La promulgación de la Reforma Laboral en Francia, como consecuencia de la imposición de la Ley El Khomri en 2016, arremete decididamente contra los obreros franceses y sus conquistas.Sin embargo los trabajadores mantienen su lucha con protestas y movilizaciones en las calles a pesar y en contra de la burocracia de los principales sindicatos franceses, que dividen sus luchas o los llevan a las impotentes vías judiciales. Así,la CFDT (dirigida por la socialdemocracia) y la CFE-CGC, afines al gobierno, no llamaron a ninguna movilización, si noque presentaron una demanda judicial para que se deroguen las ordenanzas de Macronporque plantean que son “ilegales”.Fuerza Obrera (FO) carnereó las primeras jornadas nacionales de lucha desde septiembre planteando que había que tener confianza en el diálogo con el gobierno, y ahoraplantea que hay que esperar que las ordenanzas se conviertan en decreto para presentar un recurso de inconstitucionalidad. Por su parte, la Central General de Trabajadores (CGT), presionada por las bases, llamó al paro y la movilización, pero como medida para presionar sobre el parlamento y la justicia.
Todo ello va en consonancia con los partidos patronales como la Francia Insumisa de Jean-LucMélenchon y los partidos “anticapitalistas” que enterraron bajo el lema de “Democracia Real” la consigna de “VIVA LA COMUNA”.
Ante el accionar del gobierno de Macronque profundiza las medidas antiobrerasde Hollande, éste recibe el justo odio de la juventud rebelde y los trabajadores que irrumpieron de forma significativa y valerosa con una huelga y paro de actividades el 10 de octubre.Por presión de la base -y con precedente de la huelga contra la reforma laboral- la CGT se vio obligada a convocar un paro de los funcionarios públicos. Cabe recalcar que la reforma laboral en sus puntos más importantes flexibiliza aún más el trabajo, facilita el despido por parte de las empresas y reduce la indemnización por despido, no por nadaMacrón es denominado por los explotados franceses como el “presidente de los ricos”.
Asimismo, el pasado 19 de octubre el sector del empleo público al ser uno de los sectores más atacados, en particular los trabajadores de saludmarcaron un hecho sin precedentes, dado que desde el 2009 no salían a las calles; entre ellos médicos, farmacéuticos, dentistas y el sector de paramédicos (enfermeros). El sector contó con el apoyo de 9 sindicatos, tanto fue el odio que la juventud francesa en medio de la marcha rompió los vidrios de una agencia del Banco Nacional de París. El gobierno antiobrerode Macron de hecho ya anunció el despido de 1.600 asalariados para este 2018 y pretende despedir a 160.000 trabajadores para el 2022. A esta huelga también se plegaron otros sectores como el de los contralores de las aerolíneas de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) que paralizaron más del 30% de los vuelos nacionales en los aeropuertos de París, Beauvois, Lyon, Niza, Marsella, Toulouse, Burdeos y Nantes.
Seguidamente, otra demostración de la fuerza y voluntad de lucha de los trabajadores acaeció el 20 de octubre, en una huelga del transporte público a nivel nacional que paralizó el servicio de trenes y autobuses en más de 127 ciudades francesas, entre ellas principalmente París, Marsella, Lyon. Lille Burdeos, Niza y Perpiñán. La demandas del sector son la revalorización salarial en base al recorte en el sector del transporte público, una jubilación que incluya la continuidad laboral a tiempo parcial (es decir seguir trabajando después de jubilarse puesto que la renta de jubilación es miserable) y la negociación de vacaciones según el tiempo de antigüedad. Es importante señalar que esta huelga fue convocada por la CGT y el principal sindicato de transporte urbano UTP (Unión de Transporte Público) con actualmente 50.000 trabajadoresdemostraron claramente su peso paralizando gran parte del país.Este mes, la presión de las bases conquistó una jornada nacional de paro y movilización el 16 de noviembre y una manifestación a los campos Elíseos el 18. El 22 los estudiantes salieron a las calles contra la reforma en la educación. Y el 23 los trabajadores del sector petrolero estuvieron de paro.
