Organizador Obrero Internacional
Publicaciones de los adherentes a la FLTI


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Noviembre de 2011

Presentación

Bancarrota europea, superdéficit en EE.UU., burbujas y desaceleramiento en China
El parasitismo del sistema capitalista se agudiza

Nuevos estallidos y crac en la economía mundial

√  La crisis la están pagando los trabajadores con ataque a sus conquistas y mil millones de desocupados y hambrientos en todo el mundo.  
√ Mientras, se preparan nuevas guerras contrarrevolucionarias, con aprestos militares para atacar Irán. La barbarie ya esta acá.

La clase obrera y los explotados del mundo presentan batalla

√  Pese a los desvíos parlamentarios, en el Norte de África la revolución sigue viva. En Libia las masas insurgentes se resisten al desarme por parte de la OTAN, el CNT y los generales khadafistas. 
√ Los explotados palestinos se predisponen al combate y las masas en Siria amenazan con transformar a ese país en una “nueva Libia”.
√ La clase obrera norteamericana vuelve al combate contra Obama, con su vanguardia los obreros de Oakland y los “indignados” cercando Wall Street y organizando su lucha internacionalmente.

En Chile y Grecia los trabajadores han puesto una moción a la clase obrera mundial:

Para frenar el ataque de los capitalistas, sus gobiernos y regímenes

¡HAY QUE DERROTAR A LAS DIRECCIONES TRAIDORAS!

Para avanzar al triunfo de la revolución obrera y socialista mundial
¡Por un Comité por la refundación de la IV Internacional!

Realizamos la publicación de la primera parte del OOI N°15, que es una edición especial de fin de año que saldrá en varias partes, bajo el fuego cruzado de enormes acontecimientos históricos que están conmoviendo al mundo.

Vivimos, tal como lo definiera magníficamente Lenin, en la época imperialista signada por cambios bruscos, crisis, guerras y revoluciones. El 1 de noviembre nuevamente se derrumbaron las bolsas de los parásitos imperialistas. La burguesía habla de un “nuevo martes negro”, pero ya está claro que el imperialismo tiene “negro” todos los días, semanas y meses desde que estallar la crisis económica mundial en 2007.  El crac de la economía capitalista sigue reproduciéndose como recurrentes estallidos en un verdadero “big bang”. Es que el capital financiero, ante el derrumbe de la tasa de ganancia, “intenta recuperarse” huyendo de la producción y refugiándose en la especulación y el parasitismo, destruyendo fuerzas productivas. 
El capital financiero, que ya se devoró 90 billones de dólares no producidos por el trabajo humano, sigue generando y haciendo negocios creando más valores ficticios, falsificando los balances de los bancos y apostando a la especulación. El capital, lejos de “depurarse”, exacerba su parasitismo y prepara nuevas y superiores crisis.

La izquierda reformista dice que “la crisis no es tan grave”, mientras el 80% de la población mundial ha quedado por debajo de la línea de pobreza, hundida en la miseria. “Todavía no estamos ante una crisis como en los años ´30”, comentan los traidores a la revolución proletaria, añorando tiempos de reforma y democracia y engañando a la clase obrera. Los marxistas revolucionarios afirmamos que estamos ante una crisis más profunda que la de los 30, puesto que golpea en el corazón de la potencia dominante, Estados Unidos.

Si aún no ha comenzado un proceso estanflacionario mundial, es simplemente porque el imperialismo yanqui como potencia dominante, ha falsificado todos los balances de los bancos imperialistas en bancarrota y mantiene las superganancias de las transnacionales redoblando el saqueo y la superexplotación del mundo colonial y semicolonial, y potenciando a grado extremo el parasitismo, inflando ficticiamente los valores de los commodities. Además, EE.UU., con su estado en quiebra con la mayor deuda de su historia, absorbe los dólares reales del mundo mientras a su vez lo inunda de dólares falsos (más de 5 billones), impresos sin respaldo en la producción real, empujando a la inflación y descargándole la crisis a las masas y a sus competidores imperialistas para intentar postrarlos. La Europa imperialista de Maastricht es un espejismo decadente que intenta encubrir la bancarrota generalizada de sus estados saqueados para salvar a los bancos. Esta es la  situación de Grecia, Italia, España... por dar algunos ejemplos. 
Con la bancarrota europea, el superdéficit en EE.UU., las burbujas en los commodities y el desaceleramiento de la economía en China, a la vez que se agudiza el parasitismo, se preparan nuevos estallidos en la economía mundial.

