Columna de opinión
10/01/2018
Luego de mil y una traiciones, la clase obrera y los explotados de Túnez
vuelven al combate revolucionario por el pan
El FMI impuso en Túnez, con su gobierno cipayo, nuevamente un aumento de los precios de los alimentos a partir del incrementar el IVA.
De nuevo millones salen al combate contra el hambre y por el pan.
A las masas de toda la región, las engañaron luego de sus colosales levantamientos de 2011 y 2012. La izquierda traidora y socialimperialista le dijo a éstas que votando en parlamentos truchos se podía resolver su miseria. Las burguesías tanto chiítas como sunnitas o laicas chocaron contra las masas con golpes contrarrevolucionarios... como vimos en Egipto, Bahrein, o como en Siria, donde para sostener al fascista Al Assad fue necesario el servicio del sicario del imperialismo Putin. El clan saudí y 9 ejércitos de mercenarios invadieron al Yemen revolucionario.
Luego de esa trampa infame vino el infierno de la contrarrevolución. Es más, mientras la ONU le reconocía "un estado palestino simbólico" recluido a campos de concentración, el sionismo en estos años no hizo más que ocupar territorio y hoy Trump ya reconoce a Jerusalén como capital del estado de ocupación fascista de Israel.
Pero contra tanta infamia, traición y cinismo, las revoluciones por el pan están de nuevo aquí.
No se trata de ideologías ni guerras religiosas. Ellas son usadas por los poseedores para estrangular las revoluciones. Aquí la esencia de los choques es entre los trabajadores y los pueblos oprimidos contra el imperialismo y por romper el control de las burguesías nativas camufladas de clérigos, panarabistas o basuras laicas del mismo tenor.
El combate es clase contra clase, que es el verdadero motor de la historia que los reformistas quieren ocultar. ¡Hoy arde en llamas Teherán, Jerusalén, el Yemen sublevado, ahora Túnez... y la resistencia siria no se rinde un carajo!
¿Qué dirán ahora los lacayos del imperialismo que las masas islámicas vuelven al combate por el pan?
¿Qué dirán ahora desde la izquierda basura? ¿Dirán que el imperialismo es el que saca a las masas a las calles para luchar contra sus planes de hambre y saqueo junto al FMI? Por favor… ¡ya no son creíbles! ¡Charlatanes y embusteros!
¿Qué dirán? ¿Que son terroristas? ¿Que es el ISIS? Se les acaba el verso… ¡traidores!
Son las masas, los trabajadores haciendo revoluciones, resistiendo golpes fascistas... aquí y allí traicionadas y manipuladas por esa canalla burguesía árabe... aisladas y traicionadas por una burocracia sindical y una izquierda cínica, corrupta, que se sostienen con las monedas que se le caen del bolsillo lleno a las petroleras imperialistas que saquean Medio Oriente.
Quiero que Izquierda Diario, los teóricos de los llamados anticapitalistas, que el club de adoradores del fascista Al Assad, viejos y nuevos stalinistas reciclados miren sus pies. Han quedado como un pintor pintando el techo al que las masas le sacaron la escalera: se derrumban, ¡traidores!
Aquí hay explotados en revueltas y guerras civiles porque no aceptan lo que ustedes quieren que hagan: que teniendo bajo sus pies en toda la región el oro negro que abastece de energía al 80 por ciento del planeta no puedan llevar ni un pan duro a la mesa.
Es la revolución de la clase obrera y los explotados la que vuelve… la que no se rinde y la que mandará al basurero al imperialismo y a sus cacatúas islamofóbicas de la izquierda social imperialista.
Se le acaba el chamuyo... pero ya hay un rio de sangre con ustedes y el imperialismo. ¿O van chamuyar de nuevo de que hay una primavera árabe? ¡Farsantes!
No habrá olvido ni perdón. La revolución de las masas hambrientas no dejará impunes a los que sostuvieron el sable de sus verdugos.
¡Paso a la revolución de los trabajadores y pueblos de Medio Oriente!
Una sola intifada ya recorre la región. De Túnez a Damasco...de Yemen a Teherán...de Trípoli a El Cairo, de Idlib a Jerusalén.
Al imperialismo y los traidores de la intifada y la revolución: mírense debajo de sus pies. Está el precipicio. Allí deben estar ustedes y no la aguerrida clase obrera de millones de trabajadores petroleros, de la construcción, agrícolas, textiles, metalúrgicos, docentes, mineros de Medio Oriente, que constituyen el 70 por ciento de la población de la región junto a campesinos arruinados. Ellos son la esperanzas de que vuelva a ponerse al orden del día y ya la victoria de la revolución socialista, que hace rato el reformismo entregó.