"...Entonces, me di cuenta de una cosa fundamental: para ser médico revolucionario o para ser revolucionario, lo primero que hay que tener es revolución. De nada sirve el esfuerzo aislado, el esfuerzo individual, la pureza de ideales, el afán de sacrificar toda una vida al más noble de los ideales, si ese esfuerzo se hace solo, solitario en algún rincón de América, luchando contra los gobiernos adversos y las condiciones sociales que no permiten avanzar. Para hacer revolución se necesita esto que hay en Cuba: que todo un pueblo se movilice y que aprenda, con el uso de las armas y el ejercicio de la unidad combatiente, lo que vale un arma y lo que vale la unidad del pueblo..."
Ernesto Che Guevara
El reformismo como corriente política normalmente es torpe y rudimentaria pero cuando los tiempos como los actuales son críticos como un boxeador vapuleado se pasea por la arena política tambaleante, sus reflejos se hacen lentos y su capacidad de respuesta suena como un balbuceo pegajoso.
Esta escena que podría divertir a individuos violentos y conmover a otras más sensibles en el caso del legislador porteño del FIT Partido OBRERO Gabriel Lozano que accedió a ese cargo con el slogan “que la crisis la paguen los ricos” no nos despierta ninguna de esas emociones pues expresa una vileza rayana con el ridículo, y eso interpelando a un sujeto al que en su juventud le decían “velociraptor” y ahora como jefe de gobierno lo apodan “geniol” Larreta, resulta de un nivel difícil de superar.
Con total desparpajo Solano twittea: “Irlanda acaba de anunciar la nacionalización de hospitales privados. Justamente es la propuesta N 1 que llevé a la reunión con Larreta: la formación de un sistema único de salud. La atención debe estar determinada por criterios sanitarios y no mercantiles.”
A lo que inmediatamente le responden: “Estoy varada en Irlanda y acá no pasó eso, saludos desde Dublín”
Pero esto no es todo, lo cierto es que el sistema público sanitario Irlandés no es universal. Depende del tiempo que resides en Irlanda y de tus recursos económicos, que podrás acceder a más o menos derechos de asistencia médica. Los ciudadanos recién llegados a Irlanda no tienen ningún derecho a asistencia médica gratuita. Si perteneces a la CEE, se recomienda adquirir la Tarjeta Sanitaria Europea que te permitirá acceder a la asistencia sanitaria en HSE (Health Service Executive). Si no dispones de este documento o de la Tarjeta Sanitaria Irlandesa, serás considerado paciente privado y deberás abonar los gastos y considerando que Irlanda anunció que estatizará de manera temporal los hospitales privados para atender a los enfermos por coronavirus . De esta manera (solo) las personas infectadas con Covid-19 serán atendidas de manera gratuita, informó el ministro de Salud Simon Harris.
Además el estado irlandés asumirá durante los próximos tres meses el 70 por ciento de los salarios de los trabajadores cuyas fuentes de empleo estén en riesgo. El límite de pago será de 410 euros mensuales en tanto los gastos mensuales estimados para una persona sola suman €2.742 en un país que es el 2º más caro de Europa Occidental (nº 2 de 19).
Solano miente o en todo caso es un charlatán irresponsable, la salud pública en Irlanda es censitaria, lo que deja afuera a los miles de trabajadores inmigrantes con contratos temporales, informales etc. en un país con un alto nivel de mano de obra inmigrante y la “nacionalización” está limitada a tres meses para personas afectadas por el covid 19 legítimos residentes del país lo que deja a personas como la argentina Mica afuera. Una medida de acuerdo que nos recuerda al señor Scrooge, el viejo cruel y miserable que como metáfora de la avaricia capitalista que el genial Charles Dickens describiera en su Cuento de Navidad.
EL FRENTE NACIONAL Y POPULAR
Los marxistas hemos establecidos con claridad la diferencia entre la nacionalización y la expropiación, y si bien la nacionalización pudo resultar progresiva como por ejemplo la del Petróleo mexicano por parte del presidente Cárdenas se dio en el contexto de la revolución democrática más profunda de América Latina, lo que prueba que aun para llevar adelante las reivindicaciones del programa mínimo antiimperialista y de liberación nacional y democrático como el del acceso universal a la salud, como dice Ernesto Guevara: “lo primero que hay que tener es revolución”, que esencialmente significa llevar adelante la expropiación de los medios necesarios para la vida. Si por medio de un proceso de síntesis buscamos la molécula originaria del socialismo, la molécula del carbono de la vida social, ahí está es la propiedad colectivizada de los medios naturales y técnicos necesarios para el trabajo.