La crisis desatada en 2007 ha sido descargada sobre las masas del mundo, y también pone al desnudo que sobran potencias imperialistas. En la disputa por las zonas de influencia y los mercados, habrá potencias vencedoras y potencias vencidas. Van a sobrevivir los imperialismos que más derroten a su clase obrera y logren hundir a sus competidores imperialistas para quedarse con nuevos mercados, es decir el saqueo de las colonias y semicolonias para que éstas paguen la crisis y bancarrota capitalista. ¿Qué imperialismo paga la crisis, además de los explotados del mundo? Esto es lo que está en juego ante el crack de Grecia, que ha devenido en el eslabón más débil de la cadena de dominio imperialista.

Si la revolución socialista no da una salida, será la burguesía quien la dará con una nueva guerra imperialista –como lo preanuncia los aprestos militares para que el imperialismo invada Irán- por el reparto del mundo empujando a la civilización humana a la barbarie. 
La crisis ya la están pagando los trabajadores con ataque a sus conquistas y mil millones de desocupados y hambrientos en todo el mundo.
 
Pero las masas presentan batalla y la revolución obrera y socialista vive y se subleva en los combates de las masas griegas, libias, tunecinas, egipcias, bolivianas, chilenas y en los obreros y jóvenes combativos que en Oakland (EE.UU.) se han puesto de pie contra Wall Street en el corazón mismo de la bestia imperialista. La lucha económica ha dado a un salto a lucha política de masas.

La clase obrera y los explotados, a pesar y en contra del veneno emanado por la burocracia sindical y las direcciones reformistas (estalinistas, populistas y ex trotskistas), en distintas partes del planeta, ponen en pie jalones de socialismo al plantear que para poder comer hay que irrumpir con los métodos de la revolución proletaria. 
Es que al calor de la crisis mundial abierta en 2007, los explotados comienzan nuevamente a ponerse en el centro de la escena, tanto en el mundo semicolonial con esa enorme cadena de revoluciones del Norte de África y Medio Oriente y con el heroico combate de las masas en Chile y Bolivia; como en el corazón de las potencias imperialistas con los combates de la clase obrera de Grecia, Japón, y EE.UU.
Además de enfrentar a los gobiernos y regímenes que comandan los ataques contra los explotados, la clase obrera lucha físicamente contra las direcciones traidores que fueron reclutadas para salvar al capitalismo de su abierta bancarrota, tal como lo demuestran hoy los combates en Grecia y Chile contra el PC, abriendo de esta manera un verdadero proceso de guerra civil al interior del movimiento obrero.

