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El “reclamo salarial” de los gendarmes y prefectos

Los “perros de presa” de las transnacionales y la patronal esclavista piden más salarios, armas y pertrechos para reprimir mejor a la clase obrera y los explotados

La izquierda reformista haciendo pasar 
a los represores por “trabajadores”

¡Por un Comité Nacional Único de Autodefensa de todas las organizaciones obreras y populares combativas!
¡Por la disolución de la Gendarmería, la Prefectura, las policías, la SIDE y los organismos de inteligencia, 
y de todo el aparato represivo del estado!

El pasado 1/10 la Prefectura, a la que luego le siguió la Gendarmería, entraron en “huelga” en reclamo de mejoras salariales. Otras fuerzas policiales del interior también hacen reclamos como en Chubut. Esta demanda por parte de los “perros de presa” de la burguesía nada tienen que ver con las demandas del movimiento obrero y los trabajadores, como quieren hacerle creer a los explotados la oposición burguesa, la burocracia sindical, incluso sectores de la izquierda reformista. Para envenenar la conciencia de los explotados quieren hacer pasar por “trabajadores” a los perros guardianes de la propiedad de las transnacionales y la patronal esclavista que imponen un brutal saqueo de la nación.

Es una vergüenza completa la visita en apoyo a la Gendarmería de Vilma Ripoll (MST) e Izquierda Socialista (UIT-CI). La función de Prefectura, la Gendarmería, como la Policía Federal, Metropolitana y provinciales, es la de ejercer la represión sistemática y cotidiana sobre la clase obrera y los explotados. Son innumerables las masacres, las represiones, la persecución y hostigamiento sobre los explotados cada vez que estos reclaman mejoras salariales, tierra, vivienda, salud, educación, o simplemente cuando los jóvenes en los barrios obreros toman una cerveza o se juntan con amigos.

Los reclamos de los prefectos, gendarmes y de las policías del interior, son para ejercer su oficio mejor; es decir, mejores sueldos, pertrechos y armas para reprimir. La crisis económica mundial que ya está aquí y hace inevitable duros enfrentamientos entre las clases. Por esto los “perros de presa” de la burguesía ladran en este momento, arduas tareas les tocaran en lo inmediato y quieren estar preparados.

La “sindicalización” de los gendarmes, los prefectos, y la policía, levantada por la burocracia sindical de las CGTs y CTAs y gran parte de la izquierda reformista, es una puñalada por la espalda a los trabajadores. Los gendarmes y prefectos, están enfrentados y son irreconciliables, en el espacio y el tiempo, con los piquetes, los comités de lucha y los organismos de auto-organización de la clase obrera. Lo único que puede llegar a admitir la clase obrera es que el gendarme se rinda ante el piquete de huelga y entregue su placa y su arma, declare que ya no es más un gendarme, y vuelva a su casa; es decir que se disuelva.

Marcelo Ramal, dirigente del Partido Obrero y el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) mejor servicio a la burguesía no le podría prestar para confundir a los trabajadores. Así dice: “…al interior de la Gendamería y la Prefectura se instalen las mismas contradicciones sociales que en el conjunto del “modelo”: los efectivos de la seguridad democrática trabajan con salarios en negro (como lo hace el 35% de los trabajadores del país) y deben hacer changas para sobrevivir.” (Prensa Obrera 11-10) ¡A confesión de partes, relevo de pruebas! La verdad es que ninguno de los integrantes de estas fuerzas es un “trabajador”. Sin importar su procedencia social, desde el día que son uniformados y pertrechados, y con la legalidad que le confiere la justicia patronal, su oficio es reprimir para mantener el orden capitalista. Por la tanto el uniformado de estas fuerzas, que cobra un salario por su oficio de represor, es un policía burgués; y las changas de estos son los negocios sucios de las coimas, las drogas, la prostitución, el juego y el contrabando. ¡Y a estas fuerzas la izquierda reformista las quiere “sindicalizar” para que “no reprima”!

