distintas fracciones burguesas, puesto que el perro Bashar no puede recuperar, por la relación de fuerzas establecida, todo el territorio que ha perdido desde el inicio de la revolución Siria en 2011.
Como vemos hoy, en todo el territorio que conquistaron las masas no ha hecho más que profundizarse el control del Frente al-Nusra y el ESL. Estos han generalizado centenares de “puestos de control” en cada una de las rutas y accesos a las ciudades. Por allí no se permite pasar armas. Son incautadas. Se cobran peajes por transitar y pasar mercancías, mientras, estas bandas burguesas garantizan la propiedad de los capitalistas y empresarios en las zonas liberadas y cada vez más detentan una política agresiva y de férreo control y disciplinamiento contra las masas. Inclusive realizan todo tipo de negocios, desde comprar y vender y comercializar gasolina, alimentos y todo tipo de mercancías con los oficiales assadistas. La apropiación por parte de una dirección burguesa de la guerra civil de la clase obrera y los explotados, significa el enriquecimiento de los generales burgueses de ambos bandos y una brutal masacre y hambruna para los explotados.
“Bussines are bussines” (“negocios son negocios”). Mientras los frentes de batalla están estancados, los generales burgueses en el frente solo hacen negocios. Así en el Este, en Deir Azzar y al-Raqa, los pozos petroleros son controlados por el Frente al-Nusra que controla su extracción y luego lo comercializa con la burguesía de Bashar. Así vive la Siria ensangrentada, el retroceso de la revolución obrera y de la guerra civil de clases.

Por ello podríamos decir que en Pekín y en Moscú o Israel, con Obama y Kerry, en Estambul y en Qatar se montó una cortina de humo que prometía “paz y democracia” pero que encubrió una feroz contraofensiva contrarrevolucionaria de Bashar, que con las fuerzas de Hezbollah terminó entrando y masacrando a sangre y fuego en Al-Qsair.
Como vemos, esa conferencia anunciada en Ginebra, resultó ser la profundización de la masacre y el genocidio que hoy vemos en Siria y el control cada vez más férreo del ESL, bajo el mando de Turquía y el CNS de Qatar y del Frente al-Nusra, como base de operaciones de la burguesía saudita. Eso que aquí describimos es la “Conferencia de Ginebra” que se realizó en el campo de batalla mismo. Estos son sus resultados. Un pacto para masacrar y controlar aún más a las masas.


Miles de sirios huyen hacia los campos de
refugiados en los países vecinos

Toda la izquierda mundial que sostuvo a Bashar, ya desde hace dos años venía anunciando que vendría una intervención directa de la OTAN para expulsarlo. Esto también fue una cortina de humo. Así lo atestiguan 2 millones de esclavos en los campos de concentración de las fronteras de Siria, millones de parias buscando dónde refugiarse en una Siria ensangrentada, el perro genocida lejos de ser un luchador antiimperialista ha demostrado ser,- y el que lo oculta es un vil traidor del proletariado mundial-, el más grande, cruel y sanguinario agente del imperialismo en la región. En los campos de concentración y de refugiados está la clase obrera, los campesinos pobres y los explotados perseguidos y masacrados por Bashar. Allí no está ni la pequeño burguesía rica, ni la burguesía ni los generales de la OTAN. Se ha montado una de las más grandes calumnias e intrigas por parte de las direcciones traidoras del proletariado mundial contra una revolución viviente que hoy está siendo masacrada por los opresores.
Lo que vimos estos dos años, como no nos hemos cansado de denunciar, es a Bashar hacer el trabajo sucio de masacrar a las masas que se sublevaban luchando por sus demandas de pan, contra la carestía de la vida, contra el desempleo, como ya lo habían hecho en Túnez, en Libia, en Egipto, en Yemen, etc.

