Argentina -17 de mayo de 2018
A propósito del voto de Del Caño y Del Plá a favor del proyecto de ley del FR y el kirchnerismo sobre el tarifazo
EL FIT ABRAZA EL PROGRAMA DE MASSA, LOS K
Y LA BUROCRACIA SINDICAL DE “MORIGERAR EL AJUSTE”
El miércoles 9 pasado, los diputados del FIT Del Caño (PTS) y Del Plá (PO) votaron un proyecto de ley sobre el “tarifazo” presentado por el FR de Massa.
Los partidos patronales “opositores”, el massismo, el PJ y el kirchnerismo impulsaron este proyecto que es una estafa al pueblo: congela las tarifas a noviembre de 2017, legitimando y garantizando todos los aumentos de 2015 a 2017, un brutal saqueo de las empresas imperialistas y locales que ganaron millones con los subsidios de los Kirchner y ahora se los llevan con Macri. A noviembre de 2017, las tarifas de transporte público habían aumentado un 100%, un 400% en agua corriente, 300% en gas, 500% en electricidad.
Sin embargo, el proyecto de ley todavía no se aprobó y Macri ya anunció lo va a vetar. Alrededor de esto la burguesía ha montado un circo, una farsa, para que el parlamento canalice el odio popular y no haya una respuesta a los tarifazos en las calles con una acción como la del 18 y 19 de diciembre.
Esto es un ejemplo más de lo que siempre hemos denunciado los revolucionarios, esos mecanismos tramposos del parlamentarismo burgués para embaucar al pueblo, un ejemplo de cómo funciona el pacto de gobernabilidad entre la “oposición” del PJ, los K , el FR y el gobierno de Macri.
Del Caño y Del Plá no solo apoyaron esta estafa, sino que la embellecieron ante los trabajadores presentándola como “un paliativo”, una especie de “mal menor”. Del Caño inclusive fundamentó su voto diciendo que había que derrotar el tarifazo. Así el FIT, ubicado en el frente “anti-Macri” ha dado un salto en su política de colaboración de clases, mostrando de hecho a la “oposición” patronal como un “aliado” de los trabajadores contra el gobierno.
Un parlamentario revolucionario jamás habría colaborado con el massismo, el PJ y el kirchnerismo, agentes del imperialismo. Habría utilizado la tribuna del Congreso para denunciar el pacto de la “oposición” con el gobierno y que nada bueno vendrá del parlamento para los trabajadores. Habría llamado a los obreros a desacatar y tirar a la burocracia sindical y poner en pie los organismos de lucha política de masas para preparar una acción superior a la del 18 y 19 de diciembre, única posibilidad de derrotar el ataque del gobierno y los capitalistas.
Esto es lo que siempre ha planteado el marxismo en el siglo XX. Las Tesis de la III Internacional sobre el parlamentarismo dicen: “Para los comunistas, el parlamento no puede ser actualmente, en ningún caso, el teatro de una lucha por reformas y por el mejoramiento de la situación de la clase obrera, como sucedió en ciertos momentos en la época anterior. El centro de gravedad de la vida política actual está definitivamente fuera del marco del parlamento.
“El Partido Comunista entra en ella (la institución parlamentaria, NdR.) no para dedicarse a una acción orgánica sino para sabotear desde adentro la maquinaria gubernamental y el parlamento.
“Esta acción parlamentaria que consiste sobre todo en usar su tribuna para la agitación revolucionaria, para denunciar las maniobras del adversario, para agrupar en torno a ciertas ideas a las masas que sobre todo en los países atrasados contemplan la tribuna parlamentaria con grandes ilusiones democráticas, debe someterse siempre y totalmente a los fines y a las tareas de la lucha extraparlamentaria de masas” (negritas nuestras).
¿Qué hizo el FIT? Lejos de poner el eje en la lucha por un nuevo 18 y 19D (la “lucha extraparlamentaria”), sometió la lucha en las calles a lo que pasaba en el parlamento de los explotadores. Como dice el PTS en su artículo “El miércoles 9 todos al Congreso para frenar los tarifazos”: “Como viene difundiendo La Izquierda Diario, el único proyecto (de ley, NdR.) realmente alternativo y que va a fondo para frenar un nuevo saqueo histórico al pueblo trabajador es el del Frente de Izquierda” (LID, 07/05/2018). ¿Cómo terminó la batalla parlamentaria del FIT? Apoyando a la burguesía “opositora”.
Jamás los parlamentarios del Partido Bolchevique apoyaron una ley del Partido Kadete (la burguesía liberal) en la Duma del Zar, sino que lo combatieron y denunciaron implacablemente ante las masas. En la revolución rusa, los bolcheviques jamás le dieron apoyo político a Kerenski en los soviets, y menos cuando atacó Kornilov.