La clase obrera jamás debe olvidar este carácter de las fuerzas represivas del régimen. Fue la Prefectura, la que reprimió salvajemente a los trabajadores del Casino y los fileteros de Mar del Plata durante el 2007. La burguesía argentina utiliza la Gendarmería como “Guardia Móvil”, sin jurisdicción, para descargar su saña en todo el país. Si algo hizo esta fuerza es regar de sangre obrera el suelo argentino: son los asesinos de Aníbal Verón y los piqueteros del Norte de Salta. Los Kirchner en el 2006 militarizaron la ciudad de Las Heras (norte de Santa Cruz-Patagonia) con la Gendarmería: 6 compañeros obreros petroleros de esa ciudad estuvieron durante 3 años presos, torturados y sometidos a los peores vejámenes, en las cárceles de la Kirchner y las transnacionales. Aún hoy, Las Heras se encuentra militarizada.

Ni siquiera durante el “conflicto” por su reclamo los “perros de la burguesía” alteraron su carácter represivo. Cuando los trabajadores estatales cortaron la autopista Richieri por sus reclamos, fueron desalojados por una abrumadora fuerza de la Gendarmería. Vilma Ripoll y dirigentes de muchas organizaciones obreras que se estaban solidarizando con los gendarmes, ¿por qué no fueron a la ruta a proponerle a los gendarmes que no repriman y se “sindicalicen”? Esta política de la izquierda reformista dejó desarmados y tirados en la ruta a los trabajadores estatales ¿Los gendarmes y prefectos son “trabajadores”? ¡Las pelotas! Son los asesinos a sueldo de la burguesía y bien concientes de ello.

El profesor Castillo, dirigente del PTS en “La Verdad Obrera” (11-10) no está de acuerdo con la “sindicalización” que proponen sus compañeros del FIT¿Qué debe hacer la clase obrera para Castillo? ¿Llamar a las organizaciones obreras combativas a poner en pie comités de autodefensa y vigilancia obrera para defenderse de la represión estatal? Esto está prohibido en el manual de la izquierda reformista; así le atan las manos a la clase obrera para que esta no sea la que siga pagando con mártires el ataque de las transnacionales. Igual que sus socios del FIT, como hace el PO con el juicio por Mariano Ferreyra, Castillo y el PTS se someten a la justicia patronal buscando “fallos históricos favorables” de supuestos jueces“garantistas”. Así, ponen a la clase obrera a los pies de la casta de jueces burguesa videlista-peronista-radical que es la que dicta las órdenes a los policías, prefectos y gendarmes para que estos defiendan a los tiros la propiedad de todos los capitalistas.

El FIT, como el POR de Lora en Bolivia frente al motín policial, y como el PSTU-LIT de Brasil que apoyó a la “huelga policial” en Brasil, aplican la misma política a nivel continental para impedir que la clase obrera desarrolle sus piquetes y organismos de autodefensa, y empujarla así a los brazos de sus represores haciéndolos pasar por sus aliados. Son todos enemigos de tener una verdadera estrategia revolucionaria para que la clase obrera divida las fuerzas armadas poniendo en pie comités de soldados rasos para destituir a la casta de oficiales.

La tarea de la clase obrera, opuesta a la que plantean los renegados del trotskismo que devinieron en reformadores del estado burgués, es la de disolver completamente de las fuerzas de represión del régimen capitalista. Los trotskistas de Democracia Obrera llamamos a todas las organizaciones obreras y populares combativas a poner en pie un Comité Nacional Único de Autodefensa para resguardar nuestras organizaciones y dirigentes del ataque de los “perros de presa” de los capitalistas. ¡El piquete de huelga es irreconciliable con las fuerzas represivas del régimen! ¡Por la disolución de la Gendarmería, la Prefectura, las policías, la SIDE y los organismos de inteligencia, y de todo el aparato represivo del estado!