“... El programa socialista de la expropiación, vale decir, de la destrucción política de la burguesía y de la liquidación de su dominación económica, no puede, en ningún caso, constituir un obstáculo en el presente período de transición, bajo diversos pretextos, a la reivindicación de la expropiación de ciertas ramas de la industria, utilísima para la existencia nacional de los grupos más parasitarios de la burguesía.
Así, a las prédicas quejumbrosas de los señores demócratas sobre la dictadura de las “60” familias de los Estados Unidos o de las “200” familias de Francia nosotros oponemos la reivindicación de la expropiación de esos 60 o 200 señores feudales del capitalismo.
De igual modo reivindicamos la expropiación de las compañías monopolizadoras de la industria de guerra, de los ferrocarriles, de las más importantes fuentes de materias primas, etc...
La diferencia entre estas reivindicaciones y la consigna reformista demasiado vieja de “nacionalización” consiste en que: 1) Nosotros rechazamos la indemnización; 2) Prevenimos a las masas contra los charlatanes del Frente Popular que, mientras proponen la nacionalización en palabras, siguen siendo, en los hechos, los agentes del capital; 3) Aconsejamos a las masas a contar solamente con su fuerza revolucionaria; 4) ligamos el problema de la expropiación a la cuestión del poder obrero y campesino.”
En consecuencia refiriéndonos específicamente al legislador del PO, Gabriel Solano y a sus émulos nacionales del FIT y demás agencias locales de la socialdemocracia y el estalinismo repetimos
“Prevenimos a las masas contra los charlatanes del Frente Popular que, mientras proponen la nacionalización en palabras, siguen siendo, en los hechos, los agentes del capital;” (Programa de transición / L. Trotsky 1938)
CUBA, LO PRIMERO QUE HAY QUE TENER ES REVOLUCIÓN
Las impresionantes conquistas sociales hicieron de Cuba un faro para la revolución mundial. Para la conciencia de las masas Latinoamericanas y del mundo, cada una de sus medidas produjo más impacto que todas las intervenciones reformistas parlamentarias y sindicalistas en el último medio siglo de la historia de la lucha de clases, y entre ellas se destaca su sistema nacional e integrado de salud que la puso a la vanguardia de la medicina a nivel mundial. Cualquier comparación con los precarios sistemas de países capitalistas como Irlanda, es un absurdo despropósito del parlamentario del Partido Obrero devenido en asesor sanitario de “geniol” Larreta.
Veamos a continuación un breve resumen descriptivo del sistema de salud conquistado por la revolución:
“,,,,,, Cuba era un país neocolonial, agrícola monoexportador y por tanto dependiente.6
En este contexto la revolución adoptó la concepción ideológica marxista en todo lo referente a las transformaciones políticas, económicas y sociales. Existió correspondencia entre el modelo económico implantado y el sistema de salud que se creaba.
En consecuencia, se asimilaron los principios de la salud pública socialista (recuadro), como se proclamaban en la Europa del Este. A estos principios Cuba añadiría el del internacionalismo, expresión concreta de solidaridad con los pueblos.7
Recuadro. Principios de la salud pública socialista
La salud es un derecho de la población.
La salud de la población es responsabilidad del Estado.
Los servicios de salud alcanzan a toda la población por igual.
Las prácticas de salud tendrán una sólida base científica.
Las acciones en salud tendrán una orientación preventiva.
La participación social es inherente al manejo y desarrollo de los servicios de salud.
La solidaridad internacional será práctica de los servicios de salud.
Todo lo anterior estuvo presidido por la principal característica de la Salud Pública Cubana a partir de 1959: la voluntad política de transformar la crítica situación encontrada y todo lo que atente contra la salud de la población, que toma su expresión más concreta y visible en la atención personal que el Jefe de Estado y Gobierno dedicó al sector de la salud y su personal intervención en la solución de los problemas más trascendentes en este campo.
Cronológicamente la primera acción entorno a la gestión en los servicios de salud fue la erradicación de la corrupción, que en la historia de la administración pública es asunto de larga evolución, desde la colonia, acentuada durante el Gobierno Interventor de EE.UU., mantenida en los años de república burguesa, exacerbada durante la tiranía batistiana, 1952-1958.
Otro proceso de temprana ejecución fue el desarrollo de los recursos humanos para el sector, tarea que asumió el Ministerio de Salud Pública respecto a la formación de técnicos medios y la educación de posgrado de médicos y estomatólogos, para lo que se adoptó como estrategia principal el régimen de residencia para especialización. Estimulado por el éxodo de profesionales auspiciados por los opositores del nuevo gobierno se dio fuerte apoyo a las universidades para el desarrollo de la educación de pregrado.
