5/8/2014

Irak

Un fenomenal levantamiento de las masas explotadas contra el régimen colonial norteamericano disgregó al ejército iraquí-yanqui y tomó las zonas más importantes del norte y el este de Irak

Rápidamente, el imperialismo y la burguesía saudí mandó a su “Caballo de Troya” el Estado Islámico para controlar las semi-insurrecciones locales de las masas en el Triángulo Sunnita

Hay que unir a los obreros insurreccionados de Fallujah a Mosul con los obreros petroleros de Basora y del sur de Irak, en una lucha común por pan, trabajo y vivienda dignos para todos, por terminar con el saqueo imperialista y derrotar a sus agentes que lo garantizan

¡Abajo el gobierno terrorista de Maliki, la Halliburton, la Exxon y Obama del protectorado yanqui en Irak! ¡Disolución de su parlamento fantoche!
¡Por la derrota militar del ejército gurka de Bagdad, bajo el mando de la OTAN, sostenido en las bayonetas de la Guardia Republicana Iraní!

¡Abajo el pacto contrarrevolucionario de Ginebra 2 del Sionismo, Al-Assad, Obama y sus lacayos las burguesías islámicas chiita y sunnita!
¡Fuera el Estado Islámico, que sólo quiere negociar su tajada de los negocios sobre la base de manipular, contener y abortar los heroicos combates de los explotados!

 

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De la ocupación imperialista al combate insurreccional de masas

El mes de junio de 2014 fue testigo de un gran levantamiento de las masas del norte iraquí contra el régimen del protectorado yanqui y su ejército apéndice del Pentágono. Se levantaron los oprimidos, los explotados, en busca del pan y condiciones dignas de vida, como parte de las revoluciones que comenzaran en el 2011 en el Magreb y Medio Oriente. La desocupación es abismal. Los obreros son superexplotados en los pozos de petróleo. Son masas hambreadas, reprimidas y subyugadas por el imperialismo yanqui y sus representantes en el lugar (el gobierno de Maliki y la burguesía chiita iraquí).
Es que Irak fue invadido por el imperialismo norteamericano, mandado a la “Edad Media” con los bombazos del ’91 y, tras la guerra del 2003, con más de un millón de iraquíes asesinados, impusieron la ocupación imperialista y un régimen de protectorado. Las masas que ayer se levantaban contra esta ocupación del imperialismo (al que lograron expulsar con la entrada en escena de la lucha de los explotados norteamericanos contra la guerra dentro de EEUU) son las que hoy se rebelan contra el régimen colonial de los yanquis.
Fue la guerra de las petroleras, encabezadas por la Halliburton de Cheaney (vicepresidente de Bush), que impusieron una brutal masacre a los explotados iraquíes para saquear la nación, imponiendo su régimen colonial, su gobierno títere y su ejército gurka. Los explotados iraquíes se levantan hoy contra la Halliburton y todas las petroleras imperialistas que saquean Irak, contra su gobierno, régimen, ejército y guardias de seguridad privadas. ¡Viva el levantamiento de las masas explotadas iraquíes!

Ya a principios de este año, en Fallujah las masas se habían insurreccionado derrotando a la policía y al ejército, expulsando a las tropas y funcionarios del gobierno de Maliki de allí y tomaron la ciudad. No es casual, esta fue la ciudad donde más se resistió contra la invasión imperialista, que estuvo 3 años sin poder tomarla. Las masas resistieron allí contra las tropas del imperialismo yanqui, y a su retirada, hoy siguen su combate contra su relevo del ejército iraquí. Fallujah demuestra que estamos ante un enorme combate de los explotados por el pan contra el imperialismo, quizás de lo más heroico de la región.
Fue una cadena de insurrecciones en varias ciudades del norte de Irak que derrotó a las fuerzas de represión de Maliki-Obama. Así ocurrió en Fallujah, y también en Ramadi, más tarde en Mosul, Tikrit, Jalula, Al-Qaim, Saidiya, entre otras, principalmente Baiji, la refinería más importante de Irak.
Por poner sólo un ejemplo de las tantas ciudades tomadas por las masas sublevadas, Mosul, principal ciudad del norte iraquí que además de ser un punto geográfico comercial importante es la productora del 25% del petróleo de Irak, estaba defendida por más de 30.000 hombres del ejército iraquí, armado, financiado, equipado, entrenado y dirigido directamente por EEUU. No quedó ni uno al ver el enorme levantamiento de masas, que ya venía tomándose otras ciudades. Huyeron, entregando armas, vistiéndose de civiles para que las masas no los arrasen. Muchos, inclusive, se pasaban con sus armas del lado de los insurrectos. Fue un levantamiento de los explotados, ante el cual la base del ejército se paraliza y se niega a reprimir a sus propios familiares sublevados.