Unelemento que profundiza la reacción es la sustitución de la Ley del Estado de Excepción, que feneció este 31 de octubre,por la Ley Antiterroristaque entra en vigor de manera indefinida. El Estado de Excepción tuvo rigor desde los auto-atentados del régimen de la V República en Francia del 13 de noviembre del 2015 para queel Estado y la policía asesina del régimen tenga vía libre en realizar allanamientos y registros domiciliarios sin orden judicial, arrestos domiciliarioso detención indefinida a toda persona que tenga algún indicio de supuesta tendencia “terroristas” o “yihadistas” como muestra de la bonapartización del régimen, desde entonces se han realizado en promedio unos seis allanamientos por día y se han cerrado 19 mezquitas. La nueva ley Antiterrorista, que perpetúa el estado de excepción,fue presentada ante la Corte Europea de Derechos Humanos y fue criticada tibiamente por Melenchon, del mismo modo por los partidos “anticapitalistas” que van como furgón de cola del régimen de la V República francesa.Otro elemento es la condena, hace un mes, a 7 de los jóvenes rebeldes que encabezaban las manifestaciones del año pasado y que hoy son enviados a prisión (¡hasta 7 años!) acusados de atacar un patrullero, y también el encarcelamiento (por segunda vez) de YacoubaTraoré, joven negro detenido hace unos días por luchar por justicia por su hermano Adama, quien fue asesinado por la gendarmería el año pasado. Todo esto es un enorme escarmiento al conjunto de la clase obrera y le da un gran poder a las fuerzas de represión del Estado.
Pese a la ofensiva de la burguesía, la clase obrera no ha dicho su última palabra y como se detalla arriba ya se moviliza a pesar de las direcciones traidoras a su frente, en este escenario es imperioso conquistar la unidad y coordinación de la clase obrera y los oprimidos retomando el grito de 2016 de “VIVA LA COMUNA DE PARÍS”, allí, la juventud combativa, los trabajadores, los inmigrantes junto a los refugiados ponían en pie organismos embrionarios de autodeterminación para resolver el futuro incierto al cual empuja el capitalismo, y es que en esta guerra de clases el gobierno de Macron y la Francia imperialista no dudará, tal cual ya lo hizo, en arrancar más conquistas a la clase obrera y explotados con el objetivode arrodillarla y disciplinarla para profundizar su ofensiva en la disputa interimperialista que está en ciernes con guerras comerciales.
Por su lado el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), bajo el rótulo de enfrentar el “Diálogo Social” del gobierno de Macron, plantea críticas al accionar y la desorganización que han ido ejerciendo los distintos sindicatos a través de las distintas huelgas en el país a lo largo del año siendo que fueron ellos mismos los voceros de la estafa de “Democracia Real”, y ahora ni llaman ni mencionan qué paso debe dar la clase obrera para derrotar el ataque del gobierno.
Es necesario poner en pie un pliego único de reclamos con un Comité Nacional de Lucha echando de nuestras filas a los dirigentes traidores, retomando la lucha de mayo-junio del año pasado, con la unidad obrero-estudiantil, los piquetes de huelga y los comités de coordinación de las luchas para descalabrar con la huelga general revolucionaria al régimen y sus instituciones.¡Por comités de fábrica para superar la división que imponen las direcciones de los sindicatos y organizar el combate!Es indispensable centralizar la resistencia de los sectores que entraron al combate como son los docentes,los trabajadores de salud y de transporte, unificando nuestras demandas con los oprimidos de las colonias y semicolonias proclamando que el “¡enemigo está en casa!”, y defendiendo a nuestros hermanos de clase de Siria-Ghouta que padecen el peor de las masacres y cercos por el régimen asesino de Assad, Putin que le hacen el trabajo sucio a Trump-Obama, allí buscan escarmentar al conjunto de la clase obrera mundial ¡no lo podemos permitir!¡Por un nuevo mayo del '68, esta vez triunfante! ¡Hay que expropiar a los expropiadores! ¡Fábrica que cierra, suspenda o despida debe ser tomada por los obreros sin indemnización!Las patronales imperialistas europeas se juntan y discuten sus negocios y sus alianzas sobre la base de redoblar la explotación del conjunto de la clase obrera. ¡Hay que conquistar una lucha unificada con los trabajadores de todo el continentepara derrotar esta ofensiva imperialista!
La base obrera, incluso de las centrales que no llaman al paro como CFDT y FO, demuestra una enorme predisposición a la lucha. Incluso muchos sectores paran a pesar y en contra de su dirección. Las constantes manifestaciones y huelgas en curso demuestranque la lucha aún continúa en pie. ¡Para que la clase obrera viva el capitalismo debe morir!
Luisa Camnpos