Organizador Obrero Internacional
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12-07-12

Paraguay

Como el POR de Lora, tras los pasos del estalinismo y Fidel Castro…

La corriente “Opción Obrera” de Venezuela 
a la búsqueda de generales “democráticos”

Opción Obrera (integrante de la corriente internacional CRCI, de la que son parte el EEK de Grecia y el PO de Argentina) ha publicado el 2/7 una declaración frente al golpe en Paraguay.

En dicha declaración con su sofisma de “cada golpe es inédito” plantean que lo que hizo fracasar al golpe contra Chávez en el 2002 fue “la movilización de las masas y el desacuerdo de un sector de las FFAA en apoyarlo”.
Esto es una falsificación de los hechos de cómo fue la verdadera lucha contra el golpe en Venezuela, porque lo que hizo fracasar el golpe pro-yanqui no fue ningún “desacuerdo” en las FFAA, sino la irrupción independiente de las masas obreras y populares hambrientas que bajaban de los “cerros” para enfrentar a los golpistas. Insistimos, lo que derrotó el intento golpista fue la alianza obrera y popular, que rompiendo con el control del chavismo y confraternizando en las calles con la base de los soldados rasos, puso al orden del día la puesta en pie de los organismos de autoorganización, democracia directa y armamento de las masas en lucha para aplastar a la casta de oficiales (el pilar fundamental del estado burgués) y avanzar hacia la toma del poder.

Más que un “desacuerdo”, lo que hubo fue un gran acuerdo para restituir en el poder a Chávez (el cual había huido cobardemente como todo burgués nativo) entre la casta de oficiales de las FFAA, los políticos pro-yanquis y el imperialismo (quienes se habían pasado de la relación de fuerzas establecida entre las clases, producto de que la revolución Latinoamericana estaba viva en Ecuador y Argentina). Ese gran acuerdo de la burguesía y la casta de oficiales era el pavor a la revolución… era el temor de la clase dominante a perderlo todo.

Desde esta falsa definición que tiene el artículo de Opción Obrera titulado “el golpe contra Lugo: otra enseñanza para Latinoamérica” se desprende todo un programa que plantea que hay sectores de la casta de oficiales de las FFAA que “defienden la democracia” y “apoyan las sublevaciones de masas”. Esta afirmación, no es otra cosa que reeditar la vieja política del estalinismo de buscar burgueses  “progresistas” y militares “patriotas”. Es la misma política del POR de Bolivia de “Frente Revolucionario Antiimperialista” (FRA) con el que subordinaron la alianza obrera y campesina en 1971, que había puesto en pie la Asamblea Popular, al General Torres que terminó abriendo el camino al golpe Banzerista. 
El proletariado chileno ya vivió una tragedia histórica con esta política que aplicó Fidel Castro en 1973 cuando se entrevistó con Pinochet en sus viajes a Chile a quien adulaba junto a Allende como el “general democrático” que había enfrentado el “Tancazo”. Tan es así que el PC chileno y el Partido Socialista y su “Unidad Popular” planteaban en un comunicado conjunto que: “…el cumplimiento de sus deberes constitucionales por las FFAA y los Carabineros desalentará al golpismo derechista (...)”. Luego de esto, el mismo “general democrático” Pinochet dirigía el golpe de la ITT y desataba un baño de sangre contra los trabajadores y sus cordones industriales.

¿”Generales democráticos” dentro de la casta de oficiales del ejército stroessnerista? Con el perdón de la palabra… ¡Las pelotas! La casta de oficiales, que tiene sus manos manchadas con sangre obrera y campesina, es el pilar fundamental del estado que defiende la propiedad y los intereses de las transnacionales y la burguesía nativa contra los trabajadores.

Una falsa “enseñanza” quieren dejar para la clase obrera latinoamericana Opción Obrera y las corrientes que no se cansaron de llamar a votar por los generales “patriotas” como Chávez, que no ha hecho más que poner a Venezuela de rodillas frente a Obama y Wall Street. Esta estrategia impide que las masas conquisten su propio armamento y organismos de autodeterminación independientes de la burguesía y la casta de oficiales de sus ejércitos.

Esta política de sumisión de la clase obrera a la burguesía divide las filas obreras e impide la alianza obrera y popular. A la vez que nos divide país por país e impide una lucha continental unificada de la clase obrera y los explotados de América Latina contra el imperialismo y la burguesía cipaya. La salida al hambre, la miseria, la desocupación, la sumisión nacional, la ruptura con el imperialismo, no puede venir de ningún sector burgués nacionalista ni de ningún militar, sino únicamente de la clase obrera acaudillando a los campesinos y a las masas pobres de la ciudad y uniendo su combate junto a sus verdaderos aliados: la clase obrera norteamericana que hoy se pone de pie con su vanguardia de lucha de los obreros inmigrantes y la juventud trabajadora del movimiento “ocupemos Wall Street”.