La burguesía, sus voceros y la izquierda socialimperialista quieren hacerle creer a las masas que un ejército armado hasta los dientes por el imperialismo fue disuelto por 15.000 miembros del Estado Islámico. No es creíble. Éstos fueron mandados al Triángulo Sunnita para contener la cadena de insurrecciones locales para que éstas no lleguen a Bagdad.
A diferencia de las revoluciones de Libia y Siria, el levantamiento en Irak se da en momentos en que el pacto de Ginebra 2 de las burguesías sunnitas y chiitas ya está funcionando a pleno. Obama mandó al Estado Islámico inmediatamente, cuando las masas se estaban insurreccionando. Por esa vía impidió el levantamiento de los explotados en Bagdad y que se unieran los obreros y los explotados en la capital, ya sean “sunnitas” o “chiitas”, enfrentando al odiado gobierno de Maliki de la Halliburton.

No estamos frente a un “levantamiento religioso”, como nos quiere hacer creer la izquierda lacaya de Wall Street. Es un levantamiento de los explotados contra el hambre y la esclavitud. Así comenzaron los levantamientos de Túnez y de todo el Medio Oriente. Eso sucede hoy en Irak… Está en cuestión el gobierno del protectorado yanqui, sostenido por la burguesía chiita al retiro de las tropas imperialistas invasoras.

 

En Irak, Palestina y Libia se libran combates decisivos de una única revolución del Magreb y Medio Oriente

Este proceso revolucionario de Irak significó un golpe para el imperialismo y sus agentes, que habían logrado desviar la revolución en Túnez, imponer en Siria un genocidio y su libanización y asentar una dictadura militar en Egipto, como golpes contrarrevolucionarios a la revolución del Magreb y Medio Oriente iniciada en el 2011.
Es que estos levantamientos de Irak, junto con los de las masas palestinas -que no aceptan el plan de “dos estados” y se levantaron contra el ocupante sionista- y los explotados libios derrotando el golpe del general de la CIA, Heftar, y los intentos de la burguesía Libia por desarmar y disolver los organismos de doble poder, demuestran que a pesar de los golpes, aún el proceso revolucionario del Magreb y Medio Oriente no ha sido derrotado.
Con los levantamientos revolucionarios que comenzaban en Irak, el imperialismo vio que podía perder la relación de fuerzas que había conquistado, puesto que estos combates le plantean a la clase obrera y los explotados que retomen el camino del 2011, poniendo en cuestión todos los mecanismos de contención impuestos a las masas en la región.

Bajo estas condiciones, el estado mayor imperialista definió que debe derrotar definitivamente la revolución del Magreb y Medio Oriente. Así fue que su ataque contrarrevolucionario se concentró en tres frentes: aplastar el doble poder en Libia, devolviéndole poder de fuego a su gendarme en la región, el sionismo, para que masacre a las masas palestinas para imponerles la rendición y el sometimiento al plan de los “dos estados” (que es confinar a las masas palestinas a campos de concentración) y, como desarrollaremos más adelante, derrotar este ascenso revolucionario en Irak.
Para ello, se apoya en todos sus agentes desde Ginebra 2, mientras que un pilar fundamental le deja las manos libres a esta ofensiva imperialista: el Foro Social Mundial, que acusa a las masas insurrectas de ser “pueblos bárbaros, atrasados y terroristas”, cercándolas y legitimando el accionar contrarrevolucionario del imperialismo.

