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24-01-13

Desde Siria, ensangrentada por el genocidio de Al-Assad a cuenta del imperialismo 

La Brigada Sevian al-Laith (León Sedov) acompañando a las martirizadas masas sirias pelea por poner en pie Comités de Abastecimiento para que la resistencia no sea doblegada por hambre

Bajo el cielo gris sirio, los aviones del ejército asesino de Al Assad no cesan de descargar sus bombas contra los hombres, mujeres, ancianos y niños que se niegan a abandonar el suelo donde han nacido, crecido y vivido. En plena tarde de invierno, la brigada Sevian Al-Laith (León Sedov) junto al Comité de Obreros Voluntarios Internacionalistas debate apasionadamente los últimos acontecimientos de la lucha de clases mundial con las escasas informaciones que les llegan, y no cesa de organizar la resistencia junto a las masas.  

En las ciudades, además del destrozo sufrido por el castigo de la artillería y las descargas aéreas del cerdo Bashar, los padecimientos son inauditos. Los hogares cuentan con luz eléctrica tan solo media hora por día. En estas condiciones el frio invernal hace estragos ya que la mayoría de las veces no se obtiene agua caliente. El agua escasea al igual que los alimentos. Y cuando estos últimos se consiguen, se paga un aumento del 500% que imponen los malditos especuladores. Las masas que han perdido todo hacen lo imposible para subsistir.
Más de 1 millón de habitantes se amontonan, soportando el crudo invierno, en las carpas de los campamentos de refugiados, pues el  resto de sus pertenencias ya se las ha arrebatado y destruido el cerdo Bashar.

Las condiciones que imponen el genocidio y la masacre contrarrevolucionaria de Bashar  -“el perro del imperialismo” como lo llaman aquí- testimonian un horror infinito. Pero para doblegar a los trabajadores, con sus mujeres y familias, resistiendo hasta en la última trinchera, el accionar del Ejército Sirio Libre (ESL), todos ex–generales de Bashar, es siniestro. Estos generales ya se comienzan a ganar el odio de los sectores más combativos de la resistencia.  Así testimonia un militante de la Brigada Sevian al-Laith (León Sedov): “El ESL expropia depósitos de comida y luego contrabandea a Turquía para vender más caro, o bien va a los campos de refugiados a venderlos a precios accesibles (no obstante ¡lo venden!)”.  Y sin poder disimular su rabia continúa su relato.  “(…)cuando caen mártires, que en su mayoría caen víctimas de las emboscadas que los generales del ESL les tienden para que el ejército enemigo los fusilen, se reúnen con los generales assadistas que juegan a dos puntas, y luego negocian lo conseguido en el campo de batalla. Estas basuras son los que ponen los marcadores para que la aviación nos masacre”. 
  
A pesar del ruido de disparos que consumían la atención de todos para corroborar de dónde provenían, los obreros internacionalistas de la Brigada Sevian al-Laith (León Sedov) no interrumpen sus deliberaciones y continúan  con su labor. Esta, es inmensa porque está enfrentando una verdadera Santa Alianza que va desde el carnicero Obama, Putin, Al Assad, hasta el ESL y todos aquellos que hablan en nombre de la revolución y el socialismo. 
La amplia mayoría de los partidos que se dicen “socialistas revolucionarios” le han atado las manos a la clase obrera mundial para que esta acuda en ayuda de las martirizadas masas sirias. Unos se han dedicado a acusar a los explotados sirios que luchan por el pan y la libertad  de ser “agentes del imperialismo”, y otros no han dudado en darle su apoyo a ESL de los generales ex –assadistas que se dedican sistemáticamente a desorganizar y desmoralizar a la resistencia. Así, han impuesto el aislamiento de la clase obrera y los explotados sirios que están a merced del genocidio perpetrado por las tropas de ocupación assadistas, que hacen el trabajo sucio del imperialismo en la región.

A la reunión de la Brigada llega la noticia de que en Cuba se impuso “libre entrada y salida” de los ciudadanos que significa que los gusanos de Miami pueden volver con sus dólares a quedarse con todas las riquezas de la isla, porque ningún obrero cubano que cobra u$s 20 mensuales puede viajar a otro país. Los revolucionarios aprietan sus puños y se llenan de odio porque saben que los hermanos Castro avanzan en entregarle Cuba a Obama y los gusanos de Miami, y esos mismos parásitos, junto a todos los gobiernos bolivarianos, son amigos y aliados políticos del cerdo Bashar.    

La situación en estas tierras sigue siendo de una dura resistencia, la misma compuesta por jóvenes y trabajadores sirios y de toda la región que hacen enormes esfuerzos para conseguir sus alimentos y sus municiones para combatir porque no hay nadie que esté armando a la resistencia. Menos que nadie el ESL. Es más como cuenta unos de los obreros voluntarios internacionalistas “Muchas brigadas que vienen de distintos puntos del Magreb o Medio Oriente tienen que retirarse y volverse a sus países porque se quedan sin dinero para comer o para reponer municiones en sus fusiles.”
Allí en los territorios que Al Assad tiene bajo su poder controla absolutamente todo con terror blanco, es decir con masacres, persecución, tortura y cárcel. Donde las fuerzas de Al Assad no controlan, el asedio, los bombardeos y las carencias provocadas por la escases de lo más básico para subsistir, ha impuesto la barbarie. No se cuenta siquiera con combustible, ni mucho menos comunicación, es la lucha constante por sobrevivir al hambre y a las bombas. Cada día se suma una nueva masacre. Una movilización pacífica con banderas blancas fue reprimida con aviones de guerra. Sectores de la resistencia comienzan a cansarse de los “pacifistas sin paz” que intentan, con la sangre aun caliente de los mártires, convencerlos (muchas veces haciendo uso de autoridad religiosa) de abandonar la lucha y la resistencia. Algunos comienzan a ser enfrentados y ajusticiados por las masas harta de los charlatanes. Todos saben lo de Halifaya donde cientos de mujeres tan sólo buscaban pan haciendo cola en una panadería y no obtuvieron ni pan ni paz y fueron acribilladas por la aviación.

El hambre recorre de lado a lado las barriadas de la resistencia. La Brigada, codo a codo con las masas, debate como comenzar a poner en pie desde los comités de coordinación local de cada ciudad los Comités de Abastecimiento para que ni el ejército de Bashar ni el ESL logre doblegar por hambre a esta resistencia, y así garantizar la distribución de los alimentos, medicamentos, etc., entre la clase obrera y los desposeídos. 
  
La Brigada Sevian al Laith (León Sedov) rinde honor al legado bolchevique cuando afirma que “somos los primeros en llegar a la batalla y los últimos en retirarnos”. En esta experiencia de lo mejor de los trabajadores y jóvenes que dio esta enorme revolución que sacudió todo el Magreb y Medio Oriente comienza a flamear la bandera de la IV Internacional.

24 de enero 2013
Corresponsal