El cinismo de las direcciones traidoras del proletariado no tiene límites. Aquí ha quedado totalmente expuesto que la entrada de la guardia republicana iraní y de Hezbollah es alentada, impulsada y dejada correr por Obama. Hace apenas un año Israel amenazaba con atacar Irán y su supuesto “armamento nuclear”… eso quedó en el olvido. Silencio absoluto. La guardia republicana iraní combate en Alepo, en Homs, en Qsair en las fronteras mismas de Israel y el sionismo mira para otro lado bajo las órdenes de Obama y solo alerta que no se roben armas, “hagan su trabajo pero no roben”. Rusia viene haciendo sus negocios de armas abiertamente, entregando aviones, misiles y artillería por doquier a Bashar, pero monitoreado por Obama. Esto demuestra que el famoso “embargo a Siria” solo fue para que no se armen las masas. Las potencias imperialistas aseguran que no intervendrán hasta que no haya armas químicas en Siria.
Mientras tanto, los muertos se entierran en las calles y las masas son brutalmente masacradas.
El imperialismo yanqui, luego de las derrotas de Iraq y Afganistán, ya no puede aparecer, por el momento, encabezando directamente invasiones. Y eso, no es porque está en “decadencia como potencia dominante”, sino porque ve el peligro de un escenario tipo Vietnam al interior de Estados Unidos, como ya sucediera en los levantamientos de la clase obrera norteamericana contra las guerras de Bush.
El imperialismo ha decidido utilizar a todos sus agentes y eso es lo que está haciendo en Siria. Las burguesías nativas regatean de vez en cuando con sus jefes imperialistas pero, siempre terminan bajo su mando aplastando a las masas. Las guardias republicanas iraníes y Hezbollah masacrando en Siria son la mayor prueba de que estos no están luchando contra el imperialismo sino masacrando una revolución...sostenidos y apoyados por Obama y el sionismo. La burguesía iraní ya había hecho méritos con EEUU, cubriendo con la facción burguesa chiita de Iraq, la retirada yanqui de ese país.

La burguesía chiita de Basora y de Teherán necesita aplastar la revolución Siria y que sea derrotada toda la revolución del Magreb y Medio Oriente que empezó en 2011. Es que el ascenso revolucionario de las masas de la región amenazaba con sacar nuevamente a las calles a la clase obrera y los explotados de Irán, que al grito de pan y trabajo, ya habían ganado las calles con combates de barricadas, durísimas huelgas y luchas de obreros textiles, docentes, metalúrgicos, etc., en el año 2009, corriendo el riesgo para el gobierno de los Ayatollahs, de que se reabra un combate revolucionario como en los ‘80 en Irán. A esta burguesía iraní le va la vida, como al imperialismo y al sionismo, en que sean derrotados los procesos revolucionarios del Magreb y Medio Oriente.
El movimiento islámico suní, como el Frente al-Nusra está allí para contener como facción burguesa a las masas explotadas sunitas y disciplinarlas, cuestión que el ESL no puede terminar de hacer, puesto que éstas son mayoría en Siria y en el Líbano, donde ya empiezan a sublevarse contra el pacto de Hezbollah y Bashar.

Un verdadero cerco y una verdadera tenaza han cercado a la revolución Siria, de afuera y de adentro. El FSM reunido en Túnez le liberó la zona al imperialismo y a sus agentes garantizando que el proletariado mundial no viera en Siria una batalla decisiva del proletariado mundial.
La crisis de dirección revolucionaria del proletariado mundial en la cuestión Siria, palestina y de Medio Oriente se ha agudizado a grado extremo. Una santa alianza se ha puesto en pie para estrangular la cadena de revoluciones. En Siria los trotskistas somos parte, carne y sangre de esa revolución ensangrentada y traicionada. La lucha por la cuestión siria define con claridad que se sigue demarcando una línea de sangre entre reforma y revolución. Entre los que sostienen al capitalismo y son sus agentes de forma incondicional, como son las fuerzas reagrupadas en el FSM y los que afirmamos que sin el triunfo de la revolución socialista internacional, ninguna posibilidad tendrá el proletariado ni la civilización humana de reponerse de la catástrofe actual.
Romper el aislamiento y el cerco a la revolución siria es la tarea determinante para todo el movimiento revolucionario internacional. Su derrota o triunfo no se definirá solamente en Siria. El avance de los procesos revolucionarios no se dieron en un solo acto ni serán derrotados con un solo golpe.
En el 2011 vivimos una cadena de revoluciones y contrarrevoluciones, de engaños parlamentarios que estallan a cada paso, de mil y una traiciones a un proceso revolucionario de conjunto, que no será sacado de la escena ni en un solo acto ni en un solo país. El imperialismo intenta en Siria pegarle un gran escarmiento al proletariado de la región que azorado ve fosas comunes y centenares de miles de refugiados en carpas en el desierto. Pero la última palabra no está dicha. La chispa y el fuego de la revolución parecen no agotarse. Túnez, Libia y la vuelta de las masas a la plaza Tahrir en Egipto atestiguan que las masas aún no se rinden, y esto es decisivo. El imperialismo no dudará en que su contrarrevolución de Siria se expanda a toda la región como escarmiento a los procesos de revoluciones obreras y socialistas que habían comenzado ya hace dos años y medio atrás.

