Organizador Obrero Internacional
Publicaciones de los adherentes a la FLTI


Inglés Portugués Árabe



En Brasil los monopolios imperialistas y la patronal esclavista se llenan los bolsillos con el saqueo y la superexplotación

Por un programa para unir las filas obreras y
parar el ataque de los esclavistas

La burguesía brasilera expresa su preocupación con las últimas medidas adoptadas por Estados Unidos, que hicieron caer las bolsas del mundo durante casi una semana. Es que Brasil es el cuarto tenedor de bonos del tesoro norteamericano y más del 70% de sus reservas están metidas en Wall Street y las bolsas europeas. No se podrá mantener por mucho tiempo esta situación de “calma”. La burbuja especulativa e inmobiliaria en el país también se tornará insostenible y explotará en muy poco tiempo, lo que significará una enorme reacción contra los explotados con superiores ataques a los que sufrieran hasta ahora.
El imperialismo yanqui ha inyectado dólares en Brasil que saca de Estados Unidos a una tasa de interés del 0,5% anual, mientras en Brasil se llevan un 12,5% de interés anual, convirtiendo al país en una plaza financiera donde parasitan los monopolios. ¿Cómo es esto? Estados Unidos ha inundado de dólares el mercado brasilero (dólares sin respaldo en bienes creados), que vuelca a la especulación financiera, generando una enorme burbuja especulativa, mientras los banqueros se quedan con el 12,5% de interés, o sea por cada millón de dólares que inyectan se llevan 125 mil dólares de interés. Es un enorme negocio para los monopolios y los banqueros mientras para los explotados esto significan inflación y carestía de la vida. Sólo en 2010 y lo que va del 2011 han entrado 87 mil millones de dólares.
Así, la burguesía brasilera acumula enormes fortunas con las exportaciones de commodities, con la especulación inmobiliaria generada por la construcción de hoteles y predios de lujo, estadios, etc. para la Copa del Mundo de 2014 y las Olimpíadas de 2016. El gobierno de Dilma viene a efectivizar los ataques que necesitan la patronal esclavista y los monopolios que saquean la nación. Ellos se llenan los bolsillos, mientras se profundiza la carestía de la vida, la inflación, avanzan los despidos, se preparan ataques a la educación y salud pública, la privatización de los aeropuertos y del correo, con la absoluta mayoría del proletariado con un salario mínimo R$545 (alrededor de U$S300). Mientras, se profundizan las militarizaciones en los morros y favelas de Río de Janeiro, se asesinan a los campesinos sin tierra y un largo etcétera.
El gobierno brasilero (como todos los gobiernos bolivarianos del continente) muestra su verdadero rostro anti-obrero y cipayo del imperialismo, atando con dobles y triples cadenas la nación al imperialismo. 
Quedar claro que el gobierno de Dilma no representa los intereses de los trabajadores como nos quisieron hacer creer en casi 9 años de gobierno del PT. Este año vimos cómo le garantizó grandes negocios al imperialismo yanqui luego de la visita del “Bush tiznado” de Obama, sobre un feroz terror contra los explotados y el encarcelamiento de 13 compañeros. Mientras la burocracia pelega de la CUT, Força Sindical, etc. asentados en una enorme aristocracia obrera, garantizan que se imponga el ataque, atándole las manos a la clase obrera para que no lo enfrente con huelgas, paralizaciones, tomas de fábrica, etc.

¡Basta de dispersión de las filas obreras!
¡Hay que preparar las condiciones para pelear como en Norte de África, Medio Oriente y Chile!