Así, en focos claves del planeta, la clase obrera y los explotados han comenzado a romper los cercos impuestos por las direcciones reformistas que se han centralizado a nivel mundial para sostener a la burguesía agonizante frente a los combates revolucionarios en respuesta a la crisis imperialista. Las direcciones social-imperialistas, stalinistas, ex trotskistas y las burocracias sindicales han jugado todo su rol para cercar al proletariado país por país desincronizando el combate internacional de las masas y sometiéndolo a la burguesía. dejando a las claras que lo único que hoy sostiene a este sistema putrefacto son estas direcciones enfermeras del capitalismo. 
Sin embargo, estamos entrando en una situación prerrevolucionaria mundial,donde se están preparando enormes y decisivos enfrentamientos entre revolución y contrarrevolución. 
Batallones de los explotados con sus combates están abriendo un ángulo de 180° con la política de sus direcciones. Es que no hubo una sola dirección que llamara a luchar a las masas como lo vienen haciendo en el Norte de África y Medio Oriente, y como hoy se pelea nuevamente en EE.UU., con la gigantesca irrupción del movimiento de los “Indignados” que ya tiene en su mira a los parásitos de Wall Street y que con la huelga general en Oakland y el multitudinario piquete que bloquea el puerto de la ciudad lucha contra la guerra imperialista y el carnicero Obama. 
Los explotados vienen de protagonizar una enorme demostración de fuerza organizando una lucha internacional coordinando manifestaciones en 82 países (más de 950 ciudades). Este movimiento de los “Indignados”, más allá de los limites que tiene, ha demostrado ser un millón de veces más audaz que los estados mayores de la izquierda reformista, quienes jamás llamaron a luchar centralizando sus fuerzas internacionalmente a los explotados del mundo.

El factor determinante para el proletariado es la crisis de dirección revolucionaria que hace más tortuoso su combate y por el momento impide que la clase obrera se haga del poder. Pero las nuevas embestidas y procesos de radicalización que estallan a nivel mundial, ayudan a debilitar a los aparatos reformistas, y nos dan un valioso tiempo a los revolucionarios para reagrupar a la vanguardia proletaria internacional, sobre la base de aplicarle derrotas a las direcciones traidorasagrupadas en el Foro Social Mundial y la V Internacional de Castro, Chávez y Hu Jintao.

Importantes batallones del proletariado comienzan a romper los cercos impuestos por las direcciones reformistas para someter su lucha a la burguesía país por país

Como el lector encontrará en esta primera parte de “El Organizador Obrero Internacional”, el 2 de noviembre vimos en Oakland (EE.UU.) la irrupción de una poderosa huelga que paralizó el puerto donde se embarcan pertrechos militares imperialistas. ¡La clase obrera y los explotados de EE.UU., los aliados más importantes del proletariado mundial, comienzan a ponerse de pie contra los piratas que han convertido al planeta en una sucia prisión!

Este combate enfrenta a la burocracia de la AFL-CIO y la izquierda reformista mundial que sometieron al proletariado norteamericano al “democrático” Obama, contra los “fascistas” de la derecha republicana del Tea Party. Sin embargo, es el propio Obama el que aplica las recetas del Tea Party contra las masas del mundo y contra la propia clase obrera norteamericana. Es que todos están bajo el mando de Wall Street en el régimen imperialista de los “Republicratas”.
El proceso de radicalización del Norte de África, Medio Oriente y de Grecia, ya ha llegado a EEUU, primero con los “Indignados” cercando Wall Street, y ahora combatiendo en Oakland. Así se está rompiendo el cerco de la izquierda reformista sirviente de Obama. ¡Viva la grandiosa huelga en Oakland! ¡Hay que derrotar al carnicero Obama, al régimen de los “Republicratas” y expropiar a Wall Street! ¡Este debe ser un grito y un combate de la clase obrera mundial! ¡La clase obrera norteamericana debe ponerse completamente de pie y luchar como en Libia en el corazón de la bestia imperialista!

Desde el norte y desde el sur del continente americano, la clase obrera empuja por retomar la revolución expropiada, desviada y cercada por Obama, la burguesía bolivariana, la burocracia catrista y las direcciones traidoras. En el altiplano se encuentra uno de sus batallones más combativos. La revolución boliviana sigue siendo una “bisagra” de una misma revolución en el continente americano que nuevamente intenta ponerse de pie. Mientras caía la cabeza de Khadafy a manos de las masas libias, en Bolivia volvía la alianza obrera y campesina que irrumpía con una poderosa huelga general el 28 de septiembre al grito de ¡Fuera Evo Morales asesino! ¡Fuera las Transnacionales!cercando al gobierno y amenazando con derrotarlo en las calles. Así respondió la clase obrera contra la dirección de la COB, la Federación Minera y el POR, quienes en un frente único de reformistas, impidieron que los mineros de Huanuni marchen a La Paz para ponerse a la cabeza con su dinamita junto a los fabriles, explotados de El Alto y los campesinos pobres del TIPNIS en el combate contra Morales.