La derrota de Al-Qsair cambió el carácter de la guerra civil y puso a la defensiva a las masas sirias, fortaleció al chacal Bashar y favoreció el control de los explotados por parte de la burguesía islámica y el ESL, agente del imperialismo turco

El cinismo del plan imperialista de prometer una “conferencia de paz” y correr la fecha de mediados de junio hacia adelante sine die no es más que una confesión de partes de que ni siquiera se puede pensar en Siria en una salida ordenada del asesino Bashar, sin antes terminar de derrotar a las masas, profundizar su martirio, desangrar la revolución e imponer la rendición definitiva de los explotados. Este es el verdadero plan de la burguesía imperialista que viene concentrando todas sus fuerzas para aplastar la revolución siria.
La burguesía y el imperialismo necesitan asentar este triunfo contrarrevolucionario para que el agua de una contrarrevolución victoriosa en Siria termine de apagar el fuego de la revolución que incendiara el Magreb y Medio Oriente, con los levantamientos revolucionarios de Túnez, Libia, Egipto, etc.
En la contraofensiva sobre Qsair, que resultó ser una batalla importantísima en esta guerra de clases, las fuerzas de la contrarrevolución perseguían el objetivo de marchar a derrotar, con Bashar y la burguesía chiíta, a los territorios liberados por las masas que aún no terminaban de controlar enteramente el ESL y el Frente al-Nusra.
Esta fue la ofensiva de Qsair: una heroica batalla de las masas que combatieron durante semanas a tropas y armamentos que los superaban 10 a 1, contra una aviación implacable y resistiendo casa a casa. Qsair fue defendido no solamente en esa ciudad sino también desde el Líbano, donde las masas se sublevaban contra la intervención directa de esa pequeña-burguesía arrogante, de esa nueva burguesía rica que es Hezbollah, íntimamente ligada en sus negocios al imperialismo, en el Líbano y toda la región.
La sublevación de las masas del Líbano se produjo cuando eran ostensibles los velorios de los guardias armados de Hezbollah que habían ido a masacrar como mercenarios, junto a las tropas del perro, a las masas en Qsair.
El levantamiento de las masas turcas que iniciaban un motín contra el gobierno de Erdogan, de la OTAN, fue un soplo de aire fresco para las masas de Siria que reagruparon sus fuerzas deteniendo el avance de las tropas asesinas de Bashar en las afueras de Homs e impidiendo el avance del perro con sus mercenarios a Alepo. El chacal intentaba avanzar hacia el norte luego de su victoria en Qsair. Intentó entrar en Homs y en Alepo para, una vez controladas esas ciudades cerrar, como una tenaza, a la provincia de Idlib, el corazón de la "zona liberada", pero no lo logró. Las tropas asesinas de Bashar, tuvieron que reagruparse. Retrocedieron, pero manteniendo las posiciones en Alepo y asediando y sitiando Homs. Al mismo tiempo utilizan a las provincias kurdas, en las que mantiene un pacto con la burguesía y el Partido Comunista kurdo, para reagrupar tropas o como bases militares momentaneas.
Semejante ofensiva contrarrevolucionaria tuvo el límite que le impusieron las heroicas masas revolucionarias de Siria pese a estar ubicadas a la defensiva y controladas cada vez más por esos generales sin batallas del ESL y los hombres del “Estado Islámico”, devenidos en grandes opresores y represores del pueblo Sirio.

A las masas sirias aún las sostienen los levantamientos de las masas del Líbano y de Turquía y la nueva irrupción de la clase obrera y los explotados en Egipto que derrotó a Mursi, como así también las masas de Libia que no aceptan ser desarmadas por el gobierno neo-khadafista del CNG.
En este momento, se combate duramente en Alepo. Allí la resistencia ha terminado de expulsar a las tropas del ejercito de Bashar de uno de los más importantes puntos de acceso a la ciudad por el norte, el cual controlaban desde hacia casi un año. Mientras tanto Homs ya está sitiado, casi en un 100% por las tropas del perro. Esa ciudad, que ha sido cuna de la revolución, está prácticamente desierta pero aún así hasta ahora el perro no ha podido entrar.

