| A principios de año las masas de la ciudad iraquí de Fallujah se  levantaron tomándola, junto con la ciudad de Ramadi, imponiendo en las calles  el grito de “el pueblo quiere la caída del régimen” (es decir, “¡Abajo el  gobierno de Maliki y el régimen del protectorado yanqui!”), buscando resolver  su acuciante situación de vida. Fueron sus métodos de lucha, de insurrección de masas con luchas en  las calles, los que expulsaron a las tropas del ejército iraquí armado,  financiado, entrenado y comandado por EEUU. Terminaron imponiendo un verdadero  doble poder de los explotados, con las masas armadas, derrotando al ejército,  la policía y demás instituciones del estado iraquí.
 Sobre esa insurrección se montó la fracción “islamista radical” de la  burguesía sunita, con su organización llamada “Estado Islámico de Iraq y el  Sham”. Ingresó a la ciudad con el objetivo de controlar a las masas para  impedir que ese doble poder no se fortalezca, desarrollándose y extendiéndose,  y que de esta manera ponga en riesgo la gran propiedad burguesa.
 Usando su autoridad de “antiimperialista”, la burguesía sunnita comenzó  a manipular esta lucha de las masas iraquíes, no sólo de Fallujah sino de todo  el triángulo sunnita, para, controlándola, utilizarla para regatear su parte de  los negocios. Fue así que, una vez adentro, copó el levantamiento con su  partido ejército y empezó a realizar atentados individuales y todo tipo de  métodos ajenos al que sostenían las masas armadas en las distintas ciudades. Esto  llevó a que queden aisladas las masas de Fallujah y se termine de asentar el  control de esta burguesía allí.
 Es decir que, una vez que quedaba demostrado cuál era el verdadero  camino a seguir para lograr la “caída del régimen”, que es, con la lucha en las  calles y el método insurreccional de masas como en Fallujah, esta vez inclusive  en la misma Bagdad, la burguesía sunita lo impidió. Lo que hizo fue pactar unas  elecciones, que se terminaron llevando a cabo el 30 de abril, y a la vanguardia  que no entró en esa trampa, fue usada como carne de cañón, reclutándola para su  partido ejército para que realizara atentados individuales.
 Así fue que, a pesar de que en el transcurso de lo que va del año en  varias oportunidades se dieron una serie de autos-bomba en otras ciudades como  Mosul, Anbar, Bagdad, para impedir que las masas salgan a pelear contra el  gobierno del protectorado yanqui, uniéndose de esta manera a las masas sirias.
 A nivel nacional e internacional se les hizo un cerco a las masas que  se habían sublevado en estas dos ciudades, con todas las direcciones del  proletariado mundial calumniando a las masas de Fallujah, ocultando la  insurrección de masas para hacerla pasar por “un enfrentamiento entre distintas  etnias, de gente bárbara matándose entre ellas”. La prensa imperialista mundial  declaraba que lo que había era una cruzada de Maliki contra Al Qaeda, o  viceversa. Todo, para ocultar y cercar a las masas insurreccionadas en  Fallujah.  Así le cuidaron los intereses a las grandes petroleras imperialistas,  y Maliki consiguió la legitimidad para largar una venganza sangrienta  -financiada, monitoreada y comandada por EEUU abiertamente- sobre las masas  insurreccionadas de Fallujah.Así sucedió que el 10-5-2014 el estado iraquí declaró abiertamente que  “había empezado su operativo para retomar Fallujah”. La ciudad está  completamente aislada, cercada, sitiada, desabastecida. Las masas denuncian que  hay escasez de combustible y de alimentos, y que la situación ya empieza a ser  desesperante. A esto, hay que sumarle la masacre que se está desarrollando  sobre ellas como subproducto del ataque del ejército.
 Las tropas iraquíes fueron comandadas, en un primer momento, a tomar  la ciudad mandando grupos de asalto por tierra. No pudieron entrar, porque las  masas armadas insurreccionadas los derrotaron en un combate casa a casa,  obligando a la prensa imperialista a reconocer que ya no se trataba de un grupo  terrorista, porque los enfrentamientos no fueron reducidos.
