La masacre de Yarmouk repite la tragedia de Sabra y Shatila,
esta vez no en el Líbano sino en la Siria del perro Bashar
La masacre de Yarmouk repite la tragedia de Sabra y Shatila, esta vez no en el Líbano sino en la Siria del perro Bashar
A partir del año 1948 en que se impone el estado sionista-fascista de Israel, con métodos de guerra civil se expulsó a la nación palestina de su tierra y se la empujó a los países vecinos, quedando como verdaderos parias en su tierra y en todo Medio Oriente. En 1957 se establece Yarmouk en Siria. De 1975 a 1982, las masas palestinas se refugiaban en Líbano ante el avance de la ocupación sionista.
En los campamentos refugiados de toda la región se asentaban los trabajadores y el pueblo palestino y organizaban la lucha para recuperar su tierra. En el Líbano, como hoy lo hacen con la resistencia siria, las masas palestinas unían su combate a obreros y campesinos libaneses que enfrentaban al régimen reaccionario de la burguesía maronita y sus brigadas fascistas. Entre 1975 y 1982, distintas fracciones de la burguesía libanesa (chiita, sunnita y maronita) como así también tropas de Siria, del sionismo y de la ONU que habían entrado a Líbano como “tropas de interposición y de paz”, fueron a imponerle la “paz de los cementerios” a las indomables masas palestinas.
En aquellos años en Líbano se desarrolló una guerra civil donde todas esas fracciones de la burguesía tenían un punto en común: aplastar a las masas palestinas y a la clase obrera, los desocupados y los campesinos pobres que por las hambrunas fueron a refugiarse al oeste de Beirut.
Las fuerzas de la burguesía maronita libanesa y un partido fascista llamado Falange se aliaron con las tropas sionistas y, por momentos, con las tropas de Siria (bajo el mando de Hafez Al Assad, padre de Bashar) para masacrar y derrotar al pueblo palestino y los explotados del Líbano. Lo más avanzado de este accionar contrarrevolucionario fue el ataque a los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Shatila en Beirut Oeste, donde 4000 palestinos fueron masacrados, torturados, sus mujeres violadas y enterradas en fosas comunes.
La tragedia de Sabra y Shatila no ha hecho más que repetirse luego en Jordania… y ni hablar de las masacres del sionismo al interior de la nación palestina ocupada.
Hoy hay una nueva masacre en Yarmouk, como ayer la hubo en el Líbano y en Jordania, y en el 2008 y 2014 en Gaza. En Yarmouk y en Sabra y Shatila se ve el cinismo de las burguesías árabes y su complicidad con el sionismo, con el que mantienen jugosos negocios en la región.
En el Líbano, la burguesía sunnita y chiita miraba para otro lado. Las tropas sirias liberaron el terreno, junto con la ONU, para que entre la Falange fascista y haga una carnicería humana. Eso es lo que pasó en diciembre de 2013 con el perro Bashar, los Ayatollahs iraníes, Hezbollah en Yarmouk, y lo que pasa hoy donde los enemigos de la nación palestina envían a otros de sus perros guardianes, como el ISIS, a terminar de aplastar a la resistencia palestina en Siria.