En Qsair combatieron las masas, los explotados, por ello concentraron tantas fuerzas contrarrevolucionarias. ¿Y las armas de la OTAN? El cinismo del imperialismo es tal que hace meses, desde París, Londres y Nueva York, discuten que el límite para la intervención yanqui es el uso de armas químicas por parte de Bashar, mientras que reconocen que éste ya ha masacrado a más de 100 mil trabajadores y explotados de Siria (es decir que la "linea roja" serían 150 muertos por el uso de armas químicas, pero no los 100.000 masacrados con armas de fuego, misiles, explosivos, ejecutados en prisión, etc.). Seis mil personas se refugian por día en las fronteras vecinas huyendo de la masacre del perro. Una de las estadísticas más altas de refugiados de las guerras modernas. Millones deambulan de ciudad en ciudad escapando de las bombas y la hambruna. Como lo afirma la propia ONU a través de la prensa imperialista, se está ante un genocidio peor aún que el de Ruanda.
El plan imperialista actual: terminar de aplastar la revolución “libanizando” Siria

 

La revolución siria ha pasado a una fase de extrema defensiva. Ésta ha quedado cercada a nivel internacional. Inclusive, como parte de su retroceso, la misma nación Siria ha iniciado un proceso abierto de disgregación a manos de las distintas pandillas burguesas que, bajo tutelaje imperialista, comienzan a disputársela.
La clave de la contraofensiva imperialista es liquidar la guerra civil de la clase obrera y los explotados, con el que la revolución siria comenzó y cuyo objetivo era la derrota de Bashar para empezar a conquistar el pan. El objetivo imperialista es transformar esta revolución obrera, que empezó en 2011, en una guerra de campos burgueses, donde otras fracciones burguesas son premiadas por controlar a los rebeldes y a las masas en las zonas donde el perro ha sido derrotado. Bashar y las distintas facciones burguesas que se disputan el control del territorio liberado son las dos sogas para estrangular a las masas sirias, llevadas ya a padecimientos brutales. El imperialismo privilegió el plan de un Bashar fuerte que con su terror fortalezca el control del Frente al-Nusra y el ESL sobre las zonas liberadas, puesto que por el momento, el chacal no puede terminar solo el trabajo sucio de aplastar la revolución.
Para contener a las masas en los territorios liberados, para impedir que para comer éstas expropien a la burguesía y para desarmarlas, desde los generales del ESL y desde los jefes del Frente al-Nusra deben surgir, como ya lo están haciendo, generales tan contrarrevolucionarios y déspotas asesinos como los de Bashar.
Por ello, la premisa para el triunfo de la guerra civil de clases, para derrotar a Bashar y conseguir la más mínima de las demandas democráticas es que las masas deben combatir con el método de la revolución proletaria, disputar con sus organismos de lucha una dirección obrera y revolucionaria de la guerra contra Bashar. No se puede permitir un minuto más que donde se derrotó al perro, las masas no hagan más que profundizar su hambre y padecimientos.
Hay que preparar una nueva contraofensiva de masas expropiando a la burguesía para poder comer y comprar armas, manteniendo milicias de los explotados independientes, con las masas armadas, que impongan los comités de obreros y soldados rasos y disuelvan los “puestos de control” de los generales de la burguesía islámica y del ESL, y se vuelvan a poner en pie los COMITÉS DE COORDINACIÓN DE LA REVOLUCIÓN SIRIA, POR ALDEA, BARRIO Y CIUDAD.
La tarea no es otra que, apoyados en las masas de la región y del mundo, reiniciar una contraofensiva para vencer en Damasco y sublevar a las masas palestinas. Esto es lo que el imperialismo tiene que evitar a toda costa, usando a todos sus agentes.
Es que, ninguna de las cuestiones por las que las masas han comenzado su revolución han sido resueltas. Es más, se han agudizado a grado extremo. LA DEVALUACIÓN DE LA MONEDA SIRIA HA PEGADO UN SALTO; YA CASI NO TIENE VALOR. LA CARESTÍA DE LA VIDA HA AUMENTADO UN 400%. Los encargados de impedir nuevos levantamientos de las masas contra los capitalistas en los territorios liberados son estas guardias burguesas que actúan como una verdadera policía al interior de la revolución. Esta solamente podrá vivir si expropia a los capitalistas, conquista el pan, termina con los negocios de todas las fracciones burguesas y transforma nuevamente a la clase obrera en el caudillo de la nación que la libere del asesino Bashar y de la opresión imperialista. Hoy está en las peores condiciones para ello. Pero es necesario acompañar a las masas tanto en su ofensiva como en su resistencia. La unidad de acción militar contra el genocida, cuando hay choques militares reales, es una obligación. Pero, mantener una independencia política y organizativa de esa nueva casta de oficiales burgueses del ESL y del Frente al -Nusra, es decisivo. Es que a Bashar se lo para, se lo detiene y se contraataca venciendo el control policíaco que ejercen sobre las masas el ESL y el Frente al -Nusra.