La clase obrera brasilera tiene que comenzar a pesar en la escena política, parar el ataque de los explotadores, reagrupar sus filas y preparar las condiciones para combatir como la clase obrera, la juventud y los explotados de Chile, el Norte de África y Medio Oriente, Grecia, España e Inglaterra. Porque, si el proletariado y los campesinos pobres no intervienen, la burguesía continuará en el jolgorio, hundiéndonos en la más absoluta miseria.
La traidora burocracia pelega ha sostenido al gobierno y garantizado la dispersión de las filas obreras, con lo que la burguesía se envalentona y prepara superiores ataques.
Además, la burguesía se siente fuerte porque las centrales sindicales dirigidas por la izquierda reformista como la Conlutas y la Intersindical se negaron a llamar a centralizar el combate y parar el ataque. Así lo hicieron en el fallido “congreso de fusión” de mediados del 2010 donde impidieron la unidad de las filas obreras con la excusa de… ¡¡el nombre de la nueva central sindical! No sólo no llamaron a la clase obrera a combatir como en el Norte de África, Medio Oriente, Chile, etc. o sea, abriendo la revolución, sino que ni siquiera centralizaron las fuerzas de las organizaciones que dirigen para pelear por las demandas que dicen defender. El PSTU y el PSOL -que dirigen la Conlutas y la Intersindical- se han negado sistemáticamente a centralizar las filas obreras para enfrentar el ataque capitalista y así colaboraron en la dispersión del proletariado y su sometimiento sector por sector a la burguesía.
En los próximos meses comienzan las campañas salariales. Los metalúrgicos, los químicos, los mineros, los petroleros entre otros realizarán paros por aumento salarial; los trabajadores del correo también se plantean enfrentar la privatización, etc. Ante esta situación se abre una enorme perspectiva para comenzar a pelear por todas nuestras demandas. Pero, la actual situación de la clase obrera es de dispersión y parálisis porque se lo ha llevado constantemente a presionar a los pies de las instituciones del régimen burgués y se los sometió al pacto social con el gobierno, la patronal y el imperialismo. 
Y ahora la burocracia pelega quiere llevar a los trabajadores sindicalizados a pelear por un aumento salarial del 10%, mientras la inmensa mayoría que está por fuera de los sindicatos seguirá siendo superexplotada por salarios de miseria. 
La Conlutas y la Intersindical apoyan esta medida y junto a CNESF, COBAP, ANEL, Condsef, MTL, MTST, MST y UST incorporan como demanda presionar al gobierno por el 10% del PIB para educación y el 6% para salud. Y harán una serie de movilizaciones para presionar en el Palacio del Planalto en Brasilia desde el 17 al 26 de agosto. ¡Basta de someter a los trabajadores a las instituciones burguesas! ¡Nada bueno vendrá de esa cueva de bandidos del parlamento burgués! ¡Basta de garantizar “Orden y Progreso” para la burguesía!

Las direcciones del movimiento obrero vuelven a atar su suerte a la aristocracia obrera.
¡Basta! Hay que luchar por la escala móvil de salarios y horas de trabajo para conquistar:
¡Salario mínimo de U$S3.000 para todos!

Es que desde hace unos diez años en Brasil (y en cierta medida en Argentina como parte del Mercosur) se han invertido enormes masas de capital para reactivar distintas ramas de la industria como la automotriz, metalúrgica, química, minería y agroindustria, con lo que se garantizaron enormes ganancias para la patronal exportando esta producción al mercado mundial, principalmente a EE.UU., Europa y China. Sólo en 2010 y lo que va del 2011 han ingresado capitales extranjeros por 50 mil millones de dólares que fueron volcados a éstas industrias.
Esto revalorizó la fuerza de trabajo en estas industrias específicas, con lo que la patronal se ha garantizado un sector de aristocracia obrera, que controlada por una burocracia millonaria han sido el sostén fundamental del gobierno y el régimen brasilero durante todo el período petitsta. El caso más significativo es el de los trabajadores que están bajo convenio metalúrgico y automotriz que ganan un salario promedio de U$S3.000. Y sin embargo, este sector es minoritario en la industria ya que más del 60% de la mano de obra metalúrgica está fuera de convenio, en negro o tercerizado, ganando menos de la mitad del salario del obrero sindicalizado. Este ejemplo puede extenderse al conjunto de las ramas de la industria que han garantizado enormes lucros para la patronal y los monopolios. Y ahora, que se preparan las luchas por aumento salarial, Dilma sale a decir que la inflación aumentará si aumentan los salarios, mientras la burocracia pelega quiere mantener su pacto social con la patronal y el gobierno argumentando que hay peligro de desindustrialización. ¡Cínicos! ¡La patronal se llenó los bolsillos con la superexplotación y la especulación financiera e inmobiliaria! ¡Son ellos lo que han generado la inflación y la tiran sobre nuestras espaldas! ¡Basta de dirigentes sindicales que le cuidan los bolsillos de la patronal y los banqueros! ¡Que viva la patronal y la burocracia con un salario mínimo! ¡Que todos los trabajadores ganen U$S3.000 como los metalúrgicos!