En Grecia y Chile, las masas han puesto una moción a la clase obrera mundial: para frenar el ataque de los capitalistas, hay que derrotar a las direcciones traidoras

Como presentamos en la declaración sobre Grecia que compone esta publicación, en el país heleno, con la última huelga general del 19 y 20 de octubre, que fuera una verdadera jornada revolucionaria de lucha política de masas contra el gobierno de Papandreau, los explotados intentan romper el cerco de las direcciones reformistas enfrentándose en las calles al PC. Los stalinistas con su seguridad armada, defendieron el Parlamento burgués, rompiéndole la cabeza a todo obrero y joven que quería atacar esa cueva de bandidos de defensores de los banqueros que arruinaron a los explotados. 
La clase obrera en Grecia ha comprendido que debe enfrentar para poder triunfar en su lucha, al partido estalinista KKE, al cual los ex trotskistas de distintas partes del mundo reivindicaban por llamar a los “pueblos a unirse”. 
De pie junto a los obreros y jóvenes griegos que se enfrentaron al Partido Comunista, llevando al interior de Europa el combate que desde hace años vienen protagonizando los explotados chilenos contra el estalinismo a quien han identificado como “los pacos (policías) rojos son los peligrosos” y el principal obstáculo de su combate por conquistar la educación gratuita con la “renacionalización sin pago y bajo control obrero del cobre” contra el gobierno de Piñera y el régimen pinochetista, como demostramos en la declaración que publicamos en estas páginas. 
¡Viva la lucha de las masas de Grecia y Chile contra los carneros del PC! ¡Ellas le marcan el camino al proletariado mundial poniendo la moción de que para enfrentar a los explotadores, hay que derrotar a estas direcciones traidoras!

Hoy la revolución griega necesita la cabeza de Papandreu para terminar de ponerse de pie, pero para ello tendrá que tener primero la cabeza del stalinismo que lo sostiene a fuerza de garrote y contrarrevolución.
En Grecia y en la Europa de Maastricht se abrieron brechas y divisiones entre los de arriba, alrededor de cómo enfrentar la revolución. Este es el momento en que las masas de Grecia y toda Europa deben golpear sobre los explotadores y derrotarlos. Es el momento que los Indignados de España deben derrotar al gobierno de Zapatero y a la monarquía. Es el momento en que la juventud y la clase obrera inglesa embistan contra el poder y que el proletariado francés e italiano se subleve.
La política del reformismo ante la crisis mundial fue la de “morigerar el ajuste”, cuando los estados fueron saqueados por los bancos y lo que vino en 2010 fue la profundización del ataque contra las masas. A principios de 2011 irrumpieron las masas del Norte de África que demostraron como pelear, contagiando a las masas europeas.
La izquierda reformista se la pasó diciendo que “no había condiciones en Europa para pelear” y de la “crisis de subjetividad del proletariado”. Pero oculta que cuando las masas griegas quieren abrir su revolución, y con ella la revolución europea, peleando como en Egipto, Libia o Argentina en el 2001, la guardia de seguridad del PC les rompe la cabeza.
La clase obrera necesita de una revolución en un país imperialista como Grecia que cambie rotundamente el escenario de la lucha de clases mundial y abra el camino a la abolición revolucionaria de la Europa imperialista de Maastricht y todos sus gobiernos y estados. ¡Por los Estados Unidos Socialistas Soviéticos de Europa!

