Antes del desbarranque de los precios internacionales del petróleo, debido a la recesión de la economía mundial, la guerra comercial desatada y la pandemia del coronavirus que produjeron un derrumbe de la demanda global, la industria petrolera en la Argentina, y sobre todo en la provincia de Neuquén, siempre fue un pingüe negocio para las trasnacionales. Es que más allá del volumen de explotación, la fórmula del éxito fue siempre la misma: “socialización de las pérdidas y privatización de las ganancias”.
Al saqueo se le llama saqueo
En primer lugar, el gas y el petróleo son recursos naturales NO RENOVABLES, es decir, en algún momento SE ACABAN. Por ello, las operadoras (las empresas petroleras que extraen el combustible), pagan por su explotación una regalía al estado. Sin embargo, al menos en la cuenca neuquina, las operadoras se llevan a sus casas matrices ¡el 88% del valor de la producción! Ese 12% restante es lo que administra la burguesía nativa, y por la administración de ese porcentaje hace lo que sea que sus amos le ordenen. Es decir, son los socios menores que hacen el trabajo sucio a los saqueadores, con la ley del estado burgués en una mano y los perros rastreros de la burocracia sindical en la otra. Para 2020 estaba prevista en el presupuesto provincial neuquino por regalías hidrocarburíferas y tasas y derechos asociados, la friolera de ¡61.400 millones de pesos! (U$S 1.023 millones) Eso es el 12% que dejan los piratas imperialistas en el estado provincial, y ellos se llevan ¡el 88%! ¡Casi que es difícil imaginar lo que podría realizarse si toda esa renta quedase en el país, administrada por los trabajadores!
Una de las partes más costosas de la inversión previa para la explotación de un yacimiento es la exploración. La burguesía nacional, cipaya de nacimiento, para garantizar que sea un negocio irresistible para las trasnacionales hace que sea YPF quien corra con el gasto de la misma. Es decir, el estado hace el gasto con fondos propios y las trasnacionales se llevan el producto. Un negocio redondo.
Pero no termina ahí. Los vaivenes del mercado han llevado los últimos años a variaciones bastante drásticas del precio de referencia internacional del barril de petróleo. La burguesía argentina en todas sus variantes y fracciones ha “incentivado” la inversión de las trasnacionales en la industria, manteniendo a lo largo de los años diferentes esquemas de subsidios (con fondos estatales) a las petroleras imperialistas. Así podemos encontrar el “barril criollo” que quieren reflotar en estos días, que se trató de un precio mínimo del barril de crudo. Es decir, un mecanismo más para que el estado garantice mantener la tasa de ganancia de las petroleras como ya lo hicieran en la época de Menem, cuando en el ‘99 el barril de petróleo había caído a 11 dólares y el estado argentino reconocía un valor de U$S 42.
Hoy, con un desplome de precios de cerca de 60% en lo que va del año, el valor de referencia del barril de crudo que se utiliza en Argentina (Brent), está en U$S 25. Es por eso que tanto las operadoras de yacimientos como la cámara petrolera que agrupa a las principales firmas de servicios hidrocarburiferos, chantajean para que el estado reconozca un “barril criollo” de 54 dólares.
Para poner tan sólo un ejemplo de los números del saqueo: Aún con la reducción de la actividad, Neuquén, en el mes de enero de este año produjo 794.105,5 m3 de petróleo y 2.237.096,2 Mm3 de gas. Por lo que hoy esta producción de petróleo representa una renta de 135 millones de dólares por mes solo de petróleo. Pero las operadoras quieren que el estado les dé un subsidio reconociéndoles ¡el doble! Pasando en limpio, solo para Neuquén, el estado estaría regalándoles$8.775.000.000 a las operadoras que están en Neuquén.
Con el auge de Vaca Muerta y la producción de petróleo y gas no convencionales, tanto el gobierno de CFK como el de Macri, incentivaron “la inversión y el desarrollo” subsidiando nuevamente el precio del gas y el petróleo surgidos de esta formación en boca de pozo, pagando un precio por encima del internacional.