Esto fue particularmente destacado en cuanto a formación de médicos, alcanzando a elevar la matrícula de modo notable en la única escuela que existía a inicios de la década y creando dos nuevas en el este y centro del país (1962 y 1966, respectivamente).
La administración revolucionaria adoptó desde su inicio la planificación como instrumento básico de trabajo. Primero creando una comisión encargada de proponer planes de acción frente a problemas específicos y poco tiempo después creando una unidad de planificación, con el rango de dirección, subordinada al viceministro a cargo del área económica del Ministerio de Salud Pública. Ya en 1963 se propusieron como parte del plan elaborado las Metas Generales para la realización del Plan de Salud Pública de 1962 a 1965.
A lo largo del período se dedicó particular atención al desarrollo de la estadística para el sector: se dio inicio a la formación de técnicos medios de esta disciplina en escuelas propias del Ministerio (1961); se formaron profesionales especializados en el extranjero. Se realizó una auditoría internacional que encontró en 1974, que el sistema de información estadística del sector de la salud de Cuba era completo en cobertura y confiable en calidad.8
La mayor realización en lo relativo al perfeccionamiento de la gestión fue la creación del Sistema Nacional de Salud (SNS), que toma forma inicial con la ley de Salud Pública de 1961 y termina al final de la década con la extinción del mutualismo en 1970. Este es el resultado más trascendente hasta esa fecha de la política de la revolución: la creación de un sistema de salud, unificado, centralmente planificado y dirigido, descentralizado en su gestión, de cobertura global amplia, altamente eficaz, con participación social satisfactoria, económicamente sustentable y abierto a su perfeccionamiento constante.9-11
En una fase inicial la nueva administración mantuvo la fuerte centralización que caracteriza la gestión de los servicios de salud pública antes de 1959. Después de un periodo en que se concentran en el MINSAP las entidades estatales autónomas que eran muy numerosas, se percibe la necesidad de hacer más fluido el proceso de gestión, de una organización que había crecido mucho y muy rápidamente. Se dio así paso a la descentralización de la administración, con la creación de las Direcciones Regionales de Salud Pública (después provinciales) en 1960-1961 y los distritos sanitarios (después Direcciones Regionales) en 1962 que asumieron la totalidad de la gestión en su ámbito territorial.
El carácter intersectorial del trabajo se demuestra por las decisiones que se tomaron alrededor de la construcción del SNS, entre otras:
• Estrecha coordinación y participación del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) en el establecimiento y desarrollo del Servicio Médico Social Rural (1960), con apoyo material para la instalación de los consultorios médicos y construcción de hospitales rurales.
• Creación de un organismo autónomo para regir lo relativo al suministro de agua potable y alcantarillado que en parte presidía el Ministerio de Salubridad y Asistencia Social.
• Traslado a los municipios de la actividad de recogida y disposición de residuales sólidos desde 1962, quedando la supervisión de este servicio a cargo del Ministerio de Salud Pública.
• Coordinación, hasta la integración en el MINSAP, de las acciones desarrolladas por el Ministerio de Bienestar Social (agentes comunales rurales, hogares de ancianos...).
• Incorporación al MINSAP y ulterior desarrollo de los servicios médicos de la industria azucarera (1962).
• Apoyo multisectorial a las campañas de vacunación desde 1962 (polio, triple...).
• Política de empleo que permitió reducir el número de desocupados permanentes de 700 mil a 376 mil entre 1958 y 1960 y 215 mil en 1962.
• El acceso a otros servicios sociales básicos como la seguridad y asistencia social, que influyen muy directamente sobre la salud, se vio asegurado e impulsado. Las leyes 351 y 677 de 1959 ampliaron notablemente la cobertura de la seguridad social. Esto se consolida con la ley 1100 de Seguridad Social de 1963, que la define como de aplicación a todos los trabajadores, en régimen no contributivo, o sea a cargo del Estado y la integración en un solo cuerpo legal e institucional de la seguridad social.
• Organización y entrada en función de las comisiones de salud del pueblo que reúne los esfuerzos de los ministerios y las organizaciones de masa (sindicatos, asociación de mujeres, de campesinos...), es el punto más alto de convergencia para acciones intersectoriales en salud, y a la vez motor impulsor de la participación social.
Los hechos que muestran el desarrollo de la participación social en relación con el sector se encuentran en:
• La formación de personal para el desarrollo de determinadas acciones de salud en el seno de la comunidad, como las Brigadas Sanitarias de la Federación de Mujeres Cubanas, y los auxiliares voluntarios en la vigilancia epidemiológica para la erradicación del paludismo.12
• Definición de funciones específicas, como "responsable de salud" en los sindicatos, Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
• Realización de tareas colectivas de saneamiento, vacunación, promoción de diagnóstico precoz, convocadas por los citados "responsables."