Los combates del proletariado de los países centrales son las fuerzas para romper el cerco a la revolución Libia y todo Medio Oriente y Norte de África

A pesar de la conspiración de la burguesía y las direcciones traidoras para cercar y derrotar la revolución libia, con el CNT atacando a las milicias obreras y populares, queriéndolas desarmar y encarcelar, los procesos al interior de las potencias imperialistas tienden a romper este cerco maldito. 
En esta primera parte del “Organizador…” presentamos dos declaraciones del SCI de la FLTI frente al ajusticiamiento de Khadafy y un llamamiento de emergencia realizado por la “Comisión en defensa de las masas insurrectas de Libia” que componemos distintas organizaciones. Allí convocamos a las organizaciones obreras combativas del mundo a tomar en sus manos la defensa de los luchadores antiimperialista de Misarrata, Bengasi, Trípoli y toda Libia, que están bajo los ataques del imperialismo, el CNT, la OTAN y los generales khadafistas pasados de bando a último momento. 
Esta campaña internacional en “defensa de los trabajadores de Libia” enfrenta también a toda la izquierda del Foro Social Mundial que chilla que “no festejaban la muerte de Khadafy con Obama y Sarkozy”… y no terminaban de escribir esto, que el mismo Obama, Sarkozy y el CNT llamaron a detener y hacer un juicio a las masas revolucionarias de Misarrata y de Bengasi que ajusticiaron a Khadafy.
La vida ya ha hablado: la mentira y la calumnia de los lacayos del Foro Social Mundial han quedado totalmente desenmascaradas ante las masas. Esta vez, a los continuadores del stalinismo, los internacionalistas no les vamos a permitir que actúen como el PC en la guerra civil española en los ‘30, como quinta columna, acusando a los milicianos de los comandos de Durruti, del POUM y la Central Nacional de Trabajadores anarquista de ser “agentes de Franco”. Es un deber de la clase obrera mundial y de los que se dicen revolucionarios, defender a las milicias obreras y populares que ajusticiaron al chacal Khadafy y que hoy mediante la fuerza contrarrevolucionaria intentan ser desarmadas y sus combatientes encarcelados, para que el imperialismo y el CNT puedan expropiar e impedir el triunfo de la grandiosa revolución libia.

Junto a este llamamiento internacional, publicamos una carta de un luchador latinoamericano que peleó como internacionalista junto a los trabajadores y el pueblo de Libia contra Khadafy, la OTAN y el CNT. Este saludo a los que hicieron justicia con el asesino Khadafy, debe ser conocido por todos los explotados del mundo y sus organizaciones de lucha para seguir su ejemplo de internacionalismo proletario.

Hoy los explotados en Misarrata, lejos de entregar sus armas y rendirse, mantienen vivo su orgullo de tener entre sus pies la cabeza de Khadafy como un gran triunfo de las masas. Mientras los explotados tengan sus armas en mano, la revolución no podrá ser estrangulada. Ya el principal representante del gobierno del CNT, que encabeza el ataque contra las milicias obreras y populares, tuvo que renunciar. 
El imperialismo no puede terminar de controlar la revolución libia. Por eso busca aceitar sus dispositivos contrarrevolucionarios en la región que han quedado completamente descalabrados. Alistan trampas, desvíos “democráticos” y nuevos golpes contrarrevolucionarios. En Siria, mientras la Liga Árabe amenaza con pedir una intervención de la OTAN, la burguesía prepara un “Consejo Nacional sirio” de la mano de Turquía, para intentar controlar la revolución siria e impedir que el carnicero el-Asaad sea un nuevo Khadafy. 
El imperialismo está aterrado que estalle nuevamente la revolución en Palestina, como vanguardia de la revolución abierta en toda la región, y por ello impulsan la trampa de la ONU, el sionismo y la burguesía palestina colaboracionista, para imponer la política de “dos estados”, como presentamos en esta edición del “Organizador…”. 
Parte de este plan es el fraude y la estafa, al mejor estilo de la dictadura de Ben Alí, de las últimas elecciones para Asamblea Constituyente en Túnez. Un fraude sostenido por toda la izquierda del Foro Social Mundial, que quieren cambiar la vida, el combate y la inmolación de la juventud revolucionaria y la clase obrera por un parlamento fantoche, enemigo del pueblo.