Ya vimos quiénes combatieron en Qsair cuando los generales sin batalla del ESL huían y quedaban los explotados defendiendo a sus familias, casa a casa. Las fuerzas, la abnegación y la disposición a hacer sacrificios inauditos aún están vivas. La otra opción para los explotados, es marchar a un campo de refugiados, lo que no es más que morir en vida en el desierto; por eso miles de ellos ya regresan para luchar y morir en su tierra. La ONU y las burguesías árabes arrojan en esos campos de refugiados algunos comestibles, para que el ESL y el Frente al-Nusra los distribuya y así controlar a las masas que quieren volver a combatir.
Las masas se mantienen a la defensiva. En su combate, con terribles penurias, sacrificios, con miles de muertos, refugiados y en las peores condiciones han conquistado un 60% del territorio sirio: Alepo, Homs, ayer Qsair, Idlib y todos los territorios “rebeldes” lo conquistaron las masas, armándose, dando su vida, rompiendo al ejército de Bashar y coordinando con sus soldados una ofensiva de los explotados que llegó a las puertas de Damasco. Nada de esto lo encabezó ni llamó a realizarlo ni el ESL ni el Frente al-Nusra, pasados a último momento al campo de la revolución, desde los mismos altos mandos del ejército del perro.
El resultado de estos combates fue la conquista de territorios liberados que de hecho constituyen un verdadero doble poder territorial que lograron las masas. El desarme de éstas y el control de los mismos por parte de fracciones burguesas enemigas de la revolución, pone en riesgo esta conquista y amenaza con la liquidación y la descomposición misma de la revolución.
Turquía ha militarizado toda la frontera y ya dispara a matar a todo aquel que intente salir o entrar de forma irregular de Turquía a Siria y de Siria a Turquía, garantizando así, un control más estricto de armas y abastecimiento para el ESL.
En el nordeste, las cuatro provincias kurdas, han quedado bajo el control de la burguesía kurda que tiene un pacto de no agresión con Bashar y donde ya han comenzado choques militares por el control del tránsito de las mercancías entre la burguesía kurda y el Frente al-Nusra. Como vemos, el norte, Idlib, Homs y Alepo no han podido ser recuperados por el asesino Bashar. Éste mantiene el control de Damasco y el corredor con Qsair.
La revolución ha quedado encarcelada en los territorios liberados por facciones burguesas que chocan, cada vez más violentamente, con las masas en una carrera por convertirse en sus nuevos carceleros. Y, en las zonas controladas por Bashar se ha impuesto ya un feroz genocidio. Ahora bien, el “pato de la boda” de este reparto y disgregación de Siria son la clase obrera y los explotados. Como si esto fuera poco se está preparando y ya han comenzado a entrar desde Pakistán y Afganistán (con el manto protector de Alemania) la burguesía pastún, el talibán. Es un verdadero plan para partir a Siria para que cada fracción burguesa se quede con una parte de la nación, en un desangre de los explotados. Luego el imperialismo se quedará con todo, ya sea interviniendo directamente o bien a través de la ONU, como está haciendo hoy en Mali o como en el Líbano, transformado por las tropas de la ONU en una colonia tutelada por el imperialismo, ya desde hace décadas.
El retroceso de la revolución Siria ha significado, con los nuevos triunfos parciales de Bashar, con el aumento del control de las zonas liberadas por las fracciones burguesas “opositoras”, una tendencia abierta a la disgregación nacional, a la ruptura de un mercado nacional, a la creación de mercados burgueses regionales, con aduanas propias, es decir, al desguace de Siria. Por ello, las tendencias a hacer negocios entre los oficiales de Bashar y los comandos del Frente-al Nusra y el ESL son una necesidad del comercio burgués, de intercambio de mercancías. La revolución siria se está desangrando, está siendo expropiada… y con ello el conjunto de la nación está retrocediendo. Sus fuerzas productivas han entrado en franca decadencia y disgregación.
El imperialismo conscientemente alienta este proceso, puesto que al no haber podido asentar la masacre del perro Bashar, la política imperialista por ahora es que se maten todos contra todos. Esta es la doctrina militar del Pentágono y el comando norteamericano: “Si no puedes vencerlos, haz que se peleen todos contra todos y luego tu dominarás”.