 

La conferencia de Ginebra 2, un pacto contrarrevolucionario del imperialismo y sus agentes para cercar y aplastar la revolución, actúa en Irak desde el inicio de los levantamientos

La primera reunión de Ginebra fue en enero de 2014, en momentos en que en Siria se imponía un genocidio y era libanizada, con cada fracción burguesa controlando una parte determinada, controlando a las masas con sus partidos-ejército. El Estado Islámico era una de ellas. Pero sucedió que, al mismo tiempo, se levantaron los explotados en Fallujah, derrotando al ejército de Maliki-Obama, tomando la ciudad.
El de Fallujah fue un fenomenal levantamiento que puso un límite al avance contrarrevolucionario en la región. Mostró que la revolución seguía viva y marcaba el camino a seguir. Planteaba que, con una cadena de insurrecciones que sobrepasen los límites impuestos por las burguesías nacionales que controlan a las masas, se derrote a los gobiernos armados hasta los dientes por el imperialismo para masacrar a los explotados y garantizar el saqueo de las naciones. Estaba la perspectiva de llegar a Bagdad, uniéndose con los explotados chiitas del sur –demostrando que es una lucha de clases de explotados contra explotadores y no de “etnias” ni religiones- e impulsaba, con su ejemplo, a que las masas sirias se levanten nuevamente hacia Damasco.
Por ello comenzó a actuar Ginebra 2 para frenar este levantamiento. Inmediatamente el Estado Islámico replegó sus fuerzas en Siria para ir a Fallujah para contener a las masas insurrectas. Es que era el único que podía entrar allí utilizando su autoridad de “antiimperialista”, en el lugar donde más se combatió contra la ocupación norteamericana. Ellos, entonces, fueron a Fallujah a todas las ciudades tomadas por las masas para parar la cadena de insurrecciones de los explotados y que no llegaran a Bagdad, cuestión que por ahora han logrado.

El de Irak es parte de los levantamientos de la región que comenzaron en el 2011, pero se dio en momentos en donde Siria está libanizada, en Egipto se impuso una dictadura militar feroz contra las masas, en toda la región retrocedieron los procesos revolucionarios y ya está el pacto de Ginebra 2 actuando. Podríamos decir, entonces, que estamos ante una “revolución tardía”, y para derrotarla, el imperialismo hace jugar a todos sus agentes para terminar de imponer la contrarrevolución en toda la región.
En Ginebra 2 están Assad, Hezbollah, los Ayatollahs iraníes y Putin que, junto con el gobierno de Maliki de Irak, son los gendarmes del imperialismo contra las masas insurrectas. Son tropas gurkas de la OTAN. Los vimos –y aun hoy los vemos- masacrar a las masas sirias y también bombardear por vía aérea las ciudades donde los explotados derrotaron al ejército del protectorado yanqui en Irak.
También están los agentes del imperialismo enviados al interior de las filas de las masas revolucionarias como Caballos de Troya para entregar desde adentro estos combates. Así lo vimos con el Estado Islámico, pero también los vimos en Siria con el Ejército Sirio Libre y Jabhat al-Nusra.

Esto es Ginebra 2 actuando para imponer la contrarrevolución en la región. Así como los vimos en Siria, hoy en Irak están los mismos actores, pero esta vez no actuando luego de ya desplegado el proceso revolucionario, sino desde el inicio mismo. ¡Abajo el pacto de Ginebra 2!

 

Las masas iraquíes se insurreccionan contra el régimen del protectorado y su ejército
El imperialismo usa a todos sus agentes para parar esta revolución

El actual levantamiento de masas en Irak empezó, en un primer momento, con las masas haciendo ataques contra el ejército, identificando claramente cuál es la institución fundamental del régimen. Estos combates se fueron multiplicando como hongos debajo de la lluvia. Asaltaron comisarías, puestos de control y cuarteles del ejército. Se armaron.
Las masas supieron que de lo que se trataba era de derrotar al ejército de Maliki y Obama. Y lo terminaron haciendo tomando varias ciudades, en una cadena de insurrecciones locales, comenzando en Fallujah y amenazando con llegar a Bagdad.

