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Chile

El combate de las masas chilenas pone a la orden del día conquistar una nueva oleada revolucionaria en América Latina

El ascenso de las masas chilenas se presenta como la avanzada y la vanguardia en el continente americano en enfrentar, con su demanda de renacionalización del cobre sin pago y bajo control obrero, los planes de los monopolios imperialistas, sus gobiernos y regímenes sirvientes. 
Por eso este combate es hermano y parte del proceso revolucionario que se ha abierto en el Norte de África y Medio Oriente, motorizado por la enorme suba en los precios de los alimentos, donde las masas demostraron que para conquistar el pan había que pelear en lucha política de masas, derrocando a los gobiernos y regímenes de las autocracias sirvientes del imperialismo. Es un mismo combate que también vienen protagonizando los trabajadores y los estudiantes combativos en Grecia, y la juventud y los inmigrantes en Inglaterra, que han ganado las calles y en poderosos combates enfrentan el ataque de su propia burguesía, a sus gobiernos, regímenes y estados. La lucha del movimiento estudiantil y la clase obrera de Chile, que han identificado también a sus enemigos al interior de sus propias filas como el Partido Comunista, es la misma lucha que hoy vienen protagonizando los explotados en China contra los “pacos rojos” del PC de Hu Jintao y la V Internacional.
Los trotskistas afirmamos que sólo es posible definir el combate revolucionario de las masas chilenas como un episodio o eslabón de una única revolución latinoamericana y mundial. Hoy los explotados chilenos con su heroica lucha, han planteado una moción ejemplar a todo el proletariado mundial: para conseguir pan, trabajo, salario, educación y salud, ¡hay que expropiar al imperialismo que desangra nuestras naciones!

Ver Tambíen:

- Tesis de Chile: "LA CLASE OBRERA Y LA JUVENTUD DE CHILE SE SUBLEVAN AL GRITO DE: ¡NACIONALIZACIÓN DEL COBRE BAJO CONTROL DE LOS TRABAJADORES PARA CONSEGUIR EL SALARIO DIGNO Y LA EDUCACIÓN GRATUITA!"

- En estas páginas presentamos extractos de la carta enviada por la Juventud Trotskista de la FLTI a los jóvenes antiimperialistas Zengakuren de Japón, con un llamado a librar un mismo combate junto a los heroicos estudiantes chilenos. Así mismo reproducimos la declaración del 81º Congreso Nacional de los Zengakuren expresando sus solidaridad internacionalista con la lucha de los jóvenes combativos de Chile...

Es por eso que el proceso revolucionario en Chile, que conmueve a las masas de todo el Cono Sur, reabre la posibilidad de que los batallones más concentrados del continente entren al combate. Este combate plantea hoy la posibilidad de un nuevo ascenso revolucionario en todo el continente, como ayer lo fuera el ensayo revolucionario que protagonizaran las masas en el primer lustro del siglo XXI.
Ese enorme ascenso de los explotados estuvo signado por las revoluciones en Ecuador de 1997, Argentina de 2001 y Bolivia de 2003-2005, por el levantamiento antiimperialista de las masas de Venezuela, por la lucha de la juventud y la clase obrera chilena y por la gloriosa comuna de Oaxaca que impusieron las masas en México el 2006. Todos estos combates penetraron incluso al interior de Estados Unidos, donde la clase obrera norteamericana empezó a ponerse de pie contra el odiado gobierno de Bush y el régimen de los “Republicratas” con la Marcha del Millón de Obreros contra la guerra, con su vanguardia los portuarios de Oakland que paralizaban la maquinaria de guerra contra la ofensiva de su propia burguesía imperialista en Irak, y por los derechos de los trabajadores inmigrantes.
Este gran ensayo revolucionario fue desviado y estrangulado por todas las direcciones del Foro Social Mundial, junto a su ala izquierda de los renegados del trotskismo. De la mano de estas corrientes se impuso la estafa de la “Revolución Bolivariana” de Castro, Chávez, Morales, Lula, Kirchner y Correa que vinieron a expropiar las heroicas revoluciones obreras y socialistas que habían comenzado en el continente. Mientras, al proletariado norteamericano lo sometieron al Partido Demócrata y al asesino de Obama bajo la política de “todos contra Bush”. 
Hoy son estos gobiernos, que ayer posaban de “antiimperialistas” y “progresistas”, o de ser “imperialismos democráticos”, los que se encuentran encabezando los peores ataques contra la clase obrera y los explotados a cuenta de las transnacionales imperialistas. Así Obama y su Partido Demócrata vienen de votar en el Parlamento el programa del Tea Party fascista, que implica que las masas norteamericanas tendrán que pagar con su trabajo, su salario y todas sus conquistas la deuda del estado yanqui. Lo mismo sucede en América Latina, donde los gobiernos de los “bolivarianos” encabezan la ofensiva contra las masas mostrando ser igual o más antiobreros y lacayos del imperialismo que los gobiernos del TLC.