 Temblaba nuevamente el imperialismo yanqui, porque recordaba el  fantasma del 2004, cuando las masas en esa ciudad, armas en mano, heroicamente  derrotaron las tropas de ocupación norteamericana y presentaron una resistencia  fenomenal, que hizo que el ejército yanqui tardara meses en ocupar esta pequeña  ciudad, cuestión que sólo pudieron lograr haciendo tierra arrasada.
 Entonces el ejército de Maliki dio inicio al bombardeo a destrucción,  para hacer tierra arrasada. Cayeron barriles explosivos sobre Fallujah tal cual  Homs bombardeado por Assad. Y continúan cayendo.
 La masacre y el bombardeo al que están sometidas las masas de Fallujah  es tal que se filtró en la prensa los comentarios de lo que se decía en ese  lugar “están bombardeando a civiles, a la gente, con armas de destrucción  masiva”. El ruido hizo que el propio ministro de defensa iraquí tuviera que  salir a camuflarse, con declaraciones en la prensa de que “estaban llevando a  cabo una operación militar para liberar la ciudad del terrorismo sin usar  barriles explosivos, sólo métodos humanos” y agregó que no se detendrán hasta  tomar la ciudad.
 El plan de Maliki y Obama para Fallujah es hacer tierra arrasada y no  dejar nada de la ciudad excepto escombros y tierra, como hicieron en Homs. Esto  es Ginebra 2. Pero está por verse si se logra imponer. La contraofensiva imperialista no terminó con Homs. Ahora va a por  Falujah, luego buscará imponerse en Alepo, Raqa y todas las zonas liberadas  sirias, irá a aplastar el doble poder en Libia y doblegar las masas palestinas.
 Las masas de Fallujah no pueden quedar aisladas. Estamos a tiempo. Hay  que acudir en su ayuda, rompiendo el cerco impuesto por las direcciones  traidoras del proletariado mundial agrupadas en el FSM. Sólo con las fuerzas de  la clase obrera internacional y sus organizaciones de lucha podremos llegar,  inclusive al terreno mismo, a romper el sitio impuesto por el ejército iraquí  comandado por los yanquis.Llamamos a todas las organizaciones obreras del mundo a ponerse de pie  junto a los explotados insurrectos de Falujah. Hay que marchar a las embajadas de  Iraq y de EEUU en todo el mundo. Hay que organizar la solidaridad internacional  para poder hacer llegar a las masas de Fallujah medicamentos, alimentos,  combustible y todo lo que necesiten para poder resistir esta situación.
 Hoy, la clase obrera turca se ha levantado contra la masacre y  esclavitud laboral que imponen los patrones asesinos en Turquía. Ellos son el  mejor aliado que tienen los explotados iraquíes, pues con su lucha contra el  gobierno turco de Erdogan, pueden derribar a uno de los agentes de la OTAN que  resguardan Medio Oriente para el imperialismo. A su vez, es el primer paso para  la unidad con la clase obrera europea, ya que plantea que ésta se vuelva a  poner de pie contra la precarización laboral que imponen las potencias  imperialistas, y así golpear a las petroleras imperialistas que saquean Iraq y  toda la región en el corazón mismo. ¡Una sola clase, una sola lucha contra un  mismo enemigo! Los explotados iraquíes de Bagdad, Ramadi, Mosul, etc. deben  sublevarse y combatir igual que sus hermanos de Fallujah para derrotar al  ejército de Maliki y al régimen del protectorado yanqui, tomándose todos los  pozos de petróleo para parar la colonización y el saqueo. La clase obrera norteamericana tiene que hacer suya la demanda de Fallujah  de “abajo el régimen del protectorado iraquí”, porque ningún pueblo que oprime  a otro puede liberarse a sí mismo. Los Bush (padre e hijo), comandando el  ataque de las petroleras imperialistas, mandaron a la edad media a Irak a  principios de los ’90 y del 2000. Le fue muy mal a los explotados de Irak y  también le fue muy mal a la clase obrera norteamericana. Los que saquean el  petróleo iraquí, que hoy exigen que se aplaste Fallujah como sea, es el 1% de  parásitos de Wall Street.Hay que volver a paralizar todos los puertos de EEUU, impidiendo los  envíos de armas y pertrechos hacia el ejército iraquí. Los explotados  norteamericanos deben volver a tomar el camino de la marcha del millón de  obreros contra la guerra, para parar este nuevo genocidio que quiere hacer  Maliki, comandado por Obama y el Pentágono.
 Corresponsal                 |