Irán en llamas - 27 de octubre de 2022
La insurrección de los explotados se pone de pie atacando comisarías y a los comandos de la muerte de la Guardia Iraní
¡Milicias obreras y campesinas! ¡Comités de soldados!
¡Paso a los consejos de obreros estudiantes soldados rasos y campesinos pobres!
¡Abajo el Régimen infame de los clérigos!
En estos 40 días de levantamiento revolucionario en Irán se mantiene el fuego de las masas en lucha generalizándose a cada rincón de ese país, ganando las calles, protagonizando huelgas locales y enfrentándose al ataque de la policía asesina y los servicios de inteligencia.
En la región del kurdistán iraní, la clase obrera clama por los mártires de estas jornadas, donde el régimen asesino de la teocracia se ensañó matando a más de 90 explotados y arrestando a cientos de manifestantes. Los llamados a no dejar las calles hasta que caiga el régimen no cesan. Desde los comités de coordinación toman en sus manos la entrega de los alimentos y abastecimientos a la población. Ya se organizan para defenderse de la represión y marcan los locales de la Guardia Islámica asesina iraní para prenderles fuego, ya que allí torturan, vejan y apalean a los detenidos de las jornadas revolucionarias. Como declaran los ayatolás, “todo aquel que cuestione el régimen será tratado con severidad y no deben perdonarse”.
La clase obrera marcha a la huelga, como los transportistas, trabajadores de las alimenticias como Aydin Chocolate Company, los de los Mataderos de Gusshan, los trabajadores de National Steel Group, los petroleros del Golfo Pérsico (una de las principales zonas de hidrocarburos del planeta) trabajadores de las petroquímicas, refinerías y también los metalúrgicos, el corazón de la clase obrera que hace mover el principal motor de la economía de Irán.
En las regiones Baluches, Kurdas y Árabes, el régimen teocrático iraní viene de perpetrar una enorme masacre, con ataques e incursiones aéreas. Es allí se encuentran las principales minorías oprimidas, que habitan en ricas zonas petroleras y gasíferas, como Korasan y Ahwaz.
Ante el levantamiento revolucionario, los Ayatollahs alistan a las fuerzas armadas realizando ejercicios militares en las fronteras de Azerbaiyán, con la “intención de demostrar a los enemigos de Irán su capacidad defensiva”. Muestra a sus fuerzas armadas amenazando con dar un escarmiento a las masas iraníes, especialmente a las naciones oprimidas, que también están en los países vecinos, buscando impedir que el fuego de revolucionario se expanda.
¡Hay que ir a buscar a los soldados rasos, los hermanos e hijos de obreros y campesinos bajo armas, para poner en pie comités que desconozcan a los oficiales y se pasen a combatir del lado del pueblo hoy sublevado!
Se hace necesario unir a la clase obrera iraní para conquistar la libertad, el pan, el derecho a la autodeterminación de las nacionalidades oprimidas. Es necesario conquistar el armamento de las masas insurrectas para derrotar la represión y organizar comités revolucionarios por ciudad, por región y a nivel nacional, siguiendo el camino de los shora de la revolución del ’80, es decir, los consejos de obreros, campesinos y soldados rasos. Estos organismos deben estar armados para defenderse de la brutal represión. ¡Por milicias obreras y campesinas! ¡Disolución de la policía asesina y los Basij! ¡Desarme de la Guardia iraní! ¡Fuera estos asesinos de los países de Medio Oriente que ocupan para masacrar a las masas y sostener los regímenes como en Irak y Siria!
La revolución iraní y la lucha por derrotar a la teocracia asesina es una lucha común junto con Siria, Irak, Líbano, Palestina, Yemen y todo Medio Oriente. Cómo ya se canta en las marchas de refugiados sirios “El camino a Jerusalén está en Teheran” y “La caída del régimen iraní es el camino para Siria, Irak, Yemen y Líbano”. Entonces, ¡Que caiga el régimen de los ayatollahs! ¡Que caigan los regímenes opresores de todo Medio Oriente! ¡Por la destrucción del Estado sionista-fascista de Israel! En toda la región, ¡una misma revolución!
|