Estas fueron las lecciones que extrajo el Pentágono –y que hoy actualiza en sus guerras de agresión contra el mundo colonial y semicolonial- de la experiencia de Custer en su enfrentamiento con los indios durante la ocupación del territorio norteamericano en el siglo XIX. Este militar yanqui había declarado enemigas a todas las tribus indígenas y luego éstas se unieron y lo degollaron. Sin embargo, en aquel momento el ejército norteamericano llevaba la civilización al país del norte; lo que sus agentes y sus tropas contrarrevolucionarias traen hoy cuando dominan a los pueblos oprimidos es barbarie, destrucción de fuerzas productivas e incluso la disgregación misma de los estados nacionales… Lo que extraen son las lecciones militares de viejas batallas. Esto es lo que hace el imperialismo hoy llevando a Siria a la barbarie. Pero allí no se enfrentan tribus. Allí se ha sublevado la clase obrera y los campesinos pobres que a cada paso intentan ser manipulados por fracciones burguesas, laicas o religiosas, para masacrar sus luchas revolucionarias o para controlarlas y expropiarles sus combates.
El imperialismo trata de “tribus” a las naciones oprimidas que dominan y sojuzgan, cuando es su contrarrevolución, su saqueo el que “tribaliza” las naciones que oprime cuando logran derrotar y masacrar a la clase obrera (que en última instancia es la única clase verdaderamente nacional en un país oprimido). La contrarrevolución burguesa imperialista es la que realmente “tribaliza” Siria y la lleva a una “federación de clanes”.
A diferencia de ello, la revolución que había comenzado en Homs, en Hama, que marchaba al sur, al este y al norte, a tomar Damasco, en su triunfo contra el perro Bashar buscaba conseguir el pan para los hambrientos. Por su carácter de clase llevaba a la expropiación de los banqueros y las fracciones burguesas socias del imperialismo en el saqueo de la nación y en el hambre y la miseria al pueblo. El triunfo de una revolución obrera y popular en Siria no solo liberaba como revolución socialista a Siria de los opresores, sino que la llevaba a ser parte de una sola y única revolución obrera y socialista en todo el Magreb y Medio Oriente. Es decir, a los estados unidos socialistas en toda la región. Capaz de federarse en un plan económico común, sin saqueo imperialista. ¿Cómo va a faltar pan y habrá miseria en las naciones del Magreb y Medio Oriente que son los más grandes exportadores de petróleo del mundo y tienen las más grandes reservas de oro negro bajo sus pies? La barbarie es el saqueo y la expropiación de las transnacionales imperialistas de las riquezas de nuestros pueblos oprimidos, que los llevan a los peores de los atrasos y miserias.
Aquí lo que está en juego es la revolución socialista. Es la suerte del proletariado de Siria y de toda la región. El retroceso de la revolución significa un retroceso de toda la civilización que llevará, inclusive, a la destrucción del estado nacional. Este retroceso de la civilización afectará no sólo a Siria sino a todo Medio Oriente y el Norte de África, si la revolución que comenzara en 2011 en el Magreb logra ser derrotada.
El imperialismo es reacción en toda la línea, decía Lenin. No es progreso, es barbarie. Las fronteras de las naciones tal como las conocemos hoy serán reconfiguradas en función de los intereses de las distintas pandillas burguesas de la región, bajo el tutelaje de las distintas potencias imperialistas. Pero ni la revolución se ha desarrollado en un solo acto desde que comenzara en 2011 ni tampoco la contrarrevolución se definirá en uno solo de estos. El handicap de la actual contraofensiva imperialista está dado por la traición de la dirección del proletariado internacional que ha sacado, por ahora, de una fase ofensiva de lucha al proletariado europeo y norteamericano; y, ha contenido los procesos de lucha con golpes contrarrevolucionarios y engaños, en África, América Latina y China. Las fuerzas de las direcciones traidoras se concentraron en el Magreb y Medio Oriente.
Antes lo habían hecho en Grecia donde prometían con Syriza la “vía pacífica al socialismo”, estrangulando la ofensiva revolucionaria de masas, cuestión que preparó… el advenimiento del movimiento fascista Amanecer Dorado rompiendo cabezas a los trabajadores. Si ayer Atenas con su chispa incendiaba Europa, la chispa que estos traidores mojaron en Atenas, llenó de agua el fuego de la revolución europea. Ése es el ejemplo que el imperialismo y sus lacayos están siguiendo en el Magreb y Medio Oriente: concentrar fuerzas y aplastar Siria, para apagar y que no quede ni rastro de la chispa que en Túnez incendió con su fuego revolucionario toda la región.
Como ya vimos, se trataba de aislar Siria; de hacer pasar a los explotados de ese país como enemigos de la clase obrera del mundo, dejándole al imperialismo las manos libres para semejante ataque, genocidio y escarmiento.
Qué duda cabe de que si se asienta la derrota en una Siria disgregada, se fortalecerá nuevamente el Estado sionista, inclusive para atacar Irán y “pagarle” así los servicios prestados a esos mercenarios gurkas de la guardia republicana iraní. Las disputas por “Persia” serán totalmente abiertas y Turquía y Alemania entrarán de lleno en el reparto. La fractura iraquí entre el sur proiraní y la secesión del triángulo sunita, y la amenaza de independencia de Irak que proclaman las provincias kurdas del norte, anticipan lo que le viene al mundo semicolonial luego de los triunfos contrarrevolucionarios del imperialismo.

