22-03-13

EL  NUEVO PAPA

En los últimos días hemos visto –en una cobertura de casi 24 horas diarias, por todos los medios de difusión- la asunción del nuevo Papa. Un hecho histórico, de trascendencia mundial al decir de los medios, por tratarse de un Papa argentino y latinoamericano.
Rechazó los anillos, de oro. Sigue con sus viejos zapatos. Pagó él mismo su cuenta en el hotel. Cuanta humildad. Se vienen tiempos de cambios en la iglesia, Francisco (Bergoglio) es el Papa de los pobres.
Cuanto cinismo y cuanta desvergüenza se necesita para disfrazar de humilde y comprometido con los pobres al representante de la institución más siniestra que ha existido en toda la historia de la humanidad. Hablamos de la Iglesia Católica, que ha logado sobrevivir a todos los regímenes por los que ha atravesado el ser humano en toda su historia.
Fue esclavista cuando hubo esclavismo. Feudalista en el régimen feudal. Y por supuesto la primera sostenedora y socia del capitalismo. Más de 2.000 años de historia nos demuestran con barbarie y masacres, guerras, exterminios de pueblos enteros perpetrados en nombre de un dios, como ha sobrevivido la  iglesia del humilde Francisco.
Hay que decir la verdad, no estamos ante un nuevo hombre que viene a imponer valores de humildad a los lujos y ostentaciones de la vieja iglesia. Eso para nada es así. Ante la crisis económica mundial, donde países enteros como Grecia, el Estado Español, por dar unos ejemplos, se ven sumidos en la miseria y bancarrota, donde la gente se suicida ante la posibilidad de quedarse en la calle ya que les son arrebatadas sus viviendas y además cada vez se les hace más difícil conseguir un pedazo de pan para alimentarse, todo el Norte de África y Medio Oriente con levantamientos y revoluciones por el pan, ante todo esto hay que mostrar una nueva iglesia. Un nuevo Papa que “hable el lenguaje de la gente”. Necesitan hacer creer que Francisco es igual a ellos. Para que éste en nombre de dios les diga que no tienen que luchar, que pongan la otra mejilla, en fin que acepten las cosas como son y los buenos van a ir al paraíso.
El capitalismo imperialista necesita poner en pie instituciones que sirvan para contener el embate de los “pobres”, que ya nada tienen que perder. En estos últimos años se han visto obligados a quemar a toda la izquierda reformista que fue la encargada de desviar y contener todos los procesos de luchas de nuestra clase en Europa y el mundo.
El rol de Francisco es de venir a luchar por la unidad de los hombres. Es decir que debemos unirnos con nuestros explotadores. En Siria las masas que son masacradas por el asesino Bashar Al Assad, deberían dejar de luchar y unirse con toda la burguesía siria que con Al Assad a la cabeza han masacrado a decenas de miles de pobres. Debemos unirnos a la banca Morgan y el capital financiero mundial que le tira toda la crisis a las masas. En Grecia los inmigrantes que son masacrados por los fascistas de amanecer Dorado deben perdonarlos y abrasarse a ellos. Este crápula viene a decirnos que no hay que luchar y dios nos va a premiar.
En la Iglesia Católica, -ni en ninguna otra- no hay humildes, hay delincuentes, violadores impunes, cómplices de genocidas y por sobre todas las cosas cómplices y socios de las transnacionales imperialistas y también del capital financiero. La Iglesia Católica  es una gran explotadora de obreros.
Latinoamérica es en donde más católicos practicantes hay  en la actualidad a nivel mundial. También es donde en los últimos 15 años se han dado avanzados combates de la clase trabajadora, abriendo revoluciones, como en Venezuela, Ecuador, Argentina, Bolivia. Estos procesos revolucionarios no pudieron lograr sus objetivos, la toma del poder, por no contar el proletariado con una organización que los oriente en ese sentido. Lo que surgió entonces fue una gran mediación, que desvió y se apropió de todo ese proceso, con la complicidad y el sostenimiento de toda la izquierda reformista y los renegados del trotskismos, Chávez. Para desgracia de los imperialistas Chávez murió, pero la crisis económica continúa, las masas en Latinoamérica empiezan a despabilarse del adormecimiento chavista. Los imperialistas y los gobiernos necesitan alguien “creíble” que les hable a las masas, ese es el rol del humilde Francisco. El de entregar a los trabajadores a la más terrible súper explotación, engañándolos y envenenando su conciencia con la fe y la creencia religiosa. Pero no está dicha la última palabra. Quizás se haga realidad aquella vieja consigna que decía: ….con las tripas del último cura, colgaremos al último burgués.