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DEMOCRACIA OBRERA

09-09-2012

En el Sur del continente, los obreros de la mina Lonmin de Marikana un ejemplo de lucha para los trabajadores del mundo

DESDE SUDÁFRICA: UNA MOCION AL MOVIMIENTO OBRERO DE TODO EL PLANETA…

¡R 12.500, O MATAMOS A LOS GERENTES!

En la Asturia del Estado español, los mineros entraban al combate al grito de “si esto no se arregla; guerra, guerra”. Mientras sus mujeres lo hacían con un ejemplar instinto de clase contra la monarquía y el gobierno clamando “si nuestros hijos sufre hambre, los vuestros verterán sangre”.

La burguesía respondió con un genocidio en Siria, donde el asesino Al Assad y sus tropas de ocupación a cuenta de la OTAN y las potencias imperialistas, masacran sin piedad, transformando en verdaderas ruinas las barriadas obreras de Aleppo, Homs y Damasco, donde las masas continúan resistiendo. Si esta matanza puede llevarse adelante, es porque el ejército “Siria Libre” (ESL) llama a la rendición y al desarme de las masas revolucionarias, porque el estalinismo con el PC Kurdo a la cabeza entrega a la resistencia y porque los ex trotskistas y todas las direcciones reformistas agrupadas en el Foro Social Mundial han montado un cerco de calumnias, unos, y de silencio, otros, contras los trabajadores y el pueblo sirio.

Pero nuevamente, el proletariado de color, vanguardia de la clase obrera mundial, junto a sus hermanos de clase del Norte de África y Medio Oriente, de la China esclavizada, de Grecia, del Estado español, con su ejemplar lucha por aumento de salarios marca el camino de cómo debe enfrentarse la guerra declarada por todos los capitalistas y sus gobiernos.

Saldando cuenta con los traidores del COSATU, quitándoles la existencia a varios burócratas carneros, y entregando decenas de mártires, fusilados por la policía del CNA, los obreros de la mina Lonmin de Marikana, con su masivo piquete de 3.000 trabajadores armados con lanzas y escudos y con su democracia directa, hacen vibrar con su temible combate al continente negro… mil veces mancillado y torturado por los piratas imperialistas.

Allí no hay conciliación, ni paz. Nunca la tuvieron los explotadores con los trabajadores, y mucho menos la tendrán ahora esos miles de obreros revolucionarios, que representan a millones de explotados que cargan sobre sus espaldas con siglos de martirio y opresión. Zuma, el presidente del país, salido de las entrañas del PC sudafricano, lanzó la persecución y encarcelación contra 260 compañeros. Hoy, los mismos, por la dureza del piquete y por el honor ganado ante los ojos de la clase obrera, han recobrado su libertad.

La mina se encuentra rodeada de policías. Mientras los burócratas del COSATU buscan negociar y levantar la huelga. Los obreros permanecen atrincherados. Dispuestos a todo o nada, dando un ejemplo de cómo se debe luchar, contra esa andanadas de direcciones reformistas que siempre buscan poner de rodillas ante las mesas de negociaciones recreadas por las instituciones de los gobiernos, regímenes y estados patronales. 
La policía, sedienta en sangre, se prepara para una vez negociado un acuerdo entre los burócratas del COSATU y los capitalistas, ingresar para dar un baño de sangre.

A pesar de todo, los obreros no se rinden. No temen. Vale más morir que seguir viviendo humillado y ahogado en la miseria de este sistema infame. Los traidores de las direcciones reformistas los han cercado. Ellos, como viles sirvientes de los estalinistas, al servicio de las mineras imperialistas, ni siquiera se han acercado a la mina, y mucho menos han llamado a la clase obrera mundial, a ponerse de pie en apoyo a sus hermanos. No han llamado a rebelarse a los obreros de color de los Estados Unidos, como tampoco lo han hecho con los trabajadores inmigrantes que son atacados en la Europa imperialista. Nada. Silencio e ignorancia. Salvo una marcha pacífica y despoblada realizada al parlamento del CNA sudafricano para presionar y juntar alimentos no perecederos… es decir, una verdadera traición con mayúscula a los obreros que en la mina combaten férreamente. 

Sin embargo allí, en la Marikana de Sudáfrica, como en las calles de Aleppo en Siria, golpeando como un solo puño junto a los sectores más explotados de la clase obrera, flamean las limpias banderas de la IV Internacional. Allí combaten los trotskistas de la FLTI. 
No obstante, en la barricada opuesta, en los fortines de los que defienden los intereses de la patronal, los ex trotskistas sostienen a los estalinistas y a la burocracia del COSATU, de la misma forma que ayer lo hacían con el PC en Grecia –que apaleaba a los obreros que buscaban incendiar el parlamento- y lo continúan haciendo con los hermanos Castro, esos nuevos ricos, que junto a Obama están restaurando el capitalismo en Cuba.

Desde el suelo extenuado de la Marikena insurrecta, un nuevo jalón revolucionario, un nuevo grito de guerra, extraído desde el odio más visceral y profundo de la clase obrera de color en Sudáfrica, retumba a lo largo y ancho del planeta: ¡R 12.500, O MATAMOS A LOS GERENTES! 
La moción ha sido anunciada. La clase obrera mundial debe tomar este combate en sus manos, sino quiere ser aplastada por los capitalistas y sus agentes al interior del movimiento obrero. ¡Viva la lucha de los obreros de Marikana! ¡Si esto no se arregla; entonces que haya guerra, guerra… de los trabajadores contra sus verdugos! ¡Obreros del mundo, a ponerse de pie!