No habrá “conferencia de paz” hasta que el imperialismo y las distintas facciones burguesas no terminen de aplastar hasta el último aliento de la revolución proletaria en Siria. Se profundizará el plan de “libanización” y disgregación de Siria con la supervisión del imperialismo yanqui, la anuencia de Rusia y China y el contralor militar, entre bambalinas, del estado sionista de Israel.
Esto es el plan de “libanización” de Siria. Trazando una analogía histórica, es como lo acontecido en el Líbano desde 1975 a 1982, donde distintas facciones burguesas locales, nativas, el sionismo, Siria, e incluso fuerzas imperialistas de la ONU entraron a ese país para garantizar propinarle una derrota a las masas palestinas, que por decenas de miles huían de su nación al Líbano, luego de que el sionismo y sus fuerzas fascistas contrarrevolucionarias les expropiaran sus tierras, sus casas y llenaran en un baño de sangre a la nación palestina.

Inclusive el estado mayor de la OLP (Organización para la Liberación Palestina) estaba allí. Se desarrolló en el Líbano entonces, una guerra sanguinaria donde todos tenían un punto en común: aplastar a las masas palestinas y a la clase obrera, los desocupados y los campesinos pobres que por las hambrunas fueron a refugiarse al este de Beirut.
Las fuerzas de la iglesia maronita y un partido fascista llamado Falange, eran la avanzada del exterminio de las masas palestinas que combatían junto a la clase obrera y los explotados del Líbano. Las fuerzas fascistas de la “Falange” se aliaban con las tropas sionistas, y por momentos con las tropas sirias (que habían marchado allí a contener a las masas palestinas) para masacrar y derrotar al pueblo palestino y los explotados del Líbano. Desde el ‘75 al ‘82 las masas palestinas sufrieron el ataque de todas las facciones burguesas que habían ingresado y se repartían el Líbano como premio, por la masacre de los palestinos expulsados de su propia tierra. Lo más avanzado de este accionar contrarrevolucionario fue el ataque a Sabra y Chatila, en Beirut oeste, donde 4.000 palestinos fueron masacrados, torturados, sus mujeres violadas y enterrados en fosas comunes. Las tropas de la ONU que ingresaron en el ‘78 aún están estacionadas en el Líbano, sobre todo después del 2006 en que las masas del sur de este país le propinaran una terrible derrota al ejército sionista.
El Líbano pasó de ser un país semicolonial por donde fluían todas las transacciones de los petrodólares de la región, de ser llamado la “Suiza” de Medio Oriente, a ser una colonia bajo contralor imperialista y de las tropas de la ONU hasta el día de hoy.
La llamada “libanización” de Siria entonces, no es más que la cruenta disputa y partición de la nación a manos de distintas facciones burguesas, con el respaldo y a cuenta de distintas potencias imperialistas. Todos buscan hoy en Siria controlar e imponer las derrotas a la revolución que Bashar solo no pudo lograr; para que luego sea el imperialismo, directamente o a través de la ONU el que se quede con Siria, bajo forma de protectorado o colonia tutelada. Este es el plan que está por verse si las masas Sirias y el proletariado internacional lo permiten.
En el Líbano ayer, como vimos, esto sucedió como respuesta de la burguesía y el imperialismo para terminar de aplastar a las masas palestinas que huían del exterminio sanguinario del sionismo, lucha que amenazaba con incendiar toda la región. Las masas palestinas eran vistas como propias por los trabajadores y los pueblos oprimidos de todo Medio Oriente. Había que cercarlas y masacrarlas en el Líbano. Fragmentar y desguazar ese país y convertirlo en una republiqueta de las potencias imperialistas, ocupada por distintas fracciones burguesas de la región y por la ONU. En estas condiciones, la derrota de las masas sirias (si es acompañada por el avance de la expropiación y el desvió de los procesos revolucionarios de la región), permitiría no sólo la intervención de EEUU, sino también la invasión de las tropas sionistas sobre territorio sirio.