Inmediatamente todas las fuerzas burguesas se confabularon para que las masas insurrectas y sus milicias no ingresen a la capital, pues allí se unirían con los explotados chiitas, que son la mayoría, que también son hambreados y oprimidos por la burguesía chiita. Como ya dijimos, está la burguesía sunita apostada a las puertas de Bagdad para impedir que las masas irrumpan allí.
Las masas explotadas del sur de Irak también sufren hambre, desocupación, falta de vivienda digna, y el saqueo del imperialismo. También pugnan por irrumpir contra el gobierno de Maliki. Por eso una fracción de la burguesía chiita se ha volcado para contenerla, y desde todos los agentes del imperialismo están determinados en impedir que se unan los explotados. Con los generales y comandantes de la Guardia Republicana de Saddam Hussein en el Estado Islámico mostrándose al frente de los levantamientos de los explotados del norte, se le quiere hacer ver a los explotados del sur que dichas insurrecciones están con los que los masacraron, oprimieron y hambrearon durante años. ¡Hay que tomar Bagdad! ¡Hay que unir a los obreros insurreccionados de Fallujah a Mosul con los obreros petroleros de Basora y del sur de Irak, en una lucha común por pan, trabajo y vivienda dignos para todos, por terminar con el saqueo imperialista y derrotar a sus agentes que lo garantizan! ¡Fuera la burguesía que quiere dividir los combates!

Los Ayatollahs iraníes le han pasado armamento y hombres al ejército iraquí. Están actuando junto a EEUU, fortaleciendo el ejército de su colonia, contra las masas insurrectas. Pero el rol fundamental de por qué van los Ayatollahs iraníes a Irak es porque tienen que contener a las masas chiitas. Tienen que evitar que estallen en levantamientos los explotados del sur de Irak junto con los del norte buscando aplastar el régimen del protectorado yanqui en Irak. Es que un levantamiento así plantea la perspectiva de que se subleven las hambreadas masas iraníes también.

EEUU en Irak tiene un Vietnam. De allí se tuvo que ir porque las masas lo echaron. No puede intervenir más militarmente allí de forma directa. Es que si lo hace, se levantaría inmediatamente el proletariado norteamericano contra la guerra nuevamente. Por eso interviene, en este caso, a través del pacto de Ginebra 2, usando a todos sus agentes.
Es decir, que el imperialismo yanqui tenga un límite impuesto por una relación de fuerzas entre las clases -que su propio proletariado no le permite ir a aventuras guerreristas tipo Bush-, no quiere decir que no lo haga a través de sus agentes, como vemos hoy con la masacre del estado sionista-fascista de Israel a las masas de Gaza, con el ejército de Assad masacrando a más de 500.000 explotados en Siria, o como hoy vemos al ejército de Irak lanzar ofensivas aéreas e incursiones contra las masas insurrectas.

El imperialismo hoy está pugnando por que se haga un gobierno de unidad nacional, o bien, “de integración, reparto y acuerdo de todas las fracciones del país”, pero siempre sobre la base del aplastamiento de las masas armadas insurrectas. Necesita que se termine de imponer el pacto Ginebra 2 sobre las masas para terminar con el levantamiento revolucionario y avanzar a nuevas instituciones de dominio en Irak, Siria y la región.
En este escenario, el imperialismo, para conquistar sus objetivos, no dudará en avanzar a la partición de Irak, con la burguesía chiita controlando el sur, y la sunnita controlando el norte como parte del “Califato” que han proclamado. La imposición de este “Califato” (que abarcaría el Norte de Irak, Norte y Este de Siria y Norte del Líbano), y de todo el plan de partición de Irak y de Siria significaría la liquidación del doble poder territorial de las masas en lucha y volver a someter a los explotados insurrectos que se habían sublevado.

