Catalunya- 1 de octubre de 2018
A un año de la jornada del 01-10-17…
El pueblo catalán gana las calles al grito de:
"¡República o dimisión!" y "ERC y PdCAT, la paciencia se ha acabado"
Hace un año, el 1 de octubre de 2017, a pesar de la brutal represión de la policía española, el pueblo catalán salió a las calles con gran valentía. En los pueblos y en los barrios se ocupaban las escuelas y las calles para garantizar que se pudiera votar en el referéndum. El Rey, junto al gobierno del PP con el PSOE y Ciudadanos aplaudía las cargas policiales contra los catalanes que cuidaban las urnas para votar en el referéndum por la independencia de Catalunya.
Contra viento y marea, los trabajadores y el pueblo catalán demostraban en las calles que estaban dispuestos a luchar con todas sus fuerzas contra la represión del gobierno central y por su independencia.
Hoy, un año después, el pueblo catalán volvió a ganar las calles, desde temprano decenas de manifestantes bloqueaban las vías del AVE, los estudiantes comenzaron una huelga desde las 12 horas y se manifestaron en distintos lugares de Barcelona. La movilización central se desenvolvió desde Plaza Catalunya hasta el Parlament, en donde cientos de miles de personas se agolpaban para silbar al President de la Generalitat Torra y pedir también la dimisión del consejero Buch. Al mismo tiempo, otra gran manifestación recorría la ViaLaietana, hacia la jefatura de la policía española, en protesta contra la represión.
Ya por la noche miles de manifestantes, jóvenes en su mayoría, llegaron hasta el mismo Parlament, rompieron el cordón policial y obligaron a los Mossosd'Esquadra a encerrarse dentro del Parlament sitiando la cámara catalana. Ahí se jaleaba consignas como "ocupemos el Parlament" y el grito mayoritario era "ERC y PdCAT, la paciencia se ha acabado". A la vez, se pedía a los políticos electos "desobedecer o dimitir". Las masas ahí campaban a sus anchas ante la entrada e incluso se encaramaban a la puerta. Fue necesario que refuerzos policiales se emplearan muy a fondo con gran represión para disolver la manifestación.
Antes, el pasado sábado 27 de septiembre miles de personas se habían concentrado desde primera hora en la PlaçaSant Jaume de Barcelona para protestar contra la celebración de una manifestación fascista, organizada por Jusapol (asociación de policías), que pide la igualación salarial de la policía española con las policías autonómicas. Esta concentración la hacían también estos perros de presa de la policía en homenaje a la Guardia Civil y a la Policía Nacional que, en el referéndum del 1 de octubre de hace un año, apalearon al pueblo catalán.
Esta manifestación fascista fue protegida por los Mossosd’Esquadra que cargaron brutalmente contra los miles de trabajadores, jóvenes y estudiantes que protestaban contra la manifestación policial.
Es por esto que también en la manifestación a un año del referéndum del 1-O se escuchaba a los manifestantes exigir la inmediata dimisión del conceller de Interior Miquel Buch.
Un balance necesario, a un año del referéndum…
Cientos de miles de personas salieron a las calles este 1 de octubre para gritarle al presidente de la Generalitat Qim Torra “¡República o dimisión!”. En un año se le han terminado de caer todas las caretas a la burguesía catalana que nunca luchó realmente por la independencia de Catalunya, ni podía hacerlo. En un año ha quedado más que demostrado que el derecho a la independencia nacional no lo va a dar la burguesía catalana, porque es socia de la burguesía española y del imperialismo en sus negocios y tropelías en los bancos de Wall Street y en el saqueo de los pueblos oprimidos. Por eso prefiere exiliarse o dejar que los encarcelen, antes de llevar adelante ninguna lucha seria contra el gobierno del PP ayer, o del PSOE ahora. Esta burguesía, representada por elPDeCat y ERC, siempre quiso mendigar una tajada más grande de los negocios e impuestos.
Nuevamente, como hace un año, son los trabajadores y el pueblo catalán los que se ganaron el derecho a la independencia en las calles, inclusive a pesar de la CUP que sembraba confianza en que la independencia se conseguía de la mano de la burguesía del PDeCat y ERC.
Y nuevamente, como hace un año, son los trabajadores los que ponen el cuerpo con los CDR (Comités de Defensa de la República) contra la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos.
Por eso, el derecho a la autodeterminación de Catalunya, inclusive a la independencia, sólo puede garantizarlo la clase obrera catalana junto a la del resto del estado español y de Europa. Porque para conseguir el mínimo derecho a decidir, como la vida ya lo ha corroborado, había que derrotar a la monarquía y sus Cortes. Había que enfrentarse a los partidos patronales como el PP, PSOE y Ciudadanos que garantizaron la aplicación del 155, mientras que la izquierda de la Corona de Podemos, el PCE-IU y los Comunes le cubrían el flanco izquierdo al régimen del 78.