Un ejemplo de internacionalismo proletario en Japón para unir a la vanguardia revolucionaria de los países imperialistas con la del mundo colonial y semicolonial

El enorme movimiento de franjas de masas en las potencias imperialistas que se ponen de pie, fue anticipado por los explotados del estado español y su “Republica de los Indignados” que desafió a la corona imperialista y sus lacayos retomando las banderas del internacionalismo proletario bajo el grito de “aprendimos de la revolución árabe que la victoria es posible”. 
En Japón, los Zengakuren y la JRCL han organizado una jornada de combate uniendo la lucha contra el ataque del imperialismo japonés sobre los explotados, y sus plantas nucleares que hunden al pueblo en un verdadero martirio, con las heroicas masas de Chile y su combate, rodeando la embajada de ese país en Tokio por la libertad de todos los estudiantes presos y el triunfo de la lucha obrera y estudiantil. Los obreros y jóvenes revolucionarios de Japón han asumido sus responsabilidades para con los explotados que oprime la burguesía japonesa.¡Qué gran ejemplo de internacionalismo militante! ¡Así se lucha! ¡Solo desde el internacionalismo proletario se puede preparar el triunfo!
Se trata de un acontecimiento de enorme envergadura. La clase obrera y la juventud de Japón se sublevan de odio y combaten contra el gobierno, las corporaciones y las transnacionales que explotan al mundo colonial y semicolonial comoes el caso de Chile, y unen sus demandas con la de los explotados de ese país para preparar el triunfo. Es que allí está la llave para que los explotados de Chile -país con el que Japón tiene un Tratado de Libre Comercio-, puedan alcanzar su victoria. Desde la FLTI fuimos parte de este combate.

Pero esta acción, también desnuda completamente a las corrientes “anticapitalistas”. Pues, si un puñado de organizaciones pueden encabezar acciones como la de Japón con Chile, que cosa no podrían haber echo los NPAs, los SWP, WRP y las corrientes del FSM que dirigen centrales obreras y sindicatos en EE.UU, Francia, Alemania, Inglaterra, España, etc., para con la poderosa revolución del Norte de África y Medio Oriente. 
Los socialimperialistas se negaron a realizar lo que las masas egipcias llevaron a cabo con la embajada del estado sionista fascista de Israel, a la cual rodearon y prendieron fuego. Se negaron a unificar el combate de Magreb y a que su fuego revolucionario incendie la Europa imperialista. 
Se negaron a organizar la huelga general europea, a boicotear la maquinaria de guerra de los estados imperialistas, y a poner en pie desde las organizaciones proletarias brigadas internacionales para cruzar el Mediterráneo y combatir en Egipto, Túnez, Siria y Libia. ¡Esta era su obligación y si lo hubieran hecho, no hubieran llegado jamás las tropas de la OTAN, pues hubiera significado no solo el triunfo de la revolución en el Magreb, sino el inicio del derrocamiento revolucionario de todos los gobiernos de la Europa de Maastricht!

Irrumpen nuevos procesos de radicalización de masas que fortalecen el camino de la lucha por la refundación de la IV Internacional