¡Hay que romper con la burguesía sunnita que quiere negociar con EEUU y Maliki sobre la sangre de los explotados!
¡Fuera el “Estado Islámico”, que va a contener, como Caballo de Troya, la revolución en Siria, Líbano y en Irak! ¡Fuera estos agentes de Arabia Saudita que van a defender las petroleras imperialistas a las zonas liberadas por los levantamientos de las masas!

¡Abajo todo acuerdo de gobierno de unidad nacional o de división de los negocios en Irak entre las burguesías sunnita-chiita que solo han demostrado ser enemiga de solucionar las demandas más sentidas de las masas! ¡Hay que derrotar este pacto, que quiere imponer el imperialismo con la burguesía chiita y sunnita para aplastar a las masas!

 

Sólo el proletariado, como caudillo de la nación oprimida, con sus propias reivindicaciones y sus métodos puede llevar hasta el final la lucha contra el imperialismo y salvar de la disgregación a la nación iraquí y de la barbarie a todo el Magreb y Medio Oriente

Desde los renegados del marxismo se escucha, a cada paso, hablar de “levantamientos sectarios” de “choques de religiones”, y hasta algunos tienen la desfachatez de denunciar los levantamientos de los explotados como de ser “vándalos terroristas”. Hablemos claro. Son unos impostores. Reparten veneno e infamia contra la clase obrera del Magreb y Medio Oriente en todo el mundo.
Ayer hablaban y denunciaban a las heroicas milicias de Libia, que derrotaron a Khadafy y su casta de oficiales asesina –a cuenta de las petroleras imperialistas-, de ser “tropas terrestres de la OTAN”. Todos sostenían a las bandas del castrismo y el chavismo que hoy entregan Cuba, la resistencia colombiana y Venezuela al peor de los saqueos imperialistas.
Hoy, luego de verter ríos de tinta de calumnias sobre las masas de Libia, callan que el imperialismo armó al gobierno expropiador de la revolución Libia del CNG primero y ahora a un general golpista como Heftar para poder aplastar a las milicias rebeldes, que son las que sostienen las heroicas huelgas de los obreros petroleros libios y las que realmente abatieron al régimen asesino de Khadafy.
Con el Foro Social Mundial aislaron a las masas de Siria para que el perro Bashar, sostenido por Putin, hiciera el “trabajo sucio” de masacrarlas a cuenta de todas las potencias imperialistas.

¡Basta ya! En Irak se ha sublevado, como ayer en Túnez o en Egipto, la poderosa clase obrera, de centenares de miles de obreros petroleros, de la construcción, metalúrgicos, que son superexplotados como esclavos por las petroleras imperialistas, bajo el mando de la Halliburton, ayer monitoreada por Bush y hoy por el carnicero Obama. ¡Basta de mentiras! Es la izquierda que quiere encubrir a Obama y al gobierno asesino de Maliki en Irak.

El imperialismo saquea la nación iraquí. Se lleva las riquezas, que invade y masacra, ocupa e impone a sus agentes que son feroces dictaduras. Las “7 hermanas” petroleras son las verdaderas terroristas que destruyen la civilización flagelando, masacrando y saqueando a los pueblos que oprimen. Ninguna burguesía nacional que negocia con estas petroleras y les cuida y respeta su propiedad, y se asocia a ellas, puede enfrentarlas hasta el final.
Para triunfar, es preciso partir de que sólo la clase obrera, como caudillo de todos los explotados de la nación oprimida, tomando el poder, puede resolver todas las demandas de los oprimidos y verdaderamente derrocar el poder existente, que es el del imperialismo y sus representantes Iraquíes, puesto que no tiene ningún negocio ni atadura con ellos.
Los intereses de salario y trabajo digno, de terminar con el saqueo del imperialismo en la nación iraquí son demandas que unen a los obreros del norte al sur de Irak. Ese es el pánico que tiene el imperialismo. El obrero de Basora y de Fallujah es un esclavo de las petroleras y la Halliburton.
Justamente el accionar de los partidos burgueses “chiitas” o “sunnitas” y de sus ejércitos es para dividir y manipular al proletariado iraquí, como lo hacen todas las fuerzas e instituciones burguesas en todos los países del mundo.
Hay que develarle a la clase obrera los “secretos” de la siniestra política que tiene el imperialismo a nivel internacional contra los explotados del mundo. Hay que plantearle correctamente a la clase obrera internacional quiénes son sus aliados, y quiénes son sus enemigos, como lo son esa cueva de direcciones traidoras, agentes de Obama del FSM.

