Trotskismo principista versus Parlamentarismo reformista
En los ‘80 era el MAS reformista el que presentaba todo su programa en forma de leyes. Tan es así que presentaba su programa ante las masas como “ley Zamora”, “Vote a Zamora que saldrá una ley para no pagar la deuda externa”. Una vergüenza. Ese partido estalló en 10 mil pedazos y parece mentira que los partidos desprendidos del mismo sigan teniendo la misma política que llevó al fracaso a la clase obrera argentina en los ‘80 y los ‘90. ¿Con leyes mejoramos los trabajadores? Las pelotas. Ni con leyes de Zamora, ni mucho menos con las del MPN, el PJ y la UCR, esos partidos asesinos de obreros del país y de Neuquén, apoyada hoy entusiastamente por el PTS y el resto de los partidos de la izquierda reformista.
A no dudarlo, que si el doctor Pedrero fuera, junto con los doctores del PTS, un diputado en la legislatura burguesa, votarían la ley de salvataje de Zanon junto al MPN, con las dos manos y por unanimidad, junto con los partidos patronales, con los que establecerían una orgía antiobrera al servicio de los explotadores. Un espectáculo dantesco. Socialdemócratas y capitalistas se encontrarían votando y festejando programas políticos comunes “para solucionar juntos los problemas de los obreros”. Si eso es la independencia de clase que pregonan en las elecciones, aquí se han caído todos los velos y las caretas. ¡Eso es colaboración de clases!
¿Qué la crisis la paguen los capitalistas? Un verso para la campaña electoral. Acá sólo los capitalistas cobran la plata, que la pagan los obreros de Zanon, que se ven obligados a aceptar esta ley porque los capitalistas se la han impuesto con una relación de fuerzas que liquidó las condiciones revolucionarias de la ofensiva de masas que en el 2001 y 2002 impuso y conquistó la clase obrera argentina.
A no dudarlo, contra el PTS, continuadores hoy del MAS de los ‘80 y sus ridículas leyes, los trotskistas no hubiéramos votado esa ley. Hubiéramos dicho, en esa cueva de bandidos que es la legislatura, que no la apoyamos ni la votamos. Que los obreros, de acuerdo a la relación de fuerzas que tienen, pueden optar aceptarla y llamar a derrotarla, pero jamás apoyarla. Sólo pueden pelear por conseguir una relación de fuerzas que nos permita triunfar definitivamente.
A diferencia del PTS, afirmaríamos desde una bancada revolucionaria en esa legislatura, que estamos muy lejos de un triunfo y que hay que preparar la lucha extraparlamentaria que no debe terminar hasta imponer una nacionalización bajo control obrero, no sólo de Zanon, sino de toda la industria ceramista del Alto Valle y a nivel nacional.
Una bancada trotskista revolucionaria hubiera llamado a la movilización extraparlamentaria de masas y a los obreros de Zanon a unirse con sus hermanos petroleros contra la burocracia de Pereyra, por la expropiación de la Repsol, ya que allí están todas las riquezas para resolver la crisis de Zanon. Allí, con los140 mil millones de dólares que ganan por año, y con los 500.000 millones que la Panamerican y todas las petroleras se llevarán en regalías que sacan de la nación oprimida, están toda la educación, la salud, y el salario de todos los trabajadores de Neuquén, del Alto Valle y de toda la clase obrera argentina.
El PTS, que aplaude este “triunfo” como una consecuencia lógica de una epopeya de lucha, tendría que votar esta ley. Mientras que para nosotros, esta leyes su negación. Esta es una vieja discusión entre reformistas y revolucionarios.
En los años ‘30, en plena guerra civil española, ¡¡¡¡¡ Los trotskistas se negaban a aceptar una ley que le diera créditos de guerra al ejército republicano que estaba en guerra contra el franquismo !!!!!.
Los que nos denuncian como sectarios hoy, (que sueñan con delirios de rompernos la cabeza y mandarnos al hospital, como ya lo han hecho, “para aclararnos nuestras ideas” como suelen decirnos), chillarían igualmente como lo hacía el stalinismo contra los trotskistas en los ‘30 por mantener esa posición. Sí, como los entregadores de la guerra civil española que acusaban de ser agentes del Mikado a los trotskistas y al mismo tiempo usaban la quinta columna para tirarle por la espalda a lo mejor de los combatientes del proletariado español.
Los trotskistas les respondíamos: “¿Por qué vamos a votar y comprometernos con una ley de los patrones cuando estos les quieren dar al frente de batalla contra los franquistas miserables 30 millones de pesetas? Los trotskistas apoyamos una ley que diga: “expropiamos todos los bienes de la burguesía para poner todos los fondos y todo el dinero disponible para armar a las masas y aplastar al fascismo”. Porque el que apoya una ley burguesa envenena la conciencia de los obreros y se niega a preparar el derrocamiento revolucionario del parlamento y del gobierno burgués”
Junto con los trotskistas de los ‘30, contra la dirección del PTS, los trotskistas volvemos a repetir ¡Esta ley no es un triunfo, es una miseria que solamente pagan los trabajadores! ¡Solamente los capitalistas se embolsan dinero en el bolsillo! ¡Expropiación sin pago de Zanon, bajo control de sus obreros, de la Repsol y de todas las empresas de energía! Para que la crisis la paguen los capitalistas, para que los obreros de Zanon sean los únicos que cobren ante la quiebra de Zanon, para coordinar a todas las fábricas recuperadas, para imponerla moción de ¡ABAJO LA LEY KIRCHNER-CARO Y DEL MPN DE NEUQUEN! que intenta poner las fábricas recuperadas por los obreros, en manos de la burguesía o de los bancos, que ahora correrán presurosos a ofrecerles sus servicios para hacer joint ventures y liquidarlas conquistas de la administración obrera directa.