El PSTU y el PSOL, lejos de luchar por una perspectiva independiente y por todas las demandas, se han hecho eco del “plan de lucha” de la burocracia pelega para las próximas campañas salariales. Estas direcciones de la izquierda reformista se niegan nuevamente a levantar las demandas de toda la clase obrera y principalmente de los sectores más explotados que no entran en las estadísticas; que no están dentro de ningún sindicato; que producen en jornadas extenuantes de 10 o 14 horas diarias; que son asesinados en el campo por el sólo hecho de pedir un mísero pedazo de tierra y por enfrentar el saqueo de los recursos del Amazonas. 
¡Que la Conlutas y la Intersindical rompan la subordinación a la burguesía y sus instituciones! Hay que romper el pacto social de las centrales sindicales con el gobierno, la patronal y el imperialismo. ¡Dejen de defenderle sus ganancias y llamen ya a un congreso unificado como la única manera para preparar esta pelea! ¡Pongan todas su influencia al servicio de preparar un combate junto al proletariado y la juventud chilena!
¡Basta de dividir las filas obreras! ¿Por qué el PSTU y el PSOL llaman a presionar al parlamento por un mísero aumento salarial del 10% sólo para los sindicalizados, que son la ínfima minoría? ¿Por qué sólo 10% del PIB para educación y el 6% para salud mientras los monopolios y la patronal se llenan los bolsillos?

Hay que unificar las filas obreras y convocar ya a un gran Congreso de obreros ocupados y desocupados, campesinos pobres y estudiantes combativos de todas las centrales sindicales. 
¡Que la Conlutas y la Intersindical lo convoquen ya!

                                                                   
¡Abajo el pacto social de la burocracia con el gobierno, la patronal y el imperialismo! ¡Abajo la burocracia pelega! ¡Basta de sindicatos de una pequeña minoría de la clase obrera! ¡Fuera las manos de la patronal y el Estado de las organizaciones obreras! ¡Los trabajadores nos organizamos como queremos! Que la Conlutas y la Intersindical, las seccionales de base de la CUT y las centrales campesinas, convoquen a un congreso unificado YA.
Para conquistar trabajo y salario digno: ¡Hay que atacar la propiedad de los capitalistas! ¡Basta de limosna y de trabajo esclavo! ¡Salario mínimo, vital y móvil de U$S3.000 para todos, como ganan los metalúrgicos sindicalizados! ¡Reducción de la jornada laboral, sin reducción salarial! ¡Un turno más en todas las fábricas! ¡Trabajo para todos! ¡Todos a plantea permanente y bajo convenio! ¡Basta de desocupación! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de toda fábrica que cierre, suspenda o despida trabajadores! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de las automotrices y todas las transnacionales! ¡Renacionalización sin pago y bajo control obrero de la Petrobrás, Vale, Embraer y demás privatizadas! 
Para garantizar la tierra para los campesinos pobres ¡Por la expropiación sin pago y bajo control obrero de todos los latifundios! ¡Basta de saqueo imperialista! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todos los bancos para dar crédito barato para el campesino pobre y el pequeño comerciante arruinado de la ciudad!
Para luchar por educación y salud pública: ¡Triplicación del presupuesto educativo y de salud, basado en el impuesto progresivo a las grandes fortunas, a las ganancias financieras y de las transnacionales! ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de las clínicas privadas! ¡Expropiación sin pago de las escuelas y universidades privadas y de la iglesia! ¡No al pago de la deuda externa, fuera el FMI!
Hay que parar la represión: ¡Comité de autodefensa de todas las organizaciones obreras y de campesinos pobres para defendernos de la represión policial en la ciudad, de los asesinatos de las guardias fascistas en el campo y de los matones de la burocracia pelega! ¡Fuera el ejército y las tropas de ocupación de las favelas y morros de Río de Janeiro! ¡Basta de persecución a los luchadores obreros y populares! ¡Desprocesamientos a los militantes del PSTU y PSOL que fueron presos durante la visita del carnicero Obama! ¡Por la derrota militar de las tropas gurkas brasileras en Haití que masacran a la clase obrera y los explotados!