Vivimos una época de “contrarreformismo” que ha partir de la crisis de 2007 se ha agudizado con toda su fuerza, es decir donde la burguesía ya no puede siquiera ofrecerle migajas al proletariado y por tal, las direcciones reformistas cada vez menos tienen margen de engaño para controlar a las masas. Los procesos de radicalización de masas ya están aquí y son la fuerza que necesitamos los trotskistas para fusionarnos con ellos y refundar la IV Internacional. Los reformistas en sus intentos de desincronizar y cercar la revolución mundial país a país, no podrán vivir en paz. Las leyes de la historia son más fuertes que cualquier aparato.
Es que a pesar de la férrea centralización internacional de las direcciones reformistas (V Internacional, Foro Social Mundial; “Socialismo 2010”; Contracumbre de Madrid; ELAC-CONCLAT, etc.) para impedir el triunfo de las masas, la revolución en el Norte de África y Medio Oriente, con su vanguardia en Libia, han hecho estallar por los aires los dispositivos contrarrevolucionarios como el régimen de Mubarak en Egipto o el de Khadafy en Libia, y han sobrepasado la política de las direcciones traidoras.
Las heroicas masas del Magreb, despertaron el entusiasmo, admiración y predisposición al combate de millones de obreros y jóvenes en el mundo que comprendieron que para conquistar el pan y el salario hay que aplastar a los gobiernos burgueses y su estado. A pesar y en contra de la AFL-CIO y los renegados del marxismo que sometieron a la clase obrera al “democrático” carnicero imperialista Obama, en EE.UU. los estatales de Wisconsin irrumpieron al grito de “¡Hay que luchar como en Egipto!”, grito que hoy retoman los “indignados de Wall Street” y la clase obrera en Oakland; los “indignados” del Estado Español también ocuparon las Plazas como en Tahrir, Egipto; en las huelgas generales y barricadas de Grecia vibraron los combates de Túnez, Libia y Egipto y un joven del sur de América, como parte de millones de esclavos insurrectos, cruzó océanos y fronteras para combatir codo a codo con los explotados libios, por dar tan solo algunos ejemplos. 
Es que ya comienza a despertar en la juventud y los obreros avanzados, en la medida en que las masas rompen el cerco de las direcciones traidoras, un profundo sentimiento antiimperialista y una tendencia a acciones internacionales, que escapan totalmente al control de los aparatos contrarrevolucionarios. En esos combates se están probando los dirigentes para conquistar el estado mayor revolucionario que necesita la clase obrera para triunfar. Allí están las fuerzas para derrotar la política impotente de la izquierda reformista y refundar la IV Internacional, el partido mundial de la revolución obrera y socialista. 
La FLTI es parte de esa lucha y ese proceso de radicalización de las masas a nivel mundial, que tiene, en el Norte de África, y ahora en EE.UU. y Grecia, como también en Chile y en Bolivia, a lo más avanzado del combate del proletariado mundial.
Nosotros, desde la FLTI, somos un pequeño punto de apoyo que luchamos implacablemente y con todas nuestras fuerzas para que los procesos de radicalización que enfrentan al imperialismo, a las burguesías nacionales y a las burocracias traidoras, se generalicen, coordinen su lucha a nivel internacional y comiencen a combatir bajo las banderas de la revolución socialista para triunfar, que son las banderas de la IV Internacional.
Las condiciones objetivas para que resurja el bolchevismo, es decir, la fracción internacionalista del proletariado mundial, ya están presentes y se están desarrollando. Ante los acontecimientos del Magreb y Medio Oriente que comienzan a penetrar en Europa y EE.UU., se ha puesto a la orden del día un reagrupamiento internacional ofensivo de las fuerzas del trotskismo principista y de las organizaciones obreras revolucionarias. Los dirigentes de un estado mayor de la revolución socialista ya están combatiendo: son la joven generación del proletariado que encabeza las milicias en Libia, que luchan en Túnez y Egipto, que cruzan los muros y alambrados del estado sionista fascista de Israel para combatir contra ese estado ocupante; que enfrentan a las bandas fascistas en Grecia, que rompen con el gobierno de Evo Morales en Bolivia y luchan contra la burocracia de la COB, que se sublevan contra las transnacionales en Perú y Chile; que protagonizan la valiente “República de los Indignados”. 
Desde la FLTI llamamos poner en pie un Comité Internacional por la refundación de la IV Internacional de 1938, para devolverle al proletariado mundial la dirección revolucionaria que necesita y se merece para triunfar.

Comité Redactor