En el día de ayer fueron masivas las movilizaciones que se realizaron en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora en diversas ciudades del país.
En Santiago fueron más de 100.000 personas las que asistieron a la marcha convocada en Plaza Italia, en el centro de la capital, por la Coordinadora 8 de Marzo bajo el lema de “Mujeres trabajadoras a la calle contra la precarización de la vida”. Fue masiva la manifestación que levantó las demandas de derechos laborales y salariales, aborto libre, seguro y gratuito, educación sexual y fin a la violencia machista.
De esta jornada participaron organizaciones sindicales, corrientes políticas, distintas organizaciones políticas, de DDHH y colectivos feministas. Miles de mujeres trabajadoras se hicieron presentes, ya sea con sus organizaciones o marchando de manera individual. De la misma manera, esta jornada de movilización se llevó a cabo igualmente en las ciudades de Concepción, Iquique, Valparaíso y Valdivia.
Pero también llegaron a la convocatoria los partidos de la Nueva Mayoría, como el PC, con la burocracia rompehuelgas de la CUT y la golpista DC, que como todos los años y ahora con el término del gobierno de la Bachelet, buscan llevar la lucha de las mujeres explotadas y oprimidas a los pies de las instituciones del estado burgués. Cínicamente las representantes del gobierno de la Bachelet marcharon en este Día Internacional de la Mujer Trabajadora cuando el gobierno de la Nueva Mayoría no hizo más que garantizar aún mayores padecimientos para las mujeres de la clase obrera y las masas explotadas.
Mientras tanto, los partidos del Frente Amplio marcharon custodiando la columna del gobierno, reivindicando como conquista la farsa de la ley de “despenalización del aborto por tres causales”, votada en esa cueva de ladrones del Parlamento pinochetista para sacar de las calles a las mujeres que se levantan contra la explotación patronal y la opresión de la Iglesia católica y el estado burgués, que de ninguna manera acaba con la muerte de cientos de mujeres a causa de abortos clandestinos.
La contratacara de esto fue la amplia mayoría de la movilización que ganó las calles luchando contra el gobierno de la Bachelet y el próximo gobierno de Piñera, contra la Iglesia basura y enfrentando a los patrones y capitalistas que condenan a las mujeres trabajadoras a la esclavitud, a la desigualdad salarial y a la triple explotación.
Expresión de esto fue la participación en la marcha de una nutrida columna de trabajadoras y trabajadores inmigrantes dominicanos, peruanos, colombianos, haitianos, etc., encabezada por la Coordinadora que los agrupa, que reclaman la “amnistía migratoria” para más de 200 mil trabajadores inmigrantes sin papeles que sufren atropellos de todo tipo y la más brutal superexplotación. Levantando las consignas de “amnistía migratoria” y “chilena o extranjera la misma clase obrera”, enfrentan las leyes migratorias hechas a la medida de las trasnacionales imperialistas y la patronal nativa.
Diversas organizaciones marchamos junto a las corrientes que conforman la Comisión Organizadora de la Central Clasista de trabajadoras y trabajadores, levantando el grito en defensa de la mujer trabajadora contra las patronas y las políticas burguesas y que las demandas de las mujeres de la clase obrera y los sectores explotados sólo podrán ser conquistadas luchando junto al conjunto del movimiento obrero.
Desde el palco donde se realizó el acto al final de la marcha, la compañera Isolina Acosta, representante de la Comisión Organizadora de la Central Clasista, hizo uso de la palabra para denunciar:
“(…) En este país no se vive la vida de igual forma siendo una mujer explotadora que siendo una mujer explotada; porque la vida no se vive de la misma manera juntando las chauchas (monedas, NdeR) para llegar a fin de mes que tener la vida resuelta; porque se vive una vida muy distinta en tener a otra que explota para que le cuide a sus hijos cuando nosotras tenemos que arreglárnoslas solitas no más (…) Venimos a exigirle a este estado, a este gobierno y al gobierno que venga, aumento del salario mínimo miserable al que nos tienen condenadas. Venimos a exigir rebaja de esa extensa jornada de 45 horas que llega a 60 horas semanales en muchos casos. Venimos a exigirle a nuestros compañeros que no queremos seguir haciendo la segunda jornada en nuestros hogares porque estamos cansadas de esa segunda jornada. También venimos a exigir salas cuna para hombres y mujeres. Exigimos también derecho a la locomoción y colación para todas las trabajadoras y trabajadores en Chile.
Compañeras y compañeros: queremos decirles a la Nueva Mayoría, a esa clase política corrupta que hoy nos sigue gobernando y a la que nos gobernará que el legado de Bachelet “vale callampa” (es una porquería, NdeR). No queremos su legado, no nos sirve su legado porque nosotros no queríamos aborto en 3 causales, queríamos aborto libre y gratuito”.
Desde el movimiento Paso a la mujer Trabajadora nos hicimos parte de esta lucha y de la columna junto a las organizaciones obreras clasistas, levantando las voces de las explotadas sirias que se alzan en Idlib llamando a sus compañeros a unificarse para luchar por la caída del régimen y en apoyo a las masas de Ghouta, asediadas por las tropas fascistas de Al-Assad, quien comanda el mayor femicidio del siglo con cerca de 300.000 mujeres asesinadas en 7 años. El perro Bashar junto al carnicero Putin (quien legalizó el maltrato contra la mujer trabajadora en Rusia), comandados por Trump, masacran a punta de bombazos las últimas trincheras de la revolución siria. Igualmente luchamos junto a las mujeres de los 34 mineros masacrados en Marikana que siguen luchando por justicia.
A todas ellas las conmemoramos, porque como en 1908, cuando 129 trabajadoras murieron asesinadas por luchar por sus derechos, hoy son estas mujeres la vanguardia de la lucha del proletariado internacional.
¡Paso a la mujer trabajadora!
¡Por comisiones de mujeres trabajadoras en todas las organizaciones obreras y sindicatos!
¡Una sola clase, una misma lucha!
Corresponsal |
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