¡Hay que poner en pié un núcleo revolucionario que luche por la refundación de la IV Internacional!

La profundización de la crisis capitalista no da sosiego a los explotados, los parásitos imperialistas redoblan su ataque a la clase obrera mundial y nos quieren hacer pagar por la crisis que ellos generaron. Pero la clase obrera comenzó a responder con acciones revolucionarias que conmueven al mundo. 
Sin embargo, estos combates tienen un freno: las direcciones traidoras que el proletariado tiene a su frente que se han juramentado en impedir que todos estos combates se centralicen y triunfen.
La clase obrera y los explotados de Brasil divididos sector por sector, son llevados a la derrota constante, justamente porque todas las direcciones que se dicen obreras y socialistas y se auto denominan trotskistas como el PSTU y el PSOL, han abandonado la perspectiva revolucionaria y han abrazado la reforma. Así llevaron al proletariado a luchas de presión sobre las instituciones de la burguesía, demostraron que ni siquiera han conseguido las reformas por las que dicen pelear. Estas direcciones fueron las que, desde el Foro Social Mundial y desde el ELAC, garantizaron la subordinación del proletariado al carnicero Obama, 
En el CONCLAT del año pasado se negaron a votar a favor de la moción de los Fabriles de La Paz (Bolivia) de enfrentar de forma efectiva al gobierno de Lula -y hoy al de Dilma- y a todos los gobiernos bolivarianos. Estas direcciones, se han sometido al pacto social y colaboraron en someter al proletariado y los campesinos pobres de Brasil a la burguesía. ¡Basta!
La clase obrera brasilera tiene planteado retomar el camino de los comités de fábrica que a finales de la década del 70 y principios de los 80 hicieran temblar a la burguesía y el imperialismo, esto permitirá prepararar la contraofensiva y entrar al combate junto a nuestros hermanos de Chile. 
¡Hay que romper con la izquierda reformista sirviente de la burguesía! Pongamos en pié un núcleo para refundar al trotskismo en Brasil ¡Refundemos al trotskismo brasilero bajo un programa internacionalista y por la revolución proletaria! Hay que ir tras los pasos de Pedrosa, fundador del trotskismo brasilero y no tras los pasos de Moreno y Mandel. Pedrosa nos llevó a la revolución boliviana de 1952, el morenismo y el mandelismo lo único que hicieron fue darles senadores al régimen infame de los esclavistas brasileros.
Para conquistar esta perspectiva los trotskistas internacionalistas de la FLTI combatimos por refundar la IV Internacional de 1938.  Desde allí surgirá la dirección que el proletariado brasilero y de todo el mundo precisa y se merece.

Comité por la Refundación de la IV Internacional de San Pablo, Brasil.