Organizador Obrero Internacional
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Presentamos a continuación el Acta firmada con los camaradas del Núcleo Obrero Revolucionario de Perú junto a la Liga Trotskista Internacionalista de Perú y el Partido Obrero Internacionalista de Chile, integrantes de la FLTI, que concentra los puntos de acuerdo que hemos alcanzado con un método principista ambas organizaciones para combatir en común. La declaración conjunta del Comité de Enlace entre el NOR y la LTI sobre los procesos revolucionarios en el norte de África y Medio Oriente, que también publicamos en estas páginas, es subproducto de este gran paso adelante que hemos dado los revolucionarios en reagrupar nuestras filas en Perú. ¡Viva el Comité de Enlace entre el NOR y la LTI - FLTI! ¡Viva el combate por reagrupar las fuerzas sanas del movimiento trotskista a nivel internacional!
27 de febrero de 2011

Acta de Reunión entre el NOR y la dirección de la LTI 
y el POI-CI a nombre de la FLTI

Considerando que:

La crisis del capitalismo ha llevado a los gobiernos burgueses a atacar brutalmente las conquistas y condiciones de vida del proletariado y los explotados de todo el mundo. La clase obrera ha respondido abriendo procesos pre-revolucionarios y revolucionarios que han traspasado las semicolonias y han llegado a las metrópolis. Las revoluciones en Túnez, Egipto y ahora en Libia, son distintos capítulos de un solo proceso revolucionario continental (Madagascar, Mozambique, Zimbabwe) y mundial (Kirguistán, Bolivia, Europa, etc.) que sigue extendiéndose en todo el mundo árabe (Yemen, Argelia, Marruecos, Bahrein, Djibouti, Irán, Palestina ocupada, Irak, Omán) y empieza ya a golpear nuevamente en las metrópolis (Grecia, Wisconsin). 
En Egipto se impuso un gobierno de la casta de oficiales que pretende desorganizar la lucha de clase obrera (barricadas, comités populares, fraternización con los soldados) con concesiones democráticas y acciones bonapartistas. Al calor del proceso revolucionario mundial este gobierno no puede ser más que transitorio y puede terminar en un golpe fascista contrarrevolucionario o con un eventual frente popular con la participación de la hermandad musulmana y el movimiento “6 de abril” como agentes de la contrarrevolución.
En Libia, el proceso revolucionario no empezó de cero, sino que tomando la posta de Túnez y Egipto ha avanzado desorganizando al ejército burgués de Gadafi, formando milicias obreras y comités populares que tienen bajo su control la región de Cirenaica al este y varias ciudades cercanas a Trípoli, la capital. La diplomacia castro-chavista se ha quitado su máscara “progresista” y abiertamente salen a sostener a Gadafi buscando evitar que las masas revolucionarias de Latinoamérica, principalmente de Bolivia, retomen la lucha de masas contra el capitalismo. El ataque brutal de Gadafi y la posibilidad real de una intervención militar de la OTAN o el imperialismo italiano demuestra que la bancarrota del capitalismo lleva inevitablemente al enfrentamiento directo entre comunismo y fascismo. 
En Bolivia, el frente popular de Evo Morales ha retrocedido en su ataque a las masas (gasolinazo) ante la amenaza de su derrocamiento a manos de las masas obreras y campesinas pobres. En este contexto, las direcciones reformistas y seudo-trotskistas están quedando ante los ojos de los explotados como miserables sirvientes de la burguesía boliviana, socia menor de las transnacionales. Esto pone en crisis a las direcciones bolivarianas de todo el continente, debilitando su capacidad de evitar que la revolución árabe llegue a Latinoamérica para que ésta reinicie su lucha obrera y socialista contra el capitalismo en bancarrota. 
En Perú, la burocracia bolivariana de la CGTP logró aislar la lucha de los campesinos pobres y proletarios agrícolas amazónicos y la clase obrera y los explotados de Bagua, preparando así las condiciones para la masacre del 5 de junio del 2009 (mes del golpe en Honduras) y la derrota parcial del Baguazo. En el 2010, junto a los combates del proletariado europeo y la revolución abierta en Kirguistán, la clase obrera peruana reinicio su lucha pero fue nuevamente dividida, aislada y traicionada por sus direcciones contrarrevolucionarias. Con la clase obrera desmovilizada, la clase media es seducida por los partidos de la derecha transnacional y reaparece el fujimorismo como alternativa bonapartista ante la amenaza de nuevos levantamientos revolucionarios incentivados por los embates del proletariado boliviano y árabe. El rol contrarrevolucionario del seudo-trotskismo se ve expresado principalmente en la política del PTCC lambertista de Erwin Salazar de subordinar al proletariado azucarero a la patronal “nacionalista” de Oviedo y servir de recambio político para la burocracia minera, bancaria, etc. ante el desgaste de la dirección estalinista de la CGTP.


