Que rara “lucha extra parlamentaria” la del Frente de Izquierda, que se niega a utilizar la campaña electoral para unir y coordinar a la vanguardia combativa

Un millón de votos recibió la izquierda (contando los 900 mil del Frente de Izquierda y los 100 mil del MAS) en las PASO de agosto pasado. Este recuento globular de fuerzas demuestra que franjas de trabajadores y jóvenes han roto con los partidos políticos patronales y con la odiada burocracia sindical. Pero… cuando llega el momento de reagrupar a la vanguardia y aprovechar la debilidad actual de la burocracia sindical para derrotarla con luchas en las calles y recuperar las comisiones internas, los cuerpos de delegados y los sindicatos para la lucha de los trabajadores: la dirección del Frente de Izquierda no hace más que profundizar su borrachera electoral afirmando en sus spots televisivos “metamos a la izquierda en el congreso para enfrentar el ajuste”. Desaprovechar este momento para organizar una verdadera “lucha extraparlamentaria de masas” (aunque el Frente de Izquierda aún no tenga sus bancas), donde las cúpulas sindicales, oficialistas y opositoras, se encuentran en crisis, es salvarle la vida a los burócratas traidores y seguir subordinando a la vanguardia combativa a los cuerpos orgánicos y podridos estatutos de los sindicatos estatizados regidos por la ley patronal de asociaciones profesionales.

El Frente de Izquierda habla sobre “la lucha extraparlamentaria de masas”, pero subordina ésta a la obtención de una banca primero, para “fortalecer las luchas” después. La clase obrera mundial ha protagonizado “luchas extraparlamentarias de masas” sin tener un solo parlamentario. Sin parlamentarios se peleó en Argentina del 2001 al igual que en Bolivia en el 2003-2005. Sin parlamentarios “de izquierda” ha hecho revoluciones como en Túnez, Libia, Egipto y Siria. Hizo huelgas generales como en Grecia. Hablar de “lucha extraparlamentaria de masas” en una campaña electoral, y no llamar a reagrupar las filas obreras en un Congreso Obrero para frenar el ataque de los capitalistas, y no preparar a las masas explicándoles todos los días la necesidad imperiosa de pelear por destruir al estado burgués (incluído el parlamento), poner en pie el poder de los explotados y luchar por la Revolución Socialista, es no estar “por la lucha extraparlamentaria de masas”.

La verdad es que el Frente de Izquierda les está diciendo a los trabajadores que todas sus demandas se resuelven “metiendo a la izquierda en el congreso”. Lo que constituye una verdadera política socialdemócrata de “vía pacífica al socialismo” y de reforma del estado burgués, similar a la del Syriza en Grecia, que planteaba lo mismo que el Frente de Izquierda en Argentina: voten, que con la banca en el parlamento haremos un paraíso para los explotados. Pero lo que vino en Grecia fueron las cachiporras, los revólveres y las navajas de los fascistas y nazis de “Amanecer Dorado”, que se la pasan reclutando gente para matar a obreros inmigrantes y a trabajadores, militantes de izquierda griegos.

A su vez, toda esta política de hacer pasar la vida de las masas por lo que decida una banca en el parlamento de los explotados, es sin lugar a dudas una posición totalmente ultimatista, pues lo que necesitan las masas no es que un diputado les diga cuándo desarrollar la “lucha extra parlamentaria de masas”, sino dotarse de sus organismos de autodeterminación y democracia directa, para enfrentar el ataque que hay en curso, el que no se frenará con votos. Para la clase obrera es crucial tomar la resolución de su propio destino, peleando por todo, demoliendo el estado de los capitalistas y tomando el poder en sus manos; para que no vuelva a pasar como el 2001, donde con la lucha extraparlamentaria de masas echamos a cinco presidentes y tuvimos la posibilidad -que las direcciones burocráticas y reformistas se encargaron de destruir- de que gobiernen los trabajadores y el pueblo pobre.