Pero nada de esas ganancias y números exorbitantes, ni con el barril a U$S120 ni a U$S 25, fueron a parar a los trabajadores y al pueblo pobre. Por el contrario, para subir aún más la tasa de ganancia, en los últimos cinco años la podrida burocracia sindical petrolera ha dejado pasar miles de despidos y ha liquidado los convenios petroleros con la famosa “adenda”, ha mantenido blindada la paz social a punta de extorsión y chantaje, para que Vaca Muerta no cese su producción.
“Mientras la actividad petrolera está paralizada en Vaca Muerta está trabajando con guardias que mantienen la producción y solo las operadoras están produciendo lo mismo con personal mínimo para dar un ejemplo ,Si la petrolera opera normalmente con 100 empleados, ahora está operando con 30 empleados y a 70 y la situación en que han quedado el resto del personal que han suspendido producto de Coronavirus , han quedado en su casas cobrando el básico, en caso de los obreros petroleros que cumplen jornada se contempla la subida al campo a las 6 de la mañana para ir a trabajar a las 8 AM, desde las 6AM se cuentan las horas laborales, más 2 horas de viaje, si se superan las 8 horas de trabajo empiezan a sumar horas extras al 50%, hasta que llegan a su casa , más las dos horas de viaje de retorno , otro ítem se le suma al salario son las viandas que son una por día, pero si te quedas más de ocho horas empiezan a sumar cada dos horas una vianda más, que sumaría un importe de 500 pesos aproximado, es decir, que si se paralizan las actividades el obrero no va a cobrar esos 3 atributos, que es lo que más le suma al el básico ronda en los 20000 pesos, que sería el petrolero más raso.”
La Pandemia de coronavirus no es una excepción. 20.000 trabajadores petroleros de 25.000 que tiene la cuenca neuquina, están en sus casas “en disponibilidad”, cobrando sólo el 70% de su sueldo. Y aquellos que trabajan en la industria petrolera bajo convenio UOCRA están aún en peores condiciones, con anuncios de más de 3000 compañeros a quienes no les renovarían los contratos.
Ni la crisis petrolera, ni a pandemia, la generaron los trabajadores, pero sobre ellos quieren descargar su costo, en ese plan están prendidos los de la burocracia sindical que quieren llegar a un acuerdo de reducir el salario de los trabajadores en un 30%.
Esto es el capitalismo, te mata por todos lados.
Basta de que entreguemos el salario para que un grupo de parásitos de las operadoras y las transnacionales que han amasado fortuna a costa de nuestras vidas.
Hay que imponerle el pago del 100% de salario para todos los trabajadores del petróleo y la construcción en la rama petrolera, ningún despido.
La producción no se detuvo los compañeros que están en la producción arriesgando sus vidas y la de sus familias, mientras el burócrata petrolero Pereyra manda mensajes por WhatsApp desde un cómodo sillón de su mansión, nosotros producimos. Ningún sostén ni subsidio a los que estos años se expoliaron la riqueza que han hecho jugosas fortunas.
Abajo la burocracia patronal y empresaria de Pereyra
Tenemos que tomar en nuestras manos la resolución de la pandemia y la crisis que nos tiran encima, los compañeros que están en actividad tienen toda la autoridad para llamar a dar esta pelea porque están arriesgando sus vidas para que esto funcione. Hay que hacer un llamado a los compañeros de la salud, del transporte, de la centrales eléctricas, de la producción, a los miles de obreros desocupados sin vivienda, a los compañeros de las fabricas recuperadas, delos investigadores de las universidades de las carreras de salud, de medicina, de los productos para la alimentación, a poner de inmediato un comité nacional de salud pública obrero y popular.
Renacionalización de YPF, expropiación sin pago y bajo control de la Chevron, PAE, Techint, Tecpetrol y todas la petroleras imperialistas.
Empresa estatal única de energía bajo control obrero.
Corresponsales