El NOR declara:

Tener acuerdo con el programa sostenido por la FLTI ante los acontecimientos de Egipto, Túnez, Libia, el norte de África y Medio Oriente, así como el programa para la clase obrera de Europa y Estados Unidos a la cual se llama a sublevarse nuevamente. Como el NOR ya lo mencionó antes, suscribe el programa defendido frente al “gasolinazo” de Morales que hasta hoy conserva vigencia. 
En el presente estos combates son una prueba que divide reforma de revolución, un “test ácido” central de la lucha de clases. Esto tiene su manifestación en Perú, donde junto a la FLTI y la LTI de Perú luchamos por poner en pie un Congreso Nacional de delegados de base del movimiento obrero y el campesinado pobre de la CGTP, para derrotar a su burocracia stalinista-castrista y seudo trotskista, romper con la burguesía y poner de pie al proletariado y los explotados en una lucha que derroque al gobierno de turno y al régimen fujimorista del TLC. Esta tarea es la más internacionalista de todas para la clase obrera, pues sería un impulso para que la heroica clase obrera boliviana pueda barrer con el frente popular de Evo Morales y aplastar al fascismo, un aventón para en Latinoamérica derrotar a la “revolución bolivariana” y la restauración capitalista de Castro en Cuba. Aquel programa, a propuesta de la FLTI y la LTI de Perú será presentado en una declaración que de cuenta de la situación actual de la lucha de clases en el país, para lo cual el NOR se propuso a presentar un borrador en un breve plazo para que sea superado por los aportes, enmiendas y criticas surgidas del debate entre revolucionarios. 
El NOR declara también tener acuerdo, en lo fundamental, con las resoluciones del primer congreso de la FLTI y las del segundo congreso del que tuvo participación directa en las discusiones. 
Sobre la base de los acuerdos antes mencionados y los acuerdos conquistados ante hechos fundamentales de la lucha de clases mundial, como la crisis económica mundial, China, EE.UU. y Europa, Palestina, Bolivia, Cuba, etc., y la necesidad de una Conferencia Internacional de las organizaciones obreras y trotskistas principistas para poner en pie la IV Internacional, es que acordamos con la propuesta de la FLTI de establecer un Comité de Enlace hacia una fusión revolucionaria. En él se deberán continuar probando dichos acuerdos programáticos de acuerdo a la evolución de la lucha de clases mundial y a su vez desarrollar los debates que continúan abiertos, para comprobar la fortaleza de las afinidades alcanzadas.
En torno a las diferencias abiertas, el NOR declara que ha abandonado su concepción inicial (expresada en el texto de polémica con el GPM) de los procesos revolucionarios en Yugoslavia, China, Cuba y Vietnam. Rechaza totalmente el concepto de Estado campesino y de capitalismo de Estado. Queda pendiente la continuación del debate teórico acerca de la génesis de la revolución china, cubana y en el Este de Europa y el papel en particular, específico, que jugó la burocracia del kremlin en ellos, dejando sentado que concordamos en que en general su labor en esos procesos fue contrarrevolucionaria, lo que se expresa en los acuerdos programáticos en la cuestión China, Rusa y Cubana. El NOR se compromete a escribir un documento donde explique sus diferencias teóricas con la FLTI a este respecto.
El NOR considera necesario continuar también la profundización de las discusiones sobre las lecciones revolucionarias de la historia de la lucha de clases en el Perú (el levantamiento obrero del 32, la lucha de masas dirigida por Hugo Blanco en los 60’s, el “velasquismo”, los procesos revolucionarios a fines de 70’s, la lucha armada de Sendero Luminoso y el MRTA). 
Finalmente plasmamos aquí nuestro acuerdo con la propuesta de conformar un periódico “iskrista” en el 
Perú para reagrupar a las fuerzas de los revolucionarios con el afán de poner en pie un partido revolucionario internacionalista de la clase obrera. Esto permitirá intervenir de manera principista y ofensiva sobre los fenómenos que giran hacia la revolución golpeados por el combate de clases internacional y en particular por la lucha de las masas bolivianas que en diciembre provocaron una terrible crisis en todos los aparatos bolivarianos del país y el continente. La idea es que quienes sostenemos posiciones revolucionarias, expresadas en los acuerdos aquí desarrollados, contemos con la mayoría de dicho concejo redactor. Aclaramos que fue un acuerdo de esta reunión definir con más exactitud esta táctica revolucionaria, como también coordinar todas las labores técnicas del caso.

Juan Obrador y Coishqueño por el NOR
RP por la dirección de la LTI de Perú
Joaquín Álvarez por el POI-CI