Sólo el proletariado tiene en sus manos el arma letal más poderosa para terminar de expulsar al imperialismo, sus gobiernos y derrotar a sus lacayos de las burguesías chiita y sunnita en todo Irak: ¡Hay que expropiar sin pago y bajo control obrero todas las petroleras imperialistas para resolver el problema del pan! ¡Hay que derrotar a sus guardias de seguridad armadas que las custodian! ¡Por la derrota militar del imperialismo yanqui en Afganistán!

Maliki es “el virrey” de Obama, y su ejército bandas paramilitares chiitas son divisiones “iraquíes” del ejército norteamericano. ¡Abajo el gobierno terrorista de Maliki del protectorado yanqui en Irak! ¡Disolución de su parlamento fantoche!
¡Por la derrota militar del ejército gurka de Bagdad, bajo el mando de la OTAN, sostenido en las bayonetas de la Guardia Republicana Iraní!

El poder en las ciudades insurreccionadas debe pasar a los comités obreros, a las milicias y a los organismos de autoorganización de las masas. ¡Las armas no se entregan! Los que se deben desarmar o someterse a las masas insurreccionadas es la base del “Estado Islámico”.
¡La clase obrera no reconoce ni al Califato Islámico de Abu Baker el Baghdadi -el nuevo lacayo y guardián de la propiedad del imperialismo en el Levante del triángulo sunnita, el norte de Siria y el norte del Líbano-, ni al gobierno de Maliki bajo la disciplina de Obama!
Hay que conquistar el armamento generalizado de los explotados contra el gobierno de Maliki y su ejército iraquí-yanqui. ¡Hay que poner en pie las milicias obreras y campesinas de todas las masas iraquíes y centralizarlas a nivel nacional!
¡De Irak a Siria, del Líbano a Irán, una sola revolución obrera y campesina!
¡Hay que coordinar la resistencia siria con las masas sublevadas de Irak! ¡Hay que poner todas las fuerzas militares conquistadas para marchar a Damasco y combatir contra el perro Bashar y pelear junto a la nación palestina para derrotar al sionismo que hoy masacra en Gaza!
Deben volver a ponerse de pie los shoras (como los de la revolución iraní de los ‘80), comités de obreros y soldados armados con democracia directa, que unifiquen al conjunto de las masas en lucha y centralicen la resolución de todos los problemas de las masas trabajadoras.
¡Es urgente la convocatoria a un congreso nacional de delegados de las brigadas de rebeldes insurrectos, de trabajadores de establecimientos en las ciudades y campos de todo Irak, para centralizar la lucha por la caída del régimen y poder conquistar las demandas de los oprimidos de pan, trabajo para todos con un salario digno, viviendas de calidad, salud y educación gratuitas, etc!

¡Asamblea nacional iraquí de todos los explotados para concretar la ruptura con el imperialismo e inclusive rediscutir las fronteras nacionales (de Siria, Irak, el Kurdistán y todas) a medida de lo que los explotados decidan, sin tener que respetar el dibujo del imperialismo con el cual lleva a cabo su saqueo de la región!
¡Por un gobierno obrero y campesino basado en las organizaciones de las masas explotadas insurrectas!

¡Una sola revolución en todo el Norte de África y Medio Oriente!