• Educación y toma de conciencia de la población en relación con las causas y soluciones de los principales problemas (diarreas agudas, parasitismo, cuidados a embarazadas y recién nacidos).
• Promoción y participación en las campañas y programas para donación voluntaria de sangre.
Es también participación social el papel de los médicos progresistas, en su organización gremial o en otras en las que actuaron respaldando las decisiones que conformaban la política revolucionaria, oponiéndose a las posiciones conservadoras y economicistas de grupos minoritarios. Fue de gran importancia que estos médicos revolucionarios y progresistas, no necesariamente marxistas, ganaran la dirección del gremio médico en sus elecciones de 1959, y alinean el gremio (Colegio Médico Nacional) al lado del movimiento político que impulsaba la revolución.13
Un objetivo central de toda revolución en los servicios de salud es la equidad, entendida como igualdad de oportunidades en el acceso y uso pleno de los servicios. Son hechos que revelan el rápido alcance de equidad en el sistema cubano:
• La extensión de cobertura, en especial con la creación del Servicio Médico Social Rural (1960), que llevó asistencia a zonas que no la habían tenido nunca y que al final del periodo comprendía decenas de consultorios y hospitales rurales, dotados de personal médico, estomatólogos, enfermeras y técnicos según necesidades.
• Las camas en hospitales modificaron su índice por 1 000 habitantes de 4,3 en 1958 a 4,6 en 1973. La casi totalidad de las nuevas camas se instalaron fuera de la capital del país. De 1958 a 1968 el aumento fue de 28 536 a 41 019 camas. La Habana contaba con el 61,7 % de las camas instaladas en el país en 1958, lo que se redujo en 1973 a 44,4 %.
• Establecimiento de gratuidad de los servicios médicos (1.VI.60).
• Rebaja del precio de las medicinas y nacionalización de los laboratorios farmacéuticos privados.
• Eliminación de todo obstáculo legal para acceder a cualquier tipo de servicio.
• Incremento acelerado de la formación de personal calificado, para cubrir la demanda del momento y necesidades perspectivas.
• Inicio de un cambio en el enfoque curativo de la atención médica, reforzando actividades preventivas. Se crearon siete centros provinciales de higiene y epidemiología en 1961.
• Desarrollo exitoso de la campaña de alfabetización y del seguimiento de la alfabetización con la campaña por el 6to. grado.
• Selección de tecnologías adecuadas, como elemento de la planificación.
• Desarrollo de recursos humanos para la gestión y dirección de servicios, impulsado por el fortalecimiento de la Escuela de Salud Pública y formación en el extranjero.
• Fomento de un estilo de trabajo ajeno al burocratismo, ágil en la gestión, participativo y eficaz.
• Desarrollo de métodos de supervisión, control y evaluación permanente aplicados al área administrativa y a las técnicas.
También es un resultado relevante la sostenibilidad del sistema. Su primer sostén ha sido la voluntad política, expresada en la concertación entre gobierno, entidades sociales y comunidad, que han aplicado la nueva política y asegurado su desarrollo estable, con las necesarias innovaciones durante los años posteriores….”(#)(fragmento).
Volviendo a Gabriel Solano, este dice “la propuesta N 1 que llevé a la reunión con Larreta….la formación de un sistema único de salud. La atención debe estar determinada por criterios sanitarios y no mercantiles.”
Esto es la consumación a cara descubierta de Solano como “ AGENTE DEL CAPITAL “ tal cual los define Trotski a estos parlamentarios y a sus como propuestas “viejas” porque un plan de salud como el ejemplar de la revolución cubana solo se conquista con revolucion!!!; no llevando sugerencias N1 a Larreta o a cualquier otro funcionario de las podridas instituciones de poder de la apestosa burguesía.
Los criterios mercantiles son los que prevalecen sobre toda consideración ,” ES EL CAPITALISMO ESTÚPIDO !!!” y esto no se lo se lo supera con timoratas recomendaciones a sus CEOS de los gobiernos porque Larreta, el ministro de salud de la Irlanda británica Simon Harris, la legislatura porteña, los funcionarios, oficinas y todas las instituciones que en las puertas de sus edificios cuelgan las banderas de la decrépita república burguesa no son más que agentes de los “ criterios especulativos “ con que piadosamente el Partido Obrero devenido en agente directo de los negocios capitalistas llama a este matadero.
NO HAY SALUD SIN SOCIALISMO, NO HAY SOCIALISMO SIN REVOLUCIÓN.
Jorge Terracota
(#) La Salud Pública Revolucionaria Cubana en su aniversario 50
Francisco Rojas Ochoa
Profesor. Escuela Nacional de Salud Pública. La Habana, Cuba. ( fragmento )