Contra ellos hoy se levanta el Chile de los obreros y estudiantes sublevados, planteando una segunda oleada revolucionaria de las masas del continente dirigida por la clase obrera -la única clase verdaderamente nacional que no tiene ningún interés que la ate con el imperialismo- que será contra Obama y el régimen de los “Republicratas”, contra los gobiernos “bolivarianos” y del TLC, y contra todas las direcciones del Foro Social Mundial, que garantizaron la expropiación de la revolución latinoamericana. 
Es que el combate de las masas chilenas se desarrolla a pesar y en contra de todas las direcciones traidoras, comenzando en primer lugar contra el Partido Comunista, identificado por la vanguardia obrera como los “pacos rojos son los peligrosos” y afirmando que “revolución se escribe sin “J” (en alusión a la juventud del PC). ¡Esta es la moción que plantea la vanguardia chilena a todo el proletariado americano y mundial: para triunfar hay que enfrentar a las direcciones reformistas que intentan someter el combate de las masas a la burguesía! Esto es lo que ayer planteó Bolivia de la mano de los obreros fabriles de La Paz, quienes identificaron que, para luchar contra el gobierno hambreador y asesino de Evo Morales, había que enfrentar a las direcciones colaboracionistas como la burocracia de la Central Obrera Boliviana (COB). ¡Este es el programa para que la clase obrera cubana pueda ponerse de pie contra la burocracia restauracionista comandada por los hermanos Castro que están despidiendo a un millón de obreros!

El imperialismo y sus socios nativos saben muy bien del peligro de que se generalice el ascenso revolucionario que ha comenzado en Chile a todo el continente. Por eso ya han mandado a sus agentes más confiables para comenzar a montar un verdadero cerco para impedir dicha perspectiva, tal como ayer hicieron con la gloriosa revolución boliviana del 2003-2005. Parte de esto es el XVI Congreso Continental Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (OCLAE) que ha reunido en Uruguay a las direcciones colaboracionistas –e incluso patronales- de distintas federaciones estudiantiles de América Latina. Todo esto dirigido por la juventud del PC cubano, que hoy sostiene los planes de entrega de la educación cubana y el despido de un millón de obreros.
Allí, lejos de organizar un plan de lucha continental para que la clase obrera de todo el continente y su juventud se pongan en pie de guerra contra sus verdugos, junto a los heroicos explotados chilenos, votaron sostener a esos gobiernos burgueses, enemigos de las masas, como el de Chávez, Correa, Morales, Kirchner.

¡No podemos permitirlo! ¡La clase obrera de todo el continente debe ponerse de pie junto a sus hermanos de clase chilenos! ¡Hay que generalizar los heroicos combates de las masas de Chile a todo Latinoamérica! Allí están las fuerzas para que vuelva a ponerse de pie el proletariado del continente rompiendo la subordinación que le impusieron las direcciones a la burguesía país por país. ¡Basta de someter a la clase obrera a ese “Bush tiznado” de Obama, el mayor enemigo del proletariado mundial! ¡Fuera yanquis y el imperialismo de toda América Latina! 
El proletariado latinoamericano debe hacer suyas las demandas de la clase obrera y la juventud chilena, luchando por la expropiación sin pago y bajo control obrero de todos los monopolios imperialistas, sus tierras, sus bancos, propiedades y fábricas. ¡Que todas las organizaciones obreras rompan su subordinación a la burguesía y convoquen ya a un paro continental de toda la clase obrera de América Latina para luchar, junto al proletariado chileno, por expulsar al imperialismo y derrotar el ataque de todos sus gobiernos lacayos!
Este debe ser el grito de guerra de los trabajadores, estudiantes combativos y explotados de todo Chile que deben atar su suerte a la suerte de sus hermanos de clase latinoamericanos. En el proletariado minero de Perú y Bolivia, en la clase obrera argentina, a quien le fuera expropiada su heroica revolución por “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, en los millones de obreros esclavos que padecen el “orden y el progreso” brasileño, están las fuerzas para librar un único combate contra los monopolios imperialistas que saquean las naciones oprimidas y superexplotan a la clase obrera a uno y otro lado de las fronteras, y contra todos sus gobiernos y regímenes cipayos. El combate revolucionario de las masas chilenas se definirá en las calles de Buenos Aires, La Paz, Lima, San Pablo, y en particular, de Nueva York y Washington. ¡Una sola lucha, una misma revolución en todo el continente americano!