Hoy Irak plantea cuál debe ser el camino de lucha que hay que retomar en Siria. Con una cadena de insurrecciones locales, con milicias obreras y populares, atacando al ejército, pasando por encima de todo control burgués, con el método de la insurrección de los explotados contra sus verdugos.
¡Fuera el genocida al-Assad, sostenido por Putin, el sicario del imperialismo!
¡Hay que romper el control de las masas revolucionarias de Siria que le imponen la burguesía saudí, qatarí y de Turquía! ¡Fuera el ESL, Jabhat al-Nusra y el “Estado Islámico” de las zonas liberadas!
¡Hay que expropiar a la burguesía y los explotadores, y marchar a Damasco, haciendo volar por los aires el pacto contrarrevolucionario de Ginebra 2!!

¡Hay que parar la masacre a las masas palestinas del gendarme sionista! ¡Por la destrucción del estado sionista-fascista de Israel! ¡Abajo el plan de los “dos estados” en Palestina!
De Túnez a Trípoli y Damasco; de Bagdad a Teherán y Jerusalén: ¡Una sola revolución obrera y de los explotados en el Magreb y Medio Oriente! ¡Por los Estados Unidos Socialistas del Norte de África y Medio Oriente!

La clase obrera de Medio Oriente cuenta con un gran aliado en el proletariado de los países centrales. Esto se vio en la lucha contra la guerra y el movimiento de los inmigrantes, que le pusieran –peleando con la clase obrera de Medio Oriente- un límite a la ofensiva guerrerista de Bush. ¡Hay que retomar ese camino!
Por accionar de los hermanos Castro, los bolivarianos y todo el FSM, la clase obrera norteamericana fue puesta a los pies de Obama. Fue separada de sus hermanos de clase de Medio Oriente, y mal le fue al proletariado norteamericano y también le fue mal a los explotados de Medio Oriente. A la clase obrera norteamericana, su burguesía imperialista le está haciendo pagar toda su crisis. Lo mismo sucede con el proletariado europeo, que fuera sacado de escena por las direcciones de la aristocracia y la burocracia obrera, agrupadas en el FSM.
La clase obrera de los países imperialistas debe levantarse hoy, junto con las masas iraquíes, al grito de: “¡El enemigo está en casa!”
Hoy vemos que esto está sucediendo en EEUU, ante la masacre del sionismo en Palestina. Decenas y decenas de miles ya ganan las calles al grito de “Obama financia el terrorismo israelí que masacra a las masas palestinos” ¡Este es el camino! ¡Fuera Obama y el régimen de los republicratas, los jefes del sionismo, el gobierno de Maliki y el Estado Islámico! ¡Hay que derrotar a los bandidos imperialistas que comandan la contrarrevolución en Medio Oriente!
¡Viva el levantamiento de los obreros norteamericanos contra la masacre en Gaza! ¡Que se vuelva a poner de pie la marcha del millón de obreros contra la guerra! ¡Hay que marchar contra Obama, el jefe de Maliki y el Estado Islámico que le cuidan la propiedad a las petroleras que saquean y hambrean a los explotados iraquíes!
¡Vivan los llamados a bloquear los buques con cargamentos al estado sionista de Israel! ¡Que los portuarios de Oakland vuelvan a paralizar todos los puertos de la costa oeste! ¡Hay que parar y expropiar los cargamentos de petróleo de la Halliburton y todas las petroleras imperialistas que saquean Irak!
¡Tienen que volver los “indignados” a cercar Wall Street, ese 1% de parásitos que han convertido este planeta en una sucia prisión!
¡Hay que reagrupar las filas del movimiento obrero internacional! ¡Basta de Foro Social Mundial y de izquierda rastrera de Obama y las pandillas de los bandoleros “democráticos” imperialistas!
¡Que la chispa de Atenas vuelva a incendiar la revolución contra la Europa imperialista!

¡Para que la clase obrera y los pueblos oprimidos del mundo vivan, el imperialismo debe morir!

Abu Muhajer
Corresponsal

Colectivo por la Refundación de la IV Internacional - FLTI