El intento de “libanización” de Siria hoy significa que todas las facciones burguesas se han volcado a desguazar a Siria para liquidar la guerra civil de clases y aplastar al heroico proletariado y a los explotados de ese país. Para todas las fuerzas burguesas que allí intervienen- bajo la supervisión de Obama y de las potencias imperialistas- el objetivo es que no triunfe una nueva Libia en Siria y que ésta no avance a la revolución obrera y socialista. Ese avance de los explotados pondría en cuestión el dominio de los explotadores desde la Jerusalén ocupada por el sionismo fascista, al Túnez que ayer incendiara la pradera de la revolución y, por qué no, a todo el Mediterráneo.
La derrota del perro Bashar, rompería el pacto que tiene hoy Hezbollah con la burguesía “maronita” y la “Falange” libanesa y el respeto que este tiene a los cascos azules de la ONU que desde el Líbano protegen su frontera con Israel, de la misma manera que las tropas de Bashar, le cuidan al sionismo las fronteras del Golán.
Las ondas expansivas de la revolución siria pondrían en cuestión el plan de estabilización, bajo control chiita, de la retirada yanqui de Iraq. Impulsaría nuevos levantamientos de los explotados en Turquía, en Jordania y en la misma Palestina, e incorporaría al torrente revolucionario a las masas iraníes. La burguesía y el imperialismo comprenden muy bien esto. De allí la concentración de tantas fuerzas contrarrevolucionarias. Dos millones de parias sirios en Jordania, en Turquía y el Líbano son la expresión de esta tragedia que viven las masas sirias.
La situación de la revolución Siria es grave. La masacre que hemos visto hasta ahora no es todo lo que tiene para dar la contrarrevolución si la revolución es finalmente aplastada y si Siria se libaniza y retroceden los procesos revolucionarios en el Magreb y Medio Oriente. En esos campos de concentración de las masas sirias en Jordania, Turquía o en el mismo Líbano habrá decenas y decenas de masacres como en Sabra y Chatila. Un nuevo capítulo de la revolución y la contrarrevolución en el Magreb y Medio Oriente ya se está escribiendo. Aquí ha quedado claro que Bashar es un esbirro del imperialismo y la burguesía chiita, sus tropas gurkas. Ha quedado claro que las burguesías sunitas con Turquía corren a disputarse el botín que cobrarán por controlar a las masas de obreros y campesinos hambrientos, dentro de Siria y en los campos de refugiados. El perro Bashar mantendrá sus negocios y sólo quedarán padecimientos inauditos para las masas.
Esta crisis sólo puede ser impedida si vuelven a ponerse en pié los "comités de coordinación" de los trabajadores, los campesinos y los soldados rasos para establecer en cada ciudad donde se derrote a Al Assad, un poder de los explotados que expropie a la burguesía. Desde estos organismos de lucha, los explotados de Siria deben llamar a la clase obrera del Líbano a romper con la burguesía chiita y a sus hermanos de clase de Irán a volver a ponerse en pie como en el 2009 en lucha contra el régimen de los Ayatollahs, para imponer el retiro de las tropas gurkas de Hezbollah y de la Guardia Republicana iraní de Siria.
Llevando adelante este combate, lejos de imponerse el plan de "libanización" de Siria, volvería a estar planteado que esta revolución sea la vanguardia de la lucha revolucionaria del Magreb y todo Medio Oriente, comenzando por la lucha de la clase obrera y las masas palestinas por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel; y la lucha contra el protectorado yanqui en Irak.
Ha quedado en evidencia que aquí no hay ninguna “primavera de los pueblos” sino el choque entre revolución y contrarrevolución que, como vemos, no se definirá ni en un acto, ni solo en Siria. Pero del resultado del combate en este país dependerá en gran medida, el futuro de la revolución en toda la región.

FLTI - Colectivo por la IV Internacional