¿Por qué los revolucionarios no votan a favor de la política de la burguesía? Trotsky lo explicó claramente en la guerra civil española, cuando el gobierno del Frente Popular del “socialista” Negrín pidió a las Cortes (el parlamento) que le aprueben fondos para comprar fusiles para combatir a Franco. Trotsky planteó una negativa rotunda a apoyar a Negrín: “Un voto favorable al presupuesto en el parlamento, no es un acto de ayuda «material», sino un acto de «solidaridad política»
“Desde el punto de vista de la agitación, no tenemos ninguna dificultad, hoy día, para explicar nuestra postura en España por el voto negativo: «Pedimos dos millones para fusiles, y sólo nos dan uno. Reclamamos la distribución de los fusiles con control obrero y nos lo niegan. ¿Cómo habíamos de dar voluntariamente nuestro dinero y nuestra confianza a un gobierno que nos hace esto? Todo trabajador comprenderá y apoyará nuestra postura.
“Todas las acciones del gobierno Negrín están dictadas por las necesidades de la guerra. Si nosotros aceptamos una responsabilidad política por su propia administración de las necesidades de la guerra, votaríamos a favor de cualquier proposición gubernamental seria... ¿Cómo podríamos prepararnos para derrocar al gobierno Negrín?” (Carta a James Cannon, 21 de septiembre de 1937).
El FIT hizo todo lo contrario: apoyó la política de Massa-Cristina de defensa de las superganancias de los monopolios.
Cuando la clase obrera, bajo el látigo del capital, pugna a cada paso por romper con la política de colaboración de clases que impone la burocracia sindical para derrotar a Macri -como se vio el 18 y 19D-, el FIT se pone como último dique de contención para impedirlo.
Como plantea Trotsky, el que le entrega siquiera el dedo meñique a la burguesía renuncia a derrocarla. Sin independizar a grado extremo a la clase obrera de toda fracción burguesa es imposible echar a Macri en las calles y abrir la revolución argentina. Como vemos, en los hechos el FIT es enemigo de esta política.
Ya en octubre del año pasado planteamos que el FIT se preparaba para dar un salto en su política de colaboración de clases con el kirchnerismo. En Capital Federal, hacia las elecciones, había una alianza con la intelectualidad burguesa de la Sarlo, Alcira Argumedo, etc.
Ahora convalidaron un robo al pueblo con el FR, Unidad Ciudadana y el PJ. El FIT ya es el ala izquierda del frente “anti-Macri” con el peronismo y la burocracia sindical, el frente del 21F. Que ese frente se unifique o no formalmente hacia las elecciones (como propuso el diputado kirchnerista Rossi) es secundario. Lo fundamental es que ya se unificaron políticamente en la acción y que eso es una alianza contra la clase obrera y los explotados, aunque el FIT pretenda negarlo.
La otra cara de esto es el cretinismo electoral del NMAS, que está en un frente con el MST (“Izquierda al frente por el Socialismo”), y llamó a luchar por imponer “elecciones anticipadas”, es decir, una salida ordenada del gobierno odiado de Macri ante un posible levantamiento obrero y popular.
El FIT y el NMAS-MST han devenido en corrientes de colaboración de clases con las burguesías nativas, con la vieja política stalinista de campos burgueses “progresivos”. Se ubican en el campo de Assad, Lula y Maduro. Su programa inmediato frente al ataque de los capitalistas es democratizar el Estado burgués, “conquistar una democracia generosa”, como dice Del Caño. Es decir, el mismo programa que el NPA francés (del cual forman parte el PTS, NMAS y MST) y el Podemos español (donde los “anticapitalistas” del NPA están adentro).
No tenemos expectativas en las direcciones de esos partidos. Pero confiamos en los obreros y militantes honestos que buscaron allí un camino de lucha contra la burguesía. Compartimos su odio a la burocracia sindical y la patronal. Hemos combatido juntos el 18 y 19 de diciembre. Los llamamos a defender las banderas de la independencia de clases contra toda política de colaboración con el kirchnerismo y los peronistas. No pueden permitir que la votación de Del Caño y Del Plá quede como un antecedente. Deben repudiarla firmemente. Ha llegado la hora de un reagrupamiento de la vanguardia proletaria que plantee la lucha por la independencia de clase en todas las organizaciones obreras.
Los trotskistas de Democracia Obrera acompañaremos de forma sincera y fraternal toda experiencia que luche por retomar el verdadero clasismo de la clase obrera argentina y se oriente al internacionalismo militante.
Comité Redactor