Para tener tan sólo el derecho a decidir había que enfrentarse con la burocracia sindical traidora de CCOO y UGT que se encargaron de dividir a la clase obrera para someterla a la burguesía y esto sólo podía hacerlo la clase obrera unida a sus hermanos de clase del estado español y de Europa.
La burguesía catalana sabía que, si los trabajadores encabezaban esta lucha con sus métodos como la expropiación sin pago y bajo control obrero de los bancos, empresas etc., no iban a ser expropiadas solamente las empresas españolas sino también las catalanas que son socias en los negocios de los Borbones y el PP. Puesto que esa burguesía así como la vasca, son tan sólo unos infames socios que se reparten el banquete que los saqueadores de la monarquía española hacen sobre los pueblos que oprimen.
¡Por un programa obrero independiente al de la burguesía! Que desde todos los sindicatos combativos se convoque un congreso estatal de los sindicatos y las organizaciones obreras para defender el derecho incondicional a la autodeterminación, incluso a la independencia de Catalunya, y también para luchar por trabajo y vivienda digna para todos, por el reparto de las horas de trabajo entre parados y ocupados sin reducción salarial.
Con rehenes en las cárceles no podemos luchar: ¡Libertad ya a todos los presos políticos de Catalunya y de todo el estado español por luchar! ¡Libertad a Alfon, Bódalo y a los más de 400 presos vascos! ¡Cárcel a los banqueros, al Rey y a todos los políticos patronales!
Necesitamos recuperar la unidad de las filas de la clase obrera de todo el estado español e imponer la derrota de la monarquía porque si se fortalece en Catalunya luego viene a por todos los trabajadores del estado español.
Las burguesías nativas, como la “bolivariana”, ya han demostrado hace rato lo cobarde que son para enfrentarse al imperialismo y lo valiente para matar de hambre y saquear al pueblo como lo hace Maduro en Venezuela o como lo hizo Cristina Kirchner en Argentina, entre otros.
Podemos, PCE-IU y los Comunes, ayer como hoy, siempre a los pies de la Corona…
Si la burguesía catalana pudo, durante un año entero, engañar a las masas con sus promesas de independencia y garantizar junto a la burguesía española, la corona y la burocracia sindical de CCOO y UGT, la división de la clase obrera, fue también gracias al accionar de la izquierda de la Corona de Podemos, PCE-IU y los Comunes. Ellos eran los que pedían un referéndum pactado. Toda su política se basó y se sigue basando, en que no caiga el régimen del 78 y se desmorone la Monarquía. No nos olvidemos que son los mismos que sostuvieron la autorreforma de la Monarquía a la que maquillaron de democrática.
Hoy, en el gobierno con el PSOE, hablan de “diálogo” con el independentismo, mientras que el gobierno del PSOE utiliza las cargas policiales contra el pueblo catalán. Ellos son uno de los principales obstáculos que tienen los trabajadores de Catalunya en su lucha.
Podemos, el PCE-IU y los Comunes ya no engañan a nadie, su discurso solo es un matiz de lo que les dictara antes Rajoy y hoy Pedro Sánchez del PSOE junto al Régimen monárquico. Son una pata necesaria en esta especie de segunda edición de los Pactos de la Moncloa.
¡Por una Asamblea Nacional Constituyente Catalana!
¡Disolvamos las cortes monárquicas!¡Por un gobierno provisional de las organizaciones obreras!
Es necesaria una Asamblea Nacional Constituyente Catalana verdaderamente libre y soberana, que sea realmente representativa con la elección de un diputado cada 10.000 habitantes, que, con una cámara única, con funcionarios revocables en cualquier momento que ganen el sueldo de un obrero, legisle y ejecute e imparta justicia. Cuya primera tarea sea la de la expropiación sin pago y bajo control obrero de los bancos y que les devuelva a los miles de trabajadores desahuciados sus viviendas.
Una Asamblea Nacional que imponga impuestos progresivos a las grandes fortunas, que reparta las horas de trabajos entre ocupados y parados con un salario igual a la canasta familiar.
Sin embargo, esta Asamblea Nacional Constituyente Catalana no tendría verdadero poder si no desarma a la burguesía y se asienta en el armamento del pueblo, puesto que, si tomara una sola medida que pusiera en riesgo la propiedad y los intereses del imperialismo y de la burguesía, como única manera de conquistar las justas demandas de los explotados, las fuerzas armadas del estado español y la OTAN, la disolverían a tiros.
