12-12-2013

El paro petrolero en Los Perales-Las Heras

Una acción decisiva, impulsada tenazmente desde la Comisión de procesados, familiares y amigos de Las Heras junto a la base de los trabajadores del petróleo

Desde las cárceles, desde las mazmorras de los regímenes opresores, desde las organizaciones obreras y antiimperialistas en lucha del mundo...

12 DE DICIEMBRE: DÍA INTERNACIONAL DE LUCHA POR LA LIBERTAD DE LOS TRABAJADORES PERSEGUIDOS Y ENCARCELADOS A NIVEL INTERNACIONAL
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Ellos fueron los protagonistas de esta jornada de lucha
El yacimiento de petróleo más grande de la Argentina paró cuando comenzaba a funcionar el tribunal videlista

Se acercaba la fecha del fallo contra los trabajadores. La Comisión de trabajadores procesados, familiares y amigos de Las Heras había ido a los actos de cierre de campaña de las listas de obreros petroleros que se presentaban para recuperar el sindicato -después de años de ocupación-, encabezadas por los compañeros Vidal y Toja Carabajal. Impulsando la lucha por libertad de los compañeros, la Comisión habló ante centenares de obreros petroleros de ambas listas. Ellos planteaban la necesidad de liberar a los compañeros imputados, porque si eran condenados, ya no se podría salir a pelear por las demandas de los petroleros. Todo sería más difícil. La condena era un escarmiento para los petroleros y todo el movimiento obrero. 

A toda hora, enfrentando el frio, bajo el sol que lastima la piel, los familiares de los procesados acompañados por quienes estuvimos años colaborando con ellos, repartimos volantes, cartas, DVDs, confiando en que la base obrera iba a defender a los compañeros y se iba a poner de pie.
La bajada del yacimiento de Los Perales es una avenida de ripio, por donde pasan todos los camiones, camionetas y vehículos de todas las empresas petroleras y de servicios ligadas a la industria. Allí íbamos, la Comisión de familiares, todos los que estamos en esta dura pelea por liberar a los compañeros junto con Paula Medrano, hija de desaparecidos. Fuimos a Los Perales, como así también a ver a los obreros de la empresa INDUS y de las demás empresas que funcionan en la zona. Todos sabían que para triunfar necesitamos retomar el combate del 2006. Los días pasaban y los trabajadores nos reconocían, se detenían e inclusive se formaban filas para conversar con nosotros. Los micros y camionetas frenaban y nos permitían subir para que contemos la delicada situación de los compañeros imputados, que ya éramos muchos en el país y a nivel internacional los que apoyábamos a los compañeros. A muchos trabajadores les interrumpíamos el sueño luego de una larga jornada de laburo. Sin embargo, nos escuchaban atentamente cada día que fuimos.

En la bajada de Los Perales a todos les contábamos que nos habíamos instalado en una carpa del aguante en la Plaza central, que desde ahí estábamos impulsando la lucha por el paro petrolero y el paro nacional. Muchos compañeros se sorprendían, querían ser parte, se criticaban entre ellos por no estar haciendo cosas por los compañeros y sus familias. Cada petrolero con quien charlamos, nos agradecía por la ayuda que dábamos a los compañeros imputados. En estas jornadas les pasábamos centenares de DVDs con todos los videos de la lucha del pueblo de Las Heras.

Los obreros petroleros comenzaron a percibir que si condenaban a los compañeros no iba a tener sentido haber recuperado el sindicato, porque no se iba a poder luchar por las demandas postergadas durante años, contra el impuesto al salario, el pase a convenio petrolero de todos los trabajadores, las condiciones de trabajo… Comenzaban a percibir que había que dar una gran lucha como en el 2006, con la Asamblea y los piquetes.  
Había todo un sector de trabajadores jovenes que cuando sus compañeros les contaban sobre el combate del 2006, su reacción era: “algo tenemos que hacer”, “no puede ser que pase esta injusticia”. Algunos de los viejos compañeros que habían estado en el 2006 dudaban; otros más firmes y decididos veían que igual había que parar, que ya era hora de salir otra vez.

Los compañeros en Los Perales, nos decían que estaban dispuestos a ir al paro, pero que necesitaban de la cobertura del sindicato para no terminar como los compañeros imputados que pasaron cárcel, tortura, hambre y el terrible sufrimiento de sus familias.
Sin embargo al pasar los días, mientras más charlábamos con los trabajadores, más petroleros comenzaban a decir que si el sindicato no paraba, ellos iban a planificar una excusa para poder parar en solidaridad con los compañeros. 
El paro comenzaba a organizarse y se dio como afirmó una de los familiares: "Cuando estuvimos panfleteando la entrada a Los Perales, el 80 % de los compañeros nos decían que ellos querían el paro, eran las bases las que lo planteaban. Nosotros tuvimos una reunión en el sindicato con la Agrupación petrolera santacruceña; allí los dirigentes nos decían que estaba difícil y la cuestión fue que las bases decidieron parar, y pararon, o sea, no tuvieron necesidad del sindicato, ni de que Vidal, el dirigente, les diera la orden de parar".

El 12 de diciembre fue el día clave. Esa búsqueda de volver a la lucha del 2006, a la asamblea masiva, al piquete y al paro fue una decisión que caló hondo en la Comisión de trabajadores procesados y sus familiares. Ellos sabían que se los condenaba por haber luchado por todos, y que para lograr su libertad necesitaban de la lucha de todos. “Ahora es el momento de ustedes”, “Es el momento de luchar por la libertad de todos”, les decían a los obreros petroleros.

Los trabajadores que ingresaban a los pozos sabían que en la Plaza de La Heras nos concentrábamos para marchar a Caleta Olivia a enfrentar a ese Tribunal de la Venganza. Llegó la hora decisiva, y el minuto decisivo. Un grupo de petroleros dio el primer paso y cortó el acceso a la base de operaciones del yacimiento Los Perales. El piquete de huelga de centenares de obreros fue el que garantizó la democracia obrera para el conjunto de los trabajadores y permitió que el sentimiento de la base obrera se expresara, y los petroleros iniciaran el Paro de actividades. ¡Volvió el piquete de huelga y garantizó la solidaridad con los compañeros! El paro empezó por la base misma, y a medida que se iba corriendo la voz, se fue generalizando. Los turnos y cuadrillas de trabajadores que salieron al campo temprano, empezaron a enterarse de lo que pasaba e inmediatamente pararon los servicios y más de un centenar de compañeros se sumaron al corte.

Se acabó el mito. Sin esta lucha y sin este trabajo tenaz para que la clase obrera sea consciente de la situación, jamás existirán ni se conquistarán las condiciones para la huelga, porque la clase dominante no lo permitirá. De eso se trata. El problema no es la base obrera, sino lo que hacen los señores dirigentes. Las condiciones para preparar una gran lucha se conquistan.
Cuando la noticia del paro de la base llegó a Caleta Olivia los compañeros imputados y sus familias se abrazaron fuerte, sabían que fue fruto de su lucha, sabían que era una acción decisiva para esa misma noche poder volver a dormir con sus esposas e hijos… y así fue.

Desde Las Heras

Miguel, obrero de Brukman y dirigente de Democracia Obrera

Paula Medrano, hija de desaparecidos,
miembro de la Comisión de trabajadores procesados, familiares y amigos de Las Heras