Por eso mismo, solo un gobierno provisional de las organizaciones obreras asentado en los organismos de autodeterminación, armamento y democracia directa será el único que podrá garantizar una Asamblea Nacional catalana democrática hasta el final. Los marxistas revolucionarios afirmamos que una república obrera es un millón de veces más democrática que la más democrática de las repúblicas burguesas. Porque solo el proletariado, que es la única clase verdaderamente nacional, que no tiene ningún interés que lo ate al imperialismo y a la Europa imperialista de Maastricht, elevándose como vanguardia de la nación oprimida, puede conquistar la ruptura con el imperialismo y expropiar los bancos, las fábricas, las tierras y todas las propiedades de las transnacionales y de la burguesía imperialista y nativa. Y garantizar que haya pan, trabajo, vivienda, salud, educación y una vida digna para todos los explotados.
La bandera por el derecho a la independencia de Catalunya tiene que pasar a las manos de la clase obrera de todo el estado español y de Europa
Las potencias imperialistas han demostrado una unidad férrea a la hora de aplastar a los pueblos oprimidos del mundo y atacar las conquistas de la clase obrera. Lo vimos en Francia con la Ley Khomri, con la V República francesa atacando Malí. Lo vemos también con la OTAN, de la que los imperialismos europeos y el estado español es parte, atacando Irak y Afganistán para saquear sus riquezas.
Los Borbones no se cansan de expoliar a los pueblos oprimidos de América Latina saqueando su petróleo con la Repsol como lo hicieron en Argentina o con la Telefónica.
Los trabajadores debemos demostrar que tenemos en nuestras manos el poder para expropiar a los expropiadores y esa tarea es de la clase obrera de todo el estado español.
La expropiación sin pago y bajo control obrero de los bancos y las empresas es el primer paso para poner en marcha una Cataluña en lucha por la revolución socialista que rápidamente despierte el entusiasmo de la mayoría de la clase obrera europea.
La política cobarde de mendicidad de la burguesía catalana separa de la unidad y solidaridad con la lucha nacional catalana a los obreros de Catalunya con todos los obreros del estado español y de Europa.
En cambio, estas medidas de expropiar los bancos, desarmar a la policía, armar milicias obreras, llamar a poner en pie comités de soldados, llamar a romper con la OTAN y el Maastricht imperialista, etc. transformarían la lucha por la autodeterminación en una lucha sostenida por millones de obreros de Europa y el mundo porque verían en Catalunya una trinchera para luchar contra los explotadores y todos los opresores.
Es una misma lucha contra la monarquía y sus Cortes fantoches, pero también contra este Maastricht imperialista que esclaviza a miles de naciones en todo el mundo.
Únicamente el triunfo de la revolución proletaria puede resolver íntegra y efectivamente las tareas democrático-revolucionarias que la decadente burguesía ya no puede cumplir en esta época imperialista, como son la liberación nacional. De la misma manera, únicamente la clase obrera en el poder puede otorgar de modo efectivo el derecho pleno a la autodeterminación nacional -incluyendo el derecho a la separación- a las nacionalidades oprimidas que no llegaron a constituirse en estado nación antes del advenimiento del imperialismo. La cuestión nacional fue, es y será, entonces, un motor fundamental de la revolución proletaria internacional. La resolución de dicha cuestión nacional mediante el derecho de los catalanes a su Independencia, si así lo desean, es un requisito necesario hacia la Federación libre de Repúblicas Socialistas de la Península Ibérica que solo tendrá porvenir sobre las ruinas de la Europa de Maastricht en unión con la clase obrera europea que construya los Estados Unidos Socialistas de Europa.
¡Disolución de la Guardia Civil y de todas las fuerzas represivas! ¡Comités de soldados, de los sindicatos y organizaciones obreras para desarmar a la monarquía y a su casta de oficiales asesina de la OTAN!
¡Hay que derrotar a las burocracias colaboracionistas que quieren atarnos las manos!
¡Libertad ya a todos los presos políticos de Catalunya y de todo el estado español por luchar!
¡Abajo el régimen de la monarquía españolista, sostenido en los Pactos de la Moncloa, opresor de los pueblos vasco, galego y catalán!
¡Por el derecho a la independencia de Catalunya!
¡Fuera la monarquía! ¡Paso a la república de los indignados!
¡Por una FEDERACIÓN DE REPÚBLICAS LIBRES SOCIALISTAS DE LA PENÍNSULA IBÉRICA!
¡Fuera la OTAN!
¡Abajo la utópica y reaccionaria “unidad europea” de Maastricht!
¡Por los ESTADOS UNIDOS SOCIALISTAS DE EUROPA!
